Su nombre artístico era Shakira y no me voy hacer el inocente, yo sabía perfectamente que era trans, pero no puedo negar que me encantaba ir a ese bar a verla cantar y bailar, lucir esas calzas que marcaban sus nalgas afeminadas, sus tetas grandes y sus ojos verdes, verla menearse en minifalda me ponía dura la verga, yo no sé si eso me hacía gay, pero hipócrita no.
Nunca antes había fantaseado con alguna trans u hombre, pero confieso que me pajeaba imaginando como se meneaba encima mío, pero yo lo veía como una fantasía, algo que no pasaría, algo que solo era producto de lo caliente que soy.
Pero todo cambio una noche, una de esas noches en al que acostumbraba a escaparme a mirar el show de Shakira, ese día ella traía un vestido negro entallado, escotado y su show fue muy erótico que seguro más de uno tenía la verga húmeda y parada.
Después de beber unas cervezas, estaba por irme cuando un tipo me tomo del brazo y me impidió saliera.
¡Espera!! Te has ganado una convivencia con la cantante, sígueme.
Seguí al enorme sujeto al segundo nivel del lugar, ahí había varias habitaciones y en la del rincón estaba ella Shakira, la hermosa trans que tanto me encantaba.
S: ¡Hola!! ¡Un gusto conocerte querido!
T: ¡Hola!! ¡Soy Tyson y soy tu fan!
S: Hola Tyson, oye te invite a mi lugar a que tomes algo conmigo, ¡veo que vienes muy seguido y en mis shows estas muy animado y yo recompenso a esos fans!
Apenas si comprendía lo que me decía, ella traía una bata que apenas si cubría su culo, sus piernas se veían magnificas, no pude evitar una erección cuando mire de frente y vi sus pechos casi de fuera de la bata, estaba acelerado pero me mantenía sereno.
El enorme tipo llevo una cubeta de cervezas y nos dio una a cada quien, yo no podía dejar de verla, su belleza me deslumbraba y aunque en el fondo me sentía gay, quería hacerle cosas, deseaba montar a esa rica transexual.
S: ¡Como que estas muy perdido!
T: ¡Perdón!! Es que verte tan cerca, ¡uhm!!
S: ¿Oye, si sabes que no soy 100 mujer?
T: Lo sé, pero es inevitable no verte.
Ella sonrió y cruzo su pierna dejándome ver su trasero blanco y delicado.
S: Sabes, me gusta que los machos se vuelvan locos por mí.
T: ¡Es que estas buenísima!
S: Jajá, querido, eres muy aventado, pero sí, ¡estoy buenísima!
Con el corazón acelerado y tomando mi cerveza me atrevía comenzar a acariciarle su pierna, ella me sonrió y no me dijo nada, comenzó a cantar la canción de “Antología” una canción muy famosa de la Shakira original, eso puso el ambiente sensual y erótico.
T: Tienes unas piernas exquisitas, ¡dignas de una buena hembra!
Baje mi mano hacia atrás y toque sus nalgas, eran duras y suaves, ahí descubrí que no traía ropa interior, mientras ella seguía cantando mis manos tocaron esos enormes pechos que tanto me gustaban.
S: ¿Sabes cómo recompenso a mis fieles seguidores?
T: ¿Como?
S: ¡Con esto!
La sensual trans comenzó a besarme, yo no podía creerlo, nuestras lenguas se entrelazaban y nuestra saliva se mezclaba, sus manos bajaron a mi entrepierna la cual acaricio arañándome un poco con sus largas uñas, después mientras yo le besaba el cuello su mano comenzó a buscar mi verga que yacía en mi pantalón dura y con ganas de salir.
S: ¡Uhm!! ¡Se siente rico!!
T: ¿Shakira, que le vas hacer?
Ella se puso de pie y tiro su bata al piso, su cuerpo se veía espectacular, talvez en ese momento pensé que su único problema era pequeño pene que parecía un clítoris listo para ser chupado.
Ella se agacho y me bajo el pantalón, sus largas uñas me erizaron, comenzó sobándome la verga como si fuese un peluche, luego abrió su boca y comenzó a meterla despacio, con elegancia, ¡tragando cada cm de mi gruesa verga!
T: ¡Por dios!! ¡Que rico!!
Había escuchado decir que las mejores mamadas las dan los gay o trans, pero ahora podía decir que esa afirmación era cierta, Shakira devoraba muy rico mi verga, me tenía sudando y retorciéndome de placer!
S: ¡Tienes una verga muy rica, uhm!!
T: ¡Que rico chupas, uhm!!
Shakira se levantó un poco y abrió sus tetas metiendo mi pene en medio de ellas, comenzó a subir y bajar a gran velocidad, esa felación “rusa” me encantaba, sus duras y enormes tetas me elevaban al cielo.
Agachaba un poco su cabeza y me mamaba la puntita de mi verga, el placer era enorme yo solo gema y le pedía que no parar, sentía terminar, pero la hermosa trans no se detenía.
T: ¡Mamacita que rico, uhm!!
S: ¿Te gusto tu premio?
T: ¡Si!! ¡Me vas hacer venir!
S: Jajá, ok cariño, te daré chance de que termines rico.
Dejo de mamármela y se incorporó, yo estaba mojadisimo y perdido, saco de su cajón un tipo pomada que era lubricante y se la puso en el culo, me miro sonriente y tirándose en el sofá que ahí tenia me ordeno acabar dentro de ella.
Me lancé como fiera despojándome la camisa y el pantalón por completo, comencé a lamerle las tetas mientras ella acariciaba mi verga.
S: ¡Métela chiquito, uhm!!
T: ¡Levanta las patas!!
Levanto sus patas dejándome su cerrado culo para mí, comencé a empujarle mi cabeza, ella solo suspiraba, poco a poco fui introduciéndola, cm a cm el placer era inmenso.
T: ¡Que culo, uhm!!
S: ¡Si!!, no pares, uhm!!
Una vez que conseguí entrar comencé con el mete y saca, empujándome con fuerza, besando sus tetas, apretando sus muslos, no podía creer que me estaba cogiendo aun transexual, pero sentía riquísimo meterle mi verga.
Me senté en el sofá y mientras se daba de sentones yo le jalaba su pequeño pene, eso al hacia gemir como loca.
S: ¡Agh!! ¡Papi, que rico, uhm!!
T: ¡Muévete, uhm, que ricas nalgas, uhm!!
Apretaba sus tetas mientras ella meneaba sus caderas de una forma deliciosa, así como la Shakira original, ahora entendía porque pique siempre la tenía parada.
Se puso en cuatro y tomándola del hombro se la metí hasta el fondo, ella lanzo u gemido espectacular, comencé a moverme fuerte, dándole de nalgadas y disfrutando de mi regalo por ser su fiel fan.
S: Así bebe, métela, uhm, que rica verga, ¡no pares!!
T: Sigue moviéndote así, uhm, muévete, que rico, uhm, ¡que rico!!
Me sentía en el cielo, sentía que mi verga estaba por estallar, ella movía sus caderas de forma monumental, muy pocas mujeres me habían dado tanto placer como ella, me sentía gay, pero más me sentía en el cielo.
T: ¡Me voy a venir nena, uhm!!
S: Dame tu leche, ¡dame tu eche cabron!
No pude entre mis empujones y sus movimientos comencé a venirme en su culo, ella también saco un poco de leche de su pequeño pene, eso me puso más caliente, ambos nos veníamos rico.
Una vez que termine de sacar mi semen, ella nuevamente se agacho a mamarme la verga, esta vez yo me retorcía y expulse un poco más dentro de su boca, ella se puso de pie y me beso, ¡que locura!
Una vez pasado el acto, reposábamos desnudos en su sofá, bebíamos y ella cantaba “LAS CADERAS NO MIENTEN” y es que sus caderas jamás mentirán.
Tyson.