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La Marchante japonesa

David, mi hermano pequeño, es un pintor bohemio, un trotamundos espiritual y hippioso qure se mantenia del aire y de las exiguas ventas de sus dibujos, amen de los sablazos que me daba cuando se quedaba sin un duro en la mas recondita parte del mundo y me pedia por favor que remediara sus carencias con un giro postal urgente, con el tiempo las cosas empezaron a irle mejor y la cotizacion de sus cuadros comenzo a subir como la espuma pero su espiritu sigue siendo el mismo, pasa de lo material y por ende del dinero y la comercializacion de sus cuadros, en compesacion, por toda la pasta que le preste, y que nunca me devolvio, en sus tiempos duros, ahora soy su representante y me pago vicios caros a costa de su creatividad.
Hacia meses que una marchante japonesa llamada Mishiko le agobiaba con llamadas desde Osaka para montar una exposicion en su ciudad, el tipico truco de esta gente para acabar siendo el receptor de sus obras a bajo precio y luego colocarlas en el mercado a precios desorbitados. Mi hermano estaba un poco harto, asi que puso el asunto en mis manos, lo primero que hice fue llamarla con muy mala leche y amenazarla diciendole que la proxima vez que molestara al artista yo mismo iria a Kioto a darle un par de patadas en el culo y que cualquier tema que quisiera tratar al respecto lo tendria que hacer conmigo.
Su oferta no era mala, veinte millones por treinta cuadros, pero yo sabia que podia pagar mas, las conversaciones telefonicas eran largas y aburridas asi que me canse del tema y le di un ultimatum, esto habia que cerrarlo cara a cara, plantee un encuentro en Paris, concretamente en el Hotel Concorde La Fayette, la estancia y mi viaje, evidentemente, irian a su cargo.
este hotel esta junto al parque del Bois que esta repleto de interesantisimas putas y tiene casi treinta plantas, las ultimas con suites para ejecutivos son la repolla, si amigos, esa fue la condicion para que nos vieramos las caras.
Llegue al De Gaulle a mediodia, en media hora estaba pegando una ducha en el hotel y pidiendole al servicio de habitaciones un buffet frio y una exquisita botella de borgoña, que me sople en un cuarto de hora y que ordene que repusieran a la mayor brevedad.
Estaba trasegandome la segunda botella, en pelotas bajo mi albornoz de algodon, cuando sono la puerta, era Mishiko, un estereotipo de japonesa, bajita, bonita y fragil, que me tendio la mano mientras inclinaba la cabeza educadamente, pase de la mano y le di un abrazo y un beso en la mejilla, ella se quedo un poco sorprendida, los mediterraneos somos muy dados al tacto pero los orientales lo consideran un pelin transgresor, el caso es que a mi, con una botella y media de magnifico reserva en el estomago, y con la sarten (los cuadros) por el mango, lo que la Mishiko pensara me la traia bien floja.
Los vapores del vino inflaman la emocion y la imaginacion, en cuanto la vi me acorde de la magnifica pelicula de Oshima "El imperio de los sentidos" pero pase pagina, lo primero es el dinero...luego, si procede, el placer.
La negociacion fue dura, para ella, fui inflexible, rozando la humillacion y el caso es que ella se presto al juego, los muros iban cayendo uno tras otro, hasta que consegui una posicion de dominio absoluto y una actitud sumisa dificilmente encontrable en una mujer occidental.
Eleve la cantidad, sin pasarme y llegamos a un acuerdo.
-Ahora tenemos que celebrarlo-le dije
Me miro con cara de sorpresa, pero yo ya estaba pidiendo champan y ostras al servicio de habitaciones.
Cuando llego lo dejaron todo en una hermosa mesa metalica y le dije que brindariamos desnudos, seguia con cara estupefacta pero se desnudo mientras miraba como yo lo hacia, era hermosa, con unas minisculas tetitas de pezon oscuro y sobresaliente, una cinturita imposible y una impresionante mata de pelo negro en el coño, se solto el pelo que llevaba recogido y brindamos mirandonos a los ojos, parecia temerosa de lo que iba a pasar pero tambien anhelante, mi polla estaba tiesa, la acaricie los pezones y se los pellizque suavemente, su piel era tersa y suave, bese su cuello, meti mi mano en su entrepierna y estaba mojada, con un flujo denso y pegajoso, me sente en la cama y le indique que se acercara, se arrodillara y me chupara la polla, obedecio sin rechistar, su cara era un poema, miedo, sumision y lujuria se mezclaban en su mirada, en la profundidad de sus ojos negros, lamia la cabeza de mi polla, acariciaba mis huevos, sopesandolos y chupaba con fuerza mientras yo acariciaba su coño y utilizaba su flujo para mojar el agujero de su culito. Le ordene que se pusiera a cuatro patas al borde de la cama y me situe de pie tras ella, apunte mi polla a la entrada de su culo y de un golpe le meti el capullo, mi intencion era esperar un poco a que se acomodara mi polla y ella se habituara a la dilatacion pero mi sorpresa fue mayuscula cuando note que empujaba sus nalgas redondas en direccion a mi con la intencion de empalarse entera, en menos de un minuto se la tenia encajada hasta las pelotas y comenzo a retorcerse de gusto, ella era la que marcaba el ritmo y la que se sacaba la polla casi entera con su vaiven y se la volvia a clavar hasta la raiz, yo resoplaba como un cosaco del gusto que me estaba dando y ella emitia unos extraños graznidos de placer (intui que era japones), quien diga que en una situacion asi aguanta mas de cinco minutos sin correrse, miente como un bellaco. Tuve una corrida tumultuosa, cuando senti que me corria levante en peso sus escasos 45 kilos y le llene el culo de leche caliente.
Un hilillo de leche y mierda japonesa atravesaba mi capullo cuando le saque la polla, sus ojos brillaban de forma extraña. Lo vi claro...le ha sabido a poco, llame de nuevo al servicio de habitaciones y pedi cinco metros de cuerda de cañamo mientras ella descansaba en la cama emitiendo unos suaves gemidos roncos, la puse boca abajo y la ate, primero sus manos sobre la espalda, despues sus pies, que junte con sus manos, despues la cruce con cuerdas, una le pasaba por la raja del coño y el culo, otra, a la que le di dos vueltas tapaba sus pezones, esta me asegure que le apretara bien apretada, hecho esto la puse de costado y me sente en el sillon a mirarla, los ojos se me salian de las orbitas.
Llame a recepcion y pedi que me consiguieran una bicicleta para dar un paseo por el Bois, me largue y deje a Mishiko atada y feliz en la cama pero un pelin inquieta.
El paseo por el Bois fue estimulante, travestis despampanates, cambios de parejas en los coches, colegialas brasileñas, un surtido de sexo de pago bastante divertido que me devolvio de nuevo las ganas de follar, volvi a mi suite del Concorde y alli estaba Mishico, con los ojos abiertos como platos, esperando acontecimientos. Desate sus piernas y aparte la cuerda de su coño que estaba rojo, irritado y con los labios hinchados, sus manos seguian atadas a su espalda, tambien solte la cuerda de sus tetas que dejaron una marca roja por donde le apretaban, me tumbe en la cara y le ordene que me montara, le situe la polla entre los labios de su coño y no habia metido el capullo cuando ella se estaba dejando caer sobre mi miembro y metiendosela hasta las entrañas, se quedo quieta sin moverse, su coño estrecho apretaba y succionaba mi polla como su boca, era una sensacion exquisita, si eso es el exotismo oriental me subscrino a perpetuidad, ella no se movia, solo su coño, haciendo esa especial succion, yo me arqueaba subiendola en peso sobre mi polla y apretando su abultado clitoris con dos dedos, un hilillo de saliva se derramaba en la comisura de sus labios y su mirada se extraviaba y bizqueaba, sacaba la lengua y se quedaba como en trance, mientras yo apretaba sus nalgas sobre mi con todas mis fuerzas y chupaba y mordia sus pezones alternativa y duramente, me corri pegado a ella, como si fueramos uno, fue sensacional.
-Senti el calor de tu semen- dijo en su infimo español.
Quedo un rato sobre mi, hasta que mi polla se desinflo totalmente y salio de su coñito japones, se incorporo y me dijo:
-Te preparare un baño.
La vi dirigirse al aseo, las marcas de la cuerda todavia se señalaban en su espalda, sus manos y sus pies y toda la zona de su vagina y el culo estaba enrojecida, el sonido del agua llenando el yacuzzi hizo que me quedara adormilado, las caricias de su lengua sobre mi espalda me despejaron.
-El baño esta listo, Carlos- me dijo
Habria llamado al servicio de habitaciones mientras dormia, habia champan enfriandose y una bandejita de fresas, las burbujas movian la espuma del baño, entre en el, me tumbe y cerre los ojos, comenzo a acariciar y a masajear mis pies, me sirvio champan, me daba las fresas con su boca y seguia acariciando y masajeando todo mi cuerpo, asi estuvimos casi hora y media, vacio la bañera y se incorporo para jugar con su lengua en mi polla, tanto mimo me habia acomodado y emblandecido y mi polla, pese a sus esfuerzos, no reaccionaba, no se ponia dura la cabrona.
-Si quieres pegame-me dijo
No soy un tipo especialmente sadico, solo soy dominante y activo, no quise golpearla.
-Ahora no es el momento Mishico.
Ella sonrio, no se si agradecida o decepcionada por mi negativa.
-Si esperas creo que puedo arreglarlo- me ayudo a incorporarme y me puso el albornoz, acto seguido desaparecio, me tumbe en la cama a ver la tele, pasados unos minutos llamo a la puerta, llevaba un neceser, me tumbo en la cama, me abrio el albornoz y sacando una crema de una cajita redonda comenzo a acarciarme y embadurnarme, la sensacion de frescor me relajo bastante, despues saco otra cajita, tambien redonda, esta de nacar y se unto los dedos con otra crema, empezo a untarla en mi polla y en la base de mis pelotas mientras me pajeaba, rapidamente un extraño frescor mentolado invadio mi polla, su efecto fue inmediato y enardecedor, se puso dura como una piedra, nunca la habia sentido asi, poderosa, hinchada, roja y desafiante.
-Ahora me usaras para lo que quieras
-Que te use?
-Si ser tu objeto de placer es lo que mas placer me da a mi, eres mi dueño y señor, me haras lo que quieras y yo hare lo que quieras.
La coloque de nuevo a cuatro patas, esta vez sobre el samovar y frente al espejo y meti mi polla sin contemplaciones, sin compasion en su coño hinchado, justo cuando la tenia toda dentro y ella iniciaba el movimiento de succion con su vagina yo se la sacaba y embestia nuevamente, duro, con poder, con violencia, sentia mi ariete en su plenitud, se la clavaba hasta las pelotas, esperaba su succion y cuando la notaba la volvia a sacar, ella comenzo con su retahila de gemidos roncos en japones, asi estuve mas de veinte minutos, estaba empapado de sudor desde el pelo hasta los pies y no me corria, seguia con la polla a reventar y una sensacion de poder sexual absolutamente inedita, casi me asfixiaba del exfuerzo asi que decidi parar un poco y tumbarme en la cama a reposar un poco, la ereccion no bajaba, ella comenzo a acariciarme y lamer el sudor de todas partes de mi cuerpo, de mi cara, de mi cuello..
-Me gusta como sabe-me dijo
Estuvo mas de diez minutos lamiendo y besando todo mi cuerpo, las caricias de su boca eran como suaves descargas electricas, su mano aferrada a mi polla meneandola suavemente.
-Espero que ahora me ates de nuevo y quieras pegarme-me dijo en un suplicante susurro
Ya lo creo que la ate, a cada esquina de la cama, boca abajo, piernas bien abiertas, despues hize un nudo de soga y se la puse al cuello, dirigi la cuerda a la raja de su culo y su coño, la pase por su hombro de nuevo y envolvi de nuevo sus tetas en cañamo, cuando acabe mi tarea me dedique a tirar de la cuerda y rozarle con ella en su culo y su coño, cada vez que tiraba de ella la soga le apretaba el cuello, su respiracion era entrecortada y su coño se inundo de flujo, un flujo que de tan denso parecia casi gelatina, lo lami y probe su sabor, me gusto.
Observaba como los labios de su coño se hinchaban y enrojecian pero no me corte, ella podia parar la operacion con un solo gesto y no lo hacia, al contrario, parecia que queria mas asi que me puse a golpear sus nalgas con la palma de las manos, sonaba cono un tambor agudo, ella se retorcia, a la media hora ya estaba cansado de la operacion y mi polla seguia como un garrote de dura asi que decidi apartar la cuerda y follarla un poco mas, situe mi polla, poderosa y dura en la entrada de su coño y cuando empuje para meterla no podia, los labios de su coño estaban tan hinchados que oponian una resistencia casi virginal, empuje con insistencia, el unguento de Mishiko me daba una sensasion de poderio en la polla que creia que podria derribar una puerta blindada con ella si llegara el caso, consegui vencer la resistencia, esta vez grito, fue un chillido agudo que ceso cuando sintio toda mi polla dentro de ella, me acomode en su coño, sin moverme, esperando sus contracciones, desate la cuerda y comence a sobar sus tetitas, pellizcando sus pezones y susurrandole guarraditas del tipo:
-Eres mi putita japonesa, mi vicio oriental, quiero que mojes mi polla-
El estado febril de mi polla me impulsaba a una penetracion agresiva, aumente el ritmo y la fuerza de mis embestidas, ella levantaba el culito para recibirla, rugia de gusto cada vez que sentia mis cojones golpear a la entrada de su coño, sentia que me corria de forma inminente pero no lo hacia, era un orgasmo majestuoso, sin eyaculacion, largo, intenso, el corazon parecia que se me iba a salir por la boca, ella tenso todo el cuerpo y volvio a chillar, senti el aumento de su denso flujo mojando y lubricando mi polla, se estaba corriendo como una perra, como una perra japonesa. Mi ariete seguia poderoso, desafiante pero no mi cuerpo, mi resistenca fisica no daba mas de si, la desate y me quede dormido como un angelito.
Cuando desperte ya habian pasado las once de la mañana, olia a sexo en la suite, estaba solo, ni rastro de Mishiko, mi polla seguia dura, muy dura, estaba roja e irritada por la friccion del coño de Mishiko, vi una nota sobre la mesa, era de ella, habia salido de compras y pasaria a las 12 a recogerme, pedi zumo de naranja y frutas para desayunar, a las 12 en punto, puntualidad japonesa, Mishiko llamaba a la puerta, traia bolsas y paquetes.
-Te he traido un regalo-me dijo
Me dio una caja de carton, la abri y dentro habia una bata/kimono de seda negro con dibujos rojos y dorados, era muy bonito, sonrei.
Me gusta- le dije
Me tendio otra bolsa, dentro otra caja, eran unas deportivas Nike blancas.
-Quiero que te pongas esto, voy a arreglarme un poco y paso a recogerte en media hora
-Ok¡- le conteste
Me meti en la ducha y abri el grifo a tope, me sentia fuerte, poderoso y mi polla parecia de otro :-), seguia dura, sali a la habitaqcion y desplegue las cortinas, entro la luz del final de primavera en Paris, tome kakis, piña, fresas y melon y espere en pelotas a Mishiko.
Llamo a la puerta, abri, llevaba el pelo recogido y un traje chaqueta de diseño rojo, la falda muy corta.
-Me visto rapido- le dije cogiendo mis calzoncillos CK para ponermelos.
-No por favor¡- me dijo imperativa- me gustaria que no llevaras nada bajo el kimono.
-Ok- le dije poniendome la bata que era cerrada, sus botones dorados eran puramente ornamentales, tenia aberturas laterales a la altura de los bolsillos, me puse las deportivas y le dije:
-Estoy listo-
-Mira- me dijo levantandose un poco la falda, no llevaba bragas.
Me mire en el espejo, mi polla tiesa marcaba un poco de bulto pero no era excesivamente escandaloso, ademas mi aspecto era extravagante y exotico pero no ridiculo, me guste.
-Vamos a pasear a los Campos Elyseos- dijo Mishiko poniendose de puntillas para ofrecerme su boca.
El tiempo era agradable paseabamos por la amplia avenida, Mishiko llevaba su mano metida en una de las aberturas del kimono y me iba haciendo una paja, en plena calle, discretamente, una paja en los Campos Elyseos mientras te cruzas con la gente, observas el garbo y la elegancia de las parisinas andando y sonries a los turistas que se toman algo en sus terrazas, nadie se daba cuenta, y si se daban me daba lo mismo, la llevaba abrazada, mientras sus dedos jugaban con mi polla, algunos nos miraban, pensarian en una pareja de excentricos enamorados y seguian a lo suyo, Mishiko seguia acaricandome las pelotas y mirandome sumisa con ojitos de cordero degollado.
Entramos en un elegante bistro donde habia reservado mesa para dos en un prive, pedimos marisco, ostras y vino blanco, el ambiente era idilico, los dos frente a frente en aquella minuscula habitacion del restaurante, se habia descalzado y jugaba con sus pies en mi polla, yo hacia lo mismo en su coño, la primera botella de vino le encendio una hermosa luz en sus ojos.
-Que tiene el unguento que me pusistes Mishiko? Nunca me habia sentido asi, poderoso priapo.
-Lo hacen desde hace siglos en un monasterio taoista de las afueras de Kioto, no se su composicion, solo lo dan a mujeres de antiguas familias de la ciudad y es desicion de las mujeres utilizarlo con los hombres que desean, ademas solo se puede usar en el periodo de la llena-
-Que dura su efecto?
-Hasta que la luna abandone su esplendor-
Pedi champan y brindamos.
-Y el movimiento de succion de tu coñito Mishiko? Como lo haces? Quien te lo enseño?
-Tambien es herencia familiar, mi madre nos lo enseño a mis hermanas y a mi, a ella se lo enseño se madre y asi a traves de los tiempos, no solo es una tecnica de control muscular, es una virtud familiar, todas las mujeres de nuestro linaje poseen el don.
-Eres maravillosa
-Te eres el hombre mas maravilloso que he conocido, me gusta tu caracter fuerte, las mujeres como yo necesitamos alguien asi que nos conduzca y nos guie y que nos deje actuar cuando queremos y lo necesitamos, en solo venticuatro horas me has dado eso, no me habia ocurrido nunca.
Se puede enamorar alguien en un dia a traves de una relacion interesada primero y sexual despues
Datos del Relato
  • Categoría: Hetero
  • Media: 6.03
  • Votos: 32
  • Envios: 3
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