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Categoría: Incestos

La madre de mi novia

Yo tenía como 16 años, recién empezaba un noviazgo con una chica de mi edad, era bonita alta delgada de buenas tetas y culo estupendo. sabía que Byron un joven que vivió en el vecindario, había sido de novio de ella desde que tenía 14 años, y que se la había cogido. Yo tenía ya dos meses de andar con ella, pero no había tenido la oportunidad de estar a solas por así decirlo, la cuidaban mucho, pues al parecer sabían los padres que el ex.novio la había desvirgado, y no querían más complicaciones con ella, que era un poco calientona y no querían un nieto sin padre. Nos dejaban sólos en la sala, lo que nos daba oportunidad de que le mamara las chiches, y la tocara, claro que cuando me salía a despedir, y cubiertos por la hoja de la puerta, le acariciaba su vulva, y ella me bajaba la piel de la verga, le fascinaba el tamaño y grosor, y siempre me decía que en la primera oportunidad la quería todita adentro. La señora de nombre Hilda, asistía a una asociación femenina de por allí cerca, y habían planificado una excursión de parejas, esa noche estsban efectuando los arreglos para el viaje con el esposo, pues el siguiente día que sería viernes, saldrían por la tarde, después de la jornada de trabajo, por lo que estaban arreglando maletas, ya que regresarían domingo por la tarde-noche, Hildita, que así se llamaba mi novia, la recogería en el colegio una hermana del padre. Como estaban tan ocupados, aprovechamos para salir al patio, como tomando el fresco, ella no llevaba ropa interior, por lo que se inclinó sobre un pasamano de concreto, de espaldas a mi, abrió lo mas que pudo sus piernas, tenía la vagina húmeda, más la saliva que le puse a la pija, y se la acerqué al hoyito, entro el glande, ella suspiró profundo de placer al sentir lo calientito de mi punta abriendo paso en su vagina, entré de otro envión como a la mitad, ella me dijo que más despacio pues habia sentido molestia por lo grueso, entraba y salía despacito, sin entrar más de la mitad, ella jadiaba de excitación, movía sus caderas en círculos tratando la forma de que su clítoris se frotara con el tronco de mi verga, sentí sus movimientos más rápidos, y me pidió que tratara de meterle el resto, la topé al fondo, ella sólo exclamó,ah,ahah, que delicia mi amor, cuando se vino en un orgasmo que tuvo que ahogar con su mano cubriendo la boca, luego me dijo que tomaba pastillas previendo que cualquier día lo íbamos a hacer, por lo que después de unos puyones al fondo la llené de lechita caliente. rápidamente se limpio con una toalla, y me limpió a mí y se colocó una toalla sanitaria, para evitar que el semen le corriera por las piernas. Nos sentamos como que si nada en la sala, y oíamos las voces de sus padres, opinando sobre que llevar y que no, minutos después me despedí.

Como a las tres de la tarde, me llamó doña Hilda, angustiada, al oir el tono de su voz, el de la angustia fuí yo, pensando en lo sucedido la noche anterior con su hija. Y más cuando me dijo que iba para su casa y que era urgente que hablara con ella, que llegaba en unos cinco minutos. Yo ya la esperaba enla puerta de su casa cuando llegó, iba muy nerviosa y me invitó a pasar, y luego me dijo que habían planificado por meses la excursión, ya que ella no conocía el lugar y siempre había deseado ir, pero que lamentablemente, su esposo tenía una gran complicación en su oficina y debería resolver un asunto urgente y no podía acompñarla, y que como todo estaba completamente pagado y Hildita con lo de su seminario tenían que reunirse con la clase completa y la catedrática, por lo que le era imposible acompáñarla, y que habíuan pensado en mi persona para acompañarla, y que si era necesario hablar con mi madre para el permiso lo haría. Le expliqué que mi madre no estaba en la ciudad, pero que no había problema yo le acompañaría. la verdd de mala gana, pués teníamos planes con Hildita que se le escaparía a la tía con cualquier pretexto, para coger tranquilos en mi casa. En una maleta acondicioné ropa para el fín de samana y ropa apropiada para el frío pues en ese lugar de noche cala hasta los huesos.

Al llegar estaba cayendo una llovizna, el frío empezaba a sentirse, eran las 9 de la noche, a las parejas las ubicaron en cabañas pequeñas, Ella al no ir con su esposo le tocaría una cabaña para ella sola, pero como todo estaba reservado, no habría cabaña para mi, ella rapidamente le dijo a la señora guía que su esposo no iba pero se hacía acompañar de su hijo, por lo que el problema estaba solucionado. venía el segundo problema, en la cabaña únicamente había una cama Queen, por lo que teníamos que dormir en la misma cama, el tercer problema, en la ducha no había puerta ni cortina, aunque el agua no salpicaba al piso, ya que para entrar a la ducha había unos escalones, por lo que al estar bajo la ducha,el cuerpo se veía de las rodillas hacia arriba. En este lugar para acampar, habían quince cabañas todas parecidas, piscina grande y una pequeña, cancha de baloncesto, y una de papyfutbol, y al fondo un salón grande que era utilizado como comedor. área verde muy grande y un camino que llevaba a un embarcadero, para los paseos en lancha por el lago de Atitlán, que desde el campamento, que por cierto estaba en una colina alta, se podía observar toda su belleza, así como los imponentes volcanes que se elevan como fieles guardianes del lago, podía verse desde arriba, las luces de los 12 pueblos asentados a la orilla del lago.

Llamaron para cenar haciendo sonar una campana, poco a poco se fueron llenando las mesas, y luego al rededor de una fogata nos reunimos todos, unos tocaban guitarras, otros cantaban, por un lado un grupo contando anécdotas, y así nos dieron las 11 de la noche, y a dormir. Ella fué al baño a cambiarse,pero como expliqué anteriormente no había puerta, por lo que se cambió en la parte que las paredes cubrían, pero un espejo bien ubicado para donde yo estaba, me reflejaba la imagen de ella desnudandose. Doña Hilda tenía 40 años, de un rostro muy hermoso, de pechos medianos, muy bien conservados, cintura fina, caderas anchitas, culo de pelicula y unas piernas exquisitas, mujer muy bella para haberse casado con un señor que tendría en ese entonces 65 años, panzón, chaparro, medio calvo, de cara regordeta, con un bigotón que no le favorecía en nada,pero al parecer con bastante plata, que me imagino que fué el atractivo que ella encontró para casarse con él. ese espejito, me dió una visión estupenda de esa bella mujer desnuda, pechos firmes al igual que sus nalgas y piernas, su vagina completamente depilada, aunque no la ví de frente completamente,pero si lo suficiente para tener una erección formidable, en lo que ella se desvestía yo hice lo propio, por lo que cuando ella llegó yo estaba acostado, cubierto con un juego de frazadas, ella se acostó a mi lado, cubriendose con el otro juego, ninguno de los doa podíamos dormir, entre mas tarde se hacía el frío apretaba más, ella me dijo que unieramos el juego de frazads para estar más calientitos. poco a poco el sueño nos fué venciendo, al despertar yo estaba de espaldas a ella, y ella me tenía abrazado por la cintura, y una de sus piernas sobre mi, el pantalón de pijama que yo tenía, era mas bien short, por lo que la pierna estaba descubierta, y podía sentir su chocha en mi muslo, lo tibio de su cuca apoyada en mi muslo, no tenía ropa interior abajo, por lo que podia sentir perfectamente hasta lo húmedo de su canalito. Momentos después ella se despertó, y al ver como me tenía, muy despacito se despegó de mi, me hice el dormido, ella me habló quedito, nole respondí deslizó su mano por mi cintura, y pasó sus dedos por mi pene sobre la ropa, como la tenía dura, se detuvo, y empezó a pasar sus dedos por lo largo, como queriendo saber que tan grande era, al contacto no aguanté la caricia, y me moví, ella rápidamente quitó su mano, yo me hice el recién despierto, vi el reloj, ya iban a ser las 6 de la manaña, a las siete y media era el desayuno y a las nueve era la salida en las embarcaciones. Venía el otro problema, la ducha, al ducharnos quedabamos completamente desnudos a la vista de cada uno, le dije que saldría de la cabaña para que se bañara tranquila, pero al ver por la ventana la lluvia persistía, le dije que me iba a cubrir con las sábanas para no verla, pero me las ingenié para hacer un espacio, aunque la noche anterior había visto un 70% de su cuerpo, hoy la ví completita, como se enjabonaba los pechos, y su cuca, pero al verla perfectamente ví como tenía dos dedos metidos en la vagina, ella se colocó de espaldas a mi, y por sus movimeintos se estaba masturbando, se vino rápido, demasiado rápido, pues la ví contornearse. Cuando ella llegó a la cama ya vestida, me hice el dormido de nuevo. me levanté y me fuí a duchar,, ella estaba sentada en un sillón, hojeando una revista, eras el mismo sillón donde yo me desvestí la noche anterior, por lo que sabía que me iba a ver por el espejo. Salimos a desayunar y durante el día nos divertimos en el paseo, regresamos como a las cinco de la tarde, nadamos en la piscina con todo el grupo, pero ese día por lo agitado, las mujeres estaban un poco fatigadas.por lo que después de la cena todos a las cabañas. Ella me preguntó si no me importaba que fumara, le dije que no, luego de su maleta sacó una botella de licor, estaba como a la mitad, y me dijo que para el frío se tomaría un traguito. empezamos a hablar de su hija, que le gustaba para ella, y empezó a decirme cosas agradables, que era guapo, de un cuerpo bien formadito, nada que ver con el desgraciado que había sido novio de su hija, y blablabla. ya con sus traguitos, que ya no fué uno si no como cinco, me comentó llorando que una tarde la había encontrado con el novio cogiendo, y se descosió añadiendo que definitivamente el día que yo tuviera relaciones con ella, sería como un desague de semen, y que no fuera a hacerle daño, ahora que si yo la llegara a amar,pues que no me importara su mala experiencia. lo único que la señora no sabía que ya me la había cogido, y que sabía que dos ó tres más se la habían pasado, y que yo lo que quería era cogerla por un tiempo y ya. Luego le cambié el tema y empezamos a hablar de su marido, me dijo que era un hijo de puta, que por la plata que tenía iba mucho a clubs nocturnos, y la tenía en abandono, y pensó que este viaje les ayudaría, pero que definitivamente, estaba con otra mujer. Quería saber si me había visto bañandome, por lo que le pregunté que si su marido la complacía en tamaño de pene, me dijo que ella no había visto otro pene aparte del de su esposo, que por la mañana me había tocado, y lo sintió grande, pero que en el baño me duché de espaldas a ella y no pudo verlo, yo le dije que ella si era toda una hembra por el cuerpo tan lindo que tenía, sus hermosos pechos, nalgas y muslos. Se me queda viendo y me dice: tramposo me viste, ahora tengo que verte yo a Tí, le dije que de acuerdo, pero que ya los traguitos le habían pegado un poquito, y que nos ducharamos juntos, fuí a poner el calentador de la ducha para templar el agua, ya que allí las calderas se mueven por carbón. eres un caballo,me dijo al verme desnudo, mira que cosota tan larga y gruesa tienes, mientras alargaba su mano para ponerle jabón, enjabonó todo mi cuerpo, y yo el de ella, su clítoris era grandote, heredó muy bien su hija, que así lo tiene también, se pegó a mi y buscó mi boca, nos besamos con lujuria, y caímos en la cama, le dí una soberbia mamada de cuca y clítoris que la hice correrse dos veces, luego fué ella quién ma la chupó, no sabía hacerlo pero poco a poco fué haciendolo más rico hasta sacarme la leche, que tragó con vehemencia, nos quedamos un rato boca arriba en la cama, luego empezó de nuevo a mamarme, nos pusimos en un 69, su clítoris estaba estupendo, grande y rico, me dijo que queria sentir mi pijota adentro, se sentó sobre mi y empezó a deslizarse despacio, hasta tragarsela toda, lentamente salía y entraba, subiendo a forma de gozar cada centimetro de verga, lo hicimos en diferentes posiciones, hasta quedar en cuatro, su culito cafecito y estrechito era una tentación, sus caderas anchas y las nalgas duras y paradas, ella gemía en cada envión que le daba al fondo, mi dedo medio ya estaba dentro se su culo, ella me decía que lo gozaba, metí un segundo dedo, se quejó un poquito, ya tenía tres dedos, y gemía de placer, sentí que levantó el culo, recostó las chiches y el rostro en la almohada, y empezó a moverse en círculos, le dí mas rápido y ahogó enla almohada sus gritos de placer, saqué la verga y se la empezé a meter por el culo, apretó las sábanas, se la metí toda, me dijo que no la aguantaba, le empezé a acariciar ese monstruo de clítoris, se quedó quieta estaba gozando de esa super cogida, cuando le estaba hechando la leche en el fondo de su culo, empezó a correrse de nuevo. Dos veces más esa noche, el domingo por la mañana, cogimos, en el receso del medio día, antes de partir, volvimos a coger. Al llegar a su casa, Hildita ya había regresado,le dijo que su padre había llamado para avisar que llegaría al día siguiente por la noche, en la capital llonía acántaros, Doña Hilda me pidió que esa noche me quedara en su casa par no estar solas, con asombro de Hildita y mío, nos dijo que me quedara en el cuarto con Hildita, esa noche con el aval de su madre, nosla gozamos a lo grandem nos mamamos, chupamos, la cogí por el culo, la boca, no dormimos, fué una cogedera loca,
Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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