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La Paja y Yo: El Reencuentro con el Colorau (1)

Para aquellos que me leen por primera vez, les cuento que para conocerme mejor y para que conozcan la onda de mis relatos, vean los anteriores, están bajo el nombre de "La Paja y Yo", y luego va el título del relato, no voy a dar mas datos, pero si les interesa saber, lean los anteriores, que también están buenos.

Todos los relatos que envié, son estrictamente verídicos, cuentan mis experiencias de pajas grupales, que tanto me gustan hacer, con un primo y con amigos, solo uno de los relatos es una fantasía, la cual esta basada en una historia real, ya que hace rato que no me pasa nada digno para contar.

El relato que les voy a narrar, también es producto de mi imaginación, ya que con el único con quien mantengo este tipo de pajas en la actualidad, es con el mismo primo de las historias anteriores, quien vino un par de veces a casa a ver porno y hacernos pajas, pero no tiene sentido que se los cuente, ya que fueron bastante simples, cortos y aburridos, según mi experiencia.

Uno de las historias de las que escribí que mas me gustó, fue el que se llama "La Paja y Yo: con el Colorau", fue el tercer relato que escribí (totalmente verídico), sinceramente, una experiencia de mi adolescencia y de pajas grupales, que más me excitan recordar, ya que tiene los ingredientes que me gustan tanto en las historias que comúnmente busco para leer: adolescentes de 14 o 15 años que debido a la calentura típica de a esa edad, hacemos cosas que porai no haríamos comúnmente y eso me excita un montón. Entonces, para evocar este relato y calentarme un poco al escribirlo, decidí inventar esta historia de un reencuentro entre el Colorau y yo. Espero que les guste...

Como les dije anteriormente, es una de las historias de mi vida que siempre recuerdo a la hora de pajearme, bueno, siempre y cuando no haya tenido sexo con alguna chica u otro encuentro de pajas con mi primo, pero la verdad que siempre que me acuerdo de esta experiencia y mi polla se pone dura. En el relato, les conté que nos hicimos una paja con mi amigo el Colorau en un lugar de veraneo en las montañas, donde la gente que vacaciona allí, solo va durante el mes de enero, en febrero quedan tan solo los que no tienen nada que hacer en la ciudad, entre ellos mis padres, jejejeje. en el transcurso de este mes, decidí viajar un fin de semana para despejarme del ritmo de la ciudad, también, porque durante mi estadía allí anteriormente (en el mes de enero), en vez de descansar, había salido y bebido demasiado, alguna que otra chica me hizo pasar un buen rato, pero de descanso físico nada; al volver a la ciudad, comenzó el stress del trabajo y mas joda (diversión), por lo que decidí volver un fin de semana a la paz de los días de febrero que brinda este tan amado lugar.

Llegué el día viernes, y como siempre hago al llegar, salgo a dar una caminata para ver quien quedó y para aspirar el puro aire de la montaña. En eso que iba lo mas pancho caminando, me lo cruzo a este chico, con el que había tenido aquella experiencia en mi adolescencia, y la verdad que no podía evitar acordarme de su power polla de 20 cm., no podía evitar sentir curiosidad si le había crecido mas o si seguía igual de doblada y pecosa como la había conocido (debo aclarar, que desde aquella vez, a los 15 años, dejamos de ser amigos con el Colorau, siempre que nos cruzamos, nos saludábamos correctamente, pero no somos amigos). Pero en este lugar mágico, es común, que a medida que la gente se vuelve a la ciudad, los que van quedando se juntan entre si, aunque no sean tan amigos; por este motivo, lo saludé y nos quedamos conversando un buen rato, de la vida, de nuestras cosas, etc. Yo siempre tuve la sensación de que el Colorau se había vuelto puto (gay), que se yo... una sensación nomás, porque nunca vi nada que lo corrobore; la cuestión es que nos pusimos a charlar y la verdad que la charla se puso entretenida, por lo que quedamos en vernos al día siguiente para hacer algo juntos, porque a pesar de el querer relajarme y descansar, mucho tiempo en soledad a mi me puede llegar a matar. Esa noche yo me fui a dormir tempranito, la verdad que las noches son bien silenciosas y si a eso le sumamos la flor de paja que me hice, dormí como un angelito.

Al día siguiente el clima estaba espectacular, después de comer, salí afuera y el Colorau me esperaba en la puerta de su casa (vive al frente, en diagonal de la mía), le propuse ir al río a bañarnos un rato. Para ese entonces, yo ni tenía en mente las dotes del Colorau, ni nada referido al sexo, por lo que la primera parte de la tarde transcurrió tranquila. Una vez en el río, como siempre hacemos, nos damos un chapuzón y salimos a reposar en las piedras calentitas, ya que al ser ríos de montañas, traer aguas de deshielo y son bastante fríos. Nos tiramos en unas piedras a tomar sol, yo me encontraba panza abajo, desde mi posición, podía observar al Colorau que estaba, boca arriba en una piedra mas abajo que yo, la maya (traje de baño), al estar mojada, se le pegaba bastante al cuerpo y dejaba ver su GRAAAN bulto, yo comencé a recordar aquella paja que hicimos y decidí comenzar a hablar del tema.

Yo: - che Colorau, ¿te acordás aquella vez que tu primo jodía con que tenías la pija grande? Jajaja... y vos nos la mostraste a todos en la canchita.

El se avergonzó un poco, pero en su cara se pinto una sonrisa, y a asintió con la cabeza.

Yo: - ¿...y te acordás que después me la mostraste y nos terminamos haciendo una paja? Jajajaja – que loco... que pajeros, ¿no?... jajajajjaaj

Él se incorporó como dispuesto a seguir hablando del tema, y volvió a largar una risa, diciendo que si. Yo, ya que estaba en el tema, aproveché para hacer algunas preguntas:

Yo: - che... ¿y que tal? la debemos usar bastante... ¿no?

Colo: - mas o menos... – contesto con algo de timidez.

Yo: - che y... ¿que es lo mas loco que hiciste? Imagino que con esas proporciones, no pasas desapercibido.

Colo: - jajajaj, no, la verdad que no, pero no creas que hice muchas cosas... – en ese momento dudó un poco, y dijo – es mas... lo mas loco que hice... mmmh...

Yo: - ¿que fue?, contame... – a mi me encantan las historias locas, jajaja.

Colo: - es que me da vergüenza contarte...

Yo: - ¡boludo! – exclamé - no te hagas drama, de acá no sale, te lo prometo... así como nunca conté a nadie esa paja que nos hicimos... jejeje – y le hice una guiñada de ojos – si queres yo después te cuento algo loco que hice... ¿queres?.

Colo: - mmm... bueno... te cuento... a veces me la chupo yo solo... – lo largó así como si nada y quedo medio avergonzado.

Yo: - jajajajjaja, ¡¡¡bueeeniiisiiimooo!!!– exclamé. – ¡¿sabes las veces que intenté hacer eso?!... jajajaja pero no llego, yo soy normalito, tirando a chico... jajajjaja

Colo: - jajajajajaj, yo no me acuerdo que sea tan "tirando a chico"... jajajaja – lo dijo ya mas confiado, sin tanta timidez en su cara.

Yo: - che... ¿y te animas a mostrarme como lo haces?, siempre sentí mucha curiosidad por ver como lo hacen los que pueden... – me animé y le propuse, la verdad que el momento me había puesto la polla a full, y noté que el Colorau también estaba como calenchu, aunque de la forma que estaba sentado, no se le podía ver bien.

Colo: - Naaa... me da vergüenza que vos me estés mirando...

Yo: - te propongo algo, si queres, yo intento también... jajajaj, ...aunque de seguro que no llego.

El Colorau se quedo pensando unos segundo y al final accedió, en ese momento mi corazón latía como un motor y mi pija no dudó en ponerse del todo dura.

Yo: - pelemos los dos al mismo tiempo, ¿queres?, cuando yo diga tres... – al decir esto me sentía como un pendejo pajero, pero bueno, al fin y al cabo, ¡lo era!

Nos paramos, a ambos se nos notaban la erección que portábamos, obvio que a él mucho mas que a mí, yo baje hacia donde estaba, ya que desde ese lugar, no nos podían ver en ninguna dirección; todavía tímidos por la situación, esperé un momento para contar hasta tres, pero al fin lo hice y... WAW apareció semejante polla, como me la acordaba, seguramente había crecido más, pero como yo también lo había hecho, me parecía casi igual que aquella vez; era rosada, curvada hacia la derecha, el bello púvico colorado, seguía siendo bastante lampiño, y la verdad que era impresionante, uno en las pornos ve pollas gigantes, pero verla en vivo y en directo es muy raro... eso que todavía no estaba erecta del todo. La mía, corta pero gruesa (16x5cm), estaba parada del todo, comencé a manosearla.

 

Yo: - jjajaja – lance una risa medio nerviosa, y dije: – Hijo de puta, si que la tenés grande... pobrecita la mía, parece un chicito...

Colo: - jjajajaj – la misma risa nerviosa lanzó él – pero la tuya esta bien, es gruesa – (tengamos en cuenta que el chavón la tiene bieeen larga, pero en proporción a su largo, no es taaan gruesa, creo que está bien).

Yo: - ¿y así esta parada del todo? – pregunté.

Colo: - no, le falta un poco, para que se ponga dura, dura, tengo que estar muy caliente.

Yo: - bueee... para llenar de sangre todo eso, se te va a chupar el resto del cuerpo... jejejej, esa es una de las grandes ventajas de no tenerla tan larga, ¡¡¡SIEMPRE LA TENGO DURA!!! Jjajajajajaja – nos reímos los dos, entonces le dije: – bueno... probemos de chuparla... – y aclaré - ...cada uno a la suya, ¡¡obvio!! Jajajaj – cuando yo dije eso, puso una cara de sorpresa, pero cuando hice la pertinente aclaración, también soltó una carcajada.

Nos acomodamos acostados sobre la piedra, uno al lado del otro, mientras que yo parecía una tortuga dada vuelta, sin poder lograr nada, él levantó las piernas hacia arriba, apoyando el peso sobre su espalda, se metió la cabeza de su pingo en la boca, no tuvo inconveniente alguno, ya que así, a media hasta como estaba, se podía meter la cabeza entera en la boca sin problemas y sin estirarla. Mientras tanto yo, que había abortado la misión por razones obvias (tantas veces había intentado hacerlo, pero las proporciones no me ayudaban para nada), observaba el espectáculo sentado frente a él y masturbándome.

El show duró poco, debido a la incomodidad de la posición y la dureza de la piedra, él ser incorporó, quedando sentado frente a mí, yo en ese momento solté mi pija para echar un aplauso, y le dije: - che, no nos vamos a quedar así, ¿verdad?, terminemos la paja... ¿si?. Entonces él, asintiendo con la cabeza, comenzó a pajearse, se pajeaba la cabeza con movimientos cortos y cada dos o tres de esos movimiento, se la recorría entera con su mano; yo lo miraba y también me la jalaba, despacito, ya que debido a mi calentura podía terminar en cualquier momento. Aunque suene medio maricón lo que voy a decir (pero al fin de cuenta esto es una fantasía), yo lo miraba, deseaba agarrarsela para sentir como era tener otra pija en mi mano y sobre todo, una de esas dimensiones, él se la jalaba suave, sin apuro, yo trataba de seguirle el ritmo, pero estaba que volaba, por lo que le pregunté si le faltaba mucho, él contestó que si, entonces yo le dije, si como podía ayudarlo, porque yo estaba que volaba, él dijo que no sabía. Seguimos pajeandonos, hasta que no aguanté mas y avisé que iba a acabar, como estábamos en un lugar donde no importaba donde caía la leche, me acosté sobre la piedra boca arriba y comencé a tirar borbotones de leche, hasta yo me impresioné de lo alto que salían, el Colorau miraba entre caliente e impresionado, las gotas de mi leche, cayeron en mi panza, en mi pecho y en la piedra, por una lanita no le pegaron a él. Quedé tirado en la piedra un rato, notaba que el Colorau se había dejado de pajear y le dije:

Yo: - que buena paja, hacia rato que no tiraba tanta leche... jajaja – me di cuenta que él no había acabado, y agregué – hey... vos no vas a quedar así... ¿no vas a acabar?

Colo: - es que yo soy mas lento, y me da cosa seguir solo, seguro que cuando llegue a mi casa la termino en el allá...

Yo: que me sentía algo culpable, le dije – ¡noo!, ¡boludo!, en serio... ¿como te puedo ayudar...? no me gusta que te quedes así, es horrible quedarse con las ganas – y acoté, a modo de chiste – encima que la lograste parar del todo... jajaja.

Colo: - mmm... no se... no lo tomes a mal...

Cuando el Colorau dijo eso, yo me asusté, no había reparado en la posibilidad de que me quiera meter semejante pija, y la verdad que no me gustaba para nada la idea, ahí volvieron a mi cabeza la idea de que podría ser puto, la verdad, que me aterroricé y me arrepentí de lo que había dicho, pero al final me dijo:

Colo: - ¿porque no la cruzamos?, si vos te animás... obvio... – lo dijo con mucha timidez y vergüenza.

Yo me quedé cayado, ya que me sorprendió con la propuesta, era algo que siempre había querido hacer, de echo, lo había estado deseando minutos antes, pero la verdad que cuando lo dijo me chocó un poco, porai si no habría acabado ya, lo hubiera visto como una posibilidad, pero era muy rara la situación, aparte, cuando le dije de que "como podía ayudarlo", la verdad que no se me ocurrió el modo, solo me salió. Pero debía dar una respuesta.

Yo: - mira, la verdad que prefiero que no, sorry – en ese momento, la situación estaba super incómoda.

Colo: - no te hagas problema, mejor lo dejemos así, después termino solo en casa.

Yo: - si, mejor, aparte ya me esta haciendo frío... mejor vamos, si?.

De esta forma, nos pusimos nuestras ropas, y nos fuimos cada uno a su casa. El viaje transcurrió en silencio. Cuando llegamos, nos despedimos y cada uno fue a su hogar.

CONTINUARÁ...

Datos del Relato
  • Categoría: Masturbación
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  • Lecturas: 2014
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