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LA LLAMADA TELEFÓNICA I

La llamada telefónica
Por Marcos Urbina

Yo estaba sentada en la sala de mi casa recordando, repasando todo lo que había hecho en aquel congestionado día de trabajo cuando de repente sonó el teléfono. Al contestar no me di cuenta del número de donde llamaban debido a que respondí en el último momento, cuando dio el último repique, y dijeron:

“Nos vemos esta noche. Lo único que deseo es que oigas, y que oigas bien lo que te voy a decir”.

Era una voz de hombre la que se oía al otro lado de la línea y me di cuenta que estaba muy asustada pero la curiosidad me invadió por saber quien era o de qué se trataba.

“Está bien -dije con voz suave.

“Muy bien. Quiero que te vistas como una muñeca, que te arregles bien el cabello, bien peinada, y que te maquilles bien. Te pones un traje que te quede sexy para que yo te admire y cuando estés lista entras a tu dormitorio y te acuestas sobre la cama con las luces apagadas. Después me llamas a este mismo número, lo dejas repicar solo una vez y luego cuelgas. ¿entendiste?”

-Si -contesté, ya sintiéndome un poco mas asustada.

La línea quedó muerta al otro lado, sin ninguna señal en mi oído y lentamente cerré mi teléfono celular y lo coloqué a un lado. Seguí con mi rutina normal en la regadera del baño mientras mi mente estaba intrigada por saber quien era esta persona que me había llamado. ¿Quién sería este tipo? Si voy a la cita, ¿Qué me pasará?

La combinación de temor, emoción y curiosidad y el querer saber de qué se trataba me dejó de verdad muy excitada, me llenó de estímulo.

Después que salí de la regadera, me dirigí a colocarme mi pantaleta y sostén. Escogí una mini falda y una blusa tipo bikini. Mi sentí un poco vulnerable porque se me veía demasiado pero me gustaba así. Luego entré al baño y me recogí el pelo haciéndome una cola de caballo. Seguí con mi rutina, con lo que siempre hago: maquillarme y teniendo especial cuidado para estar bien segura de que quedé bien, bien bonita. Luego fui a agarrar mi teléfono para guardarlo, y apagué las luces antes de montarme sobre la cama. No estaba segura sobre lo que iba yo a hacer, no sabía si debía animarme o no a hacer esto, pero de todos modos me acosté de espalda sobre las almohadas. Tomé aire dos veces para respirar profundamente intentando calmar los temblores que sentía en el estómago causados por la emoción, o por la tensión nerviosa. Luego tomé mi teléfono y disqué el número que ya estaba en la memoria, apretando un botón en mi celular: timbró una vez y luego colgué.

Acostada allí sobre mi cama, mi mente pensaba, me daba vueltas, a toda carrera. Pensando el las posibilidades sobre lo que podría ocurrir intenté calmarme porque ya comenzaba a salirme de control, sin saber qué hacer. No podía poner en orden mis pensamientos y finalmente llegué al punto en donde necesité relajarme, tranquilizarme para quitarme toda esa presión que se estaba formando entre mis piernas y mis senos. Mis pezones ya estaban muy duros y cuando me cambié de posición en la cama la tela del sostén me envió una deliciosa onda de pequeñas sacudidas, temblores por todo el cuerpo.
Con una mano lentamente me acaricié hasta abajo por un lado de mi cuerpo. Me introduje mis dedos a lo largo de la banda de la minifalda para quitármela. No tenía nada puesto, ni pantaletas debajo y por lo tanto me pude dar cuenta de que ya estaba mojada. Luego, seguí mas abajo y lentamente comencé a levantarme la falda un poco.

“Ni lo piense!! ¡Ponga las manos detrás de su cabeza!!”

Di un pequeño salto por la sorpresa e intenté ver a través de la oscuridad pero no se podía ver nada. ¿Cómo llegaría aquí tan rápido? ¿Cuánto tiempo tendría aquí parado o escondido?

Le obedecí, a pesar de todo, y coloqué mis manos sobre mi cabeza. Lo oí acercarse al closet y un minuto después estaba parado al lado de la cama: “Ponga las dos muñecas de las manos juntas y en frente de usted!!”
Vacilé, ya el miedo comenzaba a invadirme. “No le conviene desobedecerme” -dijo.


Junté mis muñecas y las coloqué frente a mi, tal cual como quería. Extendió las manos y comenzó a colocarme una venda en la cara. “¿Quién es…”

Mi cabeza cayó a un lado cuando me dio una cachetada!! “No tiene derecho a hacerme preguntas, ¿entiende? Solamente conteste lo que se le diga. ¿Está claro?”

No respondí, porque todavía estaba en un shock, sorprendida por la cachetada. “¡Le hice una pregunta!!” “Si” –contesté.

“Bien. De ahora en adelante me llamará señor y si hace algo malo recibirá castigo, ¿Me entiende?” -dijo con una voz calmada pero firme. “si” -le dije. “¿Si qué!!!?? -“Si, señor”.

Encendió la luz y cuando vi su cara corrí hacia la cama. Me tomó por un mechón del cabello y me jaló la cabeza hacia atrás. Oí algo que sonó como un “click” y luego sentí algo frío y afilado colocado contra mi cuello: era una navaja.
“Eso que hizo no es bueno. Se que está un poco asustada porque la tomé por sorpresa pero ambos podemos hacer que esto sea fácil o difícil, de la manera que usted quiera”.

Lentamente me hundí contra las almohadas y él me soltó el cabello pero dejó la navaja en donde estaba.

“¿Un poco asustada?": pensé para mi misma. ¡¡Mas que eso!!: porque era un compañero de trabajo de una amiga mía!! Nunca lo había visto ni lo conocía pero ella me había hablado mucho sobre él, siempre lo hacía, constantemente y hasta fotos me había enseñado.

“Usted sabe quién soy yo y también conoce a mi novia”. Sólo moví la cabeza afirmativamente. “Ella y yo hemos tenido problemas y ella no entiende el lado mío”. Pero usted, usted si me podrá entender. Conozco cosas y secretos sobre usted porque la he estado observando en su trabajo y cuando sale de este. Usted es la persona perfecta para lo que quiero hacer con una mujer. No se trata de tenerla dominada, ni violarla. Solo deseo demostrar que le puedo hacer algo que a usted nunca antes le han hecho en su vida. Esta noche será mi pequeña puta sumisa.”

Me puse tensa y él desplazó la navaja un poco mas cerca de mi cuello. “No debe temer nada. Usted quiere esto y se que lo quiere. Sólo necesita que la rompan, que la penetren, y le voy a hacer el favor. Va a poder aguantar todo lo que le voy a dar. Cuando piense que no aguanta mas me va a rogar que le de mas. ¿Está claro?” “Si, señor, pero ¿Por qué…

Extendió una mano y me jaló el cabello hacia atrás. “¿Qué le dije sobre las preguntas?” Me quedé callada. Me jaló mas duro por el cabello. “¿Qué le dije? ¿Es que dije que podía hacer preguntas?”

Moví la cabeza negativamente. Tomó la navaja y lentamente la desplazó por mi cuello, haciéndome temblar de miedo.

“Correcto, muy bien. Aprender rápido va a ser algo bueno. No le haré daño, haré lo posible. Seguro, puedo inducirle un poco de dolor aquí o allá pero sólamente sentirá placer, le gustará al mismo tiempo, porque yo se que usted en su interior es una puta. Le gusta que la dominen y le gusta que la lleven, la presionen hasta el límite, hasta donde ya no aguanta, yo se eso. Le gusta que la hagan sentirse como una sucia morbosa y volverse loca sin que nadie le ponga freno. Voy a hacer que se ponga caliente, tanto que no sentirá nada, solo mi huevo. Así que no piense en nada sino en lo que le voy a hacer. Hará todo lo que le diga y no intentará detenerme ni evitarlo cuando le esté haciendo todo. Así que como es una principiante sin experiencia, se va a tocar usted misma en lugar de hacerlo yo y se va a tocar en donde yo le diga, ¿entendido?”

“Si, señor”.

“Bien. Ahora abra las piernas. Quiero verla. Está aquí para complacerme, no?”

“Nosotros…” Otra vez, me dieron un golpe y la cabeza se me hizo hacia un lado, y luego una cachetada me cruzó la cara.

“¡No quiero oir eso! Le preguntaré otra vez: ¿Está aquí para complacerme?”

“Si, señor” “Buena chica. Ahora tóquese la teta izquierda.”

Lentamente moví mis manos y comencé a acariciarme la teta izquierda. “Acaríciese el pezón.” Vacile un poco y él extendió la mano y me agarró mi pezón entre los dedos. Los apretó hasta que lancé un pequeño grito. “Es mejor que empiece a hacerme caso, que oiga lo que le digo. Si no lo haces, te lo voy a hacer yo mismo. Ahora haga lo mismo con su seno derecho.” Extendí la mano y comencé a acariciarme mi seno derecho y luego me agarré el pezón entre los dedos y lo apreté un poquito. “¡Mas duro!”
-Mas duro!!

Solté un grito o gemido para protestar.

-¿Quieres que te haga yo mismo otra vez, para que aprendas?

Rápidamente moví la cabeza afirmativamente y me apretó el pezón mas duro hasta que me hizo gritar otra vez.

-Muy bien, muchacha, muy bien.

Tomó la navaja y la desplazó alrededor de mi cuerpo, por varias partes. Yo temblaba un poco: -Ajáaa, pequeña puta!! Te gusta esto, ¿No?

-Si, señor.
-Párate delante de mi- me dijo.

Me bajé de la cama y me puse de pie ya en el suelo. –Vamos, párate frente de mi.

Caminé hacia él y me quedé allí parada.
Se puso de pie: -Date la vuelta.
Como no obedecía extendió la mano alrededor y me dio una nalgada.

-¡Date la vuelta coño!!

Me giré de manera que quedara de espalda. Sentí cuando me besaba suavemente por un lado del cuello hasta abajo, hasta el hombro. Hizo la misma cosa en el otro lado cuando sentí sus manos al poner algo alrededor de mi cuello. Di un paso hacia delante para alejarme. –No se mueva, nojoda, porque la va a pagar bien caro!!!

Eché el pie hacia atrás y luego él me dio la vuelta para que quedara frente a él:
-Mira esto!! Mi pequeña puta con liguero !! ¡Ponte de rodillas!!

Intenté alejarme de él y me jaló por el liguero de la media.

-Dije, agáchate!!

Me arrodillé frente a él. –Mírame!!
Eché una mirada hacia su cara. –Quítame los pantalones.

Extendí los brazos y con las manos todavía amarradas luché para soltar el nudo o lazo. Tenía el huevo muy parado y se podía ver su erección que me produjo un dolor cada vez mayor entre las piernas.

-Abre la boca y saca la lengua.

Hice lo que me pidió. Comenzó a meter su huevo todo el tiempo hacia adentro rozándolo contra mi lengua. Me puse muy ansiosa y extendí la mano: comencé a restregarme la cuca. Me dio entonces otra cachetada: -¿No te dije que no podías tocarte?!!

Moví la cabeza afirmativamente: -Claro que no te lo dije. Apretate el pezón otra vez.

Con la mano me apreté uno de mis pezones hasta que lancé un gemido que escapó de mis labios. Siguió dándome golpes con el huevo en la cara.

-¿Quieres este huevo dentro de la boca, puta?

-Si, señor.

-¿Ruega, pídelo, zorra!!
-Por favor, señor déjeme mamarle el huevo. Quiero sentirlo dentro de mi boca -le rogué.

-Ah, si, eso está bien, buena muchacha. Abre la boca de nuevo.

Abrí la boca y él colocó solo la cabeza en mi boca: -Chúpalo bien lento. Métetelo lo mas que puedas.

Comencé a moverlo lentamente de arriba hacia abajo asegurándome de que me llegara hasta el fondo de la garganta, bien atrás.

-Ave María purísima!! Mamame ese huevo, puta!! ¿Te gusta, zorrita? ¿Te gusta el sabor de mi huevo?

Yo murmuraba dando una respuesta afirmativa con aquel palo adentro. El se echó hacia atrás y colocó su mano en la parte trasera de mi cabeza e hizo que el pene se metiera mas en mi boca, y empezó a cogerme por mi orificio, por el acceso de mis alimentos.…mas y mas rápido, mas rápido…y mas rápido.

-Así, mamate ese huevo sucia puta, sucia prostituta!!

Me eché un poco hacia atrás y él bajó la mano para jalarme uno de los pezones. Yo dejé escaper un grito como apagado.

-¿Dije que podías pararte? No, no dije eso. Sigue mamando hasta que te diga que te detengas!!
Un rato después de jalarmelos dijo: -Montate sobre la cama a mi lado.

Le obedecí. Se acostó en la cama a mi lado mío: -Montate sobre mi cara y de frente a la pared.
Vacilé un poco y él me jaló por el cabello.
-¿No quieres hacer lo que te digo? Recuerda, de nada te sirve, voy a hacer lo que quiera.
Me monté sobre su cara recostada contra la pared. El comenzó a lamerme y no pude evitar gritar y gemir: -Cállate, no hagas ruido. Si haces ruido no sigo.

Siguió lamiéndomela y no podía controlarme ante tanta excitación pero me quedé tranquila. Un rato después todo mi cuerpo comenzó a sacudirse y me puse tensa, como rígida. El se detuvo: -No. No tienes permiso para acabar hasta que yo te lo diga, ¿ok?

Si acabas sin que yo de permiso recibirás un castigo. ¿Está claro?-, si señor! -Contesté con una voz temblorosa.

Continuó haciendo lo mismo y tuve que contener mi respiración de vez en cuando para evitar gritar. Me estaba volviendo loca, toda clase de sensaciones corrían por mi cuerpo.

Se bajó de encima de mi: -Acuéstate de espaldas -le obedecí.

-Abrete bien para verte-, Extendí la mano y me abrí la cuca yo misma, y tocarme envió otro temblor por mi cuerpo. Todo era tan sensible porque estaba demasiado excitada.
-¿Quieres mas?-, si, señor. Quiero mas- dije llena de deseo, queriendo relajarme.

-Pídeme que te coja. Ruégame sucia puta!!
-Si, señor, cójame por favor. Quiero acabar sobre su huevo parado.

Puso sus caderas muy altas de manera que quedaran entre mis piernas, la cabeza del huevo muy cerca de mi cuca. Arquee, flexioné mi espalda y empujé mis caderas hacia adelante, intentando que se me metiera el huevo. El colocó una mano sobre mi barriga e hizo presión.
-Tendrás solamente lo que yo te de, recuerda. Ahora tienes que quedarte tranquila, sin hacer ningún ruido. ¿Entiendes putica?- si, señor.


Me metió la cabeza del huevo y yo quería gemir a mas no poder pero en lugar de esto agarré la almohada y metí la cabeza contra esta para ahogar los gritos.

-No, no hagas eso!! Mírame. Tienes que ver lo que te estoy haciendo.

Miré hacia abajo hacia su huevo metido dentro de mi cuca. El lentamente lo sacaba para meterlo de nuevo. Hizo esto una y otra vez hasta que pensé que iba a ponerme a gritar como una loca, como una maniática. Luego colocó sus manos alrededor de mi cuello y lentamente comenzó a apretarme allí: -¿Te lo hago mas rápido?-, -si, señor. Por favor, cójame mas duro. Hágame acabar.
Yo trataba de tomar aire y cuando comenzó a cogerme mas rápido se inclinó para quedar cerca de mi oído:

-¿Eres mi pequeña putica?-, -si, señor.
-¿A quien perteneces?-, a usted señor.
-Asi es puta. Nadie mas te puede follar porque eres mía, ¿Entiendes?

-Si, señor. Ay, voy a acabar, por favor, déjeme acabar!! Por favor, señor!! -Si, putica, acaba para mi.

Por fin me acerqué bastante al orgasmo y grité, berreé, gruñí cuando las olas de placer invadieron todo mi cuerpo. Sentí cuando comenzó a cogerme mas y mas rápido hasta que se vino y soltó todo agarrándome una de las tetas apretándomela bien duro.

FIN

Varios días después de este acontecimiento que les acabo de narrar le envié el siguiente correo electrónico a Marcos (ese era el nombre de mi amigo que me tenía dominada). Pueden leerlo a continuación.

%%%%%%%%%%

LO QUE TU QUIERAS‎
De: Petisa Amores
Enviados: jueves, 24 de mayo de 2007 11:53:18 a.m.
Para: Marcos URBINA

HOLA MARCOS:

TAL PARECE QUE NO NOS PONEMOS DE ACUERDO. BUENO, YO TE DIRÉ COMO ME SIENTO Y LO QUE YO VEO.

A MI PARECER JAMÁS TE HE FALTADO, SIEMPRE HE TRATADO DE SATISFACER TUS CAPRICHOS Y LO HE HECHO. ME HAS SACADO DE MIS CASILLAS Y LO HE OLVIDADO, TE HE REGAÑADO UN PELIN PERO HEMOS SEGUIDO IGUAL. CREO QUE AHORA LA ULTIMA VEZ, TU SABES QUE TE PASAS-TES. PUES ACABABA DE ENSEÑARTE TODO DE TODO, ABRIRME DE PAR EN PAR, METERME EL DEDO, MASTURBARME A TU ANTOJO Y AL MIO POR SUPUESTO Y FUE SENSACIONAL, PARA QUE DESPUÉS AL FINAL ME DIJERAS QUE TENÍA QUE DARTE MAS AMOR O MAS CARIÑO, POR FAVOR NO ERA SUFICIENTE TODO LO QUE TE HICE POR LA WEBCAM? FUISTES MUY EGOÍSTA. CUÁNDO SABES QUE YO SIEMPRE HE ESTADO PARA TI. Y NO LO PUEDES NEGAR.

LO SIENTO SI NECESITAS ADULACIÓN , YO NO TE LA PUEDO DAR, NO SOY ASÍ. YO SE LO QUE TENGO, LO QUE VALGO Y LO QUE PUEDO DAR. NO NECESITO QUE NADIE ME LO DIGA.

NO TE TENGO OLVIDADO TAMPOCO, PUES EN LA MISMA SEMANA TE ESCRIBÍ PARA VERNOS Y LUEGO AL DÍA SIGUIENTE SE ME HIZO MAL Y TUVE COMPLICACIONES Y TE ESCRIBÍ NUEVAMENTE QUE NO NOS PODÍAMOS VER. TU ME HAS CONTESTADO? NO, NO, Y NO. NADA ME HAS DICHO HASTA AHORA, QUE ME DICES QUE YO TE TENGO OLVIDADO CUANDO ERES TU QUE NO HAS ESCRITO POR LO MENOS PARA AGRADECERME QUE TE HAYA AVISADO Y NO TE HAYA DEJADO EN EL AIRE O ESPERANDO.

AHORA MISMO ESTOY ALGO OCUPADA PUES ME HE BUSCADO VARIOS AMIGOS POR INTERNET CERCA DE AQUÍ Y ME MANTENGO DISTRAIDA. POR TELEFONO, POR CORREO O POR MESSENGER.

TU LO QUE QUIERAS, ME DA IGUAL. AUNQUE SI TE DIRÉ QUE ME SIENTO UN POCO DECEPCIONADA DE TU PROCEDER, CUANDO ME PARECE QUE TE HE DADO TANTO. Y NO TE HE PEDIDO NADA. YO POR MI PARTE ESTOY CONTENTA DE HABERTE CONOCIDO PUES EN SU MOMENTO ME HAS AYUDADO A SALIR ADELANTE DE MI MONOTONÍA QUE TENÍA.

TU DIRÁS.





Traducido por Marcos Urbina
Traduttore_traidore

&&&&&&&&

CUENTO ORIGINAL EN INGLÉS:

The Phone Call
by Marcos Urbina

I was sitting at home winding down from a long day at work and my phone rang. When I picked it up I didn't recognize the number. At the last minute I answered it. "I'm going to see you tonight. All I want you to do is listen and listen well." A male voice was on the other end and I knew I should have been terrified but my curiosity got the best of me. "Ok," I said softly. "Very good. I want you to doll yourself up. I want you to do your hair, put it up, and I want you to do your make-up. I want you to wear a very sexy outfit for me. When you are ready I want you to go into your room and lay on the bed with the lights off. Then I want you to call back this number, let it ring once and then hang up. Is that clear?" "Yes," I replied, starting to feel a little scared. The other end went dead in my ear and I slowly closed my phone and set it aside.

I went through my normal routine in the shower as my mind started to wonder. Who was this guy? What was going to take place? The combination of fear, excitement, and anticipation really started to get me worked up.

After I got out of the shower I went to pick out my outfit. I chose a mini skirt and a bikini top. I felt a little vulnerable and exposed but I liked it.

I went into the bathroom and pulled my hair back into a ponytail. I went through my regular routine putting my make-up on but taking extra care to make sure I looked my best.

I went and grabbed my phone. I left the lights off in the bedroom as I climbed into bed. I wasn't sure what to do with myself. I didn't know if I should prop myself up or not so I laid back on the pillows. I took a couple of deep breaths trying to calm the flutters in my stomach. I reached for my phone and re-dialed the number. It rang once and then I hung up.

As I lay there my mind started to race. Thinking of the possibilities of what was to come. I tried to slow it down because I was starting to slip off the edge of control.

I couldn't get my thoughts to slow down and it finally got to the point where I needed to release some of the pressure building in between my legs and my breasts. My nipples were already so hard and as I shifted on the bed the brushing of the fabric from my top sent a delicious shiver through my body.

I took one hand and slowly caressed down the side of my body. I skimmed my fingers along the waistband of my skirt. I wasn't wearing anything underneath and I could tell I was already wet. I reached down and slowly started to raise my skirt a little.

"Don't even think about it. Put your hands above your head."

I jumped a little and tried to see through the darkness but I couldn't see anything. How did he get here so fast? How long had he been standing there? I obeyed though and moved my hands above my head.

I heard him go into the closet and a minute later he was standing next to the bed. "Put both your wrists together and place them in front of you." I hesitated, a little fear starting to surface. "It would not be a good idea to disobey," he said.

I brought my wrists together and placed them in front of me. He reached over and started binding my hands together. "Who are..." My head snapped to the side. He had slapped me! "You don't get to ask questions. You only get to answer them. Is that clear?" I didn't respond, still in shock from the slap across my face. "I asked you a question!" "Yes," I replied. "Good. You will address me as sir, if you do anything wrong you will be punished. Do you understand me?" he said in a calm but firm voice. "Yes," I said. "Yes what?" "Yes sir."

He switched on a light and when I saw his face I rushed to get off the bed. He grabbed a handful of my hair and yanked my head back. I heard something click and then felt something cold and sharp resting on my neck. It was a knife. "That is not a smart move. I know that this is a bit of a shock for you but we can either do this the easy way or the hard way, your call."

I slowly sank back against the pillows and he let go of my hair but he left the knife where it was.

A bit of a shock. I thought to myself. It was more than that. He was a co-workers boyfriend! I had never met him but she talked about him constantly and had shown me pictures.

"You know who I am and you know my girlfriend." I just nodded my head. "Her and I have been having problems and she doesn't understand this side of me. But you, you can understand. I know things about you and I have watched you at work and when you leave work. You are the perfect person for this. This isn't about control. This is about showing you an experience you have never had before. You are going to be my little submissive whore tonight." I tensed and he slid the knife a little closer to my neck. "There is nothing to be afraid of. You want this and I know you want this. You just need to be broken in and I am going to do that for you. You are going to take everything I give you. When you think that you can't take anymore you are going to beg for more. Is that clear?" "Yes sir, but why..." He reached up and yanked back on my hair. "What did I tell you about asking questions?" I remained silent.

He yanked harder on my hair. "What did I tell you? Did I say you could ask questions?" I shook my head. He took the knife and slowly slid it down my neck, it sent shivers through my body. "That's right. Good. Learning fast is going to be a good thing to do. I am not going to hurt you, too badly. Sure, I may induce a little pain here or there but it will be pleasurable at the same time, because I know you are secretly a whore. You like to be taken control of and to have your limits pushed. You like to be made to feel dirty and unrestrained. I am going to make you hot. Hot enough so you don't feel anything but me. So you don't think of anything but what I am doing to you. You are going to do everything I tell you to and you are not going to stop me. You are going to watch everything that I do to you. So for starters, you are going to touch yourself for me. You are only going to touch where I tell you. Understand?" "Yes sir."

"Good. Now spread your legs. I want to see you. You are here to please me right?" "We..." Again, my head snapped to the side, another slap across the face. "That is not what I want to hear. I will ask you again, you are here to please me right?" "Yes sir." "Good girl. Now touch your left breast." I slowly moved my hands over and began to caress my left breast. "Pinch your nipple." I hesitated and he reached over and grabbed my nipple between his fingers. He squeezed until I cried out a little. "You better start listening. If you don't do it, I will. Now do the same thing to your right breast." I reached over and began to caress my right breast and then took the nipple in between my fingers and squeezed a little. "Harder." I let out a little moan of protest. "Do you want me to do it again?" I quickly shook my head and squeezed harder on my nipple until I cried out again. "Good girl, very good." He took the knife and slid it around on various parts of my body. I began to tremble a little. "Oh, you little slut. You like this don't you?" "Yes sir." "I want you to stand up for me," he said.

I got off the bed and stood on the floor. "Come stand in front of me." I walked over to him and stood in front. He rose to his feet. "Turn around." I didn't obey so he reached around and slapped my ass. "Turn the fuck around!" I turned so my back was to him. I felt him start softly kissing the side of my neck and down to my shoulder. He started doing the same thing on the other side as I felt his hands reach up and put something around my neck. I took one step forward away from him. "Don't move. Don't fucking move or it will cost you." I pulled my foot back and then he turned me around to face him. "Look at this. Got my little slut on a leash now. Down on your knees." I tried to pull away from him and he yanked down on the leash. "I said get down." I knelt down in front of him. "Look up at me." I glanced up into his face. "Take my pants down." I reached up and with my hands still bound struggled to get the fly undone.

He was hard and just seeing his erection made the ache between my legs increase. "Open your mouth and stick out your tongue." I did as I was told. He began to stroke his cock and every once in awhile he would brush it against my tongue. I started to grow anxious and I reached down and started to rub myself. Another slap across the face. "Did I tell you that you could touch yourself?" I shook my head. "No I didn't. Squeeze your nipple again." I reached up and squeezed one of my nipples until a little moan escaped my lips. He continued to stroke his cock right in my face. "Do you want this cock in your mouth slut?" "Yes sir." "Beg." "Please sir, let me suck your cock. I want to feel it in my mouth," I pleaded. "Oh, yeah, that is a good girl. Open your mouth again." I opened my mouth and he placed just the head of his cock in my mouth. "Suck it really slow. Take as much as you can." I began to slowly move up and down his cock making sure it hit the back of my throat. "Oh god. Suck that cock you whore.

Is that good slut? You like the taste of my cock?" I mumbled my response with his cock in my mouth. He reached back and placed his hand on the back of my head and began to fuck my mouth...faster...and faster...and faster. "Yes, suck that cock you dirty whore. Suck it." I pulled back a little and he reached down and pulled on one of my nipples. I let out a muffled cry. "Did I say you could stop? No, I didn't. Keep sucking until I say you can stop."

After awhile he pulled it out. "Get on the bed." I obeyed. He laid down on the bed next to me. "Straddle my face while facing the wall." I hesitated and he yanked on my leash. "Are you resisting me? Remember, you are not stopping me." I got up and straddled his face leaning against the wall. He began to lick me and I couldn't help but cry out and start moaning. "Shut it. No noise. You make a sound and I am going to stop." He went back to licking me and it took all my self-control to keep quiet. After awhile my whole body start to shake and tense up. He stopped. "No. You are not allowed to cum until I tell you it is ok. You cum without me saying it is ok and you will be punished. Clear?" "Yes sir," I said in a shaky voice. He went back to what he was doing and I had to hold my breath every once in awhile to prevent crying out. I was going insane, all the sensations running through my body.

He slid out from underneath me. "Lay down on your back." I obeyed. "Spread yourself for me." I reached down and spread myself, the touch sending another shiver through my body. Everything was so sensitive because I was so aroused. "Do you want more?" "Yes sir," I said eagerly, wanting to be able to release. "Beg me to fuck you. Beg you dirty whore." "Sir, please fuck me. Please. I want to cum on your hard cock." He brought his hips up so they were in between my legs, the head of his cock so close to my pussy. I arched my back and pushed my hips forward, trying to get him inside me. He placed a hand on my belly and pushed down. "You will get what I give you remember. You have to be quiet though, not a sound. Understand slut?" "Yes sir."


He placed the head of his cock inside me and I wanted to moan so badly but I grabbed a pillow and pushed my face into it. "No you don't. Look at me. I want you to watch what I am doing." I glanced down to his cock inside of me. He slowly pushed it all the way in and my body tensed up. He slowly slid it back out and slowly slid it back in. He did this over and over until I thought I was going to scream. He placed his hands around my neck and slowly began to squeeze. "You want it faster?" "Yes sir. Please. Fuck me harder. Make me cum," I gasped. As he began to fuck me a little faster he leaned down next to my ear. "Are you my little slut?" "Yes sir." "Who do you belong to?" "You sir." "That's right slut. No one else can fuck you because you are mine. You got that?" "Yes sir. Oh, I'm going to cum, please let me cum. Please sir." "Yes my little slut, cum for me, cum for me." I finally drove over the age and I cried out as the waves of pleasure overtook my body. I felt him start to fuck me faster and faster and then he released as he grabbed one of my breasts and squeezed.

THE END
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