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Categoría: Confesiones

La sorpresita que le tenia debajo del vestuario de trabajo

Blanc así se llama mi amiga que trabaja como jefa de registro en la universidad donde hoy día laboro. Con ella tengo una relación de amigos y de compañeros somos ampliamente gemelos hablamos sin ningún problema, ni tampoco con ninguna mentira a nuestro haber; visitandola en su casa dandome una espectacular sorpresa que nunca imaginaba igualmente pensaba al respeto por su rectitud como honestidad hasta seriedad mostrada a diario en la oficina. Luciendo y vistiendo las botas negras italianas junto con la falda de trabajo con una blusa rosada, con su cabello largo caído a sus hombros y maquillada siempre como la veo al poco segundos de que entro al mediodia a la oficina.

Tomamos una copa de sangría preparada personalmente por ella y degustamos una exquisitez de comida que le queda de perlas por tener una magnifica mano de chef, a la luz de las velas que adornan el centro de la mesa de su comedor; con una música suave que armoniza por su equipo de stereo, sentados en la sala platicando de todo un poco decido sincerarme con Blanc; la toma de mano derecha acariciandola sublimemente le digo que me fascina como hermana, amiga y mujer donde sale mis dotes de detallista galantería, escuchando que le digo que me gusta su figura anatomica incluyendo, dentro de esto su cintura con sus muslos, piernas, su trasero adicional lo elegante de sus pechos el look del color de su cabellera que se ve sexy. Efectivamente, le digo estoy complacido y fascinado con todo lo que le he obsequiado y comprado en prendas de vestir, sonriente siempre con unos brillos en ssus ojos negros.

Me desahogo sentimental con ella, con las piernas cruzadas y recostadita al brazo izquierdo del sofa le toca el turno a Blanc. Me habla esperaba que te declararas por lo que significo como represento para ti, que caes muy bien y no me importa que me tires los perros además, yo también estoy enamorandome de ti por todos tus detalles especialmente por que eres tu mismo y tienes la seguridad como la confianza de acercarte como preocuparte por mi y mi hijo que lo quieres como un sobrino postizo; te tengo una sorpresita debajo de mi vestuario que se te encantara y te deseabas que fuera yo. Se recuesta un poquito al correrse la falda mostrandole que tiene portaligas con un hilo dental de puta, el no lo puede creer y le entra a puros besos enloquecedores hasta de mucha felicidad que no puede simular en su cara angelical como inocente hacia Blanc.

Desabrocandose la blusa entregandole como sirviendole en bandeja de plata sus senos sin brasier, en que se los besa y lame todos los pezones muy ereptos por parte de la queridisima Blanc; caminan y se paran para meterse al cuarto encerrandose que se desnudan y se acuestan para tener el merecido e esperadisimo como deseado con todas las fuerzas e ilusiones el sexo de ellos dos. Sabiendo y amandola mucho más desde esa noche en que visito y fue invitado por la propia Blanc, se han vuelto solida como macizamente en pareja envidiable como consagradas a su amor eterno y para siempre.
Datos del Relato
  • Autor: Relator
  • Código: 20628
  • Fecha: 09-01-2009
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 5.78
  • Votos: 32
  • Envios: 0
  • Lecturas: 3553
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