“””Una semana después de haber pasado aquella experiencia de autosatisfacción tan placentera, y de haber tenido suerte al no descubrirme mis padres, sucedió algo aún más mejor, yo estaba muy placidamente encerrado en mi habitación viendo una revista porno (muy buena por cierto esa edición) y estaba tan caliente que no había escuchado que mi tía había llegado con mi primo Jerónimo, así que mientras yo me masturbaba con la mirada, mi primo subió y entró a mi cuarto, yo desconcertado rápidamente metí la revista debajo de mi almohada para que no se diera cuenta y disimular mi erección flexionando la rodilla, en primera estancia así pareció, el no se detuvo y se acercó a saludarme.
Yo tenía 14 años y mi primo 12, después de contarme sobre su hermano y su escuela me obligó a jugar “PlayStation”, después de unos 20 min de estar jugando, yo ya estaba bien picado pues Jerónimo no me podía ganar, él algo molesto dijo que ya se había aburrido, se recostó panza abajo sobre la cama y sacó la revista que había dejado debajo de la almohada, yo me quedé helado, me dio mucha pena y no sabia que hacer, el la empezó a ojear con tal naturalidad que me sorprendió, después de verlo le arrebaté la revista y lo regañé por ver cosas que no le importa, a el solo le dio y risa y me confesó que su hermano tenía muchas de esas en su cuarto y que se las había enseñado.
¿Quieres jugar? Me dijo.
Le respondí afirmativamente según yo para desviar el tema de las revista.
¿A qué? Le pregunté
Ven acuéstate
Yo lo hice, realmente no esperaba nada raro pues íbamos a jugar y solo era un niño, cuando estaba tendido en el colchón me bajó el deportivo que traía y sacó mi verga flácida y se la metió en su pequeña boca, yo no podía creerlo, de inmediato me reincorporé para evitarlo, pero el me dijo que a eso jugaban su hermano y él cuando estaban solos, cuando dijo eso me sorprendí aun más y fue cuando de nuevo se acercó y volvió a tomar mi pene que ya estaba erecto al sentir los labios de aquel pequeño, yo estaba en el cielo, sabía muy bien hacerlo y su lengua se movía con una maestría majestuosa, de un momento a otro él me jaló de la manó para que me levantara y se sentó en la orilla de la cama y comenzó a bajarse su pantalón y su truza, en un segundo se puso al filo del colchón en cuatro patas y me dijo que se la metiera, su culo en todo su esplendor, aquel culo que pareciera tan virginal, su ano limpio y por debajo sus testículos aun pequeños, sus nalgas bien paradas esperando a ser separadas por mi verga, no pude resistir la tentación y puse mi glande en la entrada de su culo, comencé a presionar y mi pene se resistía a entrar hasta que por fin y con ayuda de sus manos al abrir su ano mi cacho entro y sentí el calor de su interior y como sus paredes rectales se estrechaban contra mi miembro venoso, fue entonces cuando él gimiendo comenzó a mover sus caderas como una puta, era maravillosa aquella postal que yo obtenía desde arriba viendo como mi pene entraba y salía de aquel culito tan pequeño y blanco, gracias a sus movimientos de zorra profesional me provocó por fin el orgasmo y mi corrida le inundó las entrañas desbordándose por completo y escurriendo por sus testículos, se despojó de su postura para volver a mamar mi verga y tragarse los residuos de semen que quedaban en ella mientras yo estaba mas que extasiado por aquel momento tan perverso, cuando acabó de lamer mi miembro le dije que fuera al baño y se limpiara el culo para que se vistiera pues no tardaría su mamá en llamarle para irse. Cuando mi tía le llamó el se despidió de mi y me dijo algo que me dejó muy excitado, me invitó a pasar una noche en su casa para que jugáramos también con su hermano para que viera como aprendió a hacer eso, fue hasta la próxima semana que conseguí el permiso y fui a dormir con mis 2 primos…