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Categoría: Maduras

La primera de muchas

A sus 45 años María necesitaba nuevas sensaciones en la vida, la rutina llevaba ya muchos años introducida en ella.



Me presento, me llamo Javier y este es mi segundo relato. A mis 36 años aprovechaba mi soltería para conocer mujeres y María era una buena amiga.



Casada desde hacía 15 años, llevábamos 6 meses chateando por internet y dando rienda suelta a nuestra imaginación a través de la cam, pero era poco, necesitábamos vernos y sentirnos.



Quedamos en una cafetería céntrica de Madrid, ciudad donde ambos residimos y al vernos nuestras miradas reflejaron las ganas que nos teníamos.



Tomábamos un café, mejor dicho estaba encima de la mesa, porque no le hacíamos mucho caso. Nuestras manos recorrían nuestros cuerpos de manera disimulada calentándonos y las miradas decían, vamonos a la cama, así que pagamos y nos dirigimos al hotel que previamente me había encargado de reservar.



Subimos en el ascensor, y aproveche para sacarle las tetas del vestido y pellizcarle los pezones, mientras ella me apretaba la polla por encima del pantalón. No le importaba que alguien pudiera entrar en alguna planta, me pedía con la voz entrecortada que siguiera, que apretara mas fuerte, y así lo hacia, amasaba sus grandes tetas y le retorcía los pezones, sabia que estaba disfrutando porque cada vez me apretaba mas la polla que para entonces la tenia como una piedra.



Una vez se abrieron las puertas del ascensor salí yo primero y al ver que no había nadie le indique que me siguiera con las tetas por fuera del vestido, era morboso verla andar por el pasillo, a la vista de cualquiera con las tetas fuera y una cara de viciosa que ponía cachondo a cualquiera.



Al llegar a la habitación, abrí la puerta, me gire sobre el marco y mientras la miraba me saque la polla y le dije:



-arrodíllate y chupa.



No lo dudo, se agacho y se la trago hasta el fondo, como la chupaba, era increíble, se la metía hasta el fondo y la sacaba suavemente pasando la lengua por todo el tronco, parecía que iba a desgastármela, lo hacia de manera rítmica y me encantaba mirar como las enormes tetas que tenía se movían cada vez que se la metía y la sacaba.



-Para, sácatela.



-Si



-Quieres que te folle?



-Lo estoy deseando, haz conmigo lo que quieras, me tienes muy cachonda.



Pasamos dentro de la habitación y nos desnudamos mutuamente mientras nuestras manos recorrían los dos cuerpos, tocando cada centímetro de nuestra piel. Totalmente desnudos caímos sobre la cama, ella volvió a agarrar mi polla y se la metió de nuevo en la boca, succionaba y lamía todo el tronco y se la metía hasta la campanilla, le dije que se diera la vuelta, me puso el coño completamente depilado en la boca y me lance a comérselo, abría sus labios y le chupaba el clítoris, pasaba mi lengua y metía dos dedos buscando su punto G, cada vez que hacia esto ella dejaba de comérmela y se retorcía y gemía cada vez mas alto.



La quite de encima mío y así tumbada la agarre de los tobillos y se la metí hasta el fondo con todas mis ganas, sus gemidos ya eran gritos de placer, me pedía que la clavara entera, que le diera mas polla.



-Te gusta lo que te meto?



- Me encanta, que bien lo haces. Dame mas fuerte, reviéntame.



Mientras la follaba, le agarraba sus enormes tetazas y le mordía los pezones. No parábamos de gemir ambos, ella me agarraba del culo para que la diera mas fuerte, que la penetrara mas al fondo.



Me miro y me dijo que necesitaba cabalgarme, que por favor la dejara que estaba cachondisima y quería darme mas placer aun.



Me salí de ella y me tumbe, vino hacia mi, me beso metiendome la lengua hasta el fondo mientras me masajeaba la polla, asi estuvo un rato hasta que se subió encima y se la metió ella, ver como lo hacia me ponía aun mas cachondo. Fue tenerla dentro y empezar a saltar como una amazona.



Sus gritos debían de escucharse por todo el hotel.



-Que polla que tienes, donde has estado toda mi vida, como la necesito.



-Házmelo todo, te deseo, soy tuya....



Eran frases que no decía sino que gritaba, dándole igual quien la escuchara.



Verla encima mío, con mi polla ensartado en su depilado coño, gritando y con las tetas botando me excitaba a cada instante mas.



No tardo en llegar su primer orgasmo, entre gritos ahogados y convulsiones de todo su cuerpo, derrumbándose sobre mi intentando recuperar el aliento.



Me salí de ella y la puse a cuatro patas, se la metí hasta el fondo y agarrandola por las caderas empecé a darle con todas mis fuerzas, metiendo la polla hasta el fondo a un ritmo frenético mientras la azotaba alternativamente ambas nalgas, Maria me miraba y me pedía mas fuerte sin dejar de gemir.



Le dije que me iba a correr, se salió dándose la vuelta y se la metió en la boca, echándole toda la leche dentro y tragándolo todo, siguió chupandomela y limpiándomela, pero mi polla no perdió ni un ápice de dureza.



Le dije que se volviera a dar la vuelta y me abalance a chuparle el coño y el culo, bufaba cada vez q pasaba mi lengua por su raja y culo. Empecé a meter un dedo por la puerta de atrás y pego un respingo pero me pidió que continuara. Nunca le habían dado por culo así que fui con cuidado.



Pero fue ella la que me pidió que siguiera y que le metiera un segundo dedo, su culo ya estaba muy dilatado así que le metí la polla por el coño para lubricarla y la apunte a la entrada de atrás, puse la punta y empuje metiendo toda la cabeza, mientras Maria removió el culo como una gatita en celo y ante mi sorpresa y de un empujón hacia atrás enterró el resto de mi dura polla bien adentro.



Empecé a darle suave, metiendo y sacando toda mientras aceleraba, cada vez que iba mas rápido los gemidos y gritos iban en aumento y para mi sorpresa me dijo que iba a correrse, que lo hiciera con ella y le echara la leche dentro de su culo.



La corrida por parte de los dos fue simultanea y tremenda, gritando y gimiendo sin parar, hasta caer rendidos en la cama, yo aun con la polla dentro de su culo.



Así seguimos un rato hasta recuperar el aliento. Cuando estuvimos mejor Maria se dio la vuelta, me beso y me pidió que fuera la primera de muchas, y por supuesto que así ha sido, pero eso son otras historias.



Gracias por leerme.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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