Paula, Paula, Paula... no quería hablar de ella, pero para conocer sobre mis virtudes y debilidades tengo que hablar de ella.

Siempre me he sentido atraido por aquellas mujeres delgadas, preferiblemente de piel clara y cabellos rubio. Paula, era delgada, trigueña, de cabello rubio y rizado, tenía un par de ojos grandes color miel y una carita que mezclaba gestos de inocencia y morbo todo el tiempo, en verdad no lograba ubicarla en uno de esos dos esquemas con exactitud. Ella tenía 17 años cuando la conocí y yo tenía 23.Lo que mas me atraía fisicamente de ella eran sus senos, los tenía grandes, bien formados, redondos, con unos pezones siempre erectos y se mostraban firmes sobre esas camisetas ajustadas que usaba casi siempre sin sujetador.Mama mía!!!

Fue un poco dificil conquistarla ya que ella acaba de salir de una situación tormentosa. Su primer novio,primer hombre en su vida había muerto en un accidente automovilistico unos meses atrás y ella se encontraba muy deprimida. A decir verdad se sentía casi como una viuda ya que ellos habían alcanzado a vivir juntos un tiempo casi a escondidas, por decirlo así ya que este señor era bastante mayor que ella. En fin, yo en esos días andaba con mi guitarra y un amigo con el que me la pasaba practicando y aveces salíamos por ahí a divertirnos cantando y tocando de esquina en esquina, cuando la conocimos y de una me hechizó con ese par de ojos tan hermosos que se le veían marcados en su blusa... perdón, sus ojos color miel... me distraigo con facilidad de recordar esas teticas ricas.

Después de muchas charlas y técnicas de seducción ella me dijo algo que no entendí:

-No me busques,que te puedes arrepentir y no aguantar lo que te viene.

Con mis aires de "yo todo lo puedo" no le presté atención a esta advertencia y seguí enamorandola y visitandola periodicamente, ya habíamos tenido acercamientos, pero no la había llevado a la cama ya que ella me confesaba que se sentía incomoda ya que solo lo había hecho con su difunto novio y le era dificil hacerse a la idea. Yo trataba de prepararla y de jugar con su excitación para que esta hiciera presa de ella y se atreviera a todo. En verdad me estaba resultando ya que ella contemplaba mas las posibilidades de hacer "cositas ricas" como ella le llamaba al sexo...

Recuerdo ese día en que me llamó de clases, ella había empezado a estudiar en un centro nocturno, me dijo que se había peleado con su madre y que se iba a quedar en casa de una compañera, pero que quería verme. Fui a buscarla a clases y las encontré a ella y a su amiga esperandome fuera del centro educativo, se despidieron de beso y me preguntó que a dónde iríamos. Yo me sentía un poco confundido ya que había entendido que ella se quedaría en casa de la amiga y la había despachado así no más. Afortunadamente tenía disponible las llaves y el apartamento de mi hermana mayor que en esos dias estaba trabajando fuera de la ciudad y siempre me dejaba a mi encargado de cuidarle a sus mascotas. Le invité a cenar, ella lo pidió para llevar y nos fuimos al apartemento. Cenamos en la cama, viendo un poco de tele y sin zapatos, un poco más comodos, me contó lo que le había pasado con su mamá y le di un abrazo para reconfortarla, luego le di un beso y ella me correspondió de forma muy apasionada, yo le seguí la corriente y empecé a soltarle los botones de la blusa, solté delicadamente su sostén, el cuál era de broche en la parte frontal y al fin pude apreciar esos hermosos senos a su plenitud, los tomé ambos con mis manos y empecé a chuparlos con muchas ganas, ella excitada me quitó la camiseta, se quitó el pantalón con un solo impulsó y yo procedí a quitarme el mio de la misma forma, quedamos solo con la parte inferior de la ropa intima y nos fundimos en otro beso,ella estaba sobre mi y yo me dejaba hacer. Sacó me verga del boxer, hizo a un lado su tanguita negra y puso mi glande en su chuchita, la cual se sentía bastante humeda y calientita. Al tratar de introducirla, pegó un brinco y se salió de la cama.

-No puedo hacerlo, no, no puedo...

Yo quedé como paralizado por un dardo tranquilizador e indignado al mismo tiempo, pero no quería perder la oportunidad de cogermela, por lo tanto me levanté, apagué la luz y dejé toda la habitación tan solo con la luz de la tele. Le abracé y le dije que estaba bien, seguí tranquilizandola y que lo haríamos solo si ella estaba lista, que yo podía esperar todo lo que quisiera.

Nos acostamos juntos, nos cubrimos con una sabana y yo a su lado le besaba la mejilla, noté como ella se quitó la tanguita debajo de la cobija y pasaba su mano por su chuchita, de una quité mi boxer sin descubrirnos y empecé a masturbarme. Ella se veía excitada, con su boquita semiabierta y sus ojos cerrados. No podía creer lo que veía, ella giró su rostro y me empezó a besar muy rico, yo pasé una mano por su entrepierna y ella las abrió como invitandome, me deslizé sobre ella y ella agarró mi verga con una manó y pasaba mi glande por su chuchita humeda y calientita, se estaba masturbando con ella, luego la puso en la entrada de su vagina y me agarró de la cadera, empezé a meterla lentamente y sentía como el calor de sus entrañas me ponía la verga a cien. Cuando la tenía toda clavada, ella pegó un gemido como mezcla de placer y dolor, gemido el cual acompañó con un rico movimiento de caderas. La seguí besando y ella se movía como loca. Wow, culeaba muy rico esta niña. Al desprender mis labios de los suyos. Gritaba con fuerza:

-Asi papi, asiiii... no pares, papi, no pares!!!

Ella clavaba sus uñas en mi espalda casi al borde de hacerme daño y fue cuando sentí su metamorfosis. Ya pude ubicar sus gestos en una pura muestra de morbo y lujuria. No había ternura alguna. Ella me puso en la cama boca arriba y como una salvaje se puso sobre mi, clavandose toda mi picha doblada de un solo empujón. Se meneaba con maestría y clavaba sus uñas en mi pecho.

-Quiero chupartela papito!!! Me dejas que te la chupé, ah?!

No alcancé a responder cuando ya estaba recogiendo sus propios jugos intimos con su lengua y masturbandome con fuerza.

-Ay, esta picha si está rica, papi! Que grande, que gruesa!!!

Seguía chupandome por todas partes y se fue al borde de la cama en cuatro patas y me miraba por encima del hombro.

-Comeme así papito.

Me fui hasta ella y le pegué un lenguetazo en su chuchita, luego la agarré de los muslos y se la segui comiendo con fueza, metientole la lengua hasta el fondo y jugando con su clitoris.

-Clavame, papi. Meteme esa vergaaa!!!

Yo estaba desconcertado por su transformación y excitado al mismo tiempo y la clavé como ella me lo pedía. Luego se dejó caer a medio lado y agarrandole la pierna a la altura del tobillo la clavé hasta el fondo. Así estuvimos cogiendo por mas de una hora.Hasta que no pude contener mas las ganas de venirme.

-Vente papi, vente. Llename con tu leche, llename!!!

La llené todita de leche como ella me lo pidió y quedé sobre ella un poco exhausto y seguiamos contorsionandonos un poco por el orgasmo de los dos. Ella me besaba y deslizaba sus manos por mi cuerpo un poco sudado.

-Que rico papito. Como me lo hiciste de rico. De haberlo sabido no te hubiese hecho esperar tanto.

Recuerdo que estuvimos en esas como desde las 10 de la noche ese día. Pensé que después de esa buena presentación dormiríamos un poco y tal vez lo haríamos de nuevo al amanecer. Me equivoqué... al poco tiempo ella se reincorporó y bajó a mi verga y empezó a chuparla muy rico, yo estaba un poco adormitado, pero semejante mamada me hizo volver en mi. La cosa pasó de ser una simple presentación a una guerra de titanes. Tengo que confesar que Paula era una ninfomana insaciable. Tiramos esa noche como conejos con descansos muy breves de 15 minutos y algunas escapadas a la cocina para tomar algo de beber. Recuerdo claramente que salimos de la cama al dia siguiente a las 11 de la mañana y cuando ella se levantó para ir a la ducha se desmayó. Me pegué un susto bien intenso. La levanté en mis brazos y la metí a la ducha. Ahi reaccionó y lo primero que me hizo al recuperarse fue agarrar mi verga y decirme:

-Por qué no me das esta picha doblada de medicina, papi?

Mentalmente recordé cuando me advirtió que no debía buscar algo que después no iba a aguantar, sonreí y nos fuimos a la cama a seguir tirando. Ese día tenía una presentación en la tarde, asistí como pude y luego me fuí a casa a dormir apagando me telefono celular y cortando todo contacto con el mundo exterior para poder descansar. Desde ese entonces empecé a mostrar mucho mas respeto y a no subestimar a las niñas así, que parecen angelicales, pero no lo son. Con Paula tuve muchas otra aventuras muy calientes, pero ya les tocará esperar a que se las cuente después.

Ahi nos leemos, bye.

El Picha Doblada.