La secretaria de mi jefe es un monumento, es una mujer preciosa, sensual, un autentico símbolo sexual, tiene unas piernas deliciosas, unas tetas monumentales y un trasero que desearía comerme.. Sin embargo los empresarios de buen billete pueden darse el lujo de no solo observar sino también darle una probadita a toda esa escultura. Por mis funciones nunca tengo que salir tarde, sin embargo un día revisando el Internet, me encontré con unos artículos interesantes por lo que se me hizo mas tarde de lo normal, en la oficina no había nadie y solo un poco luz podía observar, me percaté de la hora y me dispuse a salir, cuando para mi sorpresa, veo a la secretaria sentada en el escritorio de mi jefe, este sentado con sus piernas abiertas justo frente a ella, quien sin un zapato jugueteaba con su pierna sobre el paquete del jefe, no solo mi sorpresa creció al ver a semejante mujer con la mini en la cintura. El jefe, le acariciaba las piernas, subiendo hasta llegar a su vagina la cual acarició sobre las medias y el calzón. Posteriormente, ella bajó del escritorio y le sacó la verga al jefe, echándosela en la boca, lo cual hacía gemir al jefe, que no daba yo por estar en el lugar del jefe en ese momento... al cabo de un rato, el jefe le llenó la boca de leche, pude observar como la secretaria tragaba y se saboreaba las últimas gotas que salían de la verga del jefe. Después de esto, la secretaria bajándose las medias y el calzón, se acomodó en el sofá que tiene el jefe en su oficina, este le pasaba la lengua desde los dedos de los pies hasta chupar completamente la vagina ya empapada de la secretaria la cual gemía y emitía pequeños gritos de placer, seguramente estaba teniendo uno o varios orgasmos, pues era impresionante la forma en que se arqueaba esa mujer; poco tiempo después, le dijo al jefe que se la metiera, que la quería dentro de ella, por lo que el jefe la puso en cuatro y le ensartó la pija completamente, después le pasó la lengua por el culo y se la introdujo completamente, la secretaria gemía y lloraba de placer. Cuando el jefe estaba apunto de venirse la alternaba metiéndola unas veces en el culo y otras en la vagina, podía notar como le escurrían jugos a la secretaria de su deliciosa y rasurada panocha, el jefe dijo ¡me vengo!! Ella inmediatamente se voltio sacando la verga de su culo y lo introdujo en su boca para tomarse el semen que le estaba echando el jefe. Mi excitación era tal que tenía el bulto a mil, por lo que me fui al baño y desahogué mis deseos, cuando salí me topé con la secretaria, se sorprendió de verme allí y me preguntó si había pasado por la oficina del jefe, a lo que respondí que si, pero le aclaré que no se preocupara, que no había visto nada que no hubiese deseado hacer yo y ella muy preocupada me pidió mantener el secreto, prometiéndome que después me lo pagaría de alguna forma...