Hola de nuevo, soy César y si habeis leido "Polvazo en el Ayun" sabréis que lo que os voy a contar ahora continúa de dicho polvazo.

Pues bien, antes de salir del baño, Ana y yo estuvimos charlando un ratito y quedamos en como lo haríamos para vernos a solas sin que nadie se diese cuenta ni pudiese sospe-char nada, yo saldría primero y a los 15 minutos saldría ella sola e iría hacia su casa, ya que su marido estaría fuera y no llegaría hasta el día siguiente; yo lógicamente no sabía donde vivía ella, así que quedamos en que la seguiría disimuladamente hasta el portal y entraría en él como si fuera a casa de algún conocido y así lo hice, la seguí a distancia procurando que no nos viera nadie conocido de nuestro Ayun y cuando ella entró al por-tal dejó la puerta abierta para que pudiera entrar yo detrás, a una distancia prudencial.

Una vez dentro del portal cerré la puerta, no sin antes cerciorarme de no ser visto y me dirigí hacia donde suponía que estaban los ascensores y Ana esperándome.

Fue ella la que tuvo que llamarme para no ir por el camino equivocado, ya que en el portal había dos escaleras, la escalera izquierda, donde vive ella, y la escalera derecha a la que me dirigía yo.

Shhhh, por aquí, César, es por aquí.

Joder, ya me iba por donde no debía, aunque nunca se sabe, jajajajaja, igual por la otra escalera me encuentro alguna mejor que tú.

Pues no se a que esperas, vete si ...............

No la dejé terminar la frase, sellé sus labios con los míos, su boca con la mía, su lengua con la mía.

No te enfades mi vida, sabes que no lo digo en serio.

Lo sé perfectamente, de lo contrario ahora no me estarías besando, pero no seas

impaciente ni pulpo, podría venir alguien y pillarnos in fraganti.

Si entrara alguien oiríamos la puerta y mis tentáculos se replegarían de inmedia-to.

Es igual, espérate a que lleguemos a mi casa y estemos dentro.

Obedecí sus órdenes, aunque sólo a medias, ya que nada más entrar en el ascensor y dar al pulsador del 5º, que es donde vive ella, levanté sus faldas hasta la cintura e introduje mi cabeza entre sus preciosos muslos lamiéndola el coño por encima de sus pantys y sus braguitas.

Ummmmm, César por favor, me vuelves loca, UMMMMMMMM, pero te ruego que esperes a llegar a mi casa, UMMMMMMMMMM, por favor, no quiero que nadie pueda sospechar, ni mucho menos que nos vean. NO SIGAS POR FA- VOR, SOY DEMASIADO ESCANDALOSA Y SI SIGUES COMIÉNDOME ASÍ VOY A CORRERME Y SE ENTERARAN HASTA LOS DEL PORTAL DE AL LADO. PARA POR FAVOR, PARAAAAAAAAAAA.

De acuerdo, aguantaré mis irrefrenables deseos, pero que te quede bien claro que te lo haría aquí y ahora mismo, le daría al botón de Stop y te la metería hasta el fondo usando tus pantys y tus bragas de condón aunque ambas prendas salieran taladradas.

No hables tanto y guarda tus energías para luego, las vas a necesitar.

Estaba deseando que el puto ascensor llegara de una jodida vez al 5º, pero el pobre era más lento que el caballo del malo (que siempre es alcanzado por el bueno, jejejeje).

Cuando por fin llegó a su destino, salimos juntos y tuvimos la suerte de no encontrarnos con nadie en el pasillo, abrió la puerta y me mandó pasar, una vez dentro cerró la puerta, me guió hasta el salón, sin previo aviso me dio un empujón y me tiró encima del sofá y ávida y lujuriosamente casi me arranca los pantalones y los calzoncillos y engulló mi polla hasta lo más profundo de su boca, se la metió en la boca enterita haciéndome notar sus labios en mis "güevos".

¡Qué bien la chupaba la muy putona!.

¡Ohhhhhh siiiiiiii!, que bien la chupas zorrita mía, sigue chupando, sigue.

Si, soy tu zorrita y te la voy a chupar hasta ponértela bien dura, pero no se te ocurra correrte aún, quiero que me folles, sentir tu polla ardiendo dentro mi coño

y apagar tu fuego con los flujos de mi orgasmo.

¡Ohhhhhh siiiiiiiii!, sigue chupandomela, pónmela más dura y más tiesa que un mástil, que te voy a follar hasta por las orejas pedazo de zorra.

Mis palabras debieron excitarla mucho, ya que siguió chupándome la polla de una ma-nera bestial y con tantas ganas como si la fuera la vida en ello.

Me alegré de habernos quedado en el sofá y que no fuéramos a su habitación, ya que me estaba haciendo tal mamada, que si hubiéramos estado en su habitación, me habría meti-do la sabana por el culo de la forma en que me chupaba la polla.

Cuando consideró que ya estaba lo suficientemente excitado y con la polla más dura que una piedra se levantó.

Fóllame ya, estoy deseando sentir tu polla bien adentro.

Por supuesto zorra, te voy a follar hasta por las orejas.

La senté en el sofá con las piernas bien abiertas y apoyadas en mis hombros y metí la cabeza entre sus muslos mordiéndola el coño con los labios y suavemente con los dien-tes por encima de sus bragas y pantys. Intenté romper sus pantys con mis dientes, pero me dio tal dentera que tuve que desistir y rasgarlos con mis manos, aparté sus braguitas hacia un lado y metí la lengua hasta donde me daba, en aquel momento deseé tener la lengua más larga para haberla penetrado más adentro, ya que a los pocos segundos de sentir mi lengua dentro se corrió abundante y escandalosamente en mi boca en un inten-sísimo y larguísimo orgasmo.

A medida que se corría me pedía a gritos y por favor que la follara, que quería sentir mi polla bien adentro, pero lejos de sucumbir a sus deseos y a sus ruegos, seguí lamiendo su coño con más intensidad para provocarla un mayor placer, ayudado por mis expertos dedos, que no cesaban de juguetear con su clítoris.

Seguí lamiendo su hermosísimo y sabroso coñito y jugueteando con su clítoris hasta provocarla un segundo orgasmo, que si bien de menor intensidad que el anterior, fue igualmente bastante largo y escandaloso por su parte.

Fóllame ya cabrón, quiero tener tu polla dentro de mí y que te corras e inundes mi coño con tu semen.

Yo seguí a lo mío sin hacerla caso hasta notarla de nuevo extremadamente excitada.

Por favor César, fóllame ya, te lo suplico.

Si putita mía, te la voy a meter hasta los "güevos" y cuando meta mi polla en tu coño van a saltar hasta chispas.

Pero ya por favor, métemela ya, penétrame hasta el fondo, necesito tu polla den-tro de mi coño. Por favor, te lo suplico.

Esta vez no me hice de rogar, notaba a Ana tan caliente y excitada que su próximo or-gasmo iba a tenerle con mi polla dentro del coño, me puse de rodillas entre sus piernas, la hice a un lado la braga y lujuriosamente jugueteé con mi polla en su clítoris antes de penetrarla suavemente, centímetro a centímetro, hasta metérsela completamente. Estaba tan caliente y tan mojada que entraba sin la menor dificultad hasta aplastar mis güevos

contra su vagina.

SIIIIIII, ASIIIII, FOLLAME HASTA MATARME DE PLACER, VUÉLVEME LOCA CON TU POLLA.

Ana estaba tan excitada que llegaría a su tercer orgasmo sin tardar mucho, pero yo quería gozarla bien y todo lo que me fuera posible, así que saqué mi polla de su coño con el consiguiente rapapolvos por parte de ella, jugueteé de nuevo un poco con su cli-toris y volví a clavársela hasta el fondo ésta vez de un solo golpe.

UMMMMMMMMMM, ME VUELVES LOCA, MMMMMMMMMMMMM, QUE BIEN ME FOLLAS, SIGUE, SIGUE, NO PARES MI VIDA, PERO NO SE TE OCURRA SACARLA DE NUEVO, QUIERO SENTIRLA DENTRO HASTA MORIR DE PLACER. SSSIIIIIIIIIIIIIIIII, SIIIIII, FOLLAME ASI.

Que yo saliera, jugueteara con su clitoris y volviera a entrar de golpe en su coño, no la hacía mucha gracia, quería tenerla bien adentro, ya que estaba a punto de correrse de nuevo, así que cruzó las piernas apretándolas contra mi culo para obligarme a permane-cer con mi polla dentro de su coño, para que no pudiera hacerla sufrir entrando y salien-do de él, pero eso era precisamente lo que yo no quería, que se corriese aún, así que obligándola a abrir las piernas saqué mi polla de su coño, me incorporé y levantándola a ella la puse a cuatro patas apoyándola contra el sofá, volví a hacerla a un lado las bragas y sin contemplaciones se la metí de nuevo hasta el fondo.

De ésta manera ella no podía impedir que yo entrara y saliera cuantas veces me diera la gana y experimentara tal placer que en algunas ocasiones estuviera a punto de correrme; en una de mis múltiples salidas intenté metérsela por el culo, pero me pidió por favor que no lo hiciera y como quería volver a repetir la experiencia algún otro día, cedí a sus súplicas y volví a penetrarla por el coño (después me enteré de que si no la hubiera he- cho caso y la habría dado por el culo, la habría cagado para siempre y hubiera perdido su amistad y yo no quería eso, así pues me alegré de la decisión que tomé).

Su mojado y caliente coñito atraía mi polla cada vez más y cada vez me costaba más sa-lir de él debido al placer que sentía mi polla en su húmedo, caliente y estrecho coñito, tuve que hacer un esfuerzo mental para salir una vez más de tan lindo agujerito para ju-guetear de nuevo con su clítoris y volver otra vez a penetrar en la cueva del placer, pero esa fue la última salida hacia el exterior, ya que al penetrarla ella empezó a correrse por tercera vez y yo noté que mi corrida era inminente, es más, fue entrar, notar como su co-ño quería engullir mi polla dentro de él, apretarla bien adentro un par de veces para que Ana pudiera sentirla bien y explotar dentro de ella con una monumental corrida que inundó aquel delicioso coñito.

Ahora estoy de vacaciones y de momento aún no la he vuelto a ver, pero estoy seguro de que habrá alguna vez más (al menos eso espero) que ya os contaré más adelante.

A pesar de ser un relato real me gustaría que me dierais vuestra opinión, si os gusta mi forma de narrarlo, alguna sugerencia que pueda poner en práctica la próxima vez que este con ella, en fín, lo que creais conveniente comentarme y muchas gracias por leer mis relatos.

También me gustaría saber que criterios teneis en cuenta a la hora de valorar los relatos que leeis, si es que los valorais. Muchas gracias por todo, de antemano, y hasta la próxi-ma. BESOS A TODAS, MUACKSSSSSSSSSSS.