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Las calides

~~El martes por la mañana a mi amiga le costo levantarse, tenía todo el cuerpo dolorido por el ejercicio sexual practicado el día anterior.
 Al bajar al comedor se dio cuenta que había cambiado su mirada del entorno, las parejas mayores las veía ahora con otros ojos, especialmente se fijó en dos señoras que iban juntas, estaba todavía obsesionada con una relación con otra señora. Las estuvo siguiendo con discreción y aprovecho que entraron en la sauna para entablar conversación, ambas tenias unos pechos hermosos y a pesar de la edad estaban bien físicamente, afortunadamente eran personas abiertas y no le costo hacerse amiga de ellas. Gracias a sus problemas de pareja pudo entrar en intimidades y hablar de sexo, ellas eran viudas y vecinas de una población del norte de España.
 Con la excusa de los libros las invito a su habitación, allí se dio cuenta que una de las señoras le miraba con ojos de lujuria, pero que disimulaba cuando estaba delante de la otra, ella se las arregló para hablar a solas con esta señora y acertó plenamente, fue la propia señora la que le planteó abiertamente el deseo de estar con mi amiga, pero tenían que hacerlo a escondidas, iba en un grupo organizado por la parroquia de su barrio y evidentemente tenía que ser muy discreta.
 Después de comer la señora entró en la habitación de mi amiga. Le comentó que había tenido varias amigas, pero que se caso para evitar rumores, a su marido simplemente lo aguantaba, era un buen hombre, pero nunca había estado enamorada.
 Se empezó a desnudar pero a mi amiga no le causo ningún impacto, como le había pasado el día anterior con el hermano de la masajista, ella hizo lo mismo y se estiro en la cama, la señora se acercó y le estuvo recorriendo el cuerpo con la lengua, era toda una experta de eso no había duda, tenía una lengua grande y la utilizo perfectamente en su vagina, nunca le habían realizado un trabajo tan perfecto, el orgasmo lleno de jugos la boca de la señora. A continuación se apresto a hacerle lo mismo a la señora, repitió los movimientos y la señora tuvo un orgasmo fuerte pero con poco jugo.
 Después de descansar la señora le explicó que cuando tenía ganas marchaba a otra ciudad para tener relaciones con una amiga, y que el cura que encabezaba la excursión se lo estaba montando en ese momento con su compañera de habitación, naturalmente todo en secreto, ella lo sabía porque había identificado la colonia que usaba el cura en la ropa de su compañera, coincidiendo con salidas de paseo de esta.
 Después de despedir a la señora, mi amiga le entró el morbo de montárselo con el cura. Aprovecho la cena para comprobarlo, pero le defraudo bastante era gordo, calvo y bajo. Al irse a dormir se prometio un miércoles más agitado. Pero eso ya es otra historia.

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