Desde hace un tiempo decidí a volver a cuidarme mi cuerpo, que sin humildad, está muy bueno.  Como en casa no tenemos camilla, improvisamos una en la mesa del comedor, con frazadas y sábana.

El degenerado de Billy se sentó detrás de Laura, la masajista, Cada vez que ella iba hacia atrás, le tocaba el culo, me dí cuenta que lella se calentaba lindo.

Con los masajes, me empecé a calentar yo también. Billy le hizo una seña a Laura y ella comenzó a masajearme también entre las piernas. No tardé en tener un hermoso orgasmo sobre la mesa. Billy pasó el brazo y agarrando las tetas de laura nos dijo, vamos a la cama.

Con mi linda masajista ya desnuda, la clavó hasta el fondo. Ver que las bolas de mi marido golpeaban la concha de Laura me desesperó y me puse a mamr sus tetas.

Billy llenó de rica leche la vagina de Laura, yo comencé a mamr ese esperma caliente, sabroso y espeso.

Iniciaamos con Laurita un 69, luego se subió sobre mí y me cogió con su conchita refregándola muy bien, La tijera fue infaltable.

Cuando acabamos, Billy exigió su derecho y la clavó por el culo. El potente de mi marido le eyaculó en forma brutal que cuando se la sacó le salía semen por el ojete.

Desde entonces, cada 15 días volvemos a la cama.