(2ª parte de "Yo tenía 17 años y mi profesor 22")
Para nuestra siguiente clase el profesor nos
mandó llevar el mango de una cuchara de madera...
Bien, pues ese día todos llevábamos nuestro respectivo manguito y uno a uno íbamos entrando como la vez anterior al polideportivo, donde se encontraba únicamente el profesor. Llegó mi turno y entré.
Por si no lo había mencionado, él se llama Hugo.
Le miré y me sonrió pícaramente, luego se acercó y me dijo:
-¿Has traído lo mío?
-Sí, aquí en la mochila los tengo, y tú, ¿lo mío?
-Sí, si, ahora mismo te las traigo.
(Lo suyo eran sus calzoncillos y lo mío mis braguitas)
Nos los intercambiamos, ya cada uno tenía lo suyo, él se me acercó y me besó, me tocó la espalda por debajo de la camiseta y bajó hasta el culo, metiendo su mano por mi pantalón, mientras me susurraba al oído que se había traído el mango...
Le dije que sí, me separé y lo cogí. Luego me llevó al vestuario donde se encontraba la camilla y me dijo:
-¿Alguna vez han metido dos cosas en el cuerpo?
-Yo no supe contestar
A lo que me dio la vuelta en un movimiento rápido y se bajó los pantalones, se apretó a mi con fuerza y pude notar nuevamente su miembro contra mi culito, me tocó la vagina por encima del pantalón. Yo notaba que estaba mojada y eso sumado a sus roces, me excitaba aún más.
Me fue bajando poco a poco los pantalones y cogió el mango d la cuchara y con movimientos circulares alrededor de mi vulva, me lo fue introduciendo; me gustaba mucho y aún más cuando me reposó sobre la camilla y me introdujo su verga en el culo suavemente. Y cuando estaba toda dentro, comenzó a meterme el mango cada vez más rapido y mas fuerte y su polla lo acompañaba.
Comencé a gemir levemente y mi respiración era ahora entrecortada, los gemidos de placer se hacían más constantes, él se apuró y rompimos en un gran orgasmo.
Luego me limpió con su lengua y yo a él con la mía, cogió el mango, lo limpió un poco, se echó en la camilla boca abajo y me dijo:
-Ahora me toca a mí, métemelo, que yo quiero sentir lo mismo que tú.
Yo me subí en la camilla y me senté sobre su esplada, cogí el mango con la boca, mientras q con las manos le separaba los cachetes del culo y le iba introduciendo uno de mis dedos suavemente. Estaba difícil asi q me chupe uno de ellos y fui haciendo círculos en su ano, y notaba cómo Hugo se movia al compás de los círculos y eso me gustaba y me excitaba.
Fui poco a poco metíendole el mango y le oía gemir, de una mezcla entre placer y dolor.
En ese momento la puerta del vestuario se abrió. Kiko acababa de entrar y lo estaba viendo todo...
Si queréis más escribidme a mi e-mail
AMIGA CREO QUE TU PROFESOR TE SALIO JOTO (GUY) NO LO CRES PERO BUEN RELATO