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Categoría: Maduras

La planchadora de ropa

Me separe y mi vida tubo un cambio rotundo. La vida me sonrió, mi trabajo mejoró e incluso, follaba mas soltero que casado. Mantener el aseo en la casa, cocinar, lavar no era problema, pero si, donde chocaba era con el planchado de la ropa. A si que por medio de una vecina, busque a alguien que me planchara.



 



Fue a si como llegó a mi casa la señora Ester, una mujer casada, de unos 46 años que me visitaba una vez a la semana y planchaba toda la ropa.



 



Reconozco que siempre he sido muy caliente y no me ha importado ni la edad ni el físico, para saciar mis deseos sexuales, y la señora Ester, tampoco se escapo de mis miradas. A su edad 46 años, de estatura baja, muy baja, tez blanca, poseía un cuerpo que quizás a muchos no les guste, bueno, en cosa de gustos no hay nada escrito. Era baja, digamos 1.55 , entradita en carnes, brazos cortos y gorditos, muy ancha de caderas y un glorioso par de tetas, bueno, y con su barriga un poco abultada. Pero se notaba que no era de carnes sueltas, si no todo lo contrario, apretadita.



 



Como mi pieza es muy grande, y la única televisión se encontraba ahí, le dije que yo no tenía problemas que colocara la tabla de planchar ahí, y que viera la teleserie, mientras planchaba. Como ella trabajaba en otra casa, y esto solo era algo extra, siempre llegaba a esa hora de las 8 de la noche a mi casa. A si que mientras ella planchaba, yo me recostaba en la cama y ambos mirábamos la teleserie, haciendo comentarios de esta y conversando de distintas cosas mientras daban los comerciales. Ester era en extremo conversadora, no se quedaba callada en ningún momento, hablaba de todo, pero era muy simpática.





Fue a si como ya después de la tercera vez que fue a mi casa, me entere de toda su vida, que era casada, que tenía tres hijos, donde vivía, que tenia un hermano en la cárcel, que su hermana se había separado, en fin de muchas cosas.



 



Una tarde en que estaba planchando de pie a mi lado, le pregunté si le gustaría tomarse un cerveza y me dijo que si. Fui a buscar dos cervezas y mientras las bebíamos, me mencionó que a ella le gustaba mucho la cerveza, pero que se le subía muy rápido a la cabeza. Por ahí fue el tema, y entre bromas y bromas, yo le dije que a mi no, pero que me despertaba mi apetito sexual, ella también entre bromas y bromas me dijo que a ella también. Pero además de eso, siguió hablando y me confeso que ella era una mujer muy apasionada, que era ella la que casi siempre buscaba a su marido y que muchas veces el se le corría. Yo le dije que si mi mujer hubiese sido a si, no me hubiese separado, que en mi relación ella era la que se corría, que le gustaba lo tradicional, mientras que yo era mas como actor de películas porno.



 



Ella también me dijo que le gustaría que su marido fuera a si como yo, aparte que a mi me encontraba muy buen mozo, que nosotros los jóvenes (32 años) teníamos mayor vitalidad



 



Viste Ester .. si nos hubiésemos casados nosotros, pasaríamos en eso no mas ¡ ja ja ja!



UHH seguro … ¡aparte que es tan rico!



¿ Quien yo?



Ja ja ja … no, hacerlo … aunque usted tampoco estas nada mal



A si .. mira tu ….. ¿y dime tu eres una mujer fiel?



No … yo soy de la idea que la vida es una y hay que aprovecharla .. ¿no crees tu?



Si .. lo mismo digo … que si hay una oportunidad de pasarlo bien .. si que tu pareja se entere ..



Eso mismo … hay que darse sus gustitos de ves en cuando



Eso es verdad…. Y dime… ¿Hace cuanto que no te das un gustito, por fuera de tu casa?



Ufff la verdad hace rato …



Tanto rato



Si … es que no he tenido la oportunidad .. pero la verdad, ando con bastantes ganas que se me presente



 



Con la mirada que me dio, me lo decía todo, estaba ansiosa de que me tirara y yo, ni tonto ni perezoso, me pare y me coloqué detrás de ella. La tome de la cintura y me apoye contra su cuerpo….



 



¿ Y que dices si nos damos es gustito ahora?



Mmmmmm … si .. podría ser …



 



Comencé a besarle su cuello, mientras mis manos le acariciaban los pechos por sobre su blusa. Ella solo echaba su cuello hacia delante y me dejaba tocarla a mi antojo ….



 



Mmm mejor desenchufo esto , por que ya se me quitaron las ganas de seguir planchando … ( doblándose en 90° para desenchufar la plancha, dejándome todo el culo apoyado contra mi sexo )



Y a mi … me dieron ganas de enchufarte a ti … ( tomándola de las caderas y frotándome contra su culo )



 



Ella permaneció un rato en esa posición, sintiendo como mi verga se frotaba contra su culo, luego se levanto y se sacó ella misma la blusa. Yo me senté en la cama y como era tan baja, sus tetas quedaron perfectamente a la altura de mi cara. Mientras le besaba sus grandes tetas por sobre el brasier, con mis manos lo desabroché, desbordándose esas masas de carne, eran increíblemente grandes, cayendo por el peso de la gravedad, pero así y todo muy duras, con unos sabrosos pezones morenos. No me canse de chupárselas una y otra vez, mientras ella me acariciaba el pelo y me pedía que se las chupara más y más fuerte.



 



Mis manos no se quedaban atrás y recorrían cada centímetro de sus generosas nalgas. Tal cual como las había imaginado, era durísimas, exquisitas. Usaba un pantalón de buzo el cual no fue mayor problema bajárselo hasta los tobillos y que ella misma terminara de sacarlo con sus pies. Su calzón, ya desgastado seguramente por muchas lavadas, era solo una delgada tela, casi transparente, que me mostraba todo su peludo sexo.



 



La hice darse vuelta y en esa posición, mientras le mordía el culo, la despojé de esa última y delgada prenda de vestir, dejándola completamente desnuda. Sus nalgas estaban exquisitas, grandes, duras y sin ningún asco se las separé, para pasarle mi lengua por todo su canal.



 



Ella me dejo hacer lo que quisiera con ella. Luego se dio vuelta y arrodillándose delante mió, me desabrochó desesperadamente mi pantalón y dejándomelo a media pierna, junto con mi slip, me tomo la verga con su corta y gruesa mano, para darme unas cuantas jaladas, para luego comenzar a chupármela fuertemente.



 



 



Mientras ella lo hacía, terminé por desnudarme completamente, para luego acostarme de espalda en la cama y pedirle a mi madura y gordita compañera que se montara sobre mí. Tal cual como una geisha, ella siguió mis instrucciones y pasando una pierna por cada lado, se fue sentando en mi verga, enterrándosela de a poco, hasta que la tubo completamente dentro de ella.



 



Ahyyyyyy papito ¡!! .. que la tienes rica….!!!



Mmm me tienes muy caliente



¡A mi igual! … ¡me tienes llena de verga!... que rica la tienes!!!



Déjame chuparte las tetas que me tienen loco …



¡Si papito! .. lo que quieras … son tuyas



Uuuuuuuuu ¡la cagaste para ser caliente!



Ahhhhhhh tu igual .. yo te dije que era caliente .. tu solo pídeme lo que quieras y te lo haré … ahhh hace tiempo que no tenía una verga tan dura como la tuya a dentro …



Ahhhh que rica estas ah ah ah … ¿a si que lo que quiera?



ahi si papito .. lo que quieras … lo que quieras …que me la deje meter por el culo .. que acabes en mi boca … lo que quieras ….¡tu solo pide!



Ohhhhhhh hace tiempo que no me comía una mina tan caliente como tu ….



Oh si .. soy muy caliente ¡ .. soy una puta en la cama!!! .. y mas con un joven tan lindo y rico como tu!!!!



Mmm .. a si me gusta …



¿Que quieres papito? …



Quiero que me coloques tu concha en mi boca para poder chupártela



Mmmmmmmmmm lo que quiera mi papito … a si …



 



Ester se saco mi verga y poniendo una pierna a cada lado de mi cabeza, me colocó su sexo en toda mi boca. Comencé a chuparle apasionadamente el sexo, mientras ella gemía y se quejaba, diciéndome lo mucho que le gustaba sentir mi lengua dentro de ella. Luego se dio vuelta y comenzamos hacer un fabuloso 69. Mientras le comía la concha, mis dedos jugaban con la entrada de su ano. Sus nalgas eran increíblemente grandes y mi cabeza casi se perdía cunado le separaba los cachetes para besarle todo el ano. Pero lo que mas me calentaba, era la forma en que no paraba de quejarse, de gemir , de decirme lo mucho que le gustaba mi lengua en su culo , lo mucho que le gustaba mi verga .



 



La puse en cuatro patas y bajándome de la cama, aferrado a sus caderas, le dije que lo siguiente que tenía que hacer era entregarme el ano. No puso ningún reclamo, solo me dijo que lo hiciera despacio. Se quejó un poco, pero se notaba que ese terreno no era virgen, ya que al cabo de pocos minutos, mi verga entraba sin ningún problema por esa estrecha cavidad. En esa posición la folle por casi media hora, me encantaba ver su gigantesco culo entre mis manos, se lo manoseaba entero, estuve a punto de acabar varias veces, pero me contuve, ya que quería acabar en su boca.



 



Ella me avisó cuando estaba por acabar y agachándome, le chupe la concha hasta que ella acabó un abundante chorro en mi boca.



 



Luego la di vuelta y en la misma posición le hice que me la chupara hasta que acabe en su boca. Ella no tubo ningún problema en tragarse todo mi semen.



 



Nos quedamos desnudos ambos en la cama, fumándonos un cigarro, reponiéndonos de la fuerte sesión de sexo que habíamos tenido.



 



Luego ella se dio cuneta que ya era muy tarde, se levantó, se vistió y se fue.



 



Desde ese día , una vez por semana, ella me planchaba la ropa y después de eso teníamos una buena sesión de sexo ….


Datos del Relato
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