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Categoría: Confesiones

La Quiropractica

Cuando tenía 19 años, tuve uns caida y por lo tanto problemas con la columna vertebral, tuve afortunadamente un tratamiento especial, aunque si una temporada en silla de ruedas para poder movilizarme y no esforzar la lesión. Estuvo llegando por un tiempo una quiropráctica, para efectuar ciertos ejercicios y me daba unos masajes especiales. Su nombre Dina, de unos 32 años de edad, rubia, ojos celestes,era gruesesita, no gorda, la cintura era recya, no tenía panza, pero si un culo parado, y nalgotas redonas, piernas gruesas, y sus pantorrillas gruesas pero formaditas que despertaban cierto morbo. Una vez a la semana ella me acompañaba al sauna, y allí con mi sudor primero y luego aceite natural recorría sus manos lo largo de la columna, para supuestamente hacer llegar la vertebra a su lugar. Yo tenía quye estar completamente desnudo, pues el masaje era desde el principio hasta el final de la columna. ella se cubría el cuerpo con una toalla desde arriba de las chiches, hasta las rodillas. Yo no evitaba tener erecciones, al sentir lo suave de sus manos recorriendo mi espalda, con agua tibia y esponja ella me daba un baño, me enjabonaba para quitar el sudor y el aceite, Ella se ponía nerviosa al v erme completamente desnudo y la erecciópn de 8 pulgadas de verga gruesa. Suaventente pasaba la esponja por mis huevos y el pene, la respiración se la agitaba, tragaba saliva, y en sus ojos una sensación extraña. Así pasaron dos meses, pero en una ocasión en casa, en mi recámara mientras me daba el baño de esponja, y con la erección tremenda, me dijo, disculpe, pero ya no agunato este tormento de meses, limpio la pija e inclinandose me la empezó a mamar, por el tiempo de no tener acción, no tardé mucho en llenarle la verga de esperma, me terminó de limpiar se despidió y se marchó. A los tres días nos tocaba ir al sauna, y esta vez, ella no cubripo su cuerpo, sus tetas redondas y duras, su cuca depilada, hinchas y de labios gruesos, le pedí que me la acercara a la boca, le metí la lengua entre sus labios, y descubrí un clítoris enorme, al que me prendí a chupar, instantes después estaba gimiendo y gritando de placer, se vino en mi boca, probé sus deliciosos jugos entre saladitos y agrios, la ija la tenía a mil, le dije que se sentara sobre mi, le echó aceite del que usaba par los masajes, y limpia,emte y sin obstaculos se le fué hasta el fondo, genía de placer en cada entrada y salida, aceleró el ritmo y me pidió que acabara con ella, no fué dificil, pues yo ya estba a punto y estaba aguantando no correrme. cuando se sacó la pija, atrás veniá el chorro de esperma que le había vaciado en el fondo de su cuca. a paritr de esa vez cogíamos a morir, la columna no ,e afectó para nada, y aún des´pués del tyratamiento nos veíamos, a mi talvéz no me gustaba tanto, pero ella hizo tanto pot mí, que la complacía en todo, leche en la boca, en la cuca, en el culo, se la derramba en las chices, estómago piernas y hasta en los pies, ella tenía orgasmos bárbaros sólo de sentir la leche cayendolo en su cuerpo.
Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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