Habiamos acordado quitarnos nuestros respectivos prejuicios, nuestras moralidades heredadas, nuestras amabilidades hipocritas.
Habiamos quedado de vernos en el café del pocito, donde los dependientes dan servicio hasta las 7pm siendo que estaba dentro de la iglesia de los remedios, y habia misa dominical hasta las 10 de la noche.
un pozo con 10 mesas al rededor, tiradas flores moradas a capricho de las jacarandas que mudaban a verde esperando la primavera, nos quedamos hasta las 7 y poco a poco sin que nadie nos corriera se empezo a quedar vacio el sitio, el pozo seco desde hacia mucho, una soga y unas piedras añejas y hermosas, tú bella como siempre, tu falda y tu blusa transparente que me dejaba ver a contra luz tus senos, y hasta tu lunar poquito a la derecha de la perfeccion de tu ombligo, tus zapatos raros con tiras que se enredaban en tu tobillo, tus encajes y tus labios rojos, tu perfume, y tu boca olor a café, diferenciados claramente por el olfato de animal de caza que tengo...cuando ya no habia nadie, me insinuaste meternos al pozo, - a poco si?, en serio te meterias?, , mmmm la verdad no te creo....¡¡¡¡ - no?, como de que no?, respondiste, era mi forma de retarte y tu para no retractarte accediste, decian que se escuchaban murmullos interiores , yo viendo la forma de entrar el lazo viejo de algo nos podria ayudar, primero tu la suerte te toco que tenias que entrar, yo vigilaba que no nos fueran a descubrir, despues yo , la soga nos aguanto tu cuerpo fragil y bello y el mio con mi sobrepeso habitual desendiendo, en la oscuridad, tu respiracion,tu olor, y la luna empezandose a asomar......Cuando en cupula perfecta la luna en su altitud entro por la boca del pozo nos ilumino dentro, estabas resplandeciente y bella, te bese, frescura de tus labios, extaciado hasta los dientes, hablabamos sin decir palabras, me pedias, te suplicaba, me arrepentia, y me perdonabas, me confesaba y te postrabas, tus ropas poco a poco me ayudaste a quitar, toque lo profundo de tu amistad y tu sexo, humedad, vacio, soledad , te bese el cuello detras de las orejas, los senos y el ombligo perfecto, los murmullos de manantial interno, mas abajo tu falda abajo tu calzon,amor....amor...¡¡¡ , a las rodillas y mas abajo tambien, resorte mudo, cimbrando tus muslos, mi pulso contando el tiempo y mi sexo en asta ondeando bandera, , , con la lengua busque en tus labios vaginales la razon de la nostalgia que acumulabas,tu clitoris; tus nalgas se raspaban en la piedras y mi mano te sanaba, tu jalandome los cabellos y gimiendo en asenso, yo quitandome el cinturon, la camisa ya habia perdido mas de un boton, rasguñandome la espalda, tenias la edad perfecta, a pesar de eso la elasticidad de tus piernas, te alce el tobillo y mordias tu rodilla izquierda, yo senti que mis rodillas se debilitaban y me deje caer en tu cuerpo, yo despertando el animal que oculto, salvaje, y transitorio que le ahuya a la luna, lo silenciaba para no generar mas eco,las señoras tomando la hostia, tu en tu boca chupandome el pene, estremeciendo las campanas como si invocaras a otra misa en la luz menguante del pozo, yo filigres devoto entrando en habitacion perfecta templo de tu vagina, como si quisieras hacer escalerilla en las piedras rasgando las piedras secas,hechas a la medida del placer y pronto poder volver, la luna arriba mirando, yo con lo poco de pudor que me quedaba ; imaginando que en misa se daban el saludo de paz, tu gimiendo, gritando, amor¡¡¡¡¡¡¡, mas¡¡¡¡¡¡,mas¡¡¡¡¡ te volteaste como adivinandome la fasinacion, poco a poco penetrandote entrando por detras a tu interior, mmmmmmmm, mmmmmmm, la luna pasando y entendiento que debia retirarse, quitando poco a poco la luz, tus ojos grandes hablando a campanadas sordas, y humeda y salada , tus dientes se apretaban, me mordias, te apretaba, te tendia para que escucharas el manantial del pozo, para que escucharas tu propia voz a ecos espasmosos, mas¡, mas¡, mas¡......en climax vertiginoso se nos caian encima todas las bendiciones del parroco que a la distancia decia...podeis ir en paz, la misa ha terminado.
Poco despues cansados semidormidos escuchando nuevas campanadas, ahora estas anuciaban la misa de las 10 de la noche.