Estabamos jugando play station cuando le dije a Cristian el que saque menos puntaje tiene que poner culito. Yo hice todo lo posible por ganar porque queria penetrar ese culito virgen y redondito de Cristian que con tan solo 15 añitos ya habia sentido placer con sus propios dedos, que se introducia cuando se masturbaba sistematicamente desde los 13 años. Al darme cuenta de que perdí la apuesta, decidí decirle que cobrra lo que se habia ganado. El me dijo bajese el pantalón, pero yo tan solo lo desabroche y me voltee y le dije que si me queria penetrar, tendría que bajarmelos el mismo. No lo pensó dos veces y cuando menos pensé mi culo estaba desnudo al aire y a merced de sus caprichos. Se echo sobre mi e inespertamente intento penetrarme. Al cabo de un rato su pene empezo a entrar suavemente dentro de mi. Su pene ya había lubricado y lubricaba mis entrañas lenandome de placer, un placr dificil de describir por lo exotico de su naturaleza. Creo que pasaron horas interminables mientra me penetraba y sentía tanta pre´sión que sentía eyacular. Unos pocos segundos pasaron cuando sentí un chorro de semen que entraba en mi culito y me ardia un poco, y fue entonces que mi pene estallo, provocandome la eyaculación mas increible en mi vida. Los dos nos vinimos casi a la ves y exhaustos quedamos tenddidos uno sobre el otro por algunos minutos sin decirnos nada.
Despues de esta primera vez, Cristian decidió seguir entregandose a todo tipo de apuestas: dados, poker, etc. hasta que un día por azar del destino, el también perdió en el juego que el mismo ayudo a propiciar. Cuando fue su turno algo similar ocurrió y ahora ya no apostamos nada. Tan solo nos entregamos a saciar nuestros cuerpos sin niguna excusa y por igual:uno primero y despues el otro, como dos hombres en verdad lo deben hacer.