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Categoría: Incestos

LA SEDUCCION DE LOLITA

LA SEDUCCION DE LOLITA


Cuando mi hermana me sugirió que por favor le permitiera vivir por unos meses conmigo a su hija, y me explico que seria hasta tanto rindiera el examen de ingreso al secundario nunca imagine que pasaría por una experiencia tan extraordinaria. Por supuesto le conteste que no había inconvenientes. Vivo en un enorme departamento atendido perfectamente bien por una mucama que se dedica a los quehaceres de la casa y una cocinera que preparaba mis comidas preferidas. Como soy escritor pasaba mucho tiempo en el mismo. Solo recordaba a mi sobrina recién nacida en brazos de mi hermana. Luego nunca más la vi.
El día que llego entro a la biblioteca con la mucama que ya sabia que ella vendría y había preparado su cuarto. Entraron riéndose de algo que mi sobrina le contaba. Al verme vino directamente hacia mi y se arrojo a mis brazos llenándome la cara de besos y diciéndome ¡Tiíto, no sabes lo feliz que soy por haber salido de aquel pueblito!
Me sorprendió su naturalidad y su belleza. Tiene un rostro muy bello, con unos ojos verdes, una nariz perfecta y armoniosos labios. Sus cabellos negros, largos y lacios cayendo sobre sus blancos hombros haciendo una combinación preciosa con su piel muy blanca. Tiene un rostro de muñeca y es bastante alta para su edad -1,62 – un fantástico cuerpo y un par de espectaculares piernas largas. Estaba vestida muy elegantemente calculándole unos 15 o 16 años, por lo que me extraño que recién entrara al secundario.
Poco a poco mi fui acostumbrando a su familiar presencia y verla entrar a la antesala de mi cuarto donde tenia la computadora personal, la cual decía que la fascinaba porque nunca había visto una. Algunas veces nos quedábamos viendo televisión y otras contándole fantasiosos cuentos de ciencia ficción. Si bien el departamento era muy grande, solía pasar mucho tiempo en mi cuarto leyendo o en la antesala escribiendo algún articulo que casi siempre me solicitaban con urgencia. Eso me distraía mucho pues salía muy poco; hacia mucho tiempo que estaba solo y no necesitaba compañía. Me había casado varias veces y otras tantas separado, por aquel entonces atravesaba momentos de soledad que necesitaba para calmar mis ansias de aventuras…
Ver a mi sobrina pasearse por la casa medio desnuda o con finísimas lencerías transparente era algo natural, nunca le preste atención y mucho menos por el grado de parentesco.
Mis calenturas eran descargadas sobre las bonitas empleadas que eran mucho más que eso, habíamos forjado una relación hacia muchísimos años y por la cual siempre fue motivo de celos de mis ocasionales amigas.
Pero… como siempre la vida nos depara sorpresas inimaginables, una noche estando listo para apagar la luz para tratar de conciliar el sueño ingreso imprevistamente mi sobrina diciéndome que por favor le dejara usar la computadora hasta la madrugada, porque tenía que chatear con los amigos de su pueblo. Pero tienes la otra le dije. Si Tío pero esta fuera de conexión, si quieres puedes ir a revisarla. ¡No, esta bien! Puedes quedarte y apague la luz.
Trate de dormirme pero me despertaba a cada rato el ruido del teclado, y cuando miraba hacia ella la única visión que tenia era por debajo de la mesa. La pantalla de la PC tapaba su cara; estaba como solía antes de irse a dormir con una camiseta hasta los muslos y debajo sólo su braguita que veía al estar ella con las piernas entreabiertas, me volví a despertar cuando cesaron los ruidos del teclado, ella estaba con la camiseta levantada, se había sacado su braga y jugaba con sus dedos en su conchita; quise dejar de ver, pero la verdad es que me puse un poco nervioso, la visión me empezó a excitar, también me sorprendió ver su conchita totalmente libre de pelos, poniendo su culito al borde de la silla, quizá para facilitar su
masturbación y moviendo las caderas levemente de rato en rato. Evidentemente, estaba viendo o leyendo algo en la pantalla para que esté haciendo eso. No la interrumpí, cuando terminó apagó el computador y se fue a dormir.
No la vi durante todo el día porque necesitaba enviar un análisis económico y prácticamente no salí de mi cuarto. Solo un breve paréntesis cuando Irma mi mucama me trajo dos porciones de pizza recién hechas, la cual aproveche para dejar que me hiciera la mamada que deseaba.
Al llegar la noche cenamos los cuatro (en la intimidad comíamos todos juntos como una familia). Ella me pregunto con cierta picardía ¡Tiíto puedo mandar un mail a mis amigos! Me gusta estar en tu cuarto porque me siento menos sola. ¡Si querida, puedes hacerlo! Gracias tío me voy a cambiar y subo.
Me estaba cambiando cuando escucho que desde la puerta me dice…Tío ¿quieres que te traiga algo de beber?
No le conteste y levante la vista sorprendido por su atrevimiento, pero esa imagen paralizo mis sentidos. Jamás había imaginado que mi pequeña sobrina tuviera ese cuerpo de mujer, que se transparentaba toda tras la prenda de hilo blanco.
Me estremecí porque mis rescoldos de civilización estaban siendo derrotados ante esa lujuriosa imagen. Se acerco lentamente mirando fijamente mi casi desnudez, rodeo con sus brazos mi cuello diciendo ¡Gracias tiíto! Sos muy bueno conmigo y me dio un beso en los labios, trate de ponerme el saco pijama que estaba en el suelo y no pude, sus bracitos se aferraban fuertemente a mi cuello y sus labios buscaban los míos.
Le di un beso en su boquita muy tierno, pero ella trataba de meter su lengua como queriendo morder la mía, la dejé. Insistentemente lamía mis labios y daba pequeños mordiscos que me fueron excitando hasta que mi lengua también busco la suya. Y ahí estábamos besándonos como una pareja sedienta de amor y deseo; no pensaba lo joven que era, solo entendía que tenia entre mis brazos a una mujer ardiente y excitada. Le comencé a rozar sus pechos por encima de la blusa, deteniendo mis dedos en sus pequeños pezones erguidos y duros, mientras comenzó a jadear levemente, ¿qué sientes? Le pregunté, en tanto bajaba mi mano comenzando acariciar sus piernas, a pasarle mis dedos por encima de su braguita la cual sentía húmeda. Agarraba sus muslitos fuertemente subiendo hasta llegar a la cuevita jamás explorada, acariciándola suavemente, a lo que ella respondía con estremecedores gemidos, mientras que mi pija estaba por reventar prisionero en los vaqueros ¿Te gusta chiquita? Volví a preguntar…
Si, mucho, contestó, mientras mis manos excitadas acariciaban sus hermosas tetitas con sus duros pezones. Le quité la camisa y la tire a un rincón, mientras le bajaba lentamente su braguita acariciando su esbelto culito, y su conchita totalmente mojada por la excitación, quedando totalmente desnuda parada frente a mi…OH Dios qué pechitos, duros y grandes, comencé a besarlos, ella gemía ¡Tiíto! me gusta. Mi lengua recorría y chupaba cada uno de ellos, dejándolos colorados; mordía sus pezones. Ella gemía y trataba de meter su mano dentro del pantalón que no podía porque tenia traba y no lo conocía, pero sus manitos al apoyarse sobre el bulto hacían que este sobresaliera logrando atraerle su atención.¡ Tío! No puedo abrir el pantalón quiero ver esa cosa tan grande que tienes. Mis amigas me cuentan que sus Padres la tienen muy grandes. Espera querida, ahora te la muestro, déjame primero seguir besando tus tetitas…Si tío, pero bésame toda que me gusta mucho. La acosté mientras admiraba el delicioso cuerpo y gozaba sus curvas. Qué cuerpo hermoso que tienes pequeña. ¡Te gusta tío! Mucho mi amor le decía mientras bajaba mis besos y pequeños mordiscos hasta su ombligo para poco a poco llegar a su pubis cubierto por unos imperceptibles vellos muy rubios, y continuando hasta su rosadita conchita, que chupé y lamí con sabor a gloria. Me detuve en su clítoris y con la punta de la lengua comencé a jugar con el, hasta que apareció como despertando de un largo sueño, sonrosado y fuerte para que mis labios lo atraparan y mi lengua se depositara sobre el. Y entonces sentí que mi boca se cubría con sus jugos que chorreaban por toda la conchita deslizándose hasta el culito para caer sobre las sabanas. ¡Hay tío! siento que me voy a orinar, siento que tengo en mi conchita algo que quiere salir y me gusta y me duele. En realidad no sabía explicar lo que sentía porque nunca había tenido un orgasmo. ¡Hay tío, que divino! que ganas de quedarme para siempre así para que me beses y me chupes. ¡Sigue, sigue así, me gusta! ¡Tío, tío…!te quiero tío, te quiero mucho. ¡Siempre seré tuya! Mi lengua dejaba la conchita y se metía en su sonrosado culito, le abría más las nalguitas notando sus estremecimientos acompañados por pequeños sobresaltos producto de su virginal sexo y que para mi placer me lo brindaba con un in disimulable amor y deseo. La gozaba aun mas, sabiendo que era la primera y ultima vez, que nunca lo volvería hacer, Enorme es el placer de lamer un conchita virgen, una delicia, como un ano tan lindo y virginal. Algo imposible de repetir.
¡Tiíto…muéstrame el bulto que tienes! A mi me gusta que me chupes mi cosita y quiero tocarte la tuya para que te guste…
Claro querida que me gustara…le decía mientras abría la bragueta del pantalón vaquero y mi pija saltaba liberándose en el aire, chorreando y palpitando frente a sus ojos. ¿Qué grande que es, tío? ¿Te gusta? ¡Si, mucho! y diciendo esto tomo mi pija con sus dos manos y comenzó acariciarla –un estremecimiento recorrió mi cuerpo- ¿Por qué esta mojada? ¿Tienes ganas de hacer pis?
No mi amor, es que estoy muy caliente y se me moja como a vos tu conchita. Dime tío: si mi cosita se llama conchita ¿Cómo se llama este bulto? ¡Pija le dije…se llama pija! Que caliente que esta tiíto, le voy a dar unos besitos como tu me distes en mi conchita que me gusto tanto, ¿puedo? ¡Si querida, y también puedes chuparla como a un helado que me va a gustar mucho!
Con cuidado empezó a besarle la cabeza que estaba a punto de explotar, mientras sus manos jugaban con el tronco, después muy lentamente empezó a metérsela en la boquita que abría cada vez más, hasta hacer entrar la mitad. Ahora mi chiquita con los labios cerrados sobre mi pija sacala y vuelve a meterla…saca y mete, saca y mete…Pasaba su lengüita acariciando el glande, su boca se adueño de la pija, y lo empezó a chupar infantilmente con el gozo de quien chupa un caramelo, lo mordía suavemente y lo sacaba, hacia un movimiento de saca y mete. Así mi amorcito, así…chupa todos mis juguitos. Así...así, ¡Que divina pequeña, que divina! Trata de metértela un poco más y sigue chupando con mas fuerza le dije, y así continuó. ¡Me encanta bebita! Ya no podía aguantar más. Iba cada vez más y más rápido, con sus labios y su lengua masturbándome como nadie había hecho hasta entonces. Jamás me la chuparon así, sigue más rápido. Entonces ella levanto su carita de niña y mirándome fijamente me dijo: ¡Tío! Quiero probar tu lechita, quiero saber el gusto que tiene, y quiero que me hagas tuya, que juegues con mi conchita así yo también te doy mis juguitos. ¡Si mi Amor, voy a darte mi leche y luego te voy hacer gozar como no te imaginas! Sigue ahora chupando y moviendo tus manos sobre la pija porque te voy a dar un poquito, ¡Sabes! Y voy a terminar afuera porque te podrías ahogar. Moviendo la cabeza afirmativamente siguió chupando mientras excitado al máximo inunde su boquita con mi semen y que al sacarla saltaba sobre su carita, empapando sus cabellos, y terminando sobre su bellísimo cuerpito. ¿Te gustó? Le pregunté. ¡Mucho tío es deliciosa y calentita! Se inclinó sobre mí, con los labios mojados por mi semen, y me besó pasando su lengua por mis labios. "Gracias querido tío, gracias por el placer que me distes. Me incliné sobre sus pechos llenos de semen, con sus pezones blancos por los chorros de mi placer y los besé con una pasión que jamás había sentido. Ella estaba tremendamente excitada acercó su boca a mi oído y susurró "Ahora quiero ser tuya”
Lo serás querida niña, lo serás…Pero antes relaja tus músculos porque tengo que prepararte para la penetración. ¿Me dolerá tiíto? Tratare que sientas el menor dolor posible, pero tienes que abandonarte y confiar en mí. Quiero que jamás olvides este momento pero necesito tu ayuda. ¿Quiero ser tuya tío, no me importa? Entonces la miro a los ojos y mientras le acario sus pechos con la otra mano exploro mas profundamente dentro de la vagina ardiente, ella tiembla del deseo, su cuerpo se tensa por los nervios, pero sigo suavemente penetrando ahora dos dedos. La miro profundamente a los ojos diciéndole que confié en mí, lo hice antes y tengo experiencia. Su sonrisa la relaja y se abre mas de piernas para darle acceso a mis dedos para una entrada muy difícil. De pronto ella comienza a pedir y rogar que me apure, pero sigo lentamente tomándome mi tiempo para causarle el menor dolor posible. Ella me va comentando a medida que me acerco a sus profundidades que comienza a sentir un dolor por todo el cuerpo, y noto que sale un poco de sangre mientras avanzo. Le vuelvo a preguntar ¿Es muy doloroso pequeña? Sus ojos están cubiertos de lagrimas, con su cabeza contesta que no y me indica que siga adelante. Empiezo entonces un movimiento en forma rítmica, metiendo y sacando los dedos con suavidad y habilidad sabiendo que ella esta demasiada aturdida para sentirlos. Y jadea y me tira de los cabellos, intenta morderme y en un instante grita con dolor y gozo del final diciéndome ¡Algo se rompió dentro de mí! Entonces saco mis dedos empapados de sangre y jugos, se recuesta jadeando y contenta a mi lado feliz de haber terminado. La miro y sonriendo calidamente le digo (riéndome para mis adentros) ¡¡Tu has sido la mujer mas difícil! Pero valió la pena esta experiencia.
Como repuesta tomo con sus manos mi pija que esta totalmente mojada por el goce de aquel momento, dura como una piedra y roja como una rosa. ¡Sabes...!siento tus venas hinchadas y percibo como tiembla ¡Es hermosa!, y comenzó a subir y a bajar su mano, haciéndome una deliciosa paja mientras la miraba embelesada, con asombro al ver por primera vez lo que sus amigas le contaban. Se la llevo nuevamente a la boca , mi pija estaba llegando a su límite, ya no podía aguantar más, se dio cuenta y me hacia señas para que continuara, -en un breve paréntesis dijo- ¡termina sobre mi cara como antes, tiíto y después sobre mis tetitas! Aumente la velocidad, mi pija entraba y salía como si estuviera cogiendola, sus manos crispadas sobre mis muslos me indicaban su excitación ¡Qué placer sentía! estaba por acabar, ella se movía con fuerza, sentía como mi glande estaba por reventar y la saque de su boca justo cuando como un torrente explote. Mi leche caía sobre su hermosa carita y ella abría su boquita para tragar algo; Arriba suyo no podía dejar de masturbarme mientras dirigía mis chorros hacia sus tetas, su cuello y su pelo. Ella gemía en medio de gritos de placer y satisfacción. Yo seguí moviéndome, hasta agotar la última gota con el último esfuerzo hasta que caer a su lado casi desfallecido.
Limpie su rostro aun chorreando y con una gran excitación y feliz me beso ardientemente; el sabor de mi semen aun inundaba su boca excitándome aun mas. Y nuevamente quería gozarla totalmente, ya no solo la besaba en la boca, sino que también por el cuello, por la nuca, y ella respondía con ligeros gemidos, y me apretaba cada vez más y más. Mis manos comenzaron a escudriñar su cuerpo, su figura, tal cual lo haría un no vidente, para conocer a otra persona. Gozaba con mis caricias porque me llevaba las manos a donde ella quería que la acariciara, que era especialmente en su cuello y nuca. Nuestras lenguas luchaban como si nunca quisieran separarse. Mis manos estrujaban sus nalguitas acariciando su tersa piel, reflexionando que no me había equivocado al aceptar la seducción de aquella hermosa chiquilla que poco a poco se iba convirtiendo entre mis brazos en la más sensual y ardiente mujer, dispuesta a todo....le acaricie y bese sus pies con una enorme ternura arrancando de ella profundos suspiros de placer...seguí avanzando con mis besos hasta sus muslos, con lentitud y paciencia, lamiendo aquel hermoso cuerpo de la niña-mujer caliente y húmedo, como de igual manera estaba mi pija. Mis besos y pequeños mordiscos, lentos y delicadamente suaves, comenzaron a surgir su efecto. Los suspiros cada vez más profundos, la mirada tierna de pasión, la sonrisa recortada por las mordidas a sus labios y el estremecer de su cuerpo entre mis manos, me indicaban el profundo goce que sentía. Su exquisito olor a sexo despertó aun más mis sentidos. Pase mi lengua rozando sus labios genitales dejando descubierta para mí aquella hermosa parte de su cuerpo. Sus delicados y bien formados labios rosados y palpitantes, su pequeño clítoris que ya se mostraba duro y húmedo, todo esto rodeado por una pequeñita mata de vellos que recién empezaban a cubrir su blanca piel y dejaban notar la delicadeza de sus rasgos bien formados, señal de la castidad que hasta ese momento guardaban, desafiantes ahora ante la presencia de mi pija que amenazaba con romper aquella tierna barrera de la inocencia de la pequeña. Mi lengua recorría sus partes más intimas, y su vientre que palpitaba por los suspiros que lanzaba esta hermosa chiquilla. Volvía al sexo, mordía suavemente sus labios vaginales sin meter mi lengua en su cuevita. Sus manos acariciaban mis cabellos tirando de estos en sus momentos de mayor excitación...poco a poco comenzó a tomar parte activa en aquellas caricias que con mi lengua le proporcionaba dirigiendo mi cabeza hacia su vagina obligándome lo mas que pude a meter mi lengua en su interior saboreando sus jugos que escapaban por mi boca y corrían por sus muslos en abundancia. -¡Así, así...mi amor! ¡Te adoro tiíto, te adoro! Decía, entre gemidos y suspiros. Casi ahogado por el ardor de su cuevita y la abundancia de sus jugos, saque mi lengua para seguir con su clítoris, al cual roce con la punta arrancándole quejidos y hasta llanto de placer. Mi nariz jugaba con el absorbiendo sus olores y mi lengua lamía los bordes de los labios interiores hasta que de pronto sentí un tiron en mis cabellos seguido de una salvaje contorsión de su cintura y un gemido seco, hondo y fuerte. Levanté la cabeza y pude ver su rostro, totalmente empapado de sudor, chorreándole aun mi semen por su carita mordiéndose el labio inferior y sus ojos cerrados, señalaban el gran orgasmo que había gozado. Su rostro fue cambiando de expresión poco a poco. Sus gemidos y la boca abierta fueron variando aquella extática expresión de placer...me miro dulcemente y sonriendo me dijo: ¡Gracias mi amor!!!... Estas palabras ya empezaban a grabarse en mi mente despertando en mí las ganas de hacerla gritar y gemir de placer, arrancándole frases de sexo y lujuria que sonarían enloquecedoramente en aquella vocecita con un tono algo apagado y entrecortado por el placer. Tome sus manos y la senté en la cama. Bese su cuello y su rostro, la blanca piel de sus senos invitaban a mil caricias. Los tome con delicadeza acariciando sus pezones que se estremecieron al contacto. Los estimulaba - mirándola a los ojos y notando como su disfrute iba en aumento- Se pasaba los labios con la lengua y suspiraba sin dejar de mirarme. Metí mi lengua ya sin pausa en su anito y sus subiros se hicieron más notorios. Me deleitaba en sus nalgas y en sus bien formadas piernas...era todo lujuria. Ya no resistía mas las ganas y me decidí a penetrarla. La acomode de espaldas en la cama con una almohada bajo su culito con sus pies recogidos sobre mi pecho....La pequeña ya sabia lo que venia pues acomodaba su cuerpo y su mente para recibir por primera vez el miembro de un hombre. Abrió aun mas sus piernas, agarro mi pija y comenzó a rozar su clítoris y su vagina de arriba a abajo...esto la excitaba sobremanera y retorcía su cuerpo gimiendo y pidiendo que la penetrara...seguí con esta deliciosa tortura -para ambos- sin permitirle que se la metiera y suplicando ser penetrada. Tome mi pija y la dirigí a la entrada de su virgen vagina y la hundí ligeramente. Ella disfrutaba de esta nueva sensación abriendo la boca para dejar escapar aquellos hondos suspiros que salían de su ser...seguía metiendo tan solo la cabeza, la sacaba y la volvía a meter deteniéndome a veces sobre su clítoris el cual sentía muy duro. Mi pija parecía reventar del deseo hasta que decidí cogerla con todas mis ansias. Coloque la cabeza de la pija en la entrada de su vagina, notaba que se abría mas fácilmente por haberla preparado con mis dedos, puse mis manos alrededor de su cabeza y apoyado en mis codos acaricie sus cabellos, sus orejas, su cara. La bese tiernamente hundiendo mi lengua en su boca...sintiendo el máximo de placer en este apasionado beso...metía y sacaba suavemente mi pija, sintiendo como poco a poco entraba mas profundamente, resbalaba a causa de la humedad de nuestros sexos que fluían intermitentemente. Empuje un poco mas hasta sentir la barrera de su himen que impedía el suave deslizamiento de la pija...La pequeña mujercita abrió la boca y los ojos en un gesto de dolor...la saque lentamente y trate de calmarla con un tierno beso. Besaba sus labios mientras la miraba a los ojos los cuales suplicaban tiernamente que no le hiciera daño...unos minutos después tomo nuevamente mi pija y la coloco en su conchita y acomodo su cuerpo dispuesta a ser penetrada. Comencé a mover mi pija en círculos sobre la entrada de su vagina y muy lentamente la fui metiendo totalmente en su interior... sus ojos se clavaron en los míos y unas lagrimas se escaparon de ellos... Significo un gran dolor para ella por el tamaño de la pija...pero poco a poco el gesto de dolor fue desapareciendo al permanecer inmóvil dentro de ella sintiendo su calor y las contracciones de sus músculos vaginales que se amoldaban exitosamente a ella...bese sus labios y sus ojos enjugando sus lágrimas. Acomodo nuevamente su cuerpo acoplándose al mío no sin hacer un gesto pequeño de dolor. Comencé a acariciar su rostro y sus cabellos, ella sonrió tiernamente al tiempo que decía: ¡Ya soy tuya...mi amor!!! No pude mas que sonreír y besar su frente...seguí besando sus cabellos hasta llegar su oreja y susurrarle un ¡Te amo!... Ella al mismo tiempo gemía en mi oreja y pedía que empezara nuevamente Comencé a moverme sacando y metiendo mi pija en su estrecha vagina causándole de nuevo un fuerte dolor que la obligaba a aferrarse con fuerza a mi cuello mientras gemía en mi oído: ¡me duele!... ¡amor! me duele.....hay...Por favor... mi vida, me duele... ¡sacala por favor, sacala!
La saque empapada de sangre y flujos…ella acaricio mi rostro y dijo ¡Tenme paciencia por favor…! ¡Deseo ser tuya!
¡Tranquila pequeña, no quiero que tengas dolor! La próxima vez será mejor, entonces iniciaremos la búsqueda del placer y el gozo quiero ir paso a paso para que conozcas todo sobre el sexo. Que vivas cada momento disfrutándolo al máximo, que de placer también uno puede morir.
Mateo colon
Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 6.1
  • Votos: 90
  • Envios: 37
  • Lecturas: 9706
  • Valoración:
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Comentarios


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5 comentarios. Página 1 de 1
alejita
invitado-alejita 10-08-2015 17:16:17

mi novio se la cojio a mi hijita de 12 años asi y me la preño

Zado
invitado-Zado 20-02-2006 00:00:00

hola...q tal!!!! sabes tu relato me hizo venirme...muuuuy bien narrado y describiendo excelente los detalles. gracias por hacerlos!!!!

adan
invitado-adan 16-10-2004 00:00:00

le hubieras roto el pito como se rompi a mi novia lourdes

jimbo
invitado-jimbo 17-07-2004 00:00:00

oe uon.quen te pasa estas loco o enfermo madura por que si sigues asi yo mismo me encragarè de ti ..............saludos pdta el mundo nunca cambiara no escierto o noooo!!!!.............................

Nocturna
invitado-Nocturna 02-05-2004 00:00:00

Mateo...hace tiempo que no leía tus escritos. A pesar de la lección, este destapa una dura realidad..La exploración sexual de una adolecente que termina con la realidad del sexo entre familiares. ¿hasta donde se llega ? ¿Porqué ya se pierde el respeto a la dignidad y la moral?....Un problema social muyyyyyyyyyyy grave.

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