Ricky observaba silenciosamente la estrella fugaz que cruzaba velozmente el cielo cubierto de estrellas. Era la oportunidad de pedir que su deseo se hiciera realidad, Aquella fantasía que latía en su mente desde su niñez. Las imágenes de aquellas escenas imaginadas por tanto tiempo aparecín como en una gran pantalla de cine.

La noche era hermosa, noche de pasión, de romance, de erotismo, Era una de esas noches que lo cautivaban, que lo hacían prisionero, era una noche para amar, para ser acariciado, para ver la vida desde otra perspectiva, era una noche para comenzar una nueva vida.

Tenía 21 años y todavía no había visto un "pelo ni de alambre". No había tenido la experiencia con una mujer, estaba al borde de la desesperación, todavía era virgen, aun recordaba las burlas de sus amigos universitarios. Toda su vida la había dedicado al estudio, no se desesperaba, llegaría el momento con el cual había soñado.

Ricky soñaba, meditaba,sonreía. era viernes, viernes especial, viernes para vivir a plenitud, viernes para estar con una bella mujer, viernes para delirar. Lo tenía todo. un buen auto nuevo, y dinero,dinero que había ganado por vez primera con el sudor de su frente. Era ingeniero y era su primer cheque.

El auto se abría paso lentamente por la gran avenida de la ciudad. Sus ojos buscaban y buscaban, sabía que en aquella avenida se paseaban hermosas damas que por unos cuantos dólares pasaban la noche con uno.

Se detuvo frente al semáfoto, la luz roja le permitió observar cada rincón de la avenida. Allé, a la derecha, frente a una heladería estaban varias mujeres, lucían espectaculares, con sus vestidos provocativos.aceleró la marcha; pero tuvo su primera frustración, todas eran travestis, hombres que lucín mejor que muchas mujeres, muy bien arregladas.¡Qié desperdicio, murmuró!.

Ahora daba su tercera vuelta, sería la última, pues ya era tarde. La luna llena caminaba orgullosamente entre la galería de estrellas que iluminaban el cielo. Era algo hermoso, fantástico. luna llena, luna plena, lina embrujada, luna para amar, para subir paredes, para enloquecer, para embriagarse del buen vino de una noche de placer.

De nuevo se detuvo frente al mismo semáforo. Sus ojos dieron vueltas como un radar. Allí estaba ella.Al instante supo que aquella dama vestida de rojo era la mujer con la cual había soñado, aquella mujer vestida de rojo era su ninfa deseada desde su niñez.

Ricky sintió una punzada en su corazón, su pulso se aceleró, rozó su cabeza con la mano derecha y suspiró, sus labios se secaron y sintió entre sus piernas un fuego, y pudo darse cuenta que un muerto había resucitado.

La luz cambió y siguió su marcha. Allí estaba la mujer vestida de rojo, tocando su cristal.
Ricky nervioso bajó el mismo.
_Hola guapo!¿Qué buscas?

Ricky enmudeció, aquella sonrisa coqueta lo atrapó,Aquellos ojos verdes, aquel pelo rubio. Se veía joven apesar de su edad.

La mujer del traje rojo le sonrío, lo miró fijamente, aquellos ojos del chico chocaron con su mirada y sintió algo extraño, pero hermoso a la misma vez. El chico le pareció distinto a los demás hombres que había conocido. Era amable, encantador y sobre todo muy bien parecido.

Ricky la invitó a subir. Ella subio. Platicaron por un rato y ella lo invitó a su apartamento.
Ricky le preguntó cuónto cobraba por sus servicios profesionales. La chica del vestido rojo le dijo;¡SVlo $20.00!, pero a ti no te cobraré nada.

Ricky la miró, ya su nerviosismo había pasado. Extendió su mano y le dijo que por favor aceptara su pago. La chica aceptó el billete de 50.00.

Ahora están en el apartamento. Ricky lo escudriña todo. Es un lugar, aunque pequeño, cómodo. Está muy organizado, limpio. En la pared ve un retrato de ella. Era muy hermosa cuando se tomó aquella fotografía.

Ella regresa con una copa de vino. Le acaricia su rostro, su cabello. Tiene bonito cuerpo y su voz es muy dulce. la tempetatura aumenta y el Lázaro vuelve a resucitar.está más duro que una lanza apache lista para la guerra, más caliente que la plataforma de lanza cohetes de la NASA.

Ricky no se atreve levantar del gran sofá, teme que ella descubra su enorme instrumento que se mantiene de pies como un buen soldado en fila.

Ella camina hacia la mesita y toma una fotografía.

"Este era mi esposo, me fui con él a la edad de 14 años, ahora tengo 35. Tuve un bebé con él, pero lo di en adopción a los seis meses a una familia que no podía procrear. Jamás supe de él, mi esposo fue asesinado. Enloquecí y tuve hospitalizada por varios años. La vida me fue dura y tuve que sobrevivir en las calles vendiendo mi cuerpo. Mientras hablaa las lógrimas corrían por sus mejillas mientras besaba el retrato.

_"¿Cuánto daría por volver a ver a mi pequeño príncipe?"

Ricky sacó su pañuelo y secó las lágrimas de la mujer. Ella acercó sus labios a los labios del chico y lo beso profundamente. Lo abrazó con fuerza.

Ella se movió y puso un cd, entonces tomo al chico por sus manos y bailó con él mientras lo acariciaba. Ricky la abrazaba con fuerza, sentía el calor de aquel cuerpo, un calor extraño que lo quemaba.

Entonces llegó el momento esprado por Ricky toda su vida. Le entregaría su virginidad a la mujer del vestido rojo.

Ella se desprendió de su traje que cayó sobre la alfombra. Ricky cerró sus ojos. Ella sonrió dulcemente, dejando caer su sostán. Apesar de su edad sus senos permanecían duros, erectos, deliciosos, exquisitos, tentadores, seductores.

Ricky le pidió que apagara la lámpara del cuarto dormitorio. Ella se movió a la mesa y tomo una fota de su bebé y la colocó hacia abajo, entonces el cuarto se llenó de oscuridad. el silencio cedió los gemidos de placer de ambos. El sueño resultó vencedor y el chico quedó extenuado y dormido.

En la mañna los rayos del sol penetraban por la ventana de cristal. Ella había preparado café y unas tostadas. Volvió al cuarto y sintió lástima por el chico. Colocó una sábana sobre su cuerpo.

Entonces el temor se apoderó de ella. Aquel lunar en el hmbro del chico le pareció conocido.Volvió a la cocina, pero las imagánes se apoderaron de su mente.volvió a la cama. allí estaba el lunar, era idéntico al que tenía su marido y su bebé. Meditaba, era pura caualidad. no podía precisar si el lunar de su marido y de su niño estaban en el lado izquierdo o en el lado derecho.¡un grito de angustia despertó al chico".

Ella lo miró fijamente y lo abrazó con desperación, entonces pudo sentir aquel amor maternal que es inconfundible.¡Ricky era su hijo!