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Categoría: Dominación

La sumisión de Raquel I

Después de mucho tiempo y contando con el beneplácito de las protagonistas voy a narrar lo que sucedió en su día con Ana (leer “Los inicios de un Amo”), y su hija Raquel.



Como ya conté en el ultimo capitulo de “Los inicios de un Amo”, (esta serie como fue la primera que escribí, la subiré próximamente, ya que estoy corrigiéndola, pero no afecta a nada a estos relatos), con el tiempo cada una siguió su camino al cabo de unos años, y yo solo seguí viendo a Ana, y muy de tarde en tarde a Roció, pues bien Ana se convirtió en una buena sumisa y puta para su Señor, pero solo para mi, pues como recordaran los que leyeron mis anteriores relatos ella y su marido pertenecen al Opus y para el resto de la gente era una señora, madre, y abuela muy respetable.



Ana tiene una hija casada con dos niños, también por supuesto del Opus, además de clasista y pija.



Raquel que es como se llama la hija de Ana, es muy parecida a la madre, delgada y un pecho grande, un culo duro y resaltado, pero es rubia y con los ojos azules y demasiado estirada para mi gusto.



De gimnasio diario y de vestir lujoso, pijo y recatado, más de una vez según me contaba su madre había reñido con ella, porque Ana vestía muy llamativa para su gusto, y que para su edad eso no se veía bien.



Ana tenia como sabrán mucho tiempo libre, pues su marido era un cargo importante y siempre estaba de viaje, aunque Ana sospechaba que tenia una amante, pues a ella ni la tocaba cuando volvía de los viajes, cosa que Ana termino agradeciendo, pues como me decía le daba asco que la tocara, pues lo hacia con la luz apagada y cuando se corría que era al minuto se daba la vuelta y se dormía.



Pues bien, un viernes por la tarde, uno más de los que su marido se había ido de viaje e iba a estar toda la semana fuera, me llamo al trabajo y me dijo que necesitaba verme y hablar para desahogarse, pues acababa de reñir con Raquel, por algo relacionado con sus hijos, yo le dije que tenia la tarde liada, pero que me recogiese a las diez en la puerta de mi casa, pues iba a salir tarde de trabajar.



A las diez en punto ella estaba en la puerta esperando en su coche, así que me acerque a ella y subiéndome a su lado le dije que arrancase y que se dirigiera a su casa, que no me apetecía salir y que necesitaba descansar, pues llevaba unos días de mucho trabajo, ella se limito a asentir y dirigirse a su casa, mientras conducía la mire y como siempre iba arreglada, zapatos de tacón, falda gris por encima de las rodillas, medias negras con costura atrás y jersey de cuello vuelto y sin sujetador, porque se le notaban los pezones, que los tenia tiesos, no sabia si del frío o de la excitación, pues hacia mas de quince días que no nos veíamos, y tenia terminantemente prohibido correrse sin mi permiso o mi presencia. En el primer semáforo que paramos, le metí la mano en el coño y lo tenia ya mojado, muy mojado, la mire y le dije que era una puta, que ya estaba encendida, a lo que me contesto que llevaba mucho tiempo sin tocarse y solo con pensar en que hoy por fin iba a estar con su Amo, ya estaba excitada, y que si no se había corrido era porque yo se lo tenia prohibido.



Yo también llevaba unos días sin tener relaciones y estaba ya deseando follarme a mi perra, y usarla, y lo mas importante ser atendido durante unos días por ella en su casa, pues aunque a ella no se lo había dicho, yo había decidido quedarme allí, por lo que había cogido una bolsa con ropa de estar por casa, porque no pensaba salir en todo el fin de semana.



No tardamos mucho en entrar al garaje y aparcar, antes de salir la cogi del pelo y le di un morreo mientras pellizcaba sus pezones que estaban como piedras, y mientras lo hacia me pidió permiso para correrse pues ya no aguantaba más, yo la detuve y le dije que se saliese del coche, que lo hiciese fuera de pie, mirándome a los ojos, cosa que como buena perra hizo, yo la seguí fuera y mientras se metía la mano bajo la falda, yo me saque la polla y empecé a masturbarme también, aunque ella en dos segundos se corrió, así que me acerque a ella y ordenándole que se pusiera de rodillas y mirase como me masturbaba, aunque yo tarde poco muy poco en hacerlo pues llevaba unos días sin hacerlo, y explote en su cara, echándole toda la corrida.



Ella siguió de rodillas mirándome y sonriendo, sintiendo como le resbalaban los cuajarones de leche por toda la cara, le dije que se levantase y que no se limpiase hasta llegar a su casa, quería ver a mi guarra llena de la leche de su Señor, sin más se levanto y me siguió, pues yo tenia llave de todo, coche, casa, y hasta del piso de la playa, aunque nunca lo use, pero mi dominio sobre ella era total, entramos en el ascensor y le dimos al ático, por suerte, para ella, no encontramos a nadie.



Una vez en su casa, le pedí que me llenara su bañera, o piscina que es lo que parecía de grande que era, verdaderamente estaba cansado y lo necesitaba, ella sin limpiarse en ningún momento, se apresuro a llenarla y a preparármela a mi gusto, yo la seguía con la mirada satisfecho con su entrega, una vez llena y con sus respectivas sales, me desnude y me metí dentro del agua tumbándome y pidiéndole que me enjabonara y mientras me contara esa pelea que había tenido con Raquel.



Me dijo que la llamo a mediodía para ver si se podía quedar con sus nietos, este fin de semana, que ella se iba a ir con su marido a una convención en Sevilla, y que cuando le dijo que no, que tenia planeado salir con las amigas desde hace tiempo, eso era mentira, porque ella lo que quería era estar conmigo, que le preguntase a sus suegros a ver si se podían quedar ellos.



Al comentarle eso Raquel le colgó sin decirle nada, pero a los diez minutos la volvió a llamar para darle irónicamente las gracias, que ya lo tenia solucionado y que se quedaba su suegra con los niños pues iba a estar sola ese fin de semana.



Y ya empezó a echarle en cara sus salidas, su forma de vestir, que para la edad que tenia lo que tenia que hacer es estar en casa y salir solo a “misa” o con su padre, pero que con esa forma de comportarse parecía una buscona.



Al abrir los ojos vi que a ella se le habían saltado las lagrimas, por lo que le dije que no tenia que hacer caso y que lo que tenia que contarle era que su padre se dedicaba a otras cosas en sus viajes, y no precisamente a trabajar, pero Ana me dijo que su hija lo sabia, pero que por su educación y forma de ver la vida encima le echaba la culpa a su madre.



Le pedí que se desnudara se bañara y se relajara, que no quería verla así y que no tenia que hacer caso, que ya le gustaría a Raquel parecerse a ella aunque solo fuese en la clase, que ya pensaríamos algo.



Yo me fui al salón a ver la tele y la deje dándose una ducha, pues el baño solo yo se lo podía autorizar, y al rato apareció ella con su uniforme de casa para estar con su Amo, es decir zapatos de tacón de aguja y medias negras con costura, y con mejor cara.



Se acerco a mí y arrodillándose ante mí y apoyando su cara en mis piernas me dijo si quería cenar o tomar algo, pero como no me apetecía en ese momento que se fuese de mi lado y yo también estaba cansado le pedí que llamase a una pizzería y pidiese cualquier cosa.



Cuando sonó el portero automático nos llevamos un pequeño susto pues nos habíamos quedado medio dormidos, pues eran casi las once y media de la noche, cuando se levanto a abrir le dije que se pusiera un camisón y que abriese así, ella no dijo nada, solo se limito a levantarse ir al dormitorio colocarse el mini camisón y esperar a que subiera el repartidor.



Mala suerte era una chica, pero que se puso de todos los colores según me contó Ana al verla así, casi se le cae la pizza.



No habíamos hecho nada más que empezar a cenar cuando sonó el móvil de Ana, me pidió permiso para ver quien era, pues no era normal que la llamasen a esa hora al móvil y no a la casa, y vio que era Raquel, me miro y yo le dije que lo cogiera que podía ser importante.



La llamaba para ver por donde estaba, porque su marido al final no pudo ir al congreso porque tuvo un problema en el trabajo y tuvo que irse a Barcelona, y ella no le apetecía acompañarlo tan lejos porque no sabia si volvería el domingo o el lunes, así que como los niños estaban con su suegra quería quedar con ella y hablar.



Ana me miro con cara de preocupación porque no sabia que decirle a su hija, yo que había escuchado la conversación le dije con señas que si, que quedase con ella, así que le dijo de quedar en algún sitio a tomar algo, que la había pillado en casa que había subido a cambiarse la blusa que se le mancho mientras cenaba.



Quedaron en un pub que hay por una de las calles del centro, que es tranquilo y que se puede hablar tranquilamente sin agobios.



Cuando colgó me dijo que iba a hacer yo, a lo que le conteste que yo iría también aunque por mi cuenta y que me tendría que presentar como sobrino de Rocío, y que así no levantaría sospechas, del resto ya me encargaría yo.



Vi en Ana cara de preocupación, pero le dije que no se preocupara que solo pretendía ayudarla.



Me levante y me acerque al armario y saque una falda por encima de la rodillas negra y con raja al lado, y una blusa blanca algo transparente, y le di un sujetador negro de encaje, me miro pero no dijo nada solo se puso colorada pero se vistió y salio hacia donde había quedado con Raquel, yo también empecé a vestirme pero con tranquilidad y pensando en como someter a Raquel, cosa que veía difícil por lo poco que me había contado su madre, pero nada más pensarlo ya me estaba excitando.



Cuando llegue al pub entre y las vi en una mesa al final de la sala estaban un poco alteradas, así que me acerque a su mesa y haciéndome el encontradizo las salude y con toda la cara me senté entre Raquel y Ana.



Ana colorada y alterada, me presento a su hija, que también estaba acalorada, me fije en su vestuario, pantalón dockers azul marino, camisa ralph lauren y un pañuelo de seda que tampoco tendría que ser muy malo, y zapatos tipo bailarina, vamos muy mona y pija.



Ana tal y como quedamos me presento como sobrino de Rocío y que yo era el que más de una vez le había solucionado mas de una chapuza en casa, y que me estaba muy agradecida.



Raquel me miro con cara de enfado, porque le había cortado la conversación con su madre, pero yo para quitar hierro a la cosa le pregunte que bebía que estaba su copa vacía, ella se limito a decir que un gin tonic, así que llame al camarero y pedí para los tres,



Conseguí cambiar el tema de conversación, aunque me costo, pues por lo que se ve Raquel llevaba un calentón con lo de su madre que casi le daba igual que yo estuviese delante, además de un par de cubatas, más el otro que le pedí yo, por lo que además se estaba entonando con el alcohol, en un momento dado fui yo el que saco el tema, pero con otra orientación.



Le pregunte por su marido, le dije que como teniendo una rubia tan buena la dejaba sola un viernes noche, que si fuese mi mujer yo no la dejaría sola ni comprar el pan, Ana me miro entre sorprendida y asustada por como reaccionaria su hija.



Pero esta estaba ya un poco bebida, y solo se sonrojo, y me contesto que su marido estaba de viaje por problemas de trabajo, que ella no suele salir nunca a estas horas, y menos sin su marido, que la verdad es que llevaba como uno o dos años sin salir a estas horas.



Yo le dije que era una pena y que una mujer como ella no podía quedarse encerrada, que se fijase en su madre, en como ella disfrutaba de la vida sin molestar a nadie, que lo de quedarse encerrada ya no se estilaba, y hay metí el dedo en la llaga, porque se volvió a su madre y dijo que parecía una puta vistiéndose así y saliendo siempre que su padre no estaba, que eso era casi todos los días, y que ella no se parecía en nada a ella.



Hay me acerque a su oído y le dije que ya le gustaría a ella ser ni la mitad que su madre, que ella no era una puta, que era mi puta y que yo la usaba a mi antojo siempre que a mi me salía de los huevos, y que desde que estaba conmigo estaba mejor y más guapa, porque estaba servida, y que era mi sumisa, mi esclava.



Ana intentaba oír, pero entre el ruido de la música, la gente y que yo le hablaba a su hija al oído no se enteraba, pero viendo la cara que estaba poniendo Raquel, empezó a sospecharlo, porque también le estaba cambiando la cara.



Y que hoy también me la iba a follar a ella, porque si no todas sus amistades se iban a enterar de quien era su madre y que todo su mundo pijo de mierda se iba a desmoronar.



- Tú decides pija de mierda, te levantas y te vas ahora mismo y mañana todo el mundo sabrá de tu madre, porque tengo fotos.



En ese momento me dirigí a Ana y le dije:



- A que si puta a que tengo fotos de lo zorra que eres.



- Ana.- Si que tienes fotos mías cumpliendo con mis obligaciones de perra. (Esto lo dijo colorada como un tomate y muy nerviosa por no saber como iba a reaccionar Raquel)



- Y si te quedas vas ahora mismo al baño a quitarte las bragas y me las traes puta, porque seguro que eres tan puta como tu madre.



- Raquel.- Eres un cerdo déjame salir ahora mismo yo no soy ninguna puta



- Eres tan puta o más que tu madre zorra, pues tienes los pezones que te van a romper el sujetador.



Ana nos miraba con la cara desencajada, pero se le notaba excitada, no era la primera vez que le veía esa expresión de zorra.



Me levante y me hice a un lado para dejarla salir, ella se levanto y sin decir nada empezó a andar, pero se fue hacia los servicios, no hacia la calle, para la muy puta era más importante el que dirán y su estatus social que el que se la follaran, eso es un arma que aun hoy, las sigue haciendo débiles y entregadas a quien sabe usar esa baza.



Me acerque a Ana y le metí la mano bajo la falda y le toque el coño que estaba húmedo.



- Sabes me voy a follar a tu hija, y la vamos a emputecer por todo lo que te ha estado puteando.



-Ana.-Por favor no lo hagas, ella no es como yo, ella no lo podrá aguantar y menos disfrutar.



-Ya veremos puta, eso ya lo veremos, de momento ha ido al servicio a traerme sus bragas, y se que le gustara.



En ese momento llego Raquel y fue a sentarse junto a su madre, pero yo le indique que lo hiciera a mi lado



-Dame la braga puta.



Con la mirada baja metió la mano en el bolso y cogiendolas de tal forma que no se viera lo que había entre las manos me las entrego, yo las mire y la verdad eran preciosas, era braga no tanga, negras con mucho encaje y seda, mirándola a la cara me las lleve a la nariz y las olí, y estaban mojadas, muy mojadas, la muy puta se había excitado.



- Que bien huelen puta, y además están húmedas, al final vas a ser igual de zorra que la puta de tú madre.



Miro primero a su madre y luego a mí, y sus ojos se veían brillantes, entre la excitación, el odio y supongo que el alcohol.



Le dije paga tú esto y vamonos, tu madre y yo te esperamos fuera zorra.



Salimos Ana y yo, y mientras esperamos a que saliera Raquel,



-Ana.-Que tienes pensado?,



-Pues aun no lo se, pero algo hay que hacer porque sino ella te va a arruinar la vida, pero creo que esta muy necesitada, porque las bragas están muy húmedas y si se las ha quitado no creo yo que haya sido por lo que yo le he dicho, sino porque entre el alcohol y el enfado de no irse con tu yerno, y creo que un poco la envidia de que tú estas disfrutando y ella esta amargada.



Al minuto salio Raquel y mirándome desafiante mi dijo que se iba a casa



-Te vienes a casa de tu madre con ella y conmigo, vamos a hablar allí tranquilamente y no va a pasar nada que no quieras que pase. Pero vamos a dejar las cosas claras porque no voy a consentir que la perjudiques puta



-Raquel.-Yo no soy una puta no me lo digas más.



-Lo eres y no porque yo lo diga o porque creas que lo haces por tu madre, lo eres porque envidias como vive tu madre y tú no eres capaz, así que vamos a casa de tu madre y por el camino piensa que camino coger, si el volver a tu monótona y estupida vida o empezar a vivir y sentir?



Así que echamos a andar en dirección a la casa, yo agarre a Ana de la cintura y ella nos seguía unos metros detrás pero sin decir nada, solo seguía nuestros pasos, no tardamos mucho en llegar y una vez en el ascensor le dije a Raquel



-Este es el limite, si subes al ascensor será con todas las consecuencias, harás todo lo que yo te diga u ordene, o te puedes ir ahora mismo, pero si dices una sola palabra, tu mundo también se vendrá abajo.



Agacho la cabeza y entro en el ascensor, y una vez dentro le dije que se desnudaran las dos, Ana lo hizo sin rechistar, pero colorada como un tomate, se quito la falda y la blusa, quedándose solo en ropa interior, Raquel miraba pero no hacia nada, así que le solté un bofetón y se lo volví a repetir.



-Raquel.-Ahora mismo lo hago.



-A partir a ahora todas las frases las acabaras con si Señor o si Amo entendido zorra?



-Raquel.-Ahora mismo lo hago Señor.



Se quito la blusa, dejando un sujetador totalmente de encaje negro a juego con las bragas que yo tenia en mi bolsillo, y se quito los zapatos y los pantalones, quedándose solo con el sujetador y unos calcetines de media.



-Es la ultima vez que usas ese tipo de calcetín, si alguna vez te pones pantalones, siempre que te autorice yo, llevaras medias o nada, pero ni calcetín ni pantys entendido?



-Raquel.-Si Señor lo que Ud., diga, pero nunca he usado medias, solo pantys o calcetines.



-Pues será un buen motivo para ir mañana de compras, cuando nos levantemos iremos a tu casa a ver tu armario y tirar lo que no me guste.



Una vez dentro de la casa ella seguía aun un poco descolocada, así que le dije que se quitara esos calcetines y que fuese con su madre a vestirse como a mi me gusta.



A los diez minutos aparecieron las dos, y la verdad es que nada más que verlas en la puerta me puso la polla tiesa, la puta de Ana le había dado unas medias negra con costura trasera, y unos zapatos de tacón alto y fino, y totalmente depilada, la puta no disfrutaría mucho, pero se cuidaba.



Me acerque a ella y empecé a besarla y morrearla, al principio note resistencia, pero duro nada, ya que enseguida abrió la boca y respondió a mis besos, baje la mano hasta su coño y estaba mojado muy mojado, y empecé a tocarle el clítoris, acariciándolo y pellizcándolo, y sin esperármelo empezó a correrse como una perra y chillando, tanto que al principio me asuste y pensé que le pasaba algo, y es que jamás había visto correrse a nadie de esa manera, parecía que se estaba meando, me puso la mano totalmente mojada, además se sentó en el suelo porque sus piernas no la aguantaban, eso me sentó fatal y cogiendola del pelo la arrastre hasta el sofá y levantándola y poniéndola a cuatro patas como una perra, se la metí de golpe, pero estaba tan húmeda y mojada que entro con suma facilidad.



Ella no hacia nada más que gemir y chillar, así que empecé a azotarle el culo y a decirle que mis putas solo se corren cuando yo las autorizo, pero estaba como ausente y empezó otra vez a correrse, así que seguí follandomela y cuando me iba a correr le dije que ya que ella no pedía permiso para correrse yo tampoco, y me corrí en su coño sin dejar de azotarle el culo.



Cuando me salí de su coño mire a ver donde estaba Ana y la muy puta estaba contra la puerta del comedor masturbándose como una loca, pero sin correrse, la mire y le dije que se acercara a limpiarme la polla.



Ella se acerco y empezó a limpiarme la polla mientras con una mano seguía tocándose y con la otra me acariciaba los huevos, cosa que me encanta.



Mientras Raquel estaba aun en el sofá recuperándose y mirando como su madre me la chupaba, porque ya me la estaba chupando y poniéndome la polla otra vez en funcionamiento.



Mire a Raquel y le dije que se acercara y que me la chupara junto a su madre.



-Raquel.-Eso me da asco no lo he hecho nunca.



-Pues ya estas empezando, alguna vez tenía que ser la primera y que sea la última vez que me pones pegas o haces algo sin mi permiso.



Pero no se movía así que Ana se levanto, se acerco a ella y le soltó dos bofetones que hasta a mí me dolieron, la cogio del pelo y tirándola del sofá, le volvía a dar otro bofetón, diciéndole que es lo que tenia que a ver hecho hace años, y que empezara a chuparme la polla o le iba a poner la cara como tenia el culo.



Raquel se puso de rodillas y con las lagrimas saltadas, supongo que de las bofetadas de la madre y empezó a chuparmela, y era verdad que no lo había hecho nunca porque lo hacia muy mal, así que Ana le cogio la cabeza y empezó a marcale el ritmo y a decirle como usar la lengua y los dientes, porque a mi me gusta sentir el roce de los dientes en mi polla.



-Ana.-Ves puta así es como hay que hacerlo, cuanto más dura la notes es que mejor lo estas haciendo zorra.



Mientras Raquel me la chupaba yo empecé a morrearme con Ana y a meterle los dedos en el coño.



-Te quieres correr puta?



-Ana.-Si mi Amo, lo necesito, necesito correrme no aguanto más.



-Pues hazlo correte pero en lo boca de la puta de tú hija.



Al oír eso Raquel saco la polla de la boca e iba a decir algo, pero Ana no le dio tiempo la cogio del pelo con violencia y metiéndole el coño en su cara empezó a correrse, Raquel intentaba retirarse, pero Ana la tenia bien cogida y cuando termino de correrse, le dijo que se lo limpiara, que lo quería limpio y reluciente.



Raquel la miro con cara de miedo o estupefacción al ver el cambio de su madre, e intento retirarse y levantarse, pero Ana la volvió a coger del pelo y la tumbo en el suelo, sentándose encima de ella, poniéndole el coño en la boca, diciéndole que o se lo limpiaba o se ahogaba, pero que ella no se iba a levantar.



Yo me acerque a Ana y le metí la polla en la boca y empecé a follarmela, porque la verdad es que estaba ya a punto de correrme.



Cuando me iba a correr quite a Ana de encima de su hija y empecé a correrme en su cara y en sus tetas, que aun estaban metidas en su sujetador.



Ana se acerco a su hija y le dijo



-Quieres seguir puta, quieres ser la puta de mi Amo o quieres levantarte e irte a la calle?



-Raquel.-Quiero seguir zorra, quiero seguir y ser tan puta como tú, pero no me toques más no soy lesbiana y menos le voy a volver a comer el coño a la puta de mi madre.



En ese momento intervine yo y le di otro bofetón.



-Tú harás lo que yo te diga, le comerás el coño a quien yo diga, cuando diga y como diga, además no eres nadie para faltarle a tú madre, ella es mi zorra, mi puta, pero mientras yo no diga lo contrario ella es tu dueña y hará contigo lo que quiera, así le devolverás todos los insulto y malos ratos que le has hecho pasar estos años zorra.



Ella se limito a bajar la cabeza y asentir.



-Contesta como es debido puta.



-Raquel.-Si mi Amo así lo haré.



En eso Ana se le volvió a acercar y le dijo que la siguiera al baño, que su Amo aun no había terminado con ella.



Yo la entendí en seguida, eran varios años los que llevábamos viéndonos para saber que es lo que pretendía.



Raquel fue a levantarse, pero Ana le soltó otro bofetón.



-Ana.-De rodillas puta, sígueme a cuatro patas, nadie te ha dado permiso para levantarte.



Entraron en el baño y yo les seguí, una vez dentro de baño Ana le dio instrucciones a su hija de cómo tenia que ponerse, es decir de rodillas con al culo apoyado en los talones.



-Ana.-Abre la boca puta y como se te ocurra cerrarla o apartarte te muelo a hostias.



Así que me acerque y me puse a mearla entre la boca y su cuerpo, y Raquel más por miedo a su madre que a otra cosa no se movía y recibió la meada sin moverse, aunque le vinieron varias arcadas, pero no pasaron de ahí.



Cuando acabe de orinarme en la puta de Raquel mire el reloj y eran ya las cuatro de la mañana, así que di por terminada la sesión, le dije a Ana que se aseara y a la cama y que le pusiese a nuestra nueva puta unos cojines junto a nuestra cama y que iba a dormir allí, y que no se limpiara.



Raquel no hablaba solo miraba y asentía.



-Mañana cuando nos levantemos hablaremos sobre lo que ha pasado hoy y lo que vas a ser a partir a ahora…



Continuara.


Datos del Relato
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