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Capitulo Catorce
-Dale que nadie nos ve… mmmm… ¿ves? Ya tenes la verga mas que dura tontito
-Bueno…
-Hace una semana no te veía tontin, te escondías de mi? ¿Acaso no te gusta este cuerpito?
-Mira que sos una puta con todas las letras eh, no hay anda que hacerle…- Dije a Luciana. Estaba arrodillada ante mí, aferrando mi verga con su mano y mirándome fijamente. Situados en el estacionamiento de un boliche al que fui con unos amigos. Ella al verme ahí sin más me agarro de la mano y me arrastro. Y no hay mucho más que decir… antes de que pudiera hacer algo que la tenia entre mis piernas sacando mi verga…
-Me encanta cuando la tenes así dura tontin…- Me hacia gemir la muy puta. Me la chupaba con fuerza, rápido. Estaba recostado contra una pared, ambos ocultos en la oscuridad entre los autos. ¿Qué podía hacer? Al verla así en el boliche, con una minifalda tan corta y trasparente que dejaba poco de su hermoso y enorme culo a la vista. Una remerita con un tremendo escote que hacia estallar sus tremendas tetas, una botas de caña alta, maquillaje bien de pornstar… no podía hacer nada, de verla me empalme…
-Vos te lo buscaste- Dije más que caliente. La agarre de la cintura y la di vuelta contra la pared bruscamente. Baje su tanga y sin ninguna ternura pase mis dedos por su conchita. Estaba toda mojada ya. Pero no se la iba a llevar tan fácil. Moje mis dedos en sus fluidos y embardune su ano. Apoye la punta de mi verga mientras hacia presión con mi cuerpo, dejándola atrapada. Ella solo reía. Clave mi verga de un solo estocón hasta los huevos.
-Aaaahhhyyy si forro! Clávamela en el culo!- Grito. ¿Tenia ganas de gritar? Comencé a bombear aforrándome a sus tetas. Las saque afuera de la remera por el escote. No había nada que hacerle, los pechos grandes eran mi obsesión, y Luciana tenia de los mas grandes que vi en mi vida. Se los estruje mientras mi verga entraba y salía de su culo.
-Así putitoo… Asiii… más fuerte, no podes más fuerte forrito… Más fuerte!!- jadeaba ella fuera de si. Dios… la estaba culeando con toda la furia y ella pedía mas. La culeava violento, aplastándola contra la pared, no tenía piedad… y Luciana lo gozaba como nunca. Acabe dentro de su culo ya sin poder aguantarme. Lance chorros de semen dentro de su recto sin parar. Apreté sus tetas con fuerza. Luciana Lanzo un grito que hizo eco en el estacionamiento.
-Huuuuff dioss… mmmmm… me hiciste acabar tres veces tontito- me dijo acomodándose su caballera rubia. Yo estaba agitado sin decirle nada.
-Después hablamos, la pase lindo, besitos- Me dijo y salio caminando como si nada hubiera pasado.
Me fui del boliche sin más. Aunque aun me quedaban ganas de meterle un par de polvos a Luciana, era mejor irse. Ella tenia razón, la estaba evitando. Hacia una semana que evitaba todo encuentro con Luciana o Jazmín, incluso con Jesse. Desde su cumpleaños, tenia un terror atroz de que Jazmín supiera de las fotos.
Había dejado pasar unos días por las dudas, metiendo excusas sobre trabajo y estudio. Pero jazmín tampoco había dado señales de saber de ellas. Me llamo dos veces en la semana y también decía que tenía mucho que estudiar.
“Te extraño…” era mensajitos como ese los que me mandaba Jesse al celular. Esos mensajitos me llenaban de vida. No se como había aguantado en no ir a su colegio. Pero le había dicho que el lunes le iba dar su regalo de cumpleaños. Jazmín no me había dicho nada, así que pensé que no sabía nada de las fotos. Aunque creo que esa era una mera excusa que me ponía para ver a Jesse.
Por suerte ese domingo no tuve noticias de nadie hasta la noche. Me la pase poniéndome al día con el trabajo y cosas. Esta relación con las 3 hermanas me estaba consumiendo en vida.
“No me aguanto hasta mañana, jiji” Me mando Jesse un msj alrededor de las 10 pm. Me encantaba su “jijiji” al final de los mensajes, era muy tierno. Sin falta, ella todas las noches me decía por msj “me voy a dormir, tkm… besitos”. Era un amor… me la imaginaba así, tan linda durmiendo con su pijama que resaltaba todos su tremendo.. Dios… no podía dejar de pensar en ella! Y al fin llego ese lunes.
Me sentí un chico de 15 años mientras caminaba hacia el colegio de Jesse. Sentía cosas en el estomago y algo de nervios. Espere a unas cuadras de allí por 20 minutos que me parecieron días enteros. Hasta que vi a Jesse doblar la esquina. Me quede mirándola embobado. Si había algo que me obsesionaba más que los pechos grandes eran los uniformes de colegiala. Y si había algo que me obsesionaba aun más que eso era Jesse…. Que cumplía todo. Mi angelito estaba un poco más alta (aunque seguía siendo bajita) pero su cuerpo era más atlético. Si cinturita se había afinado y sus piernas tenían ya una forma increíble, perfecta. Aunque aun trababa de ocultar su tremendo cuerpo bajo ropas unos talles más grandes, no eran tan amplias como antes. Ver sus piernas moverse bajo su faldita era algo que dejaba embobado a cualquiera… y ni hablar de mirar su pecho y ver como sus grandes senos se abultaban bajo la camisa con la corbatita cayendo entre ellas.
Jesse me vio y sonrío. Me atonto aun más eso. Supe que jamás perdería esos rasgos de su cara. Una carita dulce y tierna, con grandes ojos azules. Tenía el pelo con dos trencitas cayendo sobre sus hombros y un flequillo en la frente. Un nuevo corte de pelo que le sentaba genial. Cuando llego hasta mi me pare del banco y ella sin mas me abrazo. Hundió su cabeza en mi pecho y se aferro a mi con fuerza.
-Te extrañe…- Me dijo. Levanto la cabeza y me encontré con su mirada, de esas miradas que hacen que los hombres hagan cualquier cosa por esa chica. No me importo que nos vieran, la bese con dulzura. Sentí electricidad al tocar sus labios. Jesse levanto un piecito al besarme. Fue un beso perfecto.
Caminamos una al lado del otro en silencio durante algunas cuadras. Yo tenía las manos en los bolsillos y Jesse en un momento tomo mi brazo y se pego a mí. Éramos toda una pareja de enamorados paseando. Caminamos por el centro hasta llegar al complejo de cines casi sin hablar. Lo extraño y a su vez muy reconfortable era que no me sentía para nada incomodo estando en silencio con ella.
-¿Y que película quiere ver la princesa? – Jesse ya no se sonrojaba (mucho) cuando la piropeaba. Solo me miraba con una amplia sonrisa. Se ponía el dedo en la boca y miraba la cartelera de cine, pensando cual elegir. Podría haberme pasado horas mirándola hacer eso.
-Esta, dicen que es linda- Me dijo señalando la película “amor y prejuicio”. Compre las entradas y un tarro de pochocho y gaseosa. Jesse no dejaba de sonreír, si fuera menos tímida estaría saltando de aquí para allá seguramente. Yo la miraba sin parar, casi no podía quitar los ojos de ella. Era mi colegiala y deseaba que nunca creciera, que se quedara así para siempre.
Una ves que entramos a la sala, note que estaba vacía. Solo entraron una pareja que se sentó en medio de la sala y un señor de unos 60 años dos filas debajo de nosotros, pero lejos a un costado. Yo lleve a Jesse a la última fila, al medio. Tener a Jesse sentada a mi lado de nuevo me hacia sentir los pies en el aire. Se acurrucaba en el asiento recostándose en mi hombro. Y comía pochocho de a uno y muy despacio. Yo la miraba y la miraba.
-Ay… ¿que me miras tanto?- me pregunto riendo.
-Que sos lo más hermoso que vi en mi vida, me quedaría mirándote así siempre- le dije y ella se quedo mirándome a los ojos, largando un profundo suspiro. Me acerque a ella y la bese suavemente. Me enloquecía sentir esos labios carnosos y tiernos. Jesse sabía a caramelo. Comencé a sentir calor… mucho calor. Besar a Jesse me enloquecía. Pero no quería ser siempre el depravado sexual que terminaba empomándola en cualquier logar. Esta era una salida romántica que le había prometido. Y también me había prometido a mi mismo ser un caballero con ella.
-Ahí comienza la peli- Le dije cuando las luces se apagaron. Jesse se acomodo y la rodee con mis brazos. Tenia que controlarme. Pero la película, a pesar de ser una buena película, me aburría. Así que cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, comencé a mirar a Jesse de nuevo. Ella estaba muy compenetrada con la película. Mire sus piernas… cada día que pasaba Jesse tenia mejor forma, estaba mas atlética. Mire sus pechos, era increíble, pero estaban más grandes. El los dos enormes bultos que se armaban bajo la camisa eran cada vez mas evidentes…. Me volvió loco ver sus pechos… hacia días no los tocaba… mi verga comenzó a palpitar dentro de mi pantalón. Quite mi mirada de sus pechos… observe su cara, Jesse bebía gaseosa del sorbete. Era excitante verla… parecía que estaba mamando mi… dios, no podía dejar de calentarme mirándola. Mirara hacia donde la mirara, todo en ella me hacia subir la temperatura, mi verga se endurecía… mi mente se perdía… mi brazo que la rodeaba por sus hombros se movió un poco… lentamente baje mi mano hasta su pecho y comencé a acariciarlo.
-Ay basta…- Susurro Jesse riendo contenida. Le gustaba, y eso me ponía aun mas loco de deseo. Era un juego para ella.
-Solo un poquito…- Le susurre al oído y apreté su teta con mi mano. Jesse pego un respingo. Comencé a hacer círculos con mi dedo donde estaba su pezón.. Este se endureció y se notaba através de la tela.
-Ay nos van a ver…- Me dijo riendo mirándome. Cuando volteo su carita hacia mi sus labios se encontraron con los míos. Ya no fue un beso suave, sino que la bese con pasión, la atraje hacia mi y comencé a besarla moviendo nuestras lenguas. Jesse se perdía… sabia que eso la perdía… La tome de la cintura con una mano mientras con la otra masajeaba sus tetas por encima de la camisa. Comencé a besar su cuello, Jesse respiraba más fuerte.
-Nos pueden ver… me decía con su vocecita entrecortada…-
-Estamos en la oscuridad, nadie nos ve..- le aseguraba yo sin dejar de besarla. Jesse iba a decir algo, pero mi mano se metió entre sus piernas apretando. Ella hundía su cabeza en mi pecho suspirando fuerte. Corrí hacia arriba el apoyabrazos que molestaba. Tome de las piernas a Jesse y las subí arriba de las mías. Ella tímidamente me abrazaba. Mi mano hurgueteada entre sus piernas y se metía bajo su pollera. Mi lengua jugaba con la suya. Corrí hacia un lado su bombacha de algodón y comencé a frotar su clítoris. Jesse apoyo su cabeza en mi pecho y se aferro a mi remera con sus manos. Mis dedos se movían rápido en su conchita. Jesse me mordía la remera y movía sus caderas instintivamente.
-Mmmmmmmm…- Se la sentía jadear contenida. Mientras uno de mis dedos frotaba su clítoris, otro entra y salía. Jesse ya estaba pérdida, súper excitada, fuera de si. Acaricie sus cabellos al sentir que temblaba. Que me calvaba as uñas. Que me mordía el pecho. Estaba acabando en mi mano.
-Huummmmmmmm…. –Jadeo largamente y quedo quita. Respiraba fuerte agitada. Me miro y estaba toda colorada. La bese de nuevo y ella me beso… Mientras lo hacia baje el cierre de mi pantalón y dirigí una de sus manos ahí. Jesse se puso nerviosa. Pero tenia esa sonrisita picara que me encantaba. Miro hacia todos lados.
-Nadie nos ve princesa…- Le susurre al oído. Sentía su manita entrar en mi pantalón y agarrar mi verga. Me sentía en el paraíso. Jesse aprendía… y no tardo mucho en sacar mi verga afuera. Se reía sola con la boca cerrada mirando mi verga. La apretaba con su mano y miraba a su alrededor a ver si alguien nos veía. Yo besaba su cuello y eso la encendía… su manita comenzó a moverse de arriba hacia abajo masturbándome. Se sentía de lujo… me recosté para estar cómodo y gozar de la paja. Pero Jesse se separo de mi, miro de nuevo hacia todos lados, y luego riendo se arrodillo en el suelo y sin mas se pego un lametón a mi verga. Dios, mi colegiaba si que aprendía! Ese lametón me hizo sentir una descarga eléctrica. Lamió varias veces haciéndome gozar de una manera que solo Jesse podía hacer. Luego se la fue metiendo en la boca… sentía la calidez de sus labios rodeando mi verga y su lengua moverse… La deje hacer lo que quisiera…. Me mamaba la verga despacio, disfrutándola, como si hace mucho no saboreara ese caramelo.
Mientras ella seguía en eso, note que el viejo de 60 años que estaba lejos de nosotros nos miraba. Lo sabía por el reflejo de los anteojos que llevaba. Y tan poco me importaba todo que el viejo se levanto y camino hacia nosotros. Se sentó a unos 4 asientos de nosotros y nos miraba fijamente… miraba a Jesse mamar mi verga. Me excitaba mal tener a ese viejo que ni en sueños podría tener a una chica como Jesse mamándole la verga. Me sentía poderoso. Antes de que Jesse se diera cuenta la saque de mi verga y la atraje hacia mi besándola. Le fui sentando sobre mí quedando frente a frente. Corrí su bombachita hacia un costado y coloco mi verga en la entrada de su vagina. Jesse me miraba fijamente y no dejo de hacerlo cuando la fui bajando hasta ensartarle toda mi verga.
-Huuufff…mmmm…- Bufaba ella contendiendo todo gemido. Me abrazaba fuerte. La tome de los cachetes del culo y la subí un poco… para luego dejarla caer. Cada vez mas rápido, la hacia subir casi hasta sacarle toda mi verga y se la volvía a enterrar. Jesse tenía su cabeza apoyada en mi pecho y no se daba cuenta del viejo. Este, cuando lo mire, tenia su verga afuera del pantalón y se la masajeaba. El viejito al tenia totalmente dura! Tenia la miraba clavada en la penetración. Si yo fuera el viejo y viera a esa tremenda colegiala clavarse una verga en medio de un cine, también estaría así de erecto.
-Mmmm!..mmm!!!!!!!...- Comencé a subir a Jesse y a bajarla tan rápido que comenzó a clavarme las uñas de nuevo en mi espalda. Ella tenia sus rodillas alrededor de mi prácticamente saltaba sobre mi verga. Temblaba de nuevo en otro orgasmo... y mientras lo hacia, aproveche para darla vuelta, Jesse se dejaba manejar como yo quisiera… La puse de espalda a mí y la senté de nuevo.
-Por ahí n…- intento decir al sentir que acomode mi verga en la entrada de su culito. Pero mi verga estaba lubricada con sus jugos y con un poco de fuerza la fue penetrando. Ella se recostó sobre mí y aproveché para abrazarla. Con una mano la agarre de las tetas y las apreté con fuerza. La otra la tenía en su entrepierna y frotaba su vagina. Jesse ya no tenía nada que morder. Así que apretaba los dientes para no hacer ruido.
El viejo miraba con la boca abierta y se ajeaba fuerte. Y respiraba de una manera que parecía que le estaba por dar un ataque al corazón. Yo movía mis caderas bajo Jesse y penetraba su anito sin piedad. Ella se retorcía arriba mío sin saber de donde agarrarse. Le estrujaba las tetas y metía dos dedos en su vagina.
-Mmmmmmmm…- jadeaba mi colegiala. Pero en un momento giro su cabeza hacia un costado y vio al viejo. Jesse no dijo nada, solo se lo quedo mirando. Mi verga seguía entrando y saliendo de su culito. Ella respiraba fuerte. Sus tetas parecían estallar bajo la camisa. Su cuerpito se contorsionaba, comenzaba a temblar en un tercer orgasmo. En ningún momento dejaba de mirar al viejo, de mirar como este se pajeaba con ella.
-Huummmghhhhhhhh- Jadeaba apretando los dientes acabando de nuevo. Pero yo aun no acababa y le iba a dar al viejo el espectáculo de su vida. Baje a Jesse de mi y ella como leyéndome el pensamiento se arrodillo en el suelo. Estaba como mareada. Ella solita agarro mi verga con su mano y comenzó a pajearme. Yo ya casi no aguantaba mas la situación, estaba por acabar. Y cuando Jesse pego un lametón no aguante mas y comencé a acabar a chorros sobre su cara. Jesse abría la boca y dejaba que mi leche la embardune toda. EL viejo se agarra el pecho y también eyaculaba. Apenas si largo unos pocos chorros. Se quedo mirándonos casi súper agitado mientras Jesse relamía mi verga. Mi nena se paso los dedos por la cara y se comía mi leche… era increíble lo sacada que estaba. Pero luego de que termino, me miro a mí, miro al viejo y se puso totalmente roja. Y rápidamente se sentó a mi lado ocultándose del viejo.
-Ya termino la función le dije al viejo- Pero este se acerco unos asientos mas a nosotros y jadeando nos dijo.
-Pago lo que sea por estar con ella, lo que sea, solo digan el numero, la plata no es problema…- Jesse se ocultaba detrás de mi temerosa.
-Tengo que decir que no…- le dije riendo.
-Bueno, se cuando me dicen que no… igual les dejo mi tarjeta, lo que sea por ella..- Nos dijo y me dio su tarjeta. Luego se paro medio tambaleándose y se fue de la sala. Ella lo miro ocultando su carita de ángel en mi brazo. Pero no me hablaba.
La pareja que estaba en el cine ni se dio cuenta de lo sucedido. Cuando salí con Jesse de la sala ella se ocultaba en mi brazo temerosa y avergonzada. Yo la miraba y me reía. Ella me miraba y se reía vergonzosa. Estaba toda colorada y con los pelos revueltos.
-Ay que vergüenza… ese señor…- me dijo Jesse con su vocecita. Yo me reí.
-Ese señor es mi… profesor de historia…- La noticia me cayo como un balde de agua fría. Con razón Jesse estaba tan avergonzada. Para tranquilizarla le dije:
-No te hagas drama princesa, me vas a decir que no la pasaste bien?-Le pregunte. Jesse solo me miro y sonrío. Salimos a la calle y caminamos un rato de la mano. Jesse como si nada hubiera pasado comenzó a contarme cosas del colegio, que tenia muy buenas notas en gimnasia y en dibujo, y que algunos chicos se le acercaban a hablar con ella. Eso me puso un poco celoso a la vez que estaba preocupado por que pasaría con ese profesor que nos vio en el cine…
-Pero jamás les daría importancia.. Son tan inmaduros…- Me dijo. Era verdad, si había algo que tenia en Jesse era la confianza de dejarla hacer lo que quisiera que sabia que siempre me iba a dejar contento.
-Si ese profesor intenta hacerte algo, corres, gritas y llamas a alguien, o me llamas a mi si?- Le dije ya sin aguantarme. Me había quedado preocupado. Y esta vez fue Jesse la que me tranquilizo.
-Esta bien, pero no creo que haga nada…-
Estábamos charlando así cuando al doblar una esquina sentimos una voz.
-Hola la la- Mire hacia atrás y saliendo de un bar estaba Luciana. Nos miro a los dos de arriba abajo son una sonrisa perversa.
-¿Pasándola bien en el cine los tortolitos?- nos dijo mirando su celular.
-La salida al cine que le prometí a Jesse- le dije algo seco.
-Mmmm… bueno, lamento arruinar su velada pero tengo que charlar con mi hermanita. Y ahora es el momento ideal.- Dijo Luciana agarrando de la mano a Jesse y sacándola de mi lado. Jesse me miro y agacho la cabeza. Estaba por tomar de la mano a Jesse y traerla conmigo de nuevo, pero Luciana me dijo que no con la cabeza. Comprendí que ella tenia poder sobre mi y que tenia que ceder ante sus locuras.
-Bueno, voy a dejar que te despidas de tu novio.. Ay perdón si no es tu novio!- Decía Luciana riendo. –Anda y dale un rico beso, dale- y empujo a Jesse hacia mí. Mirando a Luciana, Jesse, que también estaba sumisa ante las órdenes de su hermana, se paro de puntas de pie y me beso.
-Así me gusta! Que lindos se ven!- seguía riendo Luciana. –ahora vamos hermanita, tenemos muchas cosas que hacer!- Dijo y se llevo a Jesse de la mano. Maldición ¿Qué se traía Luciana con Jesse? No podía hacer nada, Luciana sabía todo y tenia miedo de que hablara con Jazmín. Me sentí impotente… con Jesse no… pero no podía hacer nada. Así que arrastrando los pies, me fui a mi casa.
Capitulo Quince
Ya hacia bastante que no veía a Jazmín… todas las señales indicaban que había visto las fotos, otro opción no había. Y desde ese día, Jesse también estaba algo rara. No me enviaba mensajes de texto al celular como siempre lo hacia. Algo estaba pasando y no sabía que era.
…”Estoy dispuesta a hacer todo por amor”… era la ultima frase de un mail que me había mandado Jesse. La frase me daba vueltas por la cabeza. ¿Y si me escapa con ella para nunca más volver? Como en las películas. Al final, solo quería estar con ella… pero también estaba de novio con su hermana, andaba con la otra… soy una basura.
Mire las fotos que Luciana nos había sacado aquella vez. Por dios, si Jazmín vio esto no hay excusa que valga. Era las fotos más pornográficas que vi en mi vida. Y Jesse, mmmm mierda me calenté de solo verlas. No podía evitarlo. Mirando las fotos le dedique una paja increíble… pero mientras lo hacia por mi mente pasaba la imágenes de jazmín, de jazmín con Jesse… las dos conmigo… Luciana, Jesse y jazmín… las tres… estaba obsesionado! Ni siquiera Luciana aparecía en esos días…
Una vez al día le mandaba un msj a Jesse, pero siempre me respondía lo mismo. “Estoy bien, besos”… era muy extraño. Le pregunte si pasaba algo con sus hermanas, o si el viejo profesor del cine había hecho algo, pero Jesse respondía lo mismo. “no pasa nada, estoy bien, besos”. Esas no eran las palabras de mi colegiala, algo feo se estaba por venir. Encima mis tiempos también se habían complicado y no podía pasar a la salida del colegio de Jesse, esa hubiera sido una buena oportunidad de hablar con ella.
Cuando ya no entendí nada, mi teléfono sonó… era jazmín.
-Hola Javier…- Tenia la voz rara. Me trataba bien, pero no como siempre. Pero si había visto las fotos debería estar enojada o algo así.
-Disculpa por la falta de tiempo, veni un rato a casa así nos vemos…- me dijo Jazmín. Estaba rara, pero llegue a la conclusión de que no había visto las fotos. Actuaría de otra forma, las fotos eran escandalosas!. Así que sin más ese día fui a la casa de mi novia. Por las dudas me iba preparando para lo peor, algo me decía que las cosas no andaban bien.
-Hello morocho- Me dijo Luciana cuando me abrió la puerta. La hija de puta tenía puesto tan solo un pequeño top y unos shorts de jeans que apenas si tapaban sus partes íntimas. Pero no, la mire a los ojos y la salude normal, tenia que ir con cuidado.
-Hola Javier- Me saludo Jazmín dándome un pequeño beso en los labios.
-Estoy cocinando, ahí vengo- Dijo y se metió en la cocina. Estaba preciosa, un pantalón de vestir negro y una camisa clarita. Sus cabellos peinas hacia atrás con un rodete. Pero el delantal le daba un toque sexy. Respire profundo, no había visto las fotos.
-Espero que nos divirtamos esta noche- Me dijo Luciana pasando por mi lado sin antes tocar mi bulto. Que hija de puta, jazmín estaba de espaldas a ella, pero Luciana por como la conocía no tendría dramas de hacerlo con jazmín mirando. Me senté en la cocina a observar a jazmín. Luciana quedo en el living mirando tv.
-Y como van las cosas con la Facu- Le pregunte a jazmín que preparaba una salsa.
-Bien, nos dan mucho trabajo- Decía sin darse vuelta. Yo miraba hacia la puerta esperando ver al tercer ángel, a la pequeña princesa. Pero Jesse no aparecía.
-Esta bien la salsa así?- Dijo jazmín dando de probarla con una cuchara. Estaba deliciosa. Jazmín me miro y me dedico una leve sonrisa. Algo el pasaba, estaba rara. Y si no eran las fotos, que podría ser? Me acerque a ella y la abrace por detrás.
-¿Estas bien Jazmín?- Le pregunte cariñoso. Ella quedo silenciosa unos segundos.
-Si, solo tuve muchos dolores de cabeza en estos días, ya se me va a pasar…- Dijo y siguió con la comida. Jazmín era más enérgica, mas activa. Había algo que no me decía. Pero sabia bien que no tenia que presionar, ella contaba las cosas cuando le parecía contarlas.
-Ay… hola Javi.. er… -Escuche esa vocecita que tanto me fascinaba. Me di vuelta y ahí estaba Jesse. Ella me miro y corrió la mirada avergonzada. Note que Jazmín nos miraba de reojo.
-Hola Jesse- Le dije sin acercarme a ella. Estaba increíblemente bonita. Con ropa de entrecasa, un pantalón de jogging, unas pantuflas y una remera rosada… quería ir y abrazarla y comerla, pero me tenia que contener.
-¡Cada día estas mas grande hermanita!- Luciana apareció también en la cocina y abrazo a Jesse por detrás. Le agarro las tetas a Jesse y las apretó riendo. Jesse solo bajo la mirada toda sonrojada. Jazmín que miraba todo corrió la mirada y siguió con la comida.
-Ayuda a Jesse con la mesa Javi, que ya van a llegar mis papas- Dijo Jazmín y Jesse se desprendió de Luciana. Ahora sentía la mirada de las dos hermanas en mi nuca. Luciana se había sentado a cortar pan, jazmín en la cocina. Y Jesse y yo acomodando los platos. Ella me miraba un poco pero bajaba mirada tímida. Yo la miraba y le sonreía. La situación era tensa con las otras dos hermanas mirando.
Pero por suerte eso fue lo máximo que paso en la cena. A los 10 minutos llegaron los padres y la tensión se rompió. Aunque jazmín no dejaba de mirar que hacían Jesse y Luciana. Jesse no me dirigió la palabra, solo me miraba, y Luciana solo se reía viendo todo. La madre que me hablaba sobre cuando me comprometía con jazmín, o el padre haciendo comentarios de cómo estaba creciendo la nena de la casa, Jesse.
-La nena tiene dos cosas que crecen más rápido que ella- Comento Luciana. Jesse casi escupe al juego que estaba tomando y se puso totalmente colorada. Su padre río ampliamente.
-¡Mi nena esta creciendo!- Solo dijo riendo. Yo mire a Jesse, la verdad que si estaba creciendo. A pesar de su baja estatura… había crecido machismo desde que comenzó todo. Era igual de alta que Luciana. Luciana era una enana ya, a su edad media 1,62, al igual que Jesse. Pero Jesse crecería más. La nena de la familia era las más hermosa de las tres sin duda. Y esta destinada a convertirse en una autentica diosa. La gimnasia hacia su cuerpo más atlético, su cintura más delgada… una cola aun mas redonda… sus tetas crecían sin control… las tendría igual o más grandes que Luciana… tuve que parar de pensar en eso porque me estaba empalmando mal.
-Ya es tarde… me voy yendo a casa- Dije ya a las 11 de la noche. Los padres ya dormían. Al final salvo esos detalles, todo había trascurrido con normalidad. Jesse se había metido en su cuarto y Luciana en el suyo. Jazmín me acompaño a la puerta.
-Si tengo tiempo este fin de semana salimos dale- Me dijo dándome un beso. Que raro se comportaba. Me fui caminando lento hacia mi casa. Jazmín no había visto las fotos, pero ya me explicaría que pasaba, seguro era algo con la facultad. Jesse… Luciana le había hecho algo a Jesse, de eso estaba seguro. Estaba muy rara la princesita y eso me preocupaba.
Me senté en un banco a esperar el colectivo. Mientras estaba ahí pensaba en Jesse, que hacia que se comportara de esa manera, tan distante. No se cuanto tiempo pase ahí sentado, pero cuando me di cuenta el colectivo ya estaba ahí y lo deje pasar. Y sin siquiera meditarlo, comencé a caminar de nuevo a la casa de las 3 hermanas.
Ya eran las casi la una de la madrugada. Al llegar estaba la casa a oscuras. Todos debían estar durmiendo. La casa era de dos pisos, bastante grande. La casa no tenia rejas así que camine alrededor de la casa. Ya había hecho esto antes cuando conocía a jazmín. Me metía en las noches a su cuarto sin que nadie se diera cuenta. Mire la ventana de Jazmín… ¿y si me metía a su cuarto? Le daría una buena sorpresa, tal ves una visita arreglaría todo con ella. ¿Pero quería arreglar todo con ella? Unos metros al costado estaba la ventana de Jesse… ahí quería entrar… pero si me descubrían si que se podría todo. No se si fue una excusa barata, pero me prometió que la próxima vez subiría al cuarto de jazmín. Quería ver a Jesse, tenia que verla.
Subí lentamente sin hacer le menor ruido por la enredadera de la pared hasta llegar a su ventana. Por suerte no estaba cerrada. La abrí y con cuidado me metí dentro de la habitación. Ya solo el perfume que impregnaba todo me saco todo miedo y tensión que podía tener. Me quede un rato quieto esperando que mis ojos se acostumbraran a la oscuridad. Solo se escuchaba la respiración de Jesse. Estaba acurrucada en su cama bajo las mantas. Solo se veía su cabeza de cabellos amarillos.
Lentamente me dirigí hacia ella. Sentía la adrenalina de la situación invadirme. Sabía que no estaba actuando en mis cabales. Me saque mis zapatos lentamente observándola. Me senté a su lado en la cama y acaricie sus cabellos. Jesse seguía dormida. No se escuchaba ruido alguno en la casa. Eso me tranquilizaba mas, me hacia sentir que nada ni nadie podría interrumpir este momento. Me deslice bajo las mantas. El calor humano que emitía Jesse me enloquecía. Pase mis manos por su cintura lentamente para no despertarla aun. Arrime mi cuerpo hacia ella, quedamos acostados en cucharita. Sentirla tan cerca mío, acostado con ella…. Bese su cuello despacio. Jesse suspiro. Mis manos se deslizaron por su cuerpo. Acaricie sus pechos por sobre el pijama. Dios… que bien se sentía…. Los apreté un poco… deslice mi otra mano mas abajo… pase por su pancita y la metí bajo la ropa. Mis dedos se metieron entre sus piernas. Pase mi dedo por su rajita por sobre la bombachita. Jesse suspiro más fuerte. Se acomodo dormida y pego su cola en mi bulto… mi verga estaba durísima, todo esto me tenia excitado.
Desabroche mis jeans y saque mi verga afuera… con toda la paciencia del mundo baje el pantalón de su pijama un poco. Su culito redondo, firme quedo ante mí. Baje su bombachita… mmmmm… tenia ganas de penetrarla ya, pero debía esperar…
Aforrándola contra mí comencé a acariciar todo su cuerpo. Jesse no despertaba, respiraba más fuerte. Mis dedos se deslizaron bajo su bombachita y acariciaron su clítoris. Jesse suspiro largamente. Mis labios besaban su cuello y mi otra mano se metía bajo su pijama y se aferraba a sus enormes tetas. Sin que guié mi verga ni nada, esta sola se fue metiendo entre los cachetes de la cola de mi pequeña. Estaba perdido en un mundo de placer. Mis caderas empujaban, sentía que mi glande se abría paso por su agujerito trasero. Jesse comenzó a jadear cada vez mas fuerte despertando. MI verga se metía lentamente en su culito sin piedad. No se si Jesse estaba despierta o no, solo la vi aferrar sus manos a la sabana y morder la almohada.
-Otra vez… Lu… -Susurro Jesse pero no le di importancia. Mi verga ahora comenzaba a salir, luego la volvía a meter. Jesse se dejaba hacer, comencé a besar su oreja. Jesse volteo su cara hacia atrás y me vio.
-Sos… mmm.. Javi… sos…- La bese con pasión comenzando a culearla mas fuerte. Jesse me besaba con lujuria. Después de un buen rato de estar así en cucharita culeándola, la di vuelta. Los ojitos de Jesse brillaban en la oscuridad. No decía nada. Pero notaba que sonreía. Agarre sus piernas y las abrí. Jesse no decía nada, y las piernas no oponían resistencia. Estaba como idiota mirándola cuando me di cuenta que las piernas de Jesse estaban completamente abiertas, formando una letra T al revés. ¡Dios! ¡No sabia que tenía tanto estiramiento! Jesse al ver mi cara de asombro rió picaramente.
-¿Desde cuando sos una contorsionista de circo?- Le susurre besándola.
-Te dije que era buena en gimnasia…- Me dijo ella riendo.
Acomodo sus piernas juntas y las coloque sobre mis hombros. Jugué con mi verga pasándola por su conchita o por su anito. Jesse jadeaba divertida, pero se notaban sus ganas de que la penetre. Recostándome sobre ella, agarre sus tetas con mis manos. La imagen era increíble, sus tremendas tetas tapaban la parte de debajo de su cara.
-¿Dónde te gusta mas? ¿Acá?- Le dije pasando mi verga por su rajita.
-¿O acá?- Pasando mi Verga por su anito. Jesse movió la cabeza diciendo que si en su anito. Esta chica me estaba por volver loco. Comencé a meter de nuevo mi verga por su culo. Jesse al sentirla cerro los ojos y apretó los dientes. Comencé a bombearla fuerte, sacándola despacio y metiéndola de un empujón.
-Bueno… tenía pensado algo para esta noche… pero esto es mejor- Ambos miramos hacia el costado de la cama. Ahí parada estaba Lucina completamente desnuda. Ni nos dimos cuenta cuando entro a la habitación.
-Sigan en lo suyo- Nos dijo subiéndose a la cama. Luciana se coloco detrás de mí. Sentí sus enormes tetas aplastarse en mi espalda.
-Metesela con furia… rómpele todo ese culito hermoso a la nena de papa- Me decía Luciana al pido pasando la lengua. Me volvía loco, eso me enloquecía. De repente Luciana tiro de mí y me saco de Jesse. Ella se acostó sobre su hermanita y la beso con pasión. Me quede bobo mirando la escena. Y mas aun cuando vi que Jesse no se resistía, si no que la besaba con la misma pasión con la que lo hacia Luciana.
-¿Qué haces ahí, metémela en el culo ahora!- Me Ordeno Luciana apretando las tetas de su hermanita. Jesse me miro, no sonreía ni nada. Tan solo me miraba. Penetre a Luciana con fuerza, sin lubricarla ni nada.
-¡Asi!- Jadeo conteniéndose. Comencé a culearla con fuerza. Jesse quedaba aplastada bajo nuestros cuerpos. Luciana besaba a su hermana y chupaba sus tetas. Jesse comenzó a jadear, Luciana le metía dedos en su rajita mientras yo la culeaba sin piedad. Estaba con las dos hermanas a la vez. Las miraba atontado, si alguien entraba ahora se armaba el lío del siglo. Mire la puerta, mire a las dos hermanas. Mire como mi verga entraba y salía de ese enorme culo. No aguantaba más. Comencé a llenarle el culo a Luciana sin poder contenerme más.
-Tu noviecito me esta llenado el cuelo de leche…- Decía Luciana a Jesse. Yo quede jadeando. Luciana me miro y dijo.
-Ahora te vas- me la quede mirando como si hablara en otro idioma.
- Agarra tu ropa y salís por donde entraste, tengo que hacer unas cositas con mi hermanita, la mas putita de la región….- Jesse solo me miro neutral.
-Pero…- Proteste.
-Te vas o sabes lo que puede pasar- Me dijo Luciana son una sonrisa perversa. Aun seguía sobre Jesse. Me vestí rápidamente y salí por la ventana. La última imagen que vi fue de Luciana sobre Jesse a punto de besarla. Me sentí tan basura cuando sentí mi verga endurecerse de nuevo.
Pasaron unos días sin ninguna novedad. Mi única excusa para ir a la casa de las 3 hermanas era visitando a Jazmín. Pero al llamarla me dijo que estaba muy ocupada, que no podía. Jesse no contestaba mis mensajes. Volvió a responder “estoy bien, beso” y nada mas. Me tenía como loco saber que Luciana tramaba algo con la nena.
Unos días después llame a Jesse por teléfono pero no me atendió. Volví a llamarla, nada. Era muy extraño. Solo recibía los mismo mensajes “estoy bien, besos” y nada mas. Me dedique a mis cosas. Jazmín estaba ocupada, y Jesse seguro no me hablaba por alguna cosa que Luciana le dijo. Las cosas se estaban poniendo muy extrañas.
“Mañana pasame a buscar al colegio, pero anda una hora mas tarde”
Unos días después de no recibir ninguna noticia, Jesse me envío ese mensaje. Al fin la podría ver! ¿Pero porque una hora mas tarde? Tampoco importaba mucho, iba a ver a mi colegiala preferida. Aunque tenía cosas que hacer, suspendí todo para estar disponible.
Salí de mi casa ese día muy tranquilo. Pase por el kiosco y le compre unos chocolates a Jesse. Jesse salía a las 13 hs del colegio, así que tenia que estar a las 14 hs ahí. Cuando llegue no había nadie. El colegio estaba vacío. Me pregunte que haría Jesse en el colegio cuando ya se habían ido todos. Ya estaba en la puerta pero no había señales de Jesse. Mire hacia un lado y hacia el otro. Nada. Me recosté contra el muro a esperar. A los cinco minutos veo a Jesse salir de las instalaciones y dirigirse a la puerta de entrada, donde estaba yo. Me la quede mirando como idiota. Tenia el cabello atado con una coleta y su faldita flameaba al caminar. Sus pechos se bamboleaban un poco a cada paso. Al verme me dedico una sonrisa.
-Hola Princesa…- Dije.
-Hola…- Me dijo ella algo extraña. Abrió el portón del colegio. –Pasa…- Me dijo y comenzó a caminar hacia las instalaciones de nuevo. Estaba rara, no me habia dado un beso, ni siquiera un abrazo.
-¿A dónde vamos Jesse?- Ella Me miro y algo sonrojada me dijo.
-Es… una sorpresa…- Y siguió caminando. La seguí sin más. Nunca había entrado al colegio de Jesse. Era un colegio enorme. Jesse me llevaba por los pasillos sin decirme nada. Caminaba unos pasos delante mio, su faldita ondeaba al caminar. Era un movimiento hipnótico.
-Bueno, acá es…- Me dijo Jesse. Estábamos en la puerta del aula de historia. Jesse saco un bañuelo del bolsillo y me lo dio.
-Te… te tenes… que vendar los ojos…- Me dijo completamente sonrojada y corriendo la mirada. Yo confiaba completamente en ella. Y sabía que si darme esa venda ya le daba vergüenza, preguntar la pondría aun mas incomoda. Me ate la venda en los ojos y quede a oscuras.
-Listo…- Dije a Jesse. Ella me tomo de la mano, sentir su calida manita me erizo la piel. Escuche la puerta abrirse. Jesse me guío dentro del aula. Escuche una risita que no era de Jesse. Una risita inconfundible.
-Luciana- Dije en voz alta.
-Hola cuñadito rompecorazones- Me dijo ella. –Te vas a sentar acá, tenemos una sorpresita para vos. Las manos de Luciana me empujaron y caí sentado en uno de los bancos.
-Ahora te quedas quietito- Dijo Luciana. Tomo mis manos y las llevo hacia atrás y las ato con una tela.
-¿Que queres Luciana?- Le dije pero tampoco me resistía. Ahora ella me estaba atando los pies a las patas de la silla. Quede completamente inmovilizado.
-Es una sorpresa, si te digo deja de ser sorpresa- Me dijo muy divertida.
Capitulo Dieciséis
-Hola cuñadito rompecorazones- Me dijo ella. –Te vas a sentar acá, tenemos una sorpresita para vos. Las manos de Luciana me empujaron y caí sentado en uno de los bancos.
-Ahora te quedas quietito- Dijo Luciana. Tomo mis manos y las llevo hacia atrás y las ato con una tela.
-¿Que queres Luciana?- Le dije pero tampoco me resistía. Ahora ella me estaba atando los pies a las patas de la silla. Quede completamente inmovilizado.
-Es una sorpresa, si te digo deja de ser sorpresa- Me dijo muy divertida.
-Ya sabes lo que tenes que hacer hermanita querida- Le dijo Luciana a Jesse. Yo no podía ver lo que pasaba. ¿Qué estaban tramando? Creí que Jesse vendría a mí, pero no fue así.
-Pero…- Escuche decir a Jesse.
-Dale o ya sabes…- Le ordeno Luciana. Mis oídos se acostumbraban. Escuchaba la respiración de Jesse. ¿Se estaba masturbando? Pero… escuche otra respiración… La respiración de un hombre. ¡Alguien estaba con mi Jesse! Podía escuchar un sonido característico, un “mmmsshp”. Pero me estaba volviendo loco tratando de no pensar que era.
-Voy a dejar que veas un poquito…- Dijo Luciana y levanto la venda de mis ojos. Fue una fracción de segundo. La levanto y la volvió a bajar. Pero alcanzo y sobro para que vea la escena. ¡Dios! Jesse estaba arrodillada en el suelo, y un viejo, el viejo del cine, el profesor de historia sentado en un banco. Jesse entre sus piernas. Una de sus manitas sostenía la verga del viejo. Justo vi cuando ella pasaba la lengua por su verga de abajo hacia arriba. Mi mente completaba el resto. Era como que podía ver a través de la tela. La cabeza de Jesse subir y bajar por la verga de ese viejo. Esa boquita hermosa y esos labios carnosos mamando la verga de ese viejo.
-¿En que estas pensando cuñadito?- Me dijo Luciana y sentí su mano agarrar mi entrepierna. Bajo el cierre de mi pantalón y agarro y saco mi verga afuera. No podía evitarlo, estar imaginando a Jesse chupar la verga de su profesor me había puesto al palo.
-¿Mmm estas durito, te gusta ver a la nena chupando la verga de su profe?- Decía Luciana apretando su mano en mi verga. Luego comenzó a masturbarme, bajando y subiendo su mano rápidamente.
-Contra el escritorio hermanita, el profe ya tiene ganas de otra cosa- Dijo Luciana.
-¿Que… Que le van a hacer? – Dije desesperado y agitado.
-Pero…- Protesto Jesse.
-Pero nada, además a tu noviecito le gusta, mira como la tiene de dura…- Luciana me quito las vendas de un tiron. Luciana no dejaba de pajearme. Ahora podía ver. Jesse estaba mirándome, no a mi cara, si no a mi verga. Estaba inclinada contra el escritorio. Sus tetas se aplastaban contra la madera y su culito perfecto quedaba en pompa hacia arriba. Esa imagen me súper excito. El viejo Profesor estaba detrás de ella, con la verga en la mano a punto de penetrarla.
-Perdonam….- Me dijo Jesse mirándome apenada. Pero no termino la frase que el viejo le enterró su verga en la cochita. Jesse cerró los ojos y gimió fuerte. El viejo la agarro de la cadera y comenzó a bombearla. ¡Era un viejo de 60 años cogiendo a una colegiala! Los cachetes de la cola de Jesse vibraban a cada estocada. Ella recostaba la cabeza contra la madera. Se agarraba con sus manitas al escritorio aguatando las estocadas del profesor.
-¿Viste como le gusta? es mas putita que yo…- Me decía Luciana al oído sin dejar de pajearme. Jesse mi miraba apenada, no podía evitar jadear. Estaba gozando, se le notaba en los ojos. Mi verga estaba dura como hierro. Quería sacar a ese viejo de ahí e ir yo y clavarle a Jesse mi verga y partirla en dos.
-Mira lo que voy a hacer, después no digas que soy mala con vos- Me dijo Luciana y fue con Jesse y el viejo. No se que le dijo al profesor, no alcance a escuchar. Pero Jesse vino hasta mí. Estaba toda sonrojada. Yo estaba sentado ahí tan solo mirándola y con mi verga dura como piedra.
-Cabalga al caballito hermanita, como bien sabes hacer- Le ordeno Luciana. Jesse Paso sus piernas alrededor mío. La tenía tan cerca. Me miraba a los ojos sin decir nada. Su manita agarro mi verga y la estaba apuntando a su conchita.
-Así no, al revés, quiero que los dos miren…- Dijo Luciana a Jesse.
-Sos terrible dijo el viejo agitado- Luciana río a carcajadas. Jesse se dio vuelta dándome la espalda.
-Por donde más te gusta hermanita- Ordeno Luciana. Jesse agarro mi verga y la apunto a su culito. Poco a poco se fue sentando y enterrando mi verga dura en su ano. Luciana estaba arrodillada ante el viejo y lamia su verga. Los dos nos miraban.
-¡Jesse!- Grito Luciana y Jesse se dejo caer, enterrándose mi verga hasta los huevos en su culito.
-Ahhhhhhhhhhhggg…- Jadeo. Jesse recostó su cuerpo sobre mí, aguantando mi verga ensartada en su culo. Luciana se ponía contra el escritorio y ofrecía su culo al viejo profesor.
-Como en los viejos tiempos, no profe?- Le decía Luciana mientras el viejo se la metía por el culo. Jesse algo más recuperada comenzó a subir y a bajar de a poco sobre mi verga. ¡Dios! Que bien se sentía. Jesse sola subía y bajaba. No quería admitirlo pera la situación me súper excitaba. Jesse también miraba a su hermana ser culeada por el profesor.
-¡Mas fuerte profe, mas fuerte! –Le decía Luciana con vocecita de nenita. Le viejo estaba todo sudado y la culeaba mas fuerte, o lo mas fuerte que podía. Jesse bajaba y subía despacio por mi verga. Era un placer indescriptible. Luche contra lo que me ataba para agarrarla. Quería agarrar a Jesse y tomar el control. Peor no pude desatarme.
-Huuu… acabooo!-Grito el viejo y Luciana se saco la verga del culo rápidamente. Agarro la verga de su profesor y comenzó a chapársela con pasión. El viejo comenzó a acabarle en la boca. Jesse y yo vimos como Luciana se tragaba toda la leche del viejo. Jesse comenzó a temblar y respiraba más rápido. ¡Estaba acabando! Se quedo quieta con la verga en su culito mientras su cuerpo convulsionaba. Luciana lamia la verga del viejo que seguía durísima como si nada.
-El viagra es increíble, la tenes durísima- Le decía Luciana laminado la verga del viejo. Este reía todo agitado y apenas respirando. Jesse estaba sobre mí, con mi verga enterrada en su culo. Estaba relajada disfrutando de su orgasmo.
-Hay un agujerito libre ahí…- Le dijo Luciana al viejo. Este se acerco a nosotros con la verga en la mano. Jesse lo miro y no dijo nada. Pero la notaba asustada.
-No… los dos… no…- Susurro cuando el viejo se coloco entre sus piernas y apunto su verga a la conchita de Jesse. Pero no hubo pero que valga. El viejo enterró su verga en la rajita de Jesse. Sentí la presión de la verga del viejo cuando entro. Jesse respiraba rápidamente y apretaba los dientes. Luciana estaba sentada sobre el escritorio con una mano en su concha. Se masturbaba viendo la escena.
-Pártanla en dos… ¡Vamos! – Decía Luciana fuera de si. El viejo bombeaba a Jesse. Por ese mismo movimiento Jesse se movía y se ensartaba mas mi verga, la sacaba un poco y se la volvía a ensartar.
-Ay Dios... aaahhmmm… aaaaaayyyy.. ohhhmmm…- Jadeaba Jesse fuerte. Tenía dos vergas entrando y saliendo de ella. El viejo la bombeaba cada vez más rápido. Su frente estaba bañada en transpiración. Pero no se de donde sacaba tanta fuerza para seguir bombeando.
-Aaahhhh.. aahhhhh!!!...- Jesse jadeaba más fuerte. Sentía su cuerpito temblar de nuevo en otro orgasmo. Yo no iba a aguantar mucho tampoco, sentía mi orgasmo llegar. Luciana se metía tres dedos frenéticamente y se agarra sus tetotas con la otra mano estrujando sus pezones. Le viejo bufaba y parecía estar a punto de recibir un ataque al corazón.
-Dioss.. diooosss…- Decía Jesse fuera de si. No me pude aguantar más. Comencé a llenarle el culito de leche a chorros. El viejo dio dos estocadas y dejándosela enterrada comenzó a acaba también. Creo que fue mucho para Jesse que comenzó a temblar de nuevo jadeando, teniendo un tremendo orgasmo más fuerte que los anteriores.
Los tres quedamos jadeando. El viejo se fue y se sentó en una silla agarrandose el pecho. Pero tenia la verga dura aun. Jesse quedo recostada sobre mi ronroneando.
-Desata a tu noviecito…- Le dijo Luciana a Jesse. Mientras me desataba, Luciana se acerco al profesor.
-Vamos a revivir viejos tiempos…-
-No doy mas nena…- le decía el viejo sin energías.
-Ya vamos a ver si no das más… Ustedes dos se pueden ir, chao- Nos dijo Luciana. Jesse me miro sin decir nada. La tome de la mano y salimos del colegio lo mas rápido que pudimos.
-¿Cómo estas?- le dije pasando mis brazos por su hombro.
-Cansada… quiero dormir…- Me dijo Jesse. Caminamos en silencio. La acompañe hasta dos cuadras antes de llegar a su casa. No le pregunte nada, ya bastante había pasado.
-Bueno… me tengo que ir a casa- Me dijo apenada.
-Sabes que cada día te quiero mas…- Le dije y Jesse me miro con ojos brillantes. Y sonrío de una manera que me derretí. No podíamos besarnos ni abrazarnos, alguien podía vernos.
-Creo que yo te quiero mas…- Me dijo y salio corriendo hacia su casa. Yo me quede ahí mirándola irse. Estaba completamente enamorado de ella. Mientras volvía hacia mi casa, recibí un mensaje. Era de Jesse.
“estuvo bueno lo de hoy no? jiji”
Era un angelito, pero tenía alma de diablita mi nena, de eso estaba seguro.
Capitulo Diecisiete
Estuve dos días sin ver a las chicas. Aunque ahora la comunicación con Jesse había vuelto y charlaba con ella por teléfono bastante seguido. Teníamos que hacerlo es horarios específicos y a ocultas, a ocultas de Jazmín y de Luciana. En un punto creía que era más preocupante que se entere Luciana y obligue a Jesse a alguna de sus locuras.
Ya era viernes y mi perversa mente, por que si, tenia la mente podrida para hacer lo que hacia, pensaba que hacer. Mis padres habían salido de vieja por 3 días y tenia la casa para mi solo. Y lo único que pensaba era como podía hacer para que Jesse pueda venir a mi casa… Tirado en la cama pensando, una cosa derivaba a la otra, me preguntaba como iba a terminar todo esto… no podía estar eternamente así… sentía una cosa dentro de mi que me decía que el final estaba cerca, que la situación se estaba haciendo insostenible. No se si fue cosa del destino, pero mientras pensaba en estas cosas, sono el teléfono. Era Jazmín.
-Venite a casa esta noche, así cenamos dale?- me dijo y no podía decirle que no. Además podría aprovechar y ver a Jesse. Tal vez tenia que aprovechar y traer a Jazmín a mi casa y arreglar un poco las cosas. Una voz dentro de mi me decía “Solo estas tapando mierda con mas mierda”.
Esa noche la cena trascurrió sin muchas novedades. Luciana estaba muy calma y eso me alarmaba. Tan solo dijo un par de chistes en la cena y nada más. Nada de acosos, nada de amenazas, nada de toqueteos. Muy extraño. Jazmín estaba callada, solo respondía si le preguntaban algo. Y Jesse… Jesse seguía siendo el angelito de siempre. Me miraba de reojo y me sonreía tímidamente.
-… Y mi nena esta primera en atletismo en el colegio…- Comentaba orgulloso el padre. Jesse sin mucho esfuerzo tenia las mejores calificaciones en casi todas las materias, incluso las de gimnasia. Ya de por si su cuerpo (mi mente divago un buen rato recordando su cuerpo) era perfecto… y con todo ese ejercicio solo lo perfeccionaba aun mas. El padre seguía con los elogios para su nena. ¿Qué me haría si se enterara de todo lo que hacia yo con su nena, la nena de la casa, la nena de papi?
-¿En que pensas?- Me pregunto Jazmín sacandome de mis pensamientos.
-Hemm… nada, en cosas que tengo que hacer para el trabajo…- Mentí rápidamente. Luciana tenía la vista fija en nosotros dos. Pero no dijo nada. Algo estaba pasando y yo no estaba enterado.
-¿Van a salir esta noche chicos?- nos pregunto la madre.
-Si, no Javier? Vamos a tomar algo y tal vez a bailar…- Contesto Jazmín rápidamente. Aunque no sabia que quería salir, dije que si, no podía hacer otra cosa. Me sentí algo culpable por Jesse cuando me miro algo apenada.
Luego de cenar salí con Jazmín hacia un Bar de la zona. Era extraño. Hacia un tiempo que no salía con ella a solas. No íbamos tomados de la mano, y tampoco charlábamos. Algo olía muy mal.
-Esta muy linda la noche no?- Comento Jazmín mirando el cielo estrellado. Parecía que no me hablaba a mí. Me quede mirándola unos instantes. Era linda, era muy linda. ¿Cómo había terminado todo así con ella? Jazmín era hermosa, sus ojos gatunos brillaban en la oscuridad, siempre con su porte elegante y su silueta de modelo de revistas. Había estado loco de amor por ella… ¿Qué sentía ahora?
-No hay nadie en tu casa ahora no?- Jazmín me saco de mis pensamientos.
-Mis papás están de vieja, queres ir a casa? – Le pregunte. Jazmín me miro fijo unos segundos y sentía que me atravesaba con la mirada.
-Dale…- Fue toda su respuesta y nos dirigimos a mi casa. No se dijo mas nada hasta que llegamos. Jazmín conocía mi casa y fue directo al baño. Yo no sabía muy bien que hacer. Jazmín estaba extraña, muy callada. Y no sabía muy bien como reaccionar ante eso. La cosa venia seria.
-Sabes…- Dijo una vez que salio del baño. -…hacia mucho no estábamos los dos solos, no?
-Es verdad…- conteste. Jazmín estaba de espaldas a mí preparando un café.
-¿Me extrañaste en todo este tiempo?- Continuo preguntando sin darse vuelta.
-Sabes que si… - Jazmín se sentó frente a mí. Me sirvió una taza de café. Estaba muy seria. Y me miraba fijamente de una manera que me sentía desnudo, como si supiera lo que pensaba.
-¿Qué fue lo que pasó con nosotros?- No dejaba de mirarme. No sabia que decirle.
-No lo se…- Apenas pude decirle.
-¿Aun me queres Javier?- Su mirada me atravesaba como una espada fría y filosa.
-Sabes que si…- Tarde mucho en contestar. Jazmín entrecerró los ojos. Bebió un sorbo de café.
-¿Qué tienen mis hermanas que no tenga yo Javier? –Me atragante con el café y casi escupo todo.
-No es...- Pero Jazmín no me dejo hablar.
-No. No Javier. Sabes que se todo no? Nunca fuiste muy bueno para mentirme. Creí que te di todo. Pero no, no fui suficiente para vos evidentemente….- decía esto de una manera tan fría, no parecía enojada ni triste… era como un robot carente de sentimientos.
-¿Fueron mis pechos? No los tengo enormes como Luciana, no son dos cosas que crecen sin control como los de Jesse. ¿O fue el sexo anal? ¿Qué es lo que necesitas para satisfacer todas tus perversiones Javier?
-Yo…- Pero Jazmín siguió Hablando.
-¿Acaso tenia que ser mas putita? Solo tenías que pedirlo Javier. No ir a acostarte con mis hermanas. Hasta con mi hermana menor. Luciana es una puta, todo sabemos eso. ¿Pero Jesse? ¿Que puede ofrecerte Jesse que yo no pueda ofrecer? ¿Tetas grandes? ¿Una carita de nena? ¿Un uniforme del colegio? ¿Que buscabas Javier? Si querías un trío solo tenías que proponérmelo. ¿Acaso no te ofrecí todo?
No sabia que decirle. No me espera esa reacción. No había gritos. No había llanto. Jazmín estaba fría como un témpano diciendo todas esas cosas. La mire pero nada salía de mi boca ¿Qué podía decirle? Jazmín se levanto, tomo su cartera y se dirigió a la puerta. Algo tenía que hacer.
-Jazmín- Dije corriendo tras ella. Jazmín Se dio vuelta y me miro. Creo que nunca voy a olvidar esa mirada fija y penetrante. Sentí miedo. Ella saco un cd de su cartera y me lo dio.
-Espero te entretengas- Me dijo y abrió la puerta.
-Me olvidaba de algo…- Dijo, y camino hasta mi. Yo estaba ahí parado sin saber que hacer con ese cd en la mano. La mano de Jazmín surco el aire a una velocidad increíble y se estampo en mi cara. El sonido de la cachetada retumbo en toda la habitación. Me miro con odio, y pegando media vuelta salio por la puerta dejándome ahí. Su mano quedo marcada por un buen tiempo en mi cara.
Había quedado atontado por lo sucedido con Jazmín. No quería pensar en las consecuencias ni en todo lo que implicaba que ella sepa todo. Es mas, jamás había pensando seriamente que pasaría el día que se entere de todo. Y ese día había llegado.
Me tire en la cama sin tratar de pensar demasiado. Arroje el cd junto con mis otros discos. Al final había visto las fotos. ¿Y si nunca hubiera visto esas fotos? Se habría enterado de otra manera. Jazmín tenia mucha razón en algo… no era bueno mintiéndole a ella. No se cuanto tiempo pase en la cama hasta caer dormido.
Desperté por el timbre. Ya era de día. Las 2 de la tarde. Había dormido muchísimo. ¿Había sido un sueño? El timbre no paraba de sonar. No, lo de jazmín fue muy real. ¿Seria ella en la puerta, tal vez Jesse, o su padre furioso dispuesto a matarme? Me levante perezoso dispuesto a pagar mis pecados.
invitado-invitado 07-01-2017 22:43:00
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invitado-Jose 19-04-2016 08:08:56
Buenisimo tiene mucho morbo y es excitante. |
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