LA VIUDA MARGARITA.
Con una mano me agarrró la verga y la llevó a su agujero en donde entró con suma facilidad. Que lubricación había conseguido en tan poco tiempo.
Ella andaba por ahí porque también era asidua a ese cine. De tanto ir se había hecho amiga de todo el personal y a mi me sucedió lo mismo. Un día ella andaba por allí y el portero me dijo, que era una viuda con plata y me la presentó. Él se había hecho muy amigo de ella y hasta la visitaba en la casa. Yo le tenía un poco de temor a esa viuda por los comentarios que de ella corrían en el cine. Dado que era una mujer pendenciera, cuando pasaba algo con la proyección, era la primera en gritar "LUZ", "CUADRO", " FOCO" y otras palabras de acuerdo al inconveniente que se produjese en la proyección. Yo la había visto algunas veces, pero nunca habíamos tenido la oportunidad de conversar y además con esos antecedentes no me interesaba conocerla. Había un señor extranjero muy fino y educado que trabajaba en una embajada que tuvo un incidente con ella. Ella acostumbra a ir a la tertulia y yo a la platea. Así que era imposible que coincidiéramos en la sala.
Esta señora tenía la costumbre de ocupar tres butacas!! En una ponía el saco, en otra se sentaba ella y en la otra la cartera y bolsas de paquetes de las compras. No sé si sería su costumbre poner todo tirado sobre las butacas o simplemente su saco había caído al piso. El señor de la embajada muy correctamente lo levantó del suelo y se lo entregó diciéndole que se le había caído. Fue un escándalo: lo menos que le dijo a los gritos la viuda fue "Viejo puto a mi me gusta ponerlo en el suelo". Se imaginarán el pobre hombre, no sabía donde meterse, se retiró a su asiento y se puso a mirar la película entre los ruidos de la viuda que revolvía las bolsas de nylon buscando galletitas y caramelos, se ponía a comer con una voracidad terrible y después quedaban alrededor de sus asientos los papeles de los caramelos, migas de galletitas, cáscaras de maníes, en fin, rastros de suciedad de todo lo que ella comía. Me fui del tema pero quiero hacer un retrato de ella, para que tengan idea de como era. Tienen un retrato de su carácter o de su manera de ser pero no de su aspecto. Trataré de subsanar esa omisión.
En esa época ella andaría por los 65 años y yo por los 35. Mucho tiempo después supe su edad porque ella jamás la decía. Lo supe porque ella decía que era ciudadana inglesa por ser viuda de un inglés y cuando quería que no supieran que era ella la que mandaba cartas al director del cine con quejas, las firmaba con el apellido de su difunto marido. Un día que yo iba por la calle, la saludé y la acompañé a pagar unas cuentas, iba con el pasaporte y me lo mostró para que viera que ella era inglesa. Muy orgullosa de serlo estaba y ahí sin que se diese cuenta le miré la fecha de nacimiento. No sé si tendría mucha plata, pero gastaba mucho y tenía muchas tarjetas de crédito. Era jubilada, tenía tres o cuatro casas que le había dejado su padre. Vivía de esas rentas y de su jubilación. Ignoro si tenía dinero en el banco pero supongo que sí. Vivía sola en un apartamento enorme con muchas habitaciones, a veces venía una limpiadora, pero yo nunca la vi.
Me empezó a invitar a la casa, mirábamos videos de viajes los cuales ella coleccionaba y me indicaba cosas que ella había visto en esos países. Había ido tres o cuatro veces a Cuba y en uno de esos viajes la habían operado. No quiso decir de qué pero supongo que de un tumor en un seno. Empezó a llamarme por teléfono a medianoche porque se sentía y estaba sola, hablaba de cualquier pavada y hasta las tres de la mañana o más me tenía escuchando sus cosas. Hasta descubrí que era dipsomanía porque una noche me llamó diciendo que estaba "borrachita" porque había tomado muchos "mojitos". De vez en cuando le daba la locura de alquilar una habitación de su casa, no porque necesidad de dinero, sino para estar acompañada. Siempre terminaba con líos con los inquilinos, acusándolos de que le robaban, que le usaban mucho el teléfono, en fin de cualquier cosa.
Un anoche de borrachera me contó, que recién se había ido un diputado amigo de ella y con lujo de detalles me dijo que estaba en las nubes porque ese hombre la había cogido dos veces y estaba agotada de tanto "singar" como una "jinetera", términos cubanos que a ella le encantaban. La primera vez que entré a su dormitorio me asombré de su cama matrimonial, porque no era de las comunes, era muy ancha!!! Supongo que tendría más de dos metros de ancho y en las columnas de los pies tenía cientos de bandas elásticas, no sé para qué pero allí estaban. Ese día miramos un video de París, nos interrumpió el teléfono, era su sobrino menor, ya ni miramos el video, tuvo una pelea terrible con el sobrino por dinero y al otro día llamó a las profesoras del liceo para decirles que el sobrino era gay y no se que historia del "poder rosa".
Como se imaginarán, las profesoras se enojaron con ella, al sobrino lo vi una vez sola, ni tengo idea de si es o no es gay. En realidad a mi que me importaba! Una noche que estábamos mirando videos, me mandó a la cocina a buscar comida porque era tarde y no había cenado. Que cocina!! Como todo en esa casa era un caos!! Arriba de la cocina, de la mesada, por el suelo había una gran cantidad de calderas, parecía una colección. -A nadie le importa, lo que yo tengo. Tengo lo que quiero. Fue lo que me contestó cuando le pregunté la razón de por qué tenía tantas calderas. Comimos un poco de galletitas con queso y paté, que era lo que tenía y me convidó con ron cubano, que había traído de su último viaje a la isla. A mí me servía poco, pero ella se servía más de medio vaso cada vez. Hasta que empezó a hablar medio eufórica y descontrolada y me dijo:
-Chico, con este ron me han dado una ganas tremendas de mamar alguna pinga!
Quedé petrificado, éramos amigos, debido a su edad yo la respetaba porque ella nunca hablaba de sexo, no le agradaba el tema.
-¿No quieres que te haga una mamadita?
Vi que la cosa se iba a poner mal y le dije que era muy tarde que me iba porque después no iba a tener ómnibus para irme. No me dio tiempo a nada, me agarró de la bragueta y me tiró en la cama, luchamos un poco hasta que me bajó la cremallera, metió la mano y sacó mi arma y se puso a chuparla hasta que logró una erección y me dijo:
-Para ser marica como mi sobrino estás muy bien dotado!
Que le iba a replicar si estaba fuera de sus cabales. Siguió chupando hasta que se metió la mano dentro de esas polleras anchas y largas que acostumbra a usar. Se bajó unas bombachas que parecía culotes por lo largas y me dijo:
-Ya la tenés lista, metémela que no aguanto más!! Hace mucho que nadie me hace el amor...
La situación era muy incómoda, mi pija salía por la abertura del pantalón y ella tenía la bombacha a la altura de las caderas, solamente se le veía un montón de pelos grises y la abertura un poco húmeda. Ni me molesté en bajarme el pantalón, me puse arriba de ella. Mientras con una mano me agarrró la verga, la llevó a su agujero donde entró con suma facilidad. Que lubricación había conseguido en tan poco tiempo!!! Se imaginarán que no sentí nada. Entraba y salía con tanta facilidad que no sentí ningún roce ni nada de nada. Cuando sentí que estaba acabando la saqué, la agarré con una mano y me terminé una paja sobre esos pelos grises de su concha!!! Ella tuvo unas convulsiones diciendo que estaba gozando y se durmió. Yo fui al baño me lavé y me fui.
Al rato de llegar a mi casa, como a las cuatro de la mañana sonó el teléfono. Era la Viuda Margarita. Me llamó para preguntarme que había pasado, porque no recordaba nada. Recordaba que había estado conmigo comiendo y bebiendo y nada más. Se despertó con ganas de orinar, se vio con la bombacha baja y tenía la sensación de que la habían violado, y se encontró con la puerta del apartamento sin llave!! -Ay, Margarita!!! para que tomás tanto si te hace mal. Fue lo que le contesté, no le quise dar detalles, porque no entendería y tal vez se enojaría conmigo. Lo único que le dije fue que ella se durmió y que como yo no tenía la llave salí sin cerrar la puerta de su apartamento. La cosa quedó ahí.
Dijo que le dolía la cabeza y que sentía otras típicas sensaciones causadas por la embriaguez. Nunca más hablamos del tema. Hasta el día de hoy no sé si habrá recordado lo que realmente sucedió o simplemente fue un ardid para no demostrar que estaba consciente haciendo eso?
Nuestra amistad duró como cinco años hasta que en una de esas conferencias nocturnas me comentó que había ido a un abogado y que en ese estudio había otro que el segundo apellido era igual al mío. Me dio el número telefónico de ese estudio, pero me dijo que no dijera que ella me lo había dado. No era nada malo para que fuera a ocultarlo. Al otro día llamé, el abogado no estaba. Me fijé en la guía telefónica y no lo encontré pero en cambio había una hermana que figuraba en la guía.
La llamé, le comenté como supe de la existencia de ellos y por los datos que me dijo dedujimos el parentesco. A la noche llamé a la viuda y le conté todo. Para qué!!! Se puso malísima hasta que le dije que no me llamará más. De esos hechos han pasado cerca de siete años, nunca más me llamó. A veces la encuentro por la calle y seguimos nuestro camino, pero cuando la encuentro en alguna oficina, cine o algún otro lugar ya les contó a todos cosas de mi como hizo con su sobrino cuando se peleó. Espero que les guste, no es una muy buena historia pero es real.
Compren el disco llanero venezolano "LA VIUDA MILLONARIA". Allí, en la letra, aparece toda esta historia.
FIN