Volví en Navidades a casa y aproveche para saludar a mi amigo Iván y que echase una visualizada a mi portátil, es un genio de la informática.

Pase a su casa y estaba su madre,(divorciada desde hace 5 años, mas o menos) tiene como unos cuarenta y tres o cuarenta y cuatro años.

Es muy agradable y simpática, llamo por teléfono a su hijo y este le comento que quedábamos para el domingo que tenia un partido de baloncesto con los colegas y mejor estar tranquilo, le aviso que no llegaría a casa hasta las diez.
Eran las cinco de la tarde y su madre me dice a este no se le ve el pelo, esta siempre fuera de casa. Me invito a un café y comenzó a preguntarme como me iba. Al traer el café se sentó en el sofá de enfrente y pude ver todas sus piernas, creo que ella se dio cuenta, pero no hizo nada por evitarlo, continuamos hablando.

Me pregunto si tenia novia, le dije que no, que como siempre de un lado a otro era difícil, y le pregunte si ella había rehecho su vida, me contesto: hijo, yo ya soy vieja, paso de mamoneos, es mejor estar sola ya tuve bastante con mi ex, que tarde tres años en resolver las cosas, me dejo hasta los pelos.
Bueno, eres joven y aparecerá alguien especial y además estas guapísimas, tienes un cuerpo espectacular, sigues yendo al gimnasio ¿verdad?

-Si, eso me relaja. -contestó-.
Bueno comencé a halagarla y note que no le disgustaba, al contrario, después de un rato separo las piernas un poco, y volvió a apretarlas. Se ruborizo un poco y me pregunto si tenia prisa, le dije que no, entonces me ayudas que quiero bajar estas dos cortinas del salón para lavar, me pregunto, conteste que encantado.

Fue a por una escalera y mientras sujetaba ella subió, le quedaba un poco alto el riel, tuvo que estiraron un poco el brazo y subió el vestido, vaya piernas, que maravilla, me puso a cien, me empalme como un toro.

A partir de ese momento empecé a trazar un plan de que notase bien mi polla. Sujete la escalera con las dos manos y mire hacia arriba, llegue a ver todas sus nalgas, esta buenísima, pensé.

Entonces se engancho una cortina y subí dos escalones para ayudarle y ella bajo uno para que pudiese hacer fuerza, bingo mi polla bien dura en sus nalgas, aproveche a moverme y rozarla bien, no se inmutó, permitió que mi polla la sobase bien, al bajar la pieza me dice: Tienes una linterna en el bolsillo, conteste: No, no llevo nada. Entonces se dio vuelta y miro mi paquete, diciendo Dios mío, eres un monstruo.

Me puse colorado, y agregue, bueno no es para tanto ¿o te asustaste?, para nada me dice, solo que me impresiono su dureza y por lo que veo es grande, ¿cuanto te mide? bueno mas o menos 26 cm., joder, ¿y gorda seguro? si mas o menos.

Se hizo el silencio, fue un rato largo.
Entonces me dice:

-¿Que pasa, te pongo? le dije: Si, la verdad es que si. Tus piernas y tu culo son muy apetecibles.

La sujete porque se dejo caer, nos besamos, le metí mano en sus tetas, enormes y aunque cuelgan un poco son una preciosidad.

Sobre el sofá nos empezamos a calentar y aproveche para ponerle su mano sobre mi polla y que notase su fuerza, luego la saque, y no lo dudo, se abalanzo a comérmela de una manera increíble, con maestría y ritmo, mientras yo me fui a por su coño, comencé a buscar su clítoris, y apareció enseguida, media por lo menos dos cm., una maravilla, la puse a cien , nos desnudamos y se acomodo en el sofá ,comencé a comerle el coño y el clítoris con suavidad y constancia, hasta que note que apretaba mi cabeza y se empezó a correr, joder como gozaba, chupa, chupa, me decía.

La deje un rato y le acerque la polla a la boca, entonces me dijo vamos a mi cama.

Comió mi polla genial, y cuando estaba empalmadísimo se subió encima, saltaba como una loca, sus tetas tenían un vaivén increíble, las apreté, agarre bien sus caderas y le entraba toda la polla, notaba muy caliente su cueva y profunda.
Estuve follando así un buen rato y vi que aguantaba aun jadeando, quería clavarla bien, le pedí cambiar de postura y la coloque a cuatro patas, sus tetas se reflejaban en el espejo del armario y la clave bien hasta el fondo. La hice correr como una loca y luego me corrí yo sobre su espalda y culo. Relajados nos duchamos y sonó mi teléfono, era mi amigo su hijo para decirme, oye no quiero dormir en casa le digo a mi madre que duermo contigo en tu casa. Dije vale, bien pero nos vemos mañana, dijo OK.

Al rato llamo a su madre y le contó una historia, ella acepto que se quedase conmigo a dormir, y al colgar me dice:

Estos chicos... sois unos engañadores, ¿que hará mi hijo esta noche? Le dije que mas da, yo me quedo aquí contigo toda la noche y no te sentirás sola, el seguro que llega a la hora de comer. Acepto que me quedase, nos fuimos a duchar y después de enjabonarla y manosearla, me coloque en su espalda y comencé a metérsela bajo el agua templada, como empujaba hacia atrás, se metía toda mi polla bien dentro, era increíble, se corrió con chillidos y gemidos. Eran las nueve y preparo cena, tomamos café y me ofreció una copa, no acepte pero ella se tomo un whiskey.

Me dijo me voy al dormitorio, vuelvo en un rato ponte cómodo. Pasaron 15 minutos y apareció vestida de negro, preciosa, medias, tacones, bien peinada, una hembra monumental, me empalme de nuevo, cuando iba a levantarme, me dice: No te muevas, voy a poner música. Apago la luz grande y dejo una lámpara de esquina, sonaba la música y comenzó un desnudarse lentamente, se quedo con sujetador negro, ligueros medias, y los tacones, de un cajón saco un consolador y estuvo haciendo poses, acercándose a mi poco a poco, me comencé a pajear, y ella paro mi mano, coloco las tetas alrededor de mi polla y comenzó una cubana con mamada genial, era un espectáculo, cogí el consolador y se lo metí en el coño, dándole ritmo, le gustaba y acelero la mamada, no quería correrme sin follarla bien.
Me solté y la coloque a cuatro patas en el sofá y le comí el coño y subí a su culo lo humedecí bien y dirigí el consolador hacia el, entro poco a poco, cuando estaba dentro me levante y le metí la polla en su coño ardiendo, la clave bien y con mi vientre empuje también el consolador, un como jadeaba y gozaba, le magreé bien las tetas, la tenia a cien aproveche meter un dedo en su boca, me lo comenzó a lamer y chupar, le tenia los tres agujeros llenos, mi polla estaba a cien, de repente me dijo no pares, no pares, acelere el ritmo y se dio una corrida increíble, le aflojaron las piernas, yo aproveche a sacarle el consolador y meter mi polla un poco en su culo, fue entrar unos centímetros y su estreches me hizo descargar una lechada inmensa en su trasero, joder vaya corrida, tuve que esperar para recuperarme. Nos fuimos al baño y luego al dormitorio y me confeso que siempre había sido muy caliente que su marido no le daba todo lo que necesitaba y que había tenido un amigo pero se había casado y ella se negó a seguir viéndolo.

Estuvimos follando toda la noche, llegue a llenarle el culo con mi polla bien dura, mientras le llenaba el coño el consolador que ella se iba metiendo. Estuve siendo su amante durante tres años hasta que cumplió los 45 que se caso con un vecino viudo, siguiendo mi consejo.

Es veinte años mayor que yo pero con cincuenta y tantos aun echamos algunos polvos, porque a ella le encanta mi polla y sobre todo lo que aguanto sin corredme.
Es una hembra encantadora y de las más calientes que he conocido.