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Me he decidido a publicar este primer relato después de que una persona que hace tiempo esta aquí en Todorelatos me animara a hacerlo. Me he percatado que aquí hay mucho crítico gramatical y ortográfico, espero que sepan perdonar mis errores en estos aspectos En cuanto al relato mi intención es solamente aportar unos minutos de entretenimiento a aquellas personas que lo lean.
Mi mayor pecado? Me gustan las mujeres! Me gustan con locura, particularmente me gustan las mujeres maduras, me encantan las mujeres de mi edad (50) pero si están próximas a los 40 y en adelante…. Y esto creo que ha sido de siempre.
Me encantan las mujeres con medias, y digo medias no pantys, me gustan los tacones, tacones altos, pero no exageradamente altos. Las medias si son negras mejor, pero dependiendo de la ocasión. Me gustan las medias con costura, las de maya, normales… al final lo que cuenta son las piernas que las lucen, y como se mueven esas piernas.
Me encantan las botas altas y las falditas cortas, pero no excesivamente corta, también eso creo que va con la edad, cuanto más joven la mujer mas corta la falda, y menos carga de erotismo y morbo. Me gustan las piernas bien torneadas (no delgadas), aunque reconozco que todas tienen algo especial, me encantan los pechos, todos… pero no excesivamente grandes, los culos bien marcados y mejor si son respingones, y prefiero una braguita sugerente antes que una tanga.
En general me gusta todo aquello que incite a trabajar nuestra imaginación. La ropa femenina me gusta que sea femenina, es decir, la ropa no solo ha de vestir a la mujer, si no que ha de hacer que quieras desnudarla. Me enloquecen los perfumes sutiles, esos perfumes que te quedan grabados en el subconsciente, y cuando estas al lado de la persona intentas inhalar hasta el punto de robarle el aroma, hasta el punto de apropiarte de la propia persona y hacerla parte de ti.
Una de las cosas que mas me excita de una mujer es cuando se la marcan los pezones, eso me enloquece, las blusas que dejan adivinar los pechos, los vestidos que dejan adivinar los cuerpos, los pantalones que dejan adivinar las curvas…. Por Dios... Hay algo mas bonito que una mujer?
Ahora bien todo esto no sirve de nada si no hay una inteligencia femenina detrás, una inteligencia especial que sepa conjugar todas estas herramientas, y ponerles una sensibilidad y un toque especial. Y entonces lo que tienes delante es una Diosa.
Creo que las mujeres a partir de los cuarenta pasan por una transformación que provoca que los hombres perdamos la cabeza. Y también un profundo respeto, u una sensación de inseguridad, de sentirnos inferiores, lo que nos hace realizar acciones para reafirmar lo contrario, cosa que a veces nos hace ser patéticos y ridículos, y no importa la condición social o la cultura.
Me vienen a la cabeza situaciones, momentos, lugares….. Dios como ha pasado el tiempo.
Quizás cuando lo hice con una madura por primera vez fue cuando se me marco ese gusto por un determinado tipo de mujer.
Ya ha pasado mucho tiempo, pero lo tengo fresco en mi memoria.
Aquella mujer tenía 52 años y yo 25, hablo del año 1985, se me mezclan las fechas pero los recuerdos están nítidos.
Pero antes quiero explicar como fue que llegamos a aquello.
María siempre me había excitado, o por lo menos había encendido mi imaginación, pero conforme pasaba el tiempo la situación era cada vez peor, era.. Como decirlo… quizás mas descarado, si, esa seria la mejor forma de expresarlo. Pero recuerdo que llego un momento que siempre que estaba cerca de ella terminaba por verla las bragas, hiciera lo que hiciera, y me pusiera donde me pusiera, y si no la veía las bragas, entonces pasaba por delante de mí con los pezones marcándosela en la ropa de manera descarada, y si no era esto.. Entonces se las arreglaba para pasar tan pegada a mi que aquello dejaba de ser un roce para convertirse en un acto de una carga erótica… casi pornográfica.
Pero todo lo hacia de una forma tan natural, que yo siempre terminaba pensando que eran cosas mías, y con sentido de culpa. En conclusión “calentón monumental” y desahogo manual.
Antes de llegar al punto de reunir fuerzas suficientes para lanzarme pasaron tres años, casi nada… imagina cuantas veces tuve que masturbarme pensando en aquellas piernas, aquellos pechos, aquellos muslos, aquellos pezones… incluso ahora cuando lo recuerdo tengo una extraña sensación de placer. Benditas mujeres.
Recuerdo que el día que paso todo era el día de la boda de mi cuñada, la hermana mediana de mi mujer (son tres chicas y un chico).
Recuerdo que a primera hora de la mañana la casa se quedo sola, mi mujer marcho a la peluquería, era verano y las persianas estaban abajo, las ventanas abiertas, entraba una tenue luz y una corriente muy agradable. Yo me había quedado en la cama disfrutando de ese momento. No serian mas de la 9 de la mañana cuando sonó el timbre, pensé que seria mi mujer que se había dejado algo, ya que no hacia ni un cuarto de hora que había salido, me levante me puse una bermudas y me acerque a abrir la puerta, no se realmente como me dio por ponerme las bermudas pensando que podría ser mi mujer.
Abrí la cerradura de la puerta directamente sin mirar, y me di media vuelta sin llegar a abrir la puerta, ya empujaría mi mujer para entrar. Pero cuando iba a emprender mi camino de regreso a la habitación me percate de que no entraba nadie. Me sorprendió y entonces abrí yo directamente, me quede atónito! Allí estaba plantados delante de mí el matrimonio…
- Pasen, pasen por favor, estoy solo, Isabel ha marchado a la peluquería, y luego iba a pasar por su casa, como es que han venido?
- Tenia que traerla unas cosas, Bueno José… vete tu a casa y cuando estéis todos listos te acercas a por mi, yo espero aquí a la chica, y si fuera Isabel a casa, me avisas y nos vamos nosotros para allá.
- Vale María.. entonces marcho?
- Pero María (dije yo sorprendido e incomodo) Isabel va a tardar y yo tengo que ducharme y arreglarme, por que no esperan en su casa?
- No. Ya había quedado con Isabel que me acercaba a esperarla, y además la traigo una cosa.
- Marcha, marcha José.
- Bueno, como quieran, (dije yo mas molesto si cabe)
José salio cerrando la puerta y dejando allí a su mujer.
Hice pasar a María al salón, me acerque a la persiana y la subí un poco, lo justo para que entrase un poquito de luz. Fue entonces al darme la vuelta cuando pude ver el espectáculo en todo su esplendor.
María ya se había arreglado, llevaba un traje chaqueta muy elegante, que antes en la penumbra no pude apreciar, tampoco me fije mucho la verdad. Pero lo que me llamo la atención de manera especial fue su falda, era mas corta de lo que solía usar, la llegaba como cuatro dedos por encima de la rodilla, unos zapatos de charol con tacón de aguja, medias negras y una blusa blanca que dejaba adivinar debajo un sujetador negro de encaje. La camisa no estaba abrochada esta arriba, como solía ser costumbre en ella, sino que dejaba ver un poco sus pechos.
Verla plantada así delante mío me puso mal… la verdad que en ese momento ya no sabia que hacer. Tenia que ir a ducharme y prepararme, pero por otro lado lo que mas me apetecía era seguir contemplando aquella mujer.
En ese momento me dijo que si quería ver las arras de la novia y los anillos, (que no se que hacia con ellos..!)
- Bueno María, si! Enséñemelos.
Ella iba a ser la madrina de la boda,
Entonces nos acercamos al sofá y nos sentamos, ella en un sofá y yo en otro, por como estábamos colocados quedábamos uno enfrente del otro, pues aunque yo estaba casi al lado de ella, ella se sentó vuelta hacia mí. Al sentarme pude darme cuenta como por lo bajo que era el sofá la iba a costar sentarse bien, los tacones eran altos y al sentarse la falda la iba a quedar muy corta. Y efectivamente a si fue. La falda la subió hasta mas arriba de medio muslo, y al ver como la quedaban las piernas al descubierto, las movió un poco en el sentido contrario a como yo estaba, ahora no estaba de frente, pero aun así se cubría. El caso era.. Cuanto tiempo aguantaría así?
Empezó a sacar unos pequeños paquetes de unas bolsas de papel, y empezó a enseñármelos.
Yo a todo esto estaba con mis bermudas y nada mas, pues no había vuelto a la habitación. La dije que me disculpara que iba a acercarme ala habitación a ponerme algo.
Al salir ya pude fijarme mejor en las piernas, en sus muslos, y pude apreciar que llevaba medias y no pantys. Dios como me ponía aquella mujer!!!!
No puedes imaginar como me latía el corazón. Me acerque a la habitación y me puse una camiseta. Me disponía a volver cuando por mi cabeza empezaron a pasar un montón de cosas a la vez, todo se me amontonaba, y las sienes me latían con una fuerza más que apreciable. Quería penetrar en aquella mujer, pero eso era una locura, no podía!!! Que pasaría si lo intentaba? Podía costarme un disgusto muy serio.
Pero lo cierto es que a ciertas edades los hombres pensamos mas, o mejor dicho.. solo pensamos con la bragueta.
Estaba muy nervioso, la boca seca como un trapo, las mano me sudaban, y la única imagen que podía ver en mi mente, eran las piernas de aquella mujer que me hacia perder el sentido.
Regrese al salón y la encontré sentada como en un principio, mirando hacia donde yo me iba a sentar, se había colocado la falda bajándola todo lo que pudo, pero no era suficiente.. que va!!
Me senté y seguí escuchando sus explicaciones, no se si se fijo, imagino que si, las mujeres pueden ser cualquier cosa menos tontas. Pero en ese momento yo tenía una erección que era difícil de disimular. Al sentarme me recline hacia delante para intentar disimularla lo más posible. A ella también la note algo nerviosa, aunque ella si lo disimulaba muy bien. Según íbamos hablando se fue relajando en su posición y Buala..!
Ahora podía ver perfectamente las medias, sus apetecibles muslos y una braguita de un blanco impoluto (curioso pensé lo primero, braguita blanca y sujetador negro).
Aquello provoco que mi erección empezara a doler, y de que manera…
Yo procuraba hablar con naturalidad y tapar así los latidos de mi corazón, que estaba desbocado.
De seguir así, o me lanzaba a ella, o me lanzaba a una carrera desenfrenada al aseo para descargar toda mi calentura.
Ella lo noto, saltaba a la vista, y para aliviar la tensión hizo un comentario bromeando…
- Que bajos están estos sofás, no puede una sentarse a gusto, se me va a subir la falda a la garganta.
Yo no podía mas!!!!!
Como estaba aquella mujer, no podía soportarlo.
- Prefiere sentarse en una silla?
- No, no, deja, a ver si así estoy mejor.
Se había recompuesto otra vez la falda y se había sentado otra vez volviendo las piernas hacia el otro lado.
A mi no me resultaba sencillo disimular la erección, ya no podía mas, pero en ese momento llego la puntilla. Sacó un pequeño paquete de una bolsita de papel, de esas de boutique, y me dijo…
- Mira esto se lo dejo tu mujer ayer en casa, parece que es un regalo para ti.
- Un regalo para mi?
- Si. Un regalo para ti para esta noche.
- Para esta noche? Que es?
Lo saco y era un conjunto de ropa interior muy sexi y provocativo.
- No vas a ser tu quien lo disfrute al fin y al cabo?
Me quede pasmado, que descaro! Como se podía atrever a enseñarme eso en la situación tan incomoda que me encontraba?
En ese momento se volvió hacia mi dejando nuevamente sus muslos a mi vista, solo que en este momento al mirar sus braguitas, pude ver claramente que tenia un corro mojado marcando completamente su sexo.
Algo estaba pasando, evidentemente, y yo ya estaba completamente dispuesto a todo. Aquello era el detonante para hacer algo ya!! Ya mismo!!
Llegados a este punto todo me daba igual, me sentía mareado.
- María por favor!!!
Mientras decía estas palabras mi mano derecha se fue hacia su muslo izquierdo, la calidez que sentí en aquel primer contacto hizo el resto.
No había marcha atrás.
La primera reacción de María fue echar mano a su falda.
- Santi, por favor, NO!
Me agarro la mano para retirarla, pero yo ahora solo quería aproximarme lo más posible a su sexo, que ya podía oler, quería sentir aquella humedad que salía de su coño.
- Santiago, NO!! Por favor NO!! Por favor Santi, nonononono… No podemos…
Por unos momentos la situación fue muy tensa y tirante.
Ella se afanaba en querer quitar mi mano de sus muslos y su rajita, y yo seguía haciendo fuerza, y con la otra mano intentaba tocar sus pechos, quería ver aquellos pezones bien tiesos y duros, cuanto me habían echo sufrir!!!
- Santiago, por favor te lo suplico…, déjame…, no podemos…, nonononono.. por favor. Para para para…
Mi mayor miedo era que se pusiera a gritar, que me rechazase, que se yo… mi mayor miedo era no tenerla.
Entonces hizo el amago de levantarse, de ponerse de pie, yo la deje y a la vez me incorpore con ella, una vez de pie la sujete, la abrace, y busque sus labios con los míos, intentaba zafarse, pero por fin pude sujetarla contra mi, y juntar mis labios a los suyos, para luego buscar su lengua.
En ese momento la fuerza desapareció para convertirse en mutuo abrazo que me unía mas a ella, mientras ella me abrazaba mas fuertemente, yo me concentraba en paladear el néctar de su boca, su saliva me estaba emborrachando, nuestras lenguas jugaban ahora frenéticamente, y mis manos se deslizaban hacia su maravilloso culo. Dios mío… que culo, yo he de reconocer que ya había perdido los papeles… lo único que quería era hacer el amor con aquella mujer, si!! Hacer el amor. Lo de follar vendría después.
Enzarzados como estábamos nos acercamos a la puerta para poner el seguro y que no pudiera sorprendernos nadie, luego igualmente enzarzados nos fuimos acercando al dormitorio, sin dejar de intercambiarnos la saliva.
- Espera, espera Santi, tranquilo.. que hora es? Mira escucha, puede llegar Isabel, Y aunque no llegue, yo ya estoy arreglada, y no quiero descomponerme el pelo y echar a perder todo el maquillaje, y además tu tienes que arreglarte!!
- Pero yo quiero… necesito… María por favor..!!
- Ya lo se, pero escúchame, tendremos tiempo no te preocupes.
- Por favor, no puedo mas…
- Espera, me quito la falda, solo la falda, vale?.. me quito la braguita.. y me la metes por detrás, vale? Con mucho cuidado, vale? Y no te preocupes ya tendremos tiempo de hacerlo bien, yo también quiero que me folles como a una hembra en celo, pero ahora ten cuidado, de acuerdo? Anda vamos que estoy muy salida.. venga
- Vamos María que no puedo aguantar más.
Por supuesto que valía, no podía creérmelo, estaba en una nube, sencillamente estaba soñando, aquella mujer iba a ser mía!!!!!!
Se apoyo en el borde de la cama y me presento su majestuoso culo. Solo acordarme me pongo malo, como estaba aquella mujer, y que olor a hembra en celo despedía, mi erección era brutal, agarraba mi polla con la mano y apretaba con todas mis ganas, estaba a punto de reventar, bendita edad.. quien pudiera volver a aquella edad para algunas cosas.
Abrí bien su hermoso culo y enfile mi berga, la acerque a su raja y empecé a restregársela de arriba a bajo sintiendo como iban afluyendo sus jugos y se iba lubricando.
- Santiago métemela, por favor, necesito sentirte dentro
- Déjame disfrutar este momento hembra mía….
- NO… follame ya…. No esas malo… no ves que como estoy…? Vas a conseguir que me corra toda sin ni siquiera haberme metido tu polla….
- Dios como me pones zorra…. Se me revienta la pija de ganas de chingarte…Haaaaa que ganas tengo….
- Venga cerdo… métela YA!!! Yaaaaaaa
- Siiiiiiiiiiii,…. Joder……. Que bueno….
No espere mas, metí primero mi glande, completamente inflamado como estaba por la cogestión y las ganas de aquel esperado momento. Nada mas introducir mi capullo hice un movimiento suave de mete saca y automáticamente después con un fuerte y seco golpe de riñones clave mi polla (bueno en ese momento mi pollón) de un solo golpe.. hasta dentro, hasta casi meterla los mismos huevos…
- Joder cabrón… que animal eres….
- Dios que buena estas…
- Siiiiii… folla.. no pares así fuerte.. que ganas tenia de una berga bien tiesa y duna… la tienes como una piedra…. Empuja cabronazo…. Massssss…
Como recuerdo aquellos momentos, los puedo ver con perfecta nitidez, es mas hay veces que me vienen a la mente y tengo que masturbarme, es algo que no puedo reprimir.
La metí barios envites fuertes sin ninguna compasión y seguidos, estaba agarrado sus caderas y me concentraba en no hacerla caer cada vez que empujaba, dejando en cada movimiento mi alma, empujaba con todas mis fuerzas y a la vez empinaba la pija todo lo que me era posible para hacérsela sentir lo mas adentro y dura posible.
Era un lujo verla moverse y jadear, que excitación tenia y como me ponía a mi… empezó a gruñir como una cerda… y empezó a soltar improperios y a expresarse de la forma mas soez que puedas imaginar…
Me insultaba y decía barbaridades sin dejar de mover su magnifico culo y sin dejar de exprimir mi bergón… que estaba a punto de soltar un tremendo chorro de leche…
- Pedazo de cabrón vamos… mas..mas...no pares hijo de put….. venga cerdo carbón.. como me estas follando… me vuelves loca bastardo… follate a tu suegra cabrón… Jesus cornudazo esto es una pija… un pollon… así Santi… así joderrrrrr…. Que bueno hijo de putttt……
- Siiiiii zorrón siiiiiiii…. Se me va a salir toda la lechigada, no lo aguanto mas putorra…. Joder que gustazooooooo…….
- Empuja más…. Correte dentro de mi… no dejes escapar una sola gota cabronazo… que quiero sentir tu leche dentro de mi todo el día. Venga desgraciado… que has hecho un carnudazo a tu suegro otra vez… venga termina de follarte a tu suegra…. Asi… Préñame cabrón préñameeeeeee ……..
No podía mas el placer era insoportable. Ya no sabía ni como moverme, golpee mas fuerte si cave contra su culo, que lo tenía completamente colorado, y note como afluía a mi brega un torrente de calida y espesa leche, no podía parar.
- Me corro, me corro, me corrooooooooooooo
- Todo dentro carbón, siiiiii…. Échemelo dentro yaaaaaaaaaaaaaa………
- Joderrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr……….. dios que corrida mas buenaaaaaaa….
- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii……………. Que bueno!!! Que falta me hacia!!!!! Como follas pedazo de cabrón. Me has inundado de leche, se me sale toda…. Espera… sácala… sácala anda marrano… venga que me esta escurriendo todo por los muslos….
La muy guarra se había corrido como una loca… cuantos jugos había soltado.. Yo desde luego nunca había visto correrse así a una mujer soltando todo lo que soltó, y encima con la corrida que yo la había echado… se la escurría todo deslizándose por sus muslos, me ponía malo de verlo… y mi polla se empalmaba otra vez sin haber llegado a aflojarse tan siquiera.
- Pero si acabas de correrte marrano…. Y mira que pedazo de polla se te ha puesto otra vez…. Espera que voy a limpiarme… y te recuerdo que tenemos que marchar… tú tienes que ducharte y arreglarte… Y no vamos a esperar a que venga Isabel, nos vamos a mi casa… venga, venga……
Dicho esto salio en dirección al cuarto de baño, dejándome a mi allí sin saber si esperarla para solucionar el problema de la empalmada que tenia, o directamente hacerme una paja…
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