Un año después de la experiencia con Aracely, estando en México registrandome en un Hotel, me encontré con Beatríz, muy emotivamente nos saludamos y por la noche nos fuimos de parranda, por ella me enteré que su cuñada Aracely se había casado con un compañero de trabajo, y que ella estaba en vías del divorcio. Supe que Aracely le había comentado lo nuestro y que para ella había sido una experiencia maravillosa, a lo cual le pregunté que si ella quería pasar una igual, a lo que me dijo que sí y que por eso había aceptado salir conmigo esa noche y que ya no tenía que serle fiel a nadie. Beatríz es una mujer que cualquier hombre se vuelve loco por ella, rubia, ojos verdes, tetas entre medianas y grandes, durísimas, cintura de avispa y un culo estupendo, piernas largas torneadas, y una vagina deliciosamente rica, un clítoris grande robusto y erguido, digno de ser puyado por una verga escepcional, como ella me dijo, y no como la mierdita insignifacante de su exmarido. Nos fuimos los dos casi al mismo tiempo en un clásico 69, para luego penetrar esa vagina caliente y mojada hasta el fondo y sentirla venirse en unos orgasmos fabulosos, y deliciosamente llenarle sus entrañas con borbollones de leche a granel, le rompí su culito aún virgen, la hice sentirla mujer-mujer, no se si sea cierto o no, pero ella me dijo que los únicos orgasmos que había tenido era cuando se masturbaba. Con ella estuvimos cogiendo por espacio de cuatro años, después supe que ella no tomaba anticonceptivos pués quería que yo la preñara, afortunadamente para mí, ella era esteril, nos dejamos de ver de repente, nunca supe más de ella, pero aún la recuerdo fué una de las mujeres más hermosa que me he follado.