Hace un día de bastante calor con el sol a la máxima expresión a lo largo y ancho donde se encuentra Eulalia Hemingway Grant, sudando acantaro como tutiplén especialmente traspirando por todos los poros como la misma epidermis, topándose y viendo nuevamente la presencia de aquellos tres hombres que la han estado violando con cualquier cosa al sacarla y meterla por su vagina sin poder hacer nada al respeto que al final queda cabalgándole y dándole lo que se merece a estos, nuevamente agarrada de los brazos por los dos hombres teniendo al primero que le sube la falda al sacarse una linterna pequeña de bolsillo que va metiéndolo igual sacándolo continuamente con los ojos relajados como agitados mirándolo fijamente la transparencia reflejada de aquella imagen que siempre está grabada en la propia mente de Brooke. Continuamente retorciéndose corporal y física hasta jadeando como gimiendo con todas las mentadas como soberanas ganas a grito le dice hazme tuya por todos los coños me tienes zaceada incluso pervertida sobre todo ardiente como atraída por todos ustedes cabrones violadores que le entran y me buscan sabiendo que soy débil de carne y por el mentado sexo; en que saca intensidad de fuerza interna al soltarse y tirar al sucio y asqueroso suelo del callejón escenario siempre y específico para los encuentros de estos con Brooke, se lo monta y cabalga al follarlo dura como profunda también aguerrida incluso inundada de mucha rabia como odio finalmente dominándolo a manos llenas doblada al tenerlo apresado y soltando jadeos como gemidos pidiéndole mil veces déjeme irme y escaparme por favor con cara de sufrimiento como denigrándolo que los roles se han cambiado ahora Eulalia Hemingway Grant es la violadora y el primero es el violado sanguinariamente por la vengativa y endemoniada victima que es nada menos que la misma Eulalia Hemingway Grant en vivo a todo color; desahogándose lo dejas irse despavoridos y aterrorizados por la presencia y la furia como el coraje impuesto hasta sacado debajo de aquella mujer indefensa e inocente que es Eulalia Hemibgway Grant hoy día acomodándose todo el vestuario al perderse de ese callejón continua su mañana con sus diligencias y otras cosas más.