Aquellas muy hermosas muchachas de barrio, habían ya estado desde hace tiempo, tratando aquel tema:

"Ya es hora de dejar de ser las mismas mojigatas de siempre, y saber romper con estas tediosas rutinas de ser siempre las frustradas mujeres que se quedan con las ganas de vivir una vida de goces como los chicos suelen tomarse la libertad de darse!"

Y, así pues diciendo, no tuvieron mejor idea, que la de salirse una noche de decidida marcha, en busca de alguna aventura en la cual los pudores y el recato...se fueran al mismísimo demonio.

"-Trataremos de encontrar por ahí a cualquier buen chico de esos que te dan vuelta la cabeza haciéndote imaginar cochinadas, y con la complicidad de él o sin ella lo mismo dá...pues, ¡a disfrutarlo como diablas calientes!!!"

Eufóricas, y así en acuerdo, todas concordaron en llevar adelante pues, tal asunto.

No lejos de allí, otro grupo, éste compuesto por siete hermosísimos varones adolescentes que también ardían en deseosos fuegos de eroticidad pura, dispuestos estaban para salir a vivir una noche plena de aventura y lujuria.

El destino, había ya predeterminado, que ambos grupos en aquella misma noche...iniciaran el camino a una desopilante aventura en la cual la más insólita cosa de dominación y deseo, se desbocara como caballada enloquecidamente salvaje.

Ardiendo como voraces hogueras marchando iban cada uno de los grupos por una avenida de aquella ciudad, cuando, desde distintos lugares, van convergiendo en aquel apartado puerto abandonado que en aquella noche de radiante plenilunio, mostarba el lugar aquél como un desolado paisaje fantasmal lleno de intrincados laberintos donde pasajes, escaleras, galerías y mil otros lugares más, le daban al entorno aquél un aspecto de gigantesca escenografía para una película en donde una aventura como la que iría aquí en minutos más a comenzar, se rodara para hacer de lo que allí sucedería, una película de aventura lujuriosamente sensacional!

-"¡Miren...allá...siete despampanantes guarras hacia aquí viniendo!!!" -exclamaron, absortos de ver a tan despampanantes muchachas, aquellos siete ardientes chicos. Pero ellas...también los habían a ellos ya visto.

-"Chicas...miren allá, miren si no parecen como hechos en el molde de nuestros deseos!!!"

El desenfreno oral de los varones al de lejos nomás verlas, dá comienzo a un intercambio del más obsceno carácter que entre ellos, ya comienzan a cruzarse en las más provocativas frases mutuamente lanzadas:

-"¿Andan buscando buenas vergas que les rompan bien roto el culo, cochinas preciosas???" -Es el primer estallido que en sonora frase, uno de ellos les dirige con desenfadado irrespeto. Al instante, otra frase, ésta por una de las muchachas al aire lanzada, responde no sin menor desparpajo y contundencia:

-"¡No! ¡Andamos buscando a siete potros para domarlos y hacerles salatar la leche por la pija a pajas y más pajas!!!"

Algo así como una tácita declaración de guerra, había quedado ahí ya sellada.

-"¡Vamos a agarrarlas!!!" Exclamó uno de ellos, al tiempo que la aprobación de los demás se dió inmediata, y ya, el despegue de los siete hacia ellas corriendo, hizo que todas ellas comenzacen a correr por aquellos laberintos, mientras yá, iban diciéndose en decidido acuerdo:

-"¡Mucha atención chicas en lo que hagamos de ahora en más, que ésto...es una batalla!!!"

Y tenían ellas razón: aquéllo...era el comienzo de una batalla...una insólita batalla..! Una batalla en la cual el menor error cometido, podía costar muy caro.

Quitándose todos los chicos varones sus ropas en segura fé triunfal, quedan completamente desnudos en aquel comienzo de persecusión en el cual ellas comienzan a escabullirse entre aquellos intrincados laberintos de pasajes, galerías y escaleras...

La noche, la desolación del portuario lugar fantasmal y la luz de la luna como única iluminación allí, era el escenario de aquella aventura que ya, había dado comienzo.

En algún lugar, todas juntas rápidamente en voz muy baja hablan:

-"¿Qué hacemos, nos mantenemos siempre juntas o arriesgamos algún plan para capturarlos???"

Por otro lado, ellos, jadeantes de deseo  e indecisos en la manera de cómo actuar, también comenzaban a hacerse interrogantes:

-"¿Las buscamos todos juntos, o nos separamos..?"

El silencio, se rompía de vez en vez con algún que otro sonido, ya por ellas hecho, como por ellos también...

Rápida y ascendiendo por una escalera, las sandalias de una chica suenan marcando los pasos en esa marcha...

-"¡Allá va una, allá va una...a por ella!!!" Es la exclamación de tres chicos que ya, parten corriendo en la persecusión. La muchacha, corre metiéndose por entre unas oscuras galerías, mientras los chicos ahí se meten corriendo tras ella, y... la pierden...

Confundidos y expectantes, la buscan sin saber ahora, dónde ella estará. El silencio...es total. Caminan...van...se separan...buscan...y ya, uno de ellos se atreve a caminar por un largo pasillo entre paredones con algunoas aberturas que no se sabe a dónde dan...

Siñenciosas... y riéndose, cuatro muchachas esperan tras una inmensa columna observándolo por unas hendijas. Lo dejan pasar...

La captura, desde atrás, es casi instantánea! Lo arrastran hasta una habitación ahí inmediata, y ¡SLÁM! se cierra una tosca pero muy fuerte puerta. Adentro, ya las risitas de las muchachas, brotan triunfales. Transcurre un breve tiempo, y las cuatro muchachas salen sonrientes volviendo al exterior, cerrando otra vez aquella puerta...

Por un lado y otro, los chicos continuaban su búsqueda...

Gritos y risas sofocadas ahora se oían en un oscuro pasillo por donde dos muchachas, venían rápidamente arrastrando a un chico que venía gritando mientras era llevado hacia aquel mismo lugar por donde yá, el primero había sido introducido y ahora, amarrado y amordazado, veía cómo otro de sus amigos había corrido su misma suerte.

Riéndose...salían nuevamente ahora estas chicas... Se cruzan con las primeras, y en voz baja pero con risas socarronas, festejan su hazaña...

Otro de los chicos intenta una muy arriesgada acción tratando de acceder a un lugar para dominar una visión más amplia del lugar, pero comete un imprudente error que dos chicas saben inmediatamente aprovechar, y... ¡lo capturan!

De pies y manos atrapado y corriendo con él así transportado, ríen las dos corriendo hasta donde ya, otros dos estaban como iría a estar en segundos más, él también.

Sí: ellas, estaban ganando aquella batalla.

Otra vez...salían muchachas riéndose de aquella habitación, tras la tosca puerta.

Con extrema cautela y astucia, las siete mujeres se movían sin cometer un sólo error...

De pronto, logran ver entrar por una galería, a dos de los chicos que quedaban junto a otros dos más, aún libres. Se miran todas...piensan en dónde estarían los otros dos...¿cerca tal vez..? ?¿tal vez lejos..? pero una intuición femeninamente audáz las hace arriesgarse, y...¡van a por ellos! Ya dentro de una pequeña piecita por donde entraba la luz de la luna por un ventanuco, los dos chicos ven cómo, por la misma puertecita por donde entraron...ahora entraban riéndose...¡las siete chicas juntas!

-"Socorroooo chicoooos, nos agarraron!!!" iban ahora los dos gritando desesperados pidiéndoles auxilio a los otros dos mientras ya, los iban llevando más que presurosas y a las carcajadas no muy fuertes, rumbo a donde ya, los otros tres estaban dominados así bien amarraditos y amordazados.

Otra vez aquella puerta las veía salir riéndose, y ahora...ahora sí, las siete emprendían juntas, la decidida búsquda de los restantes dos, para darles rápida captura.

Riéndose, los buscaban eufóricas! Desesperados los últimos dos restantes aún libres entienden su suerte de derrota total, y en pánico, comienzan a buscar la manera de escapar de aquellos laberintos por donde no encuentran salidas para un escape oportuno.

Las siete muchachas, ahora ríen en la persecusión implacable. Desnudos por completo, ahora corren desesperados con ellas detrás corriéndolos. Torpemente se meten por un callejón sin salida, y...entre dos paredones muy juntos y como a pedir de boca para las mujeres,los acorralan quedando las siete allí divirtiéndose exprofesamente desesperándolos en demorar la captura final, riéndose de ellos y haciéndoles las más burlonas y grotescas morisquetas antes de ir...¡y agarrarlos!

En medio de las más sonoras y grotescas carcajadas, los llevaban ahora atrapados de pies y manos entre cuatro así dos por cada uno, mientras las restantes marchaban grotescamente bailando con sus brazos en alto, marchando delante.

Dentro de la habitación allá tras la tosca puerta, los cinco chicos amarrados de pies y manos, amordazados y completamente desnudos, oían aquella bulla de las muchachas y los gritos de sus amigos acercándose, mientras gemían desesperadamente retorsiéndose en inútil desespero en el suelo tendidos. Y, en segundos más...contemplan el ingreso aquél. Ven cómo al igual que a ellos también a éstos igualmente los amarran, y en medio de aquella gozadera de las muchachas riendo a las carcajadas, y gritándoles mil anuncios a cuál de todos más prometedoramente ultrajantes, en sus masculinos cuerpos ya van sintiendo esas eléctricas sensaciones cosquilleantes que los tensa en la más prometedora fiesta para las muchachas triunfantes.

Por fin, ya los siete completamente dominados y ahí a sus pies, las siete comienzan una despampanante algarabía de saltos y gritos y bailes grotescos y chocar de sus manos en lo alto entre todas ellas ahí entre todos ellos tendidos a sus pies y festejando todas la despampanante victoria triunfal de la captura completa de todos ellos, mientras a los gritos una les anunciaba así:

-"¡Aquí comenzaremos a hacerles lo que les dijimos cuando los vimos, pero desde aquí, los llevaremos después hasta un sitio que conocemos, donde serán nuestros prisioneros sexuales y los vamos a domar hasta dejarlos sumisamente esclavizados a nosotras todas!"

Y ahora...ahora sí...¡comenzaba la orgía!!!

(Continuará).