~~El suceso que voy a narrarles ocurrió unos cuantos meses antes que el de mi primer relato. Aquí voy a contarles cuando descubrí cómo y de qué color eran y son los pezones de Adela. Desde el primer día en que empecé a trabajar en la fabrica Adela y yo conectamos muy bien, ella es toda simpatía y amabilidad, me gusta bajar a la fabrica y hablar con ella, tontear y bromear para acabar como siempre hablando de temas relacionados con el sexo. Para aquellos que no hayan leído mi primer relato les diré que Adela mide 1.70, pelo castaño oscuro y largo, ojos castaños, boca sensual rematada con un precioso lunar, pechos generosos con unos pezones grandes y oscuros hechos sin duda para ser amamantados y un culo y piernas espectaculares. Bueno sigamos. como digo Adela y yo cada vez flirteábamos más, el asunto se ponía cada vez más al rojo vivo, no sólo por las insinuaciones que nos hacíamos, las miradas picantes que nos dedicábamos, sino por que cada vez nos rozábamos más hasta que una noche me inventé la historia de que no me arrancaba la moto por lo que pregunté quién me podía acercar a casa, como esperaba ella se ofreció voluntaria rápidamente, monté en su coche y allí explotó todo, con mi mano retiré el pelo de su cara, ella no sólo no se apartó sino que se acercó más y me miró fijamente y acto seguido nos besamos, fue un beso de tornillo frenético, húmedo, delicioso. jugamos con nuestras bocas y lenguas al final caímos en la cuenta que nos podían observar por lo que arrancó el coche y nos fuimos a buscar un sitio más apartado, yo por mi parte no retiré mi mano de su entrepierna acariciando su sexo por encima de sus bragas, ella se acomodaba para sentir mejor mis caricias por fin llegamos a un sitio apartado y medio iluminado. sin hablarnos nos fundimos en otro apasionado beso mi mano seguía en su sexo, era un autentico morreo lleno de lenguas y saliva, por fin le desabroché como pude unos cuantos botones de su camisa y con mi lengua recorrí su cuello hasta llegar al canalillo de sus tetas. fue delicioso sentir su aroma, me alegré muchísimo cuando pude comprobar que su sujetador era de abotonadura delantera por lo que rápidamente se lo desabroché y allí estaban esos pezones grandes, oscuros, duros, desafiantes, me dediqué a lamerlos con frenesí primero el izquierdo, después el derecho y así repetidamente. sentía mi polla explotar. no sé qué me excitaba más, la situación, acariciarle el sexo, el aroma de sus tetas mezclado con mi saliva, sus gemidos de placer. no sé, el caso es que decidí meterle la mano por dentro de las bragas, pero ella hizo un ademán separándose un poco de mí y con un movimiento muy bien ejecutado se las quitó por completo, la visión de su maravilloso sexo me volvió loco, la besé con más fuerza, mis dedos jugaban en su sexo, sentía su humedad en mi mano. sentía su aliento en mi oreja pidiéndome que no parase por nada del mundo. mi polla era una especie de volcán a punto de estallar, frotaba su vulva, su clítoris, le metía un dedo, dos, tres. movía sus caderas cada vez más frenéticamente, nuestras bocas estaban inundadas por la saliva del otro, al igual que sus tetas estaban llenas de mi saliva. y por fin le llegó. una contracción brutal, un estallido de gemidos y por fin una relajación total, retiré mi mano despacio y me la llevé a la cara para olerla. era un olor intenso, excitante Adela la cogió y se llevó a la boca dos dedos de la mano chupándolos con una mirada de total agradecimiento, creo que me hubiera podido correr a gusto en ese momento, se sacó los dedos y me dijo. ahora te toca a ti. sabía lo que significaba, me acomodé en el asiento y esperé con impaciencia. se recogió el pelo en un moño, se acercó a mi abultado paquete y me desabrochó el cinturón, el botón del pantalón, me bajó la cremallera me incorporé un poco para bajármelos y con ellos los calzoncillos. por fin mi polla veía la luz. acercó su cara para darme un ultimo beso (pude sentir el sabor de su sexo) y rápidamente bajó su hermoso y colorado rostro hasta mi polla, nada más de sentir su aliento sobre mi pene tuve que hacer esfuerzos para no correrme, mi glande estaba lleno de líquido preseminal que ella se encargó de limpiar cuidadosamente con su lengua. ¡uff! qué delicia. después siguió lamiendo el resto del tronco y llegó hasta los testículos. una vez estuvo toda mi polla enjabonada de su saliva se la tragó toda sin pestañear empezando un vaivén lento y acompasado, notaba su lengua, sus labios, su saliva resbalando por mi polla. cerré los ojos y disfruté, el vaivén aumentaba de ritmo, cada vez lo hacía más rápido, más rápido, más rápido. hasta que al final exploté yo, ni tan siquiera la avisé y ella ni se inmutó lo recibió todo. mi semen se le escapaba por la boca resbalando por mi polla. una vez hube acabado retiró su boca cerrándola, abrió la puerta y lo escupió para acto seguido darme un morreo. ¿te gusta el sabor de tu semen mezclado con el de tu polla? yo no contesté estaba exhausto, después de todo esto nos recompusimos y le dije que me llevara a recoger mi moto. En el trayecto le dije que me gustaría repetirlo más tranquilamente y le pregunté si a ella también, me contestó afirmativamente pero que no sabía cómo, ni dónde, ni cuándo, a lo que le respondí que mi plan era aprovechar la cena de empresa de dentro de un mes, que iríamos a mi casa ya que mi mujer estaría con su familia en el campo y que por lo tanto tendríamos mi casa para nosotros dos solos. entonces me miró fijamente y dijo. soñaré todas las noches con ese momento.