Un Típico puto que acude a unas secciones de masajes con piedras calientes, es atendida por una profesional y experta en estos masajes que tiene en las tardes un día a la semana sección, entre nosotros está profesional y experta masajista es una madura de unos 32 años pero su apariencia es de una jovencita de 20 años, con un cuerpazo de la madre siendo delgada calculando de talla Small con unos muslos como nalgas hasta senos que se babea igualmente excita hasta lujuria inclusive fascina también se calienta este soberano como mentado y zaceado puto. Luego de varias sesiones en confianza al conocerse un poco más de lo profesional y personal se vuelven novios en una relación de unión libre, con su pequeñísima batita de manga corta blanca con botas largas de tacón alto le hace su masaje de relajación como destres ante finalmente estimulante asimismo incitado; que le llame a la asistente diciéndole que puede irse que se encargara personalmente de este paciente refiriéndose clara y obvia hasta efectiva e evidentemente al mismísimo puto que es su paciente, viendo que apaga las luces del resto de la clínica y viéndola que se retira al abordar un taxi aguardando unos segundos, alegre y excitada como deleitada hasta enajenada se quita la batita blanca al quitarse el brasier y el hilo dental cachetero la masajista, en que con dos piedras se las pone en todo sus glúteos dobladas al manoseárselo como masajeárselo hasta ponérselo igualmente sintiendo lo caliente pero no le presta atención al resistirse igualmente aguantarse el dolor que le produce el contacto con su piel propiamente.
De ahí frotándosela como pegándosela hasta poniéndoselas encima de par en par en las tetas que hace lo mismo con en sus glúteos sonriéndole e iluminándosele hasta radiándosele la misma cara a la masajista que pega y grita con mucha fuerza y muchas ganas especialmente con muchos ánimos encendidos e incitada una seria de jadeos igualmente gemidos al restregarse esas piedras calientes por todo su cuerpo femenino sexy al desnudo en que es tomada y jalada como agarrada e invitada por las manos extendidas de su paciente al subirse a la mesa de masaje, en que hacen el amor, follando, hurgando, cabalgando, cogiendo, devorando, deleitado, deseado, lamidas, besadas, chupadas, masturbadas, corridas, venidas, rozadas, ligadas, tiradas, dominadas, etcétera quedando ambos bañados en mucho sudor traspirando y recorrido hasta empapados por la influencia de las mismísimas piedras calientes que utiliza para masajes expertos y profesionales hasta terapéuticos la masajistas siempre en que se entrego y acude igualmente zacea hasta satisface inclusive tiene sexo en persona como en vivo y a todo color en la misma clínica a solas y juntos sin que nadie los interrumpa, ni moleste, ni descubra, ni distraiga, y ni los descubran infraganti rebasando la ética profesional hacia cliente y viceversa.