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Categoría: Incestos

La golosa tía

Hace tiempo vivía una hermana de mi madre con nosotros, estaba estudiando en la ciudad y se quedaba en casa, siempre he sido una persona muy sexual desde temprana edad, mi tía siempre me contaba de sus novios, lo que le hacían y lo que le gustaba que le hicieran.

Una noche, subí a su cuarto a estar con ella, entré y me senté en la cama, ella estaba planchando su ropa frente a la cama de modo que yo sentado me quedaba su culo frente a mí, me comenzó a platicar de su novio y lo que hacían cuando salían de la escuela y se iban a su casa, como se la cogía y esa tarde estaba con ganas de coger ya que no había visto a su novio.

Fue entonces cuando me paré de la cama y la empecé a abrazar por detrás, acariciando su espalda, sus hombros y bajaba hasta sus caderas, ella traía puesta una sudadera sin nada abajo más que el sostén y unos pants holgados, fue entonces cuando me decidí y metí mis manos debajo de su sudadera agarrando sus enormes tetas las cuales se empezaron a endurecer al igual que sus pezones los cuales sentía como se iban parando por encima del sostén y poniéndose más duros.

Me quedé esperando la reacción de mi tía, pero no hubo tal así que seguí con mi tarea de sobarle sus enormes tetas mientras ella seguía con sus ocupaciones por lo cual asentí que le gustaba lo que le hacía, mi verga dentro de mi pants ya estaba dura que reventaba y sobre la ropa comencé a tallársela en sus nalgas con ritmo cadencioso como si me la estuviera cogiendo con todo y ropa.

Después desabroché su sostén y lo retiré apretando mi cuerpo contra el de ella moviéndonos ya los dos en el mismo ritmo… mi verga estaba durísima de sentir como se hundía entre sus nalgas, mientras yo besaba su cuello y orejas al mismo tiempo que le apretaba las tetas y pellizcaba sus pezones, acto seguido bajé una de mis manos a su panocha la cual ya estaba húmeda y le tallaba su clítoris con mis dedos para después introducirlos en su raja.

Ella separó las piernas para permitirme entrar dos de mis dedos mientras con la otra mano sobaba sus tetas. Ella ya caliente dejó de hacer sus quehaceres y con una mano me empezó a jalar la verga al mismo ritmo que mis dedos entraban en su raja, de pronto y sin previo aviso se separó y se volteó frente a mí y se puso de rodillas y comenzó a mamar mi verga hinchada después me empujó sobre la cama y caí de espaldas.

Quitándose el pantalón se montó sobre mi verga de un salto y comenzó a subir y bajar con mi dura verga adentro yo solo veía como se balanceaban sus tetas frente a mi cara las cuales comencé a morder sus pezones haciéndola excitarse mucho más… le gustaba el sexo duro y yo no hacía más que gozarme a mi tía, se detuvo y se levantó y me dijo métemela por el ano.

Me incorporé rápidamente y me volvió a dar tremenda mamada de verga para lubricarla después se puso en cuatro y me dijo lámeme el ano para que entre lo cual hice, aquello olía igual que los mismos dioses, con mi lengua hacia pequeños círculos en su culito y se la metía lo más que podía, ella ya estaba que se reventaba y me dijo métemela hasta dentro, lo cual me presté a hacer, pero estaba tan apretado ese ano que no entraba mi verga, a lo cual mi tía sacó un poco de aceite para bebé y me dijo que se lo untara en el hoyo y en mi verga, a lo que procedí a tomar un poco de aceite en mi mano y le empecé a untar en su culo metiendo mis dedos con aceite con lo cual ella gemía de placer y después me unté aceite en la verga para facilitar mi entrada en tan apretado ano.

Cuando se lo metí mi verga se fue como cuchillo en mantequilla hasta adentro y ella solo ahogó un grito de dolor y placer en su almohada y me dijo: "espera que me partiste el ano".

Yo sin salirme dejé mi verga dentro a que pasara su dolor y poco a poco volví a tomar un ritmo cadencioso con mi verga dentro del ano de mi tía, aquel ano estaba muy apretado y yo sentía que explotaba a cada empujón que le daba en su culo y mi tía solo me decía: "cógeme cabrón cógeme" hasta que ella volvió a ahogar un grito en la almohada al llegar a su orgasmo yo solo sentía como se estremecía de placer.

Comenzó a llorar de placer y solo decía ahogado y entre cortado "que rico que rico" lo cual hizo que yo también reventara y le dije que me quería venir dentro de su culo y así fue, descargué mi leche dentro de su ano abrazándome fuertemente a su cuerpo desnudo y ya sin fuerza ahogando yo también mi grito de placer en su espalda mientras mi leche comenzaba a escurrir de su ano la cual comencé a embarrar en sus nalgas y le daba a chupar de mis dedos aquel líquido delicioso para después comenzar a chupar de mi verga lo que quedaba…

Ya exhaustos nos vestimos y yo bajé a darme un duchazo para limpiarme y bajar a cenar con la familia, posteriormente ella hizo lo mismo. Ya en mi cuarto para dormir pasó mi tía a darme las buenas noches con un tierno beso en los labios y dándome un agarrón a mi verga.

Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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