La perrera- Una madre Zooltera

Quiero contarles un poco de mí, de cómo descubrí a mi madre . Somos una familia que vivió en una ciudad muy pequeña, apenas un poco más que un poblado. Éramos mi madre y dos hermanas, yo la mayor y luego mi hermana, que es cinco años menor que yo nunca conoci a mi padre ni mi hermana conocio a su padre.

La primaria la hicimos en escuela particular, sólo que, el año que pasé a la secundaria nos pasaron a una escuela de gobierno, pues la situación económica era delicada: mi madre andaba buscando trabajo y vendiendo Avon, aunque mi madre faltaba de vez en cuando a la casa por andar buscando trabajo o haciendo turnos nocturnos en una maquila de ropa. Yo acababa de cumplir mis 18 años cuando conoci a mi novio y tuviemos a nuestro hijo para depsues casarnos.

Un día nos invitaron a una comida en casa de una tía de mi mamá, una casa grande, antigua, adonde íbamos con frecuencia, pues mi mamá es muy apegada a esa tía, hermana de su mamá. Es una casa que alguna vez tuvo caballerizas, ahora jardines, y tiene muchas habitaciones, casi todas vacías o llenas de trebejos e inutilidades.

Después de que naciera mi bebé todo cambió en mi casa, a unos días de regresar a trabajar, todo eran prisas y casos, tenía que organizarme para dejar a mi hijo en casa y salir a trabajar, tratando de organizarme con la logística del caso, iba y venía de casa de mis madre tratando de calcular el tiempo que me llevaría etc.

Finalmente llegó el día en que regresaba a trabajar y pasamos a casa de mi madre, mi esposo y yo a dejar a "nuestro" hijo y salimos casa quién rumbo a nuestro trabajo.

Casi llegando a mi trabajo me di cuenta que había dejado mi teléfono celular junto a la cuna y lo necesitaba porque había que hacer muchas llamadas para hacer citas de trabajo etc ya que trabajo en ventas de llantas.

Entre corriendo a la oficina solo para avisar a mi jefa que tenía que regresar a casa y volvería inmediatamente, sonriendo comprensiva me dijo que estaba bien y me felicitó porque dijo para haber tenido un hijo hacía mes y medio me veía muy recuperada y con hambre de salir adelante.

Desde antes de que naciera mi pequeño empecé a ejercitarme la vagina con los ejercicios de Kegel para no perder mi habilidad de apretar el pene con la vagina. Para mi es muy importante quedar igual o mejor después del nacimiento de mi hijo, y con una dieta y ejercicio aeróbico estaba decidida a recuperar la figura que tenía antes de embarazarme.

Tenía mucha curiosidad por ver qué opinaban mis compañeros de trabajo que ya habían intimado conmigo antes del parto, así que me vestí con una minifalda negra al borde de mis nalgas y una blusa blanca con zapatillas negras altas y un sweater gris para ver qué decían.

Afortunadamente no subí mucho de peso y solo tenía 2 kilos de más después del parto que estaba decidida a bajar con ejercicio, mis senos seguían agrandados en lo que cabe por estar llenos de leche materna y el efecto era más que atractivo: me veía muy cachonda según mi marido después del parto y usando la ropa adecuada podría aumentar el sex appeal que se me daba de forma natural.

Saliendo de la oficina de mi jefa me encontré con Carlitos (gerente de una de las tiendas de la compañía), que había tenido la oportunidad de complacer en mi oficina hacia unos meses antes de embarazarme y que el piensa que el bebe es suyo.

Dándome un abrazo de felicitación por “nuestro” bebé y tomándome de las manos retrocedió un poco para poder admirarme y dijo:

—pero Paulina, que bien te pusiste después del embarazo, estás mejor!

—Te parece Carlitos? —Dije riendo y girando para que pudiera verme mejor…— Pues muchas gracias!

Tomándome de la cintura al tiempo que volteaba a ambos lados para asegurarse de que no había nadie en el pasillo me dijo al oído:

—sigue en pie lo que me dijiste la última vez en tu oficina? ¿Podemos ir a un hotel a coger toda la tarde?

—Sí —le contesté sonriendo— te lo prometí y lo vamos a cumplir, solo te advierto que traigo la vagina bien depilada por lo del bebé, mi raja velluda por el momento se fue. —Dije riendo y guiñándole un ojo mientras le movía las caderas de atrás hacia adelante simulando el acto sexual…— Te gusta la leche materna? —le dije al oído mientras tomaba su mano y la ponía en mi seno derecho…— Tengo mucha para darte!

Nos despedimos y salí corriendo a casa de mi mama para recoger el teléfono celular, llegué y me estacioné para entrar en la casa de mi mama volando teniendo cuidado de no hacer ruido para no despertar al bebé.

¡Subí a mi cuarto de soltera donde había dejado al niño y tomé el teléfono, cuando estaba saliendo de la habitación y me iba a despedir de mi mamá escuché ruidos extraños en su recámara, eran gemidos!!

En este punto, déjenme tomarme un momento para describir a mi madre físicamente: es un poco más alta que yo pero tiene el cuerpo muy parecido al mío, es muy piernuda y acinturada y sus tetas son más grandes que las mías, tiene 48 años usa lentes pero está bastante bien conservada para su edad, su cabello es a medio hombro y aunque ya peina canas, podría decirse que es una señora milf! Jajaja

Pues bien, me quedé helada un momento y no supe si avanzar hacia la recámara de mi madre o salir y dejarlos susurrar m disfrutar su momento, iba a hacerlo pero me ganó la curiosidad y decidí acercarme de puntita para verlos en la intimidad un momento, mi mama ya no guardaba secretos para mí (bueno eso creía yo)y con lo que me había platicado mi tío de cómo era mi mamá de joven de caliente me animé a espiarlos un momento…

Llegué a la puerta de la recámara que estaba parcialmente cubierta por una puerta del clóset de la Rosa de ellos que estaba abierto y me acomodé entre ellas para verlos mejor…

¡Lo que vi a continuación me dejó petrificada!: Mi madre estaba semi desnuda besando apasionadamente a su perro un macho de nombre Israel que ella recogió de la calle y le decía de cariño “Papi” mientras lo masturbaba intensamente y entre besos le decía:

—así que ésta es la verga que le metes a mí y las callejeras cada rato… con razón me traes toda tonta detrás de ti!

—Desde la primera vez quede encantada con ella —dijo mi madre mientras el perro salivaba y la movía meneándola frente a mi mamá— y creo que hoy día es su instrumento de placer favorito —el perro movió su pata derecha en la nuca a mi madre para hacer presión y que se acercara a mamarla…

Mi madre no se hizo de rogar y se agachó hacia ella tomándola de nuevo entre su mano y comenzó a combinar besos mamadas y lamidas en la verga de su perro Israel que la tenía bien rasguñada en la cara y la espalda y comenzó a mamarla como desesperada.

Mi madre se metió la verga de Israel completa en su boca y le pidió a Israel se la cogiera como SE COGE A LAS CALLEJERAS…

Sin quitar la vista de semejante espectáculo, lleve mis manos a los senos y pellizque los pezones poniéndome muy caliente al ver a mi mamá caer también víctima de la verga de Israel su perro… Baje la mano derecha y metí dos dedos en mi depilada raja empezando a masturbarme mientras ellos seguían calentándose mutuamente…

Las piernas de mi mamá seguían siendo la marca de la casa, muslos y pantorrillas poderosas y bien formadas, dejando de mamarle un instante mientras se ponía de pie…

—admire su raja velluda que era igual de tupida que la mía
Tras unos minutos en los cuales mi madre dio todo de si, dio por concluida la mamada pero obligó a Israel a mantenerse tumbado boca arriba. Mientras el perro aún estaba empalmado y soltaba de vez en cuando chorritos de semen, mi madre se puso sobre el, le agarró la polla dirigiéndola a la entrada de su vagina y se la incrustó hasta el fondo, bola incluída, soltando un suspiro de placer mientras lo hacía. Empezó a mover su cintura, muy lentamente al principio para poco a poco ir acelerando hasta que empezó a botar sobre el. La polla de Israel entraba y salía de su coño a una velocidad inusitada mientras mi madre cabalgaba al excitado perro. Así estuvo durante tres o cuatro minutos, gimiendo sin parar y sin aflojar en ningún momento mientras yo veía como de su coño salían entremezclados los fluídos de los dos, su vagina tenía que estar a reventar del semen de Israel porque eso parecía una fuente.

¡Con razón mi mamá era la tía favorita de todos!  y yo ni enterada! Seguí masturbándome atenta a lo que pasaba entre ellos, mi madre parecía entenderse muy bien con ese perro y ella le pidió se acostara boca arriba y abriera las piernas para recibirlo…

Mi mamá gritaba mientras montaba a ese perro

—ven!, métela y enséñame porque me tienes tan enculada de ti…

Se acomodó entre sus piernas y de un solo golpe la penetró profundo… Ella lo abrazó con sus piernas en un gesto idéntico al que yo hago cuando estoy muy caliente…

¡Empezaron a coger como locos, mientras ella gemía él le rasguñaba y le mordía las tetas, era como verme coger con él!  los movimientos de mi mamá en idénticos a los míos o al revés… Como sea, ahora entendía bien porqué era tan caliente yo… ¡Lo había heredado de mi madre!

Metí dos dedos profundos en mi raja depilada, estaba lista para reanudar mi vida sexual y deseaba mucho tener una verga dentro de nuevo…

Mi mamá empezó a gemir más fuerte y dijo casi gritando:

—me vengo! ¡me vengo! ¡Me vengó! —Abrazándolo desesperadamente a su perro mientras Israel aumentaba sus embestidas y en una exclamación se vacío totalmente dentro de la raja de mi mamá…Literalmente si no la dejo embarazada aquel animal era por la edad de mi madre.

Cuando se hizo a un lado pude ver claramente las piernas de mi madre y la velluda raja abierta y derramando semen de su macho Israel…Su macho peludo de cuatro patas.

Pero… ¿Cómo había acabado ella cogiendo con su perro?

Recordé entonces la manera en que mi mamá veía a Israel cuando lo llevo a presentarlo en aquella reunión cuando anuncié a mi familia tendría un bebe.

No sabía que ellos dos tenían intimidad desde que Israel era perro de un amigo de mi mama de la calle de donde vivimos  ya que ella en su época de religiosa iba a visitarlo como Testigo de Jehova y ya sus veces a escondidas a petición de ella con el pretexto de averiguar hasta donde podría llegar sus perversiones, seguramente en esas reuniones se ofreció sutilmente a él dejándole saber que lo deseaba también el vecino amigo de mi ama…Me imagino el la inicio en esto del sexo con Israel y tarde que temprano decidió juntar a la pareja.

En eso pensaba cuando mi mamá cambió de posición y se puso en cuatro ofreciéndole el ano a Israel y diciéndole:

—Ven cógeme por atrás! dámela rico y te prometo que lo hare mejor que cualquiera de tus amantes callejeras, … ¡Si quieres hasta haré de darte más hijos!

(Fantasías locas de mi madre).

 Vi como mi madre estaba en cuatro patas y aquel perro le daba sus embestidas mientras mi madre le Decía –Vamos Israel hazme tu perra préñame de tus camadas-

No paso ni 5 minutos vi que mi mama se quejó aquel perro la había metido toda su herramienta que no era pequeña y se quedaron pegados.

Cuando al fin le dio un poco de descanso ya que casi la arrastra por la recamara de ella  le empezó a acariciar la funda del pene hasta que este empezó a endurecerse de nuevo. Cuando hubo salido unos centímetros, mi madre acercó su boca al pene y se lo metió entero. Empezó a mover su cabeza arriba y abajo mientras que la polla de Israel no hacía más que crecer y crecer, mi madre ya no podía metérsela entera en la boca por más que lo intentaba, pero seguía a un ritmo implacable mientras Israel lanzaba chorros y chorros de esperma en su boca. Podía ver como algo del semen caía por la comisura de sus labios, pero estaba claro que la mayor parte se lo estaba tragando.

En eso mi hijo empezó a llorar y como pude me metí a la recamara de mi hijo que estaba al otro extremo de la habitación de mi mama a consolarlo, cuando desperté después de darle pecho estaba mi mama y me saludo, Israel su perro estaba ya en el patio y solo le dije a mi mama báñate hueles raro como a perro mojado o algo asi.

 

Lo que no sabía mi mamá era que ya sabía su secreto no la voy a chantajear pero jugare con el perro y le diré padrastro solo para ver qué cara pone ella.