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Quisiera contar algo que me ha estado pasando los últimos meses, hace unos seis meses yo era una típica estudiante de periodismo, más bien menos que típica porque pasaba inadvertida al resto de mis compañeros y solo tenia una amiga tan inadvertida como yo.
Pero conocí a un tipo que era todo lo contrario, el más galán y cotizado de todos que poco a poco se fue metiendo en mi, me encantaba como era y como me trataba, causándome risa con todo lo que hacía y abriéndome a un mundo de personas que no conocía.
Me dijo que yo era linda y se lo creí y la verdad es que debajo de toda mi timidez no estaba tan mal, lo bueno que tenía lo escondía todo lo que podía. Soy de tez blanca pero de pelo negro liso y largo, delgada y no muy alta, pero me mantenía bien creo que por mi afición de bailar.
A medida que no hicimos amigos traté de no parecer tonta al lado de él, me fui cambiando de forma de ser, de forma de arreglarme y de forma de vestir, ya no era tan responsable como antes y dejaba más a lo que saliera de improviso. Cambié la ropa suelta por otras mas ajustadas y más pequeñas y a pesar de tener 20 años recién empecé a explotar mi propia sensualidad.
Yo creía que eso le gustaba, el verme cambiar, el verme por primera vez con minifalda o con un peto ajustado. Para mi era una alegría cuando al verme se sorprendía por algo que me había cambiado y me instaba a provocarlo más. Yo estaba como boba, enamorada y encantada y disfrutando de todo ese nuevo mundo de muchos amigos cool.
Al pasar las semanas comenzamos a salir y luego de varios intentos acepté acompañarlo a una disco, cuando le dije que iría con él me insinuó que lo haría feliz si me ponía una ropa sensual distinta a lo normal en mi, que sólo con imaginarme así se entusiasmaba.
Después de dar muchas vueltas por las tiendas de ropa me compré unas prendas y luego de pensarlo aún más y sacando fuerzas me compré mi primer colaless, nunca había usado. Lo compré con mucha vergüenza y corrí a casa a probármelo, me encerré en mi pieza y me desnude frente al espejo. Le gustaré pensé mientras me tocaba y me imaginaba que el lo hacia, apreté mis tetas provocándome un escalofrío, bajé mis dedos y me rocé la vagina, ese contacto me despertó y volví a lo que tenía que preparar, me puse el sostén y luego el colaless, por atrás estaba bien pero el frente realmente necesita un trabajo adicional, era muy pequeño y se desbordaba mi sexualidad inexplorada.
No tenia tiempo para ir a depilarme y pensé hacerlo por mi misma. Como no había nadie en la casa corrí sólo con mis sostenes a buscar una tijera y una rasuradora, me recorté y luego me afeité, tratando de dejarlo bien casi no me dejé nada.
Me sonrojé al verme, pero me sentí más normal que nunca y más igual con las niñas que había conocido en el último tiempo. Me bañé y me vestí, además de la ropa interior me puse una blusa que insinuaba el sostén y una mini, la más corta que nunca hubiese usado.
Cuando él llegó al verme se quedó mudo, se acercó me abrazó y me dió un beso. Le dije al oído que sus deseos se habían cumplido. Al mismo tiempo que se lo decía por primera vez sentí una erección de un hombre apretando mi vientre y como consecuencia un calor entre las piernas que me dió valor para ir más allá, para seguir sorprendiéndolo.
No tienes curiosidad por ver el resto, tócame y siénteme. Así sus manos bajaron por la espalda hasta mi trasero que acarició y apretó, sentí morir cuando sus manos me apretaron el culo desnudo y el colaless rozaba mi sexo, sin pensarlo deslicé mi mano por sobre su pico y se me cortó la respiración al sentir su calor y su tamaño.
Pero no podíamos seguir, por estar en la puerta de mi casa y nos marchamos a la fiesta. En el camino no dejaba de adularme y agradecerme por lo que había hecho lo que me hizo sentir súper. Más tarde mientras tocaba la banda invitada, el no dejaba cada oportunidad para rozarme el culo, lo que me tenia excitadísima, ni siquiera pensaba si alguien más se había aprovechado de verme o de observarme cuando tenía que sacarme el colaless que sentía entre las piernas, la falta de costumbre con esas prendas me mantenía entre incómoda y excitada.
Cada vez menos disimuladamente él me abrazaba y me tocaba, me di cuenta que los chicos me miraban y hablaban algo sobre mi que no alcanzaba a entender. Todo se confirmó cuando un tipo se acerca y nos grita que culo tiene esta puta y me lo agarra, él en ves de enojarse soltó una carcajada y me levantó la falda mientras me miraba y tocaba, yo en ves de escapar me escondí la cara secretamente alucinando con lo que pasaba.
Salimos de allí y nos metimos en el carro, no nos demoramos nada en llegar a mi casa, en silencio yo pensaba en toda esa locura y me moría de ganas de más pero ya no me atrevía a decirlo.
Al detenernos me dijo que había sido todo genial, que no esperaba que yo me hubiera portado así. Con su mirada puesta en mis tetas me dijo que estaba mejor de lo que había pensado, me tocó las piernas y sin pensarlo las abrí ligeramente. Le pregunté, ¿quieres ver lo que me compré para ti?, no alcanzó a responder cuando la falda estaba en mi cintura dejando un pequeño triangulo de genero totalmente mojado a su vista. Se acercó me besó me tomo una teta y me susurro, regálamelo.
Levante el culo, me saqué el colaless y se lo di. Ahora me miraba el pequeño sector de vellos que me había dejado, entonces le dije ¿te gustaría hacerlo conmigo?. Se quedó mudo, realmente no esperaba algo así, tal vez lo deseaba pero no esperaba que se lo dijera.
Me tomo la mano y me la pudo en su pico que estaba tieso y quería reventar el pantalón, me la desplazo sobre el y me dijo quiero hacértelo toda la noche. Entonces una idea siniestra se me ocurrió. Le dije pues hoy no será y me fui.
Que noche tremenda, en mi cuarto otra vez me miré al espejo me desnudé pero esta vez no me detuve y comencé a tocarme y a excitarme. Me dejé caer al suelo y apoyé mi espalda en la cama, sentada desnuda frente al espejo abrí las piernas y me toqué con los dedos, con la otra mano froté los pechos transpirados y pensando que él lo hacía me corrí suavemente. Un orgasmo pequeño terminó con esa noche, sentí un poco de decepción no haber explotado en un clímax, pero el recuerdo de lo sucedido me borró la decepción.
Con los días continuamos con encuentros cada vez más calientes pero aún sin consumarlos, cada vez explorando mas mi sensualidad. Ya resultaba difícil disimular lo que queríamos y nuestro tema de conversación giraba casi totalmente al sexo.
Ahora era muy popular en la universidad, tenía muchas amigas y más amigos, los chicos me miraban y me gustaba ser así, pero él me tenía ciega, sólo existía por él y mi afán era agradarlo y hacerlo feliz.
Un día que faltamos a clases nos fuimos a la playa por el día, no lo habíamos planeado así que me llevó al mall para comprar un bikini y el un traje de baño, el se compró un short y me instó a elegir el bikini más pequeño que tenían, con vergüenza me probé varios mirando de reojo a las chicas de la tiende que murmuraban cosas de mi.
Finalmente el eligió el bikini, un par de tallas menos a las mías y que apenas me cubría mis partes. La verdad que estaba muy lindo pero se me paraban los pelos pensar usar eso en publico.
Camino a la playa me pidió que me pusiera el bikini, que alucinaba con verme sentada al lado de él con el bikini. Estúpidamente me tapé lo que pude para cambiarme. Te ves preciosa, siento que voy a reventar con las ganas que te tengo, porque no me tocas un poco para calmar este malestar que tengo. Quieres que te toque aquí, así. Si amor hazlo, me harías muy feliz.
Con cuidado busqué su pico y lo saqué del pantalón, era bastante grande y rosado, me encanto su apariencia. Qué hago ahora, sólo tómala, apriétala un poco y sube y baja lentamente. Así mientras él conducía yo lo corría lentamente.
Amor necesito un poco más, que quieres, muéstrame tus tetas, en serio, si. Me corrí los triángulos que tapaban los pechos hacia los lados dejando mis pezones a la vista. Sin tomarse tiempo me las agarró y me estremeció con eso.
Amor cumple mi fantasía, ven para acá y metetelo en la boca. Estas seguro que no es peligroso, no nada de eso ven. La verdad a esa altura estaba entregada a la situación, no pensaba si era correcto o incorrecto lo que estaba haciendo y me concentré en él y en lo que tenía en las manos, con dificultad me acomodé quedando arrodillada en mi asiento, me agaché apoyada en él y lentamente se lo lamí entero mientras él me agarraba las tetas y trataba de alcanzarme el culo que se asomaba por la ventana lateral.
No puedo negar que me gusto su pico duro y ganoso de placer y que me imaginaba recibiéndolo en mi vagina, se lo chupé suavemente tratando de darle el máximo de placer, intenté no parecer una aficionada en el tema y mostrar el máximo de placer de gozar con su pico. Mi mente estaba puesta en recorrer todo su miembro desde la punta hasta las pelotas, de vez en cuando sentía un sabor distinto y una vizcosidad rara en la lengua, pero nada me impedía seguir mamándoselo, ni siquiera el saber que mi poto se veía totalmente desde los autos que pasaran por el costado.
Unos minutos más y él empezó a jadear y a moverse, no te muevas de ahí que me vengo y no puedo manchar. Con su mano me bajaba la cabeza metiendome su pico hasta tocar el paladar, así recibí por primera vez su descarga mientras me decía, comételo, traga, toma linda, eres la mejor. Con la fuerza de su eyaculación no me dio tiempo de derramar su semen y mientras asimilaba el sabor de lo que tenía en la garganta me repuse en mi asiento.
Yo estaba feliz de haberlo hecho gozar y aunque mis deseos estaban a mil, por primera vez no me agradó la forma en que me trató luego de eso. Fue fantástico me dijo, parece que ya te habías chupado varios picos, sabes ya no quiero ir a la playa devolvámonos y me fue a dejar a la casa. Mis sentimientos estaban confundidos, por una parte iba feliz por haberlo complacido y por otra estaba triste porqué nunca le preocupó lo que yo sentí y lo que yo quería, todavía no alcanzaba a dimensionar como me manipulaba para satisfacerse. Poco a poco me convertí en una experta mamadora y aunque me excitaba chupársela y probar de su semen quería algo más, quería gozar yo también.
Semanas después se dio la oportunidad de quedarme un fin de semana sola en casa, mi mamá se iría con su novio a la playa y yo me disculpé diciéndole que tenía prueba el lunes, a eso de las seis del viernes se fue y me palpitó el corazón mientras lo llamaba por teléfono para contarle que podíamos vernos sin temor en la hora de volver, estaba ansiosa aunque algo me decía que después de tener sexo con él todo iba a cambiar en nuestra relación, pero me arriesgué.
Lo llamé y quedamos de salir, no le dije nada, sólo lo me preparé. Me di una ducha larga pensando en que ocurriría mas tarde, al salir me quedé frente al espejo sin decidirme a como sorprenderlo.
Un cola less azul, pequeño, transparente, un vestido azul, corto, insinuante, con tirantes y pequeño. Un sostén, mmmmm, mejor sin sostén.
Cuando llegó no lo dejé entrar, cerré la puerta al salir, lo saludé con un besó que le dejó claro que hoy iba a ser distinto, en el auto le pregunté a donde ibamos mientras un tirante se bajó y quedé a punto de que una teta quedara descubierta, el me miró y me dijo vamos a cambiar de planes.
Fuimos a un barrio con muchos pub y nos metimos a una disco que no conocía, súper producida con chicas que bailaban en tarimas, las meseras eran todas mujeres con diminutos vestidos, la gente estaba en sillones y algunos bailaban en una oscuridad que de a poco me empezaba a acostumbrar.
Lentamente caminamos, me atreví a tocarle el culo para que el hiciera lo mismo, no tardó en bajar sus manos y masajear suavemente mi trasero que obviamente quedaba a un milímetro de quedar desnudo a los tipos que estuvieran detrás.
Nos sentamos en la barra, mirando a la gente, con mejor visión note a más personas de las que había pensado que estaban, mientras una chica bailaba desinhibidamente con un dancer me detuve en una pareja sentada frente a nosotros, mas bajo en un sillón. Se besaban y nos miraban como incitándonos a observar.
Las manos de ellos se perdían bajo la ropa y cada vez que podían nos miraban, me resultaba imposible dejar de verlos y casi no respire cuando ella metió su mano en el pantalones de él y realizaba un suave movimiento, no podía creer que a vista de todos ella lo estaba corriendo. Producto de la situación todo el calor que sentía en el cuerpo se concentró entre mis piernas y no podía dejar de morder y humedecer los labios que se me secaban de deseos. En ese momento él me tomo la mano y me llevó a sentarnos junto a ellos. Ubicados lo más cerca que pudimos empezamos a besarnos y a entregarnos en la pasión, como pude le metí mis manos bajo la camisa y toqué su pecho, presioné su vientre y haciéndo un esfuerzo pude rozar su glande con mis dedos.
Yo a esa altura ya estaba con el culo descubierto a centímetros de la otra chica, tan cerca que cuando le tocaban su trasero también rozaban el mío y me estremecía pensarlo, él me dijo jadeante al oído regálame tu ropa, que ropa, toda tu ropa interior.
Piensas que no lo haré, no lo sé. Me bajé el tirante hasta que se asomara parte de un pezón, la pareja del lado ahora nos miraban a nosotros. Aquí no hay nada, hum bien, aquí abajo sólo esto y me saque la tanga y se la entregué.
Al sentarme de nuevo roce el culo de la otra chica que pensó que era una invitación y me coloco su mano en el trasero acariciándomelo lentamente. A pesar que la sentía acariciarme me entregué nuevamente a mi pareja y por primera vez sentí sus dedos aproximarse a mi vagina, a pasar del ruido que había podía escuchar como sus dedos movían mis jugos, me cortó la respiración cuando sus dedos entraron en mi hasta donde pudieron, miré hacia abajo y me asusté. Tenía una teta totalmente descubierta y el vestido arremangado a la cintura con su mano enterrada en mi y una chica tocándome el culo.
Me paré lo tome de improviso y lo arrastré hacia fuera del pub, la otra pareja nos siguió y la chica me alcanzó, me di vuelta a verla se acerco y me dijo que hace tiempo buscaban una pareja para intimar que nosotros parecíamos buscar lo mismo, en silencio no pude evitar imaginar la escena de los cuatro haciendo el amor. Se acercó un poco mas y casi rozando me dijo, eres preciosa y quisiera amarte con mi marido, en silencio recibí un beso de ella que acepte y respondí con mi lengua. Sabes me parecen que están muy bien pero aún no estoy para algo así, toma cuando lo quieras llámame, un beso de ella un beso de el, apenas se voltearon me subí corriendo al auto. Que te paso te enojaste, no ya no puedo aguantar mas no hacerlo contigo.
Llévame a mi casa, con las fuerzas que pude lo desabroche y le baje los pantalones, como pude se los saque, maneja apúrate antes que me arrepienta y sin saber muy bien como se la empecé a mamar y a masturbar como le gustaba. Estaba tan fuera de mi que lo encontré aún más sabroso y excitante, le abrí la camisa y lo lamí entero, el vientre, el pecho, las piernas, la verga , las pelotas. Trataba de saciar mi sed de sexo chupándoselo y perdiendo el control de mi me bajé el vestido para pasar su pico por mis tetas, mi cuello y mi cara.
Me vas a matar, ya espera llegamos, para pueden vernos en tu casa, para hum, para que haces ponte el vestido, uf estas de comerte, vamos nos de aquí, cuando me vas dejar que te coja. Amor hoy
Sin preocuparme del vestido me bajé y desnuda lo invite a entrar, corrió tapándose y se metió. Y tu mamá, no está, hoy puedes cojerme toda la noche.
Nos tiramos en el sofá y sin preámbulo me lo metió hasta el fondo, quise gritar pero se me ahogo el grito y luego de un gran dolor empecé a sentir placer. Lo abrace con las piernas y los brazas y mi boca abierta recibía su lengua diabólica cuando no me estaba recorriendo el cuello, las tetas y todo lo que tenia a su alcance.
Como pude alcance su culo que estaba empapado. Con las piernas abiertas mire como me cogía y me reventó el calor al verme penetrada una y otra vez.
En medio de la locura y mientras jadeaba le dije que si quería acabar lo hiciera que yo había tomado pastillas. Yo estaba en el cielo, nunca imaginé sentir un placer igual, ninguna de la veces que me había masturbado pude lograr la sensación que estaba sintiendo al recibir dentro de mi las embestidas de su verga, nunca imaginé el placer de tener su cuerpo desnudo sobre el mío, nunca imaginé lo caliente que me podía hacer sentir escuchar nuestros jedeos y la fricción de su pico entrando y saliendo de mi vagina, nunca pensé la cantidad de fluidos que podía producir por gozar de esta cojida.
Así acabamos por primera vez gritando como locos, sin parar seguimos, cambiando de posiciones diez mil veces, buscando rincones del cuerpo que no hubiéramos explorado y colocando todo nuestro esfuerzo por mantener el clímax. Sólo nos detuvimos con el amanecer, sin despegarnos el uno del otro nos quedamos dormidos, desnudos, sudorosos, extasiados. Dormimos unas horas y como a las diez nos levantamos. El sofá en el que habíamos estado era un desastre lleno de todo, sudor, semen y sangre.
Me bañé, se bañó, nos vestimos y no cruzamos palabra, en silencio nos sentamos en la cocina, evidentemente ninguno encontraba palabras para describir lo que había pasado, por más que pensaba todo quedaba corto para describir el placer que sentí al coger con él, ni mis mejores sueños igualaban el dulce sabor que tenía en la boca.
Mientras preparaba una tasa de té me dijo que le encantaría guardar este instante en el tiempo, que es un recuerdo que no se puede dejar perdido y me propuso grabarme. No respondí solo sonreí. Subió a mi cuarto y trajo una cámara de video y desde el asiendo de l comedor prendió la grabadora.
Quisiera verte desnuda preparando desayuno. Sin pensarlo lo hice y le dije que el tb lo hiciera. Dime que te encanta el pico, que eres una putita, que te tragas todo el semen, que lo haría todo los días, que gustas de vergas grandes, que tu concha puede recibir a cualquiera. Una tras otra repetía lo que me pedía, poniéndome cada vez más caliente sobre todo al ver que su pico poco a poco tb mostraba la calentura que sentía. Nunca tomamos desayuno, en la cocina lo hicimos otra vez, dándole la espalda y sin dejar de grabar me la metió hasta que reventó mi concha con semen, al momento de despegar mis tetas de la mesa de diario unas gotas de fluidos me bajaron por las piernas hasta mojar el piso.
Sin pensar lo que hacía y para demostrar el amor que le tenía me arrodille frente a él y le chupe otra vez su pico, él que estaba totalmente empapado y revuelto entre semen y jugos, el que perdía un poco de rigidez, pero que me había hecho sentir como una hembra en celo.
Dormimos y luego cogimos en mi cuarto, dormimos y luego cogimos en la piscina, dormimos y cogimos en el baño, lavamos los sillones y cogimos otra vez sobre ellos, dormimos y cogimos otra vez, nos vestimos y llego mamá.
No se como pero mi mama me vio y supo que ya no era la misma de antes. El se fue lo más rápido que pudo y mi mamá trato de darme una charla sobre el sexo pero ya era muy tarde.
Luego de eso no paramos más, cogimos todos los días donde podíamos, mi casa, la suya, motel las menos de las veces, su auto, cualquier casa conocida, en algún lugar oscuro y cada vez que lo veía insinuar perder interés en mi le daba un poco mas.
Donde me lo pedía me entregaba sin importar quien mirara, a la escuela iba casi nunca, empecé a igualarlo en el consumo de alcohol y droga para no parecer mojigata, para complacerlo no use mas ropa interior, era normal tener ojos sobre mis tetas o mi concha marcada por mi desnudez eso le gustaba, me tocaba cuando quería al punto de en ocasiones avergonzarme en público.
Cuando perdía el control violentamente me hurgaba la concha y yo lo dejaba, delante de nuestros amigos se jactaba mira que culo tiene esta zorrita y me levantaba lo que tuviera para palmotearme el trasero bordeando el limite de mi dignidad. Se mofaba de cómo me cogía, de cuantas veces lo hacíamos, de lo caliente que era yo, que era una verdadera putita, que me había conocido como una dama y ahora era una maraca.
En la intimidad su sexo empezó a ser abusivo pero yo lo dejaba por tenerlo, le gustaba verme tragar su semen al limite que a veces solo se masturbaba para acabar en mi boca y luego seguía haciendo lo suyo, si cogíamos le gustaba que se la mamara antes y después de coger con todo el semen y los jugos que tuviera su verga.
Un día me invito a un show especial, en un antro de mala muerte se junto gente muy rara y se practicó el sexo en vivo, una pareja en un escenario que giraba se pusieron a coger enseñando todo, no puedo negar que después del shock empezó a gustarme y a provocarme. Cuando la pareja termino entro otra chica e invito a alguien del publico él estuvo a punto de ir pero otro tipo se le adelanto. La chica termino teniendo sexo anal con el invitado que no dudo en tirarsela. La escena lo descontroló me tomó la mano y en un baño asqueroso me desvirgo el culo y lo acepte en silencio, no podía parar.
Eso me lo devolvió un tiempo mas, mi culo fue su juguete por unas semanas, solo pocas veces me cogido por la vagina todo era por el culo tratándome de causarme el mayor dolor posible lo aguante por tenerlo.
Al tiempo caí tan bajo que me dejó por otras chicas mas frescas y no me importaba compartirlo, caí tan bajo que compartía la cama con otras chicas con tal de estar con él.
Como ultimo intento por retenerlo contactamos una cita con la pareja que me había hecho la invitación, nos encontramos en el mismo pub, tardamos en ubicarnos hasta que ella se me acerco y me abrazó. Has cambiado me dijo te ves mas mujer que la otra vez.
Quieres ir a nuestro dpto, esta cerca y es mas acogedor que este lugar, en silencio nos fuimos, entramos, nos sentamos y sin decir nada ella se me abalanzó y me besó y tocó mientras ellos miraban. Mi vestido cayó y quede desnuda con ellos, ella se rió y se desnudó, se recostó sobre mi y por un momento me sentí bien en contacto con sus tetas, no estaba mal hasta que ella se paro y se fue con el mientras su marido con su verga en la mano se acerco a mi. Me tumbo de boca, me levando el culo y puso la punta de su verga a la entrada de mi vagina, yo lo miré a él y grite en silencio que detuviera esto, el me miró pero no me vió. Resignada hundí mi cara en el cojín mientras me calaban una verga. Sin levantar la cabeza aguante que me clavara el culo hasta las bolas, me cogió con violencia chocando su vientre en mi trasero, hasta que el dijo , no puedo mas esta puta es un tempano y está tan abierta que ya no siente nada.
Ese final marcó sentencia, nos fuimos en silencio, me dejó en casa y no me llamo más, no me respondió mas, no me miro mas, no me hablo mas.
Caí en una depresión fuerte, que me calmaba con alcohol y drogas que el me enseñó a consumir, estaba tan mal que la situación con mi mamá se tornó tb insostenible y me fui de la casa, no estuve en ninguna parte por unos días hasta que llegue donde papá, ahí es donde se desenlaza esta historia.
Pero será para otra ocasión...
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