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Categoría: Confesiones

La esclava de mi tío por una semana

Hola me llamo Diana, hace tiempo me encontré con esta página leí un par de relatos y decidí escribir unas de mis experiencias espero les guste no soy la mejor escritora pero espero relatarlo lo mejor posible.



Esto me ocurrió hace un año mis padres salieron de vacaciones y yo tuve que quedarme en mi casa por qué tenía que ir a la escuela.



Ellos se fueron el sábado en la noche. El domingo por la tarde fui a trotar al parque está vestida con un short de licra y una blusa de tirantes, cuando llegue a mi casa me puse a ver televisión en la sala cuando de repente llega mi tío y me dice:



-Así te quería encontrar sobrinita.



-Qué?- respondí



-Desde hace tiempo te traigo hartas ganas, no sabes cómo me pones la verga no más de verte con esos shortsitos cortos que te pones putita.



-Estás loco, y si me he dado cuenta como me miras eres un cochino- le dije



Él se rio y me dijo:



- vas a hacer lo que yo te diga si no quieres que te vaya mal.



-Lárgate si no quieres que le llame a la policía- le dije enojada.



Yo me levante del sillón pero él me abrazo y con una mano empezó acariciar mi vagina.



-No te quiero hacer daño pero si te portas mal te va a ir mal mi amor.



Mientras trataba de soltarme a la vez empezaba a excitarme, no sé qué pasaba por mi mente que me prendió más la idea de ser dominada por mi tío, me puse como perra en celo.



-Mira que putita eres Diana ya hasta estas gimiendo -me dijo él.



Me soltó y me ordenó quitarme la ropa.



Yo accedí, el cual al verme desnuda se bajó el zíper y saco su pene.



-Mira no más que cuerpo tienes, que delicia de mujer eres, ahora acércate y chúpamela -me ordenó mi tío.



Yo me hinqué y me acerqué con ambas manos tome su pene y sin bacilar se la mame lo mejor que pude, succionaba su verga sintiendo como crecía su cabeza y se iba a lo profundo de mi garganta.



-Sí que sabes chupar una verga eres toda una zorra- dijo mi tío.



Después de estar chupando su verga durante unos 10 minutos. Me dijo: subamos a tu habitación-, yo accedí a todo lo que decía, al llegar me arrojo sobre la cama y se me encimo, me besuqueo y después abrió mis piernas y empezó a comerse mi coño, lo chupaba y mordía, al estarlo chupando subió sus manos y estrujo mis tetas, pellizcado y retorciendo mis duros pezones, yo seguía un poco asustada y a la vez excitada.



-Que buen par de tetitas tienes diana -decía enloquecido mi tío. Después de varios minutos, subió mis piernas a sus hombros y sin pensarlo me clavo toda su verga, sentía que me partía por dentro, cada envestida era más fuerte mientras me follaba por mi coño, con sus manos seguía estrujando mis tetas, después de varios minutos, saco su verga de mi coño, y me tomo de los cabellos metiéndomela sin ninguna piedad en mi boca, me tomo de la nuca y comenzó a follarme la cara, hasta que dijo:



-Aaaahhh me corro -dijo mientras su verga saco un buen chorro de leche, el cual me dijo que me lo tragara, yo con un poco de asco me trague su leche caliente.



-Durante esta semana que estés sola serás mi esclava sexual y harás todo lo que yo diga. Al día siguiente me dio una lista en la cual había varias cosas anotadas.



Estas son las reglas que debes de seguir, si no quieres ser castigada -me dijo mi tío.



1.- Tienes que andar desnuda por toda la casa, y no saldrás al menos que yo lo diga.



2.- Todas las mañanas me debes hacer una mamada y tomarte todos mis líquidos.



3.- En las noches con tus tetas de puta me masturbaras mi polla.



4.- Follaras conmigo cada que yo quiera.



5.- Cuando vayas a la escuela no usaras ropa interior.



6.- Siempre me dirás "Amo o Señor".



Durante una semana mi tío satisfacía sus más viles instintos conmigo, todas las mañanas le hacia una mamada, todas las noches me follaba y en ocasiones cuando derramaba leche en el suelo me obligaba a lamer el suelo, o cuando me corría antes que él o no le gustaba, me daba de nalgadas (cosa que disfrutaba jeje).



Dentro de la casa solía andar completamente desnuda, llego hasta el punto de colocarme un collar y una cadena, así como si fuese su mascota. Y lo más humillante pero excitante fue que me ponía un vibrador y solíamos caminar en público mientras el controlaba las velocidades con un control remoto



Esto me sucedió en verdad sentía la necesidad de contarlo pero no sabía a quién y me anime a escribirlo en este foro.


Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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