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Categoría: Confesiones

La recepcionista del trabajo

Entre a trabajar a una empresa de servicios y productos de limpieza allá por el 2012, la primer persona que me recibió cuando fui a entrevista fue una chica muy bella, pero de un nombre muy peculiar. Tenía el pelo rojo (teñido), usaba ropa ajustada y tenía un rostro que bueno...de diez! Era morenita, delgada, con unas bubis firmes y un trasero que me encantaba ver.



La verdad es que no nos llevabamos muy bien, yo era su jefe y tuve que llegar a poner mucho orden a la empresa, aún así, procuraba saludarla y en ocasiones bromear con ella para tener una mejor relación. Recuerdo la ocasión en que empezó a ser diferente, ella sonreía mucho cuando me saludaba y en ocasiones me hacía platica de temas muy irrelevantes. Un día recibí una llamada desde su módulo y estuve ahí parado frente a ella, se levantó y con su mano rosó mi espalda, sorprendido la miré mientras seguía en la llamada y con señas me pidió que la acompañara. Ese día era de asueto, así que no todos fueron a trabajar, el director general no estaba, varias oficinas gerenciales estaban desocupadas, solo ella que atendía el teléfono, algunos compañeros del área de producción que estaban afuera y yo que llevaba algunos pendientes.



Al colgar la llamada me dirigí hacia donde ella iba, me estaba esperando en mi oficina, cuando llegué con ella me sonrío y me confesó que hace tiempo quería platicar conmigo, tenía algunos problemas en casa que resolvimos en una larga charla, pero después se acercó lentamente y nos besamos, la verdad es que su beso me dio mucho placer, comenzamos a tocarnos delicadamente, lo que me puso muy intenso, la sangre empezaba a correrme rapidamente hacia mi pene, estaba muy duro pero apenado puesto que se ponía algo incomodo. Ella sin querer (eso creí yo) rozó mi miembro y saltó con un gemido de sorpresa, me miró a los ojos y recuerdo sus palabras -Licenciado!! que rico! - con un tono burlón, yo solo sonreí y me sonrojé.



En eso mi compañera se levantó y cerro la puerta de mi oficina, verificando primero si no había moros en la costa. Me pidió que me sentara en la silla de mi escritorio, se hincó frente a mi y comenzó a quitarme el pantalón, yo ya estaba muy encendido, ella sin dudarlo metió mi pene en su boca, lo hacía muy suavemente, se escuchaba como lamía y como su saliva hacía movimientos dentro de su boca. Seguía ella haciendolo lentamente sin manos, pues sus manos se dirigieron hacia su pantalón, se lo quitó poco a poco y se dió la vuelta, me puso su trasero casi en la cara, la verdad es que no pude evitar darle una mordida para lo que ella respondió con una risa timida. En seguida, se llenó de saliva su mano y la huntó en su trasero, yo estaba muy sorprendido, a mi me encanta hacer sexo anal y ella como  adivina lo tenía en mente, lentamente se sentó sobre mi y la penetré por atrás. Primero lanzó un grito como de dolor, pero poco a poco que iba bajando se sentía mas relajada. Estaba algo asustado, es decir, ni condón tenía conmigo y aun así me eché ese "round".



Los sentones de mi compañera venían acompañados por movimientos circulares muy sexys, yo estaba solo ahí sentado, disfrutando del panorama y de la sensación de su culo, estaba apretado pero muy bien humectado, resvalaba facil y lograba una experiencia inolvidable. Sin saber como ella empezó a gemir mas y mas y lanzó un "mmmmmm" muy fuerte, pero buscando no hacerlo tan alto. Se bajó de mi y me dijo -ya terminé, pero te falta a ti-. Me pidió que me levantara, ella se puso sobre sus rodillas y comenzó a masturbarme, de repente pasaba la lengua por mi glande pero era mas precavida, ya sabía donde había estado eso antes (jaja). No tardé mucho y me corrí, no sin antes avisarle, ella abrió la boca y le eché todo mi semen adentro, era algo muy particular que no había hecho antes. Después de termiar ella siguió lamiendome el pene, limpiandolo de todo rastro de mi semen.



Una ves que terminamos los dos, nos pusimos la ropa y nos despedimos de ese día, puesto que yo tenía que retirarme y ella debía seguir con sus labores. Esa fue la primera vez y en arranque de otras excelentes experiencias que con gusto seguiré compartiendo.


Datos del Relato
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