Mi nombre es Caroll tengo 20 años y soy doctora forense.

Lo que voy a contar no lo puedo creer y no lo van a creer...

Era un día normal y lo primero que hice al entrar a mi turno (y él ultimo de todos) fue ir a la morgue, revise los cadáveres mas jóvenes, es decir, los de menos tiempo en estar aquí, en fin, revise uno por uno hasta que encontré el cadáver que más me dejo estupefacta.

Era un hombre fuerte con grandes pectorales, grandes brazos y tenia la cara mas hermosa que jamás he visto, llevaba media hora en la morgue según lo que vi en la acta de defunción, pero lo más extraño era que su pené estaba erecto aun, era grande, y no aguante las ganas y lo empecé a lubricar con mi saliva, de pronto sentí una mano que me presionaba ahí... cuando quite esa mano me sorprendí tanto que empecé a llorar del susto... ¡¡¡¡era el cadáver!!!!, si yo sé que dirán que es mentira pero es verdad, cuando me vio llorando me pregunto un poco confundido que por que lloraba y que hacia ahí, que lo ultimo que recuerda es que había tomado un poco de champaña con una mujer que se había encontrado, me calme y el me cogió con fuerza y me dijo que mi boca era deliciosa, eso me excito mas, le cogí su gran pené y se lo empecé a mover con mi mano el me soltó y me cargo a la camilla donde empezó a chupar mi vagina, no lo podía creer, pero deje mi incredibilidad y le seguí el juego, empecé a gemir, no aguante mas y abrí mi blusa, le cogí la cabeza y se la puse encima de mis senos cuando el vio mis senos se sorprendió de lo grande que eran y vi que se había excitado mas, me empezó a chupar los senos como nunca alguien me hubiera chupado, mientras que me iba chupando los senos me empezó a meter dos dedos en mi vagina, no aguante la excitación y llegue a mi primer orgasmo, le pedí con urgencia que me la metiera y así lo hizo, metió su gran pené y empecé a gritar de lo grande que era, luego me cargo y me puso en pose de perro, me dijo que me lo iba a meter por el culo, yo le grite que no pero el no obedeció, me lo metió y yo empecé a gritar como una desesperada, pidiéndole que lo sacara pero el ya se había hipnotizado con el hecho de estar metiendo su pené en mi ano, de pronto vi que la retiro y me imagine que se iba a correr, le cogí su pené y se lo empecé a chupar con fuerza, de pronto el saco su gran y caliente leche pero a mi no me importo, lo seguí chupando hasta que se volvió a correr, me di cuenta que el ya no podía mas y lo deje, le puse la ropa que le habían encontrado con el y me cambie, desde ese día estamos saliendo y haciéndolo con mas frecuencia.

CAROLL