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Categoría: Maduras

La entrega de mi pedido de tangas

Tres días después de terminadas las fiestas del pueblo fui al salón a revisar que todo estuviera limpio, me entretuve limpiando el sanitario de hombres, no me di cuenta que ya era tarde, de pronto escucho voces de hombres que entran al orinal. Me quedo callada para no ser descubierta dentro del servicio. Eran tres hombres del equipo de fútbol del pueblo, llegaban a entrenar por las tardes a la cancha que estaba al lado del salón. Dos de ellos ya habían culiado conmigo. Uno de ellos le dice al que no me había probado.



-Te estás quedando corto, no has salido con doña Haydee, como te dijimos.



-No he podido acercármele, siempre está el marido cuando paso por la casa. Cuando la veo en asuntos del comité de la escuela, está con Luis.



-Que flojo, te estás perdiendo de algo bueno, mejor diría, de algo buenísimo. Verdad Carlos, doña Haydee es una mujer sensacional.



Contesta el otro hombre.



-Si, Freddy, te estás perdiendo de una buena mujer. Para mi ha sido de lo mejor que me ha pasado en esta vida, sabe satisfacer de verdad a un hombre, es una buenísima veterana. Francisco me la recomendó después de culiar con ella, yo no le quería creer, de verdad, te la recomiendo, está buenísima. Esta mejor que esas mocosas del pueblo. Esas lo único que hacen es abrirse de piernas, le metes la verga y ya, ni se mueven.



-Este fin de semana tenemos partido, vamos para una playa, doña Haydee va porque es de la directiva, tenés la oportunidad de acercártele, viaja sola.



-Siempre que la veo me quedo admirándola, está hermosa. No me la puedo sacar de la cabeza.



Freddy se pone a orinar y le dice Francisco.



-Cuando te vea la verga la vas a tener rendida a tus pies, le encantan grandes.



Me asomo más a la puerta y logro ver a al hombre con su verga en la mano, es de un buen tamaño, más grande que la de los otros amigos. Se me moja la vagina de pensar que el me quiere meter su verga, me toco mis tetas, me estoy excitando, me muerdo los labios para no hacer ruido y me descubran. Salen del baño y les escucho decir.



-El día del viaje vamos a hacer que se siente doña Haydee a tu lado, lo vamos a preparar todo.



Ellos estaban dispuestos a que su amigo culiara conmigo a como diera lugar, el era nuevo en el pueblo, lo habían integrado al equipo, trabajaba en la industria azucarera que está cerca del pueblo.



Salgo rápidamente del baño, estoy bien excitada, no dejo que me vean. Salgo por el otro lado del salón, me acerco a la cancha por el lado contrario al salón hacia donde están entrenando. Les digo.



-Este fin de semana tenemos un partido en la playa, llegó una invitación para una actividad de beneficencia.



Me dice uno de ellos.



-Doña Haydee, este va a ser el primer viaje de Freddy con el equipo, se está adaptando bien al pueblo, todavía le falta descubrir cosas buenas del barrio.



-Que bien, si necesita algo me puede buscar en la casa, yo le puedo enseñar más cosas.



-Gra…gracias doña Haydee.



Se sonrojó.



Me marcho para el salón y escucho a uno de ellos.



-Te lo dije, doña Haydee viaja con nosotros, es tu oportunidad de acercártele



Yo sentía como me devoraba mi culo con su mirada, mi ego crecía mucho al pensar que un hombre deseaba poseerme a como diera lugar.



Llego a la oficina y me esperaba mi compañero del comité de la escuela.



-Hola Luis.



-Hola doña Haydee, usted siempre linda, siempre deseable.



-Gracias, trato de mantenerme haciendo ejercicios y conservar mi figura. Me siento mejor que cualquier jovencita de ahora.



Luis se me acerca y me acaricia las tetas. Me baja mi pantalón dejando al descubierto toda mi mata de pelos de mi ardiente sexo. Se saca su verga y me hala de mis nalgas hasta pegar su verga en la entrada de mi vagina. Me la acomoda con su mano, me la hunde despacio y esta se resbala ricamente hasta el fondo.



-Doña Haydee, que rico se siente, tiene su vagina bien lubricada. Tiene ganas de culiar?



-Luis, usted bien sabe que yo siempre quiero culiar (tener sexo vaginal). Me mojo de pensar en tener bien metida una verga.



Me muevo intensamente con su verga dentro, siento que me quemo por dentro, tenía tres días de no sentir como me atraviesa una verga. Nos estamos acomodando cuando tocan la puerta de la oficina.



-Que suerte, no vamos a poder culiar tranquilos.



Era una compañera de la asociación, Luis se metió al baño para acomodarse la verga. Me acomodo el pantalón, mi vagina queda echando fuego de las ganas de seguir culiando con Luis. Abro la puerta.



-Hola doña Haydee. Me dijeron que aquí estaba Luis.



-Si, aquí está.



-Bueno, ahora que estamos los tres revisemos como estamos con las cuentas de las fiestas.



-Bueno, ese tema ya habíamos tomado el acuerdo de revisarlo en la próxima reunión.



-Si, yo se, pero llevemos acomodadas las facturas y así revisar todos los gastos en esa reunión.



Yo deseando que la compañera se fuera y me dejara a solas con Luis, pero ya iba a ser imposible quitarle la idea de la revisión de facturas. Yo tenía mis ganas intactas de tener sexo en la oficina del salón.



-Bueno, quédese con Luis, yo tengo que marcharme para mi casa.



Salgo rápidamente para mi casa a buscar a mi marido, pero no había regresado del trabajo. Mis labios vaginales estaban bien abultados, tenia demasiadas ganas de tener una verga en mi vagina, los hombres me habían dejado caliente. Me tengo que meter al baño para aplacar ese fuego que sentía en mí. Mi marido llega borracho a la casa y no me puedo quitar las ganas, que día más trágico. Por la mañana me levanto temprano a limpiar la cocina, regreso a mi habitación y le comienzo a mamar la verga a mi marido.



-Haydee, hoy anda caliente. Pare, me tengo que ir temprano.



Le sigo mamando la verga y el me quita a la fuerza.



-Pare, Haydee. Me tengo que ir, por la noche terminamos.



Se levanta y se mete al baño, yo me quedo en la cama con las ganas intactas de culiar.



Mi marido desayuna y se marcha para el trabajo, mis hijos salen para sus trabajos dejándome sola en la casa. Me baño para ir a visitar a una amiga. Salgo del baño en bata sin ropa interior. Tocan al portón, me asomo y ahí está el hijo de una vecina.



-Le manda mi mamá este paquete.



-Pase, el portón está abierto.



Ingresa hasta la sala de mi casa. Coloca el paquete sobre la mesita.



-Como le ha ido en los estudios.



-Bien, doña Haydee.



-Y la novia?



-No tengo.



-Como es que un joven de su edad no tiene novia?



-No, no he podido conseguir novia, y los estudios no me dan tiempo.



-Es bueno tener novia, así se va preparando para el futuro, aprender a convivir con una mujer.



-Doña Haydee, yo solo tengo 17 años y no me quiero comprometer.



Abro el paquete y era el pedido de las tangas hilo dental que le hice el día después de las fiestas del pueblo, necesitaba renovar mi ropa de salir, lo que le iba a mostrar a los hombres antes de culiar con ellos. Le pregunto al joven.



-Su mamá le dijo que era lo que contenía el paquete?



-No, doña Haydee.



-Cuanto dinero es?



-Tampoco me dijo.



Tener a aquel jovencito inexperto a solas conmigo en la casa me estaba excitando, iba a poner en juego toda mi veteranía. Le pregunto



-A tu edad, ya has tenido experiencia sexual con alguna de tus novias?



-Co…co…como?



-Si, relaciones sexuales .



-N…o. n…o, doña Ha…haydee.



Me contesta tembloroso y se le enrojece la cara.



-No has visto alguna mujer desnuda, digo, alguna de tus compañeras de colegio.



-N…o, so…so…lo en pe…películas.



-Que tipo de películas?



-Si le confieso, por favor, no me acuse con mi mamá.



-No, yo no te acuso.



-He visto pornográficas.



Saco una tanga hilo y se la enseño.



-Las mujeres tenían puestas de estas tangas.



-Si señora, se veían hermosas.



-Solo eso?



-Se les veía un culo bien hermoso y las tetas muy ricas.



El jovencito estaba muy sonrojado contestando mis preguntas. Me le acerco y saco una de mis tetas.



-Ricas como estas?



-S…si, las suyas s…se v…ven he…he…hermosas.



Le cojo una mano.



-Tócalas.



Posa su mano temblorosa sobre mis tetas, me acaricia suavemente.



-E…esto s…solo lo ha…había visto en las películas, nu…nunca había visto a una mujer desnuda delante de mi.



Me saco la otra teta y se las acerco a la boca, mi vagina ya está bien inundada, tengo dominado al jovencito, le voy a dar la mejor lección de sexo de su vida en vivo, no en películas porno.



-Mámelas, como en las películas.



Me las comienza a mamar como un bebé hambriento, me muerde en pezón.



-Aaaaayyyyy, suavecito, tranquilícese. Tenemos todo el tiempo necesario.



Le coloco sus manos en mi espalda y me recorre el cuerpo desesperadamente hasta llegar a mis nalgas, me las aprieta con fuerza, levanta mi bata y siente que no llevo nada puesto, me las recorre para comprobar bien lo que siente, baja una de sus manos hasta llegar a la entrada de mi vagina, me la acaricia y me muevo para que quite su mano de ahí.



-Despacio mi niño, despacio, no se apresure, todo a su tiempo.



Lo despego de mis tetas y me acomodo la bata.



Le toco la verga sobre el pantalón y la tiene bien erecta, se estremece al contacto de mi mano.



-Respire profundo y despacio, todavía falta mucho, aguante.



-Do…doña Ha…hay…dee, que sensación más electrizante al tocar su vagina, ese lugar se siente calientito, como si tuviera fuego.



-Si, mi amor, ahí lo que tengo es fuego, soy muy ardiente.



Me levanto y me coloco delante de el y me subo la bata enseñándole la entrada de mi vagina cubierta por mi monte de Venus recortado, me doy vuelta enseñándole mi culo y me muevo como cuando tengo una verga metida, estoy entretenida excitándolo, cuando me doy vuelta para quedar frente de el, lo tengo de pie frente de mi con su verga bien erecta, es bien grande y gruesa, me hala hacia el, me hace movimientos como queriéndome ensartar su verga. Intento soltarme de el, su verga la siento palpitante sobre mi abdomen. Ya había despertado al macho, tenía que seguir dominando la situación.



-No, jovencito, no lo intente.



-Pe…pero do…doña Ha…hay…dee, usted me…me ti…tiene bien excitado, es muy linda y hermosa, yo quiero culiar con usted, yo nunca había tenido a una mujer desnuda delante de mi, ahora que la vi lo comprobé.



-Tranquilo, mi niño.



-Pero, doña Haydee, no me deje así, esto yo lo he visto únicamente en las películas porno, y yo ahora lo estoy viviendo en la vida real.



-Y que más has visto en las películas?



-Le maman la vagina y el clítoris.



-Y que más?



-La mujer le mama la verga al hombre, y algunas veces el hombre le mete la verga en el culo a la mujer, pero se ve que es doloroso para la mujer.



-Y cual es la parte principal de la película?



-Donde el hombre se coge a la mujer en diferentes posiciones, se ve como le entra la verga.



-Y si es así, porqué usted quiere apurar las cosas? Ud tiene que hacer que la mujer disfrute también, tiene que aprender, sino va a ser de esos hombres que se excitan viéndolo a uno, le meten la verga, le bombean la vagina y al momento ya están disparando el semen sin uno haber disfrutado.



-Pero doña Haydee, ya no aguanto, quiero meter mi verga en su vagina.



-No jovencito, aquí la que manda soy yo.



Lo dejo sentado en el sofá y me voy con el paquete para mi habitación, busco cual tanga estrenar con el joven, me pongo una color rojo. Regreso a la sala y el jovencito ya está calmado, se acomodó la verga dentro del pantalón.



Me le acerco y comienzo a moverme delante de el me acaricio las tetas sobre la bata, el comienza a tocarse su verga. Me saco la parte de arriba de mi bata dejando al descubierto mis tetas, a los hombres les encanta mamármelas y acariciármelas. Me las levanto con las manos y se las acerco al joven a la boca. Me las mama y dirige sus manos a mi trasero y se las aparto de el.



-Que chiquito! Esperece, no apresure las cosas.



Alterna mis dos tetas en su suculenta mamada. Lo despego de ellas y me pongo de pie para dejar caer mi bata, quedo solo en hilo dental. El joven queda con la boca abierta.



En la parte delantera el pequeño triangulo apenas cubre mi monte de Venus, se observan los labios de mi vagina abultados. Exclama el joven.



-Pero que mujer más hermosa! Que piernas más lindas!



Me volteo y le enseño mi trasero para que observe como se desaparece el hilo de la tanga en medio de mis hermosas nalgas.



-Yo que siempre la veo en el vecindario, jamás pensé que fuera tan hermosa, los jóvenes del barrio dicen que usted es muy linda, que está muy buena.



Me sentía alagada, siempre despertaba los deseos sexuales hacia mí de los jovencitos. Ya varios de ellos habían culiado conmigo, habían tenido su primer experiencia sexual.



Me le acerco y le coloco mi vagina cerca de su boca.



-Usted sabe lo que tiene que hacer, haga de cuenta que somos los actores principales de la película.



Me hala hacia el y hunde su cara en medio de mis piernas, sintiendo el aroma de mi ardiente vagina, con su lengua me la recorre sobre el pequeño triángulo de mi tanga.



-Que aroma más delicioso, a mujer de verdad!



Lo tomo de la cabeza como queriéndolo ahogar en medio de mis piernas, sus manos me cogen de mis hermosas nalgas y me aprieta más contra el. Siento su respiración sobre mi clítoris el cual comienza a crecer, me lo atrapa con sus dientes y me le da pequeños mordiscos, haciendo convulsionar mi cuerpo y llego al orgasmo. Me hace a un lado mi tanga y me mama los labios vaginales, me introduce su lengua en la vagina, me la mete como si estuviera culiando. Lo despego de mi vagina y lo acuesto en el sofá, le saco el pantalón y le bajo el boxer saltando a mi vista su enorme verga, el muchachito está bien dotado. Le toma la verga con una mano mientras con la otra le acaricio sus testículos, están bien cargados. Comienzo a mamársela, no me cabe toda en la boca, le chupo la brillosa cabeza, lo hago como si comiera un helado.



-Aaaaahhhh, doña Haydee, que delicioso, siento que me lleva al cielo.



Me toma de la cabeza y trata de meterme toda la verga en la boca, siento que me está ahogando, me le suelto.



-Mi niño, tranquilo, no me haga eso porque siento que me va a ahogar. Levántese.



Lo quito del sofá y me acuesto boca arriba abriendo mis piernas, dejando mi ardiente vagina a disposición de su verga. Me saca por completo la tanga que lo que está haciendo es estorbando. Se inclina y me mama de nuevo mi vagina. Lo halo hacia arriba.



-Ya mi niño, ahora lo que quiero es que me meta su verga. Que se haga hombre de verdad.



Siento su enorme verga presionada a mi abdomen. La agarro con una mano y la dirijo a la entrada de mi vagina, la recorro de arriba abajo, estoy bien mojada, mis líquidos vaginales son abundantes, lo cual va a facilitar la penetración. La coloco y le digo.



-Métala despacio para que mi vagina se adapte al tamaño de su verga.



Me la hunde despacio y grita.



-Aaaaaaaahhhhhhh, que delicioso, doña Haydee, yo no les quería creer a mis amigos, se siente fenomenal la primer vez con usted. Es la mejor experiencia de mi vida, mi primer vez con una mujer veterana y fenomenal.



Me la hunde toda, me separó por completo los pliegues de mi vagina.



-Que gran verga tiene ud, me gusta disfrutarlas.



Me bombea despacio, fuerte y profundo, me abraza fuertemente y me mama las tetas. Me abrazo a el y me clava profundamente su verga, poco a poco va cogiendo el ritmo de sus embestidas, siento que acelera su respiración, está a punto de acabar



-Tranquilo, despacio, no quiero que le pase rápido, tiene que complacerme.



-Sabe, doña Haydee, usted es una mujer fenomenal, yo no les quería creer a mis amigos de que usted culiaba muy rico, que tenía unas tetas bien ricas y hermosas, yo los envidiaba, pero ahora no, ud ha sido mía. Es lo mejor que me ha pasado.



Le indico que se levante, me pongo de pie y lo acuesto en el sofá con su verga bien erecta apuntando al cielo. Me subo al sofá y calculo sentarme en su verga, la coloco bien en la entrada de mi vagina y la desaparezco de un solo viaje, me la ensarto toda y comienzo a cabalgarla intensamente. El joven me agarra de mis nalgas y me ayuda a moverme, siento un fuego que recorre todo mi cuerpo. Se endereza un poco y me mama de nuevo mis tetas, lo tienen loco, no se quiere despegar de ellas.



-Oooohhhh, doña Haydee, que delicioso, siento como que me voy a orinar.



-Tranquilo, mi amor, quiero beber tu lechita. No la saque, acabe adentro.



Me sigue mamando las tetas.



-Tome mi leche, mi negra preciosa.



-Si mi amor, dámela.



Tensa su cuerpo y comienza a disparar todo dentro de mi vagina. Es abundante su acabada y parte de ella se resbala sobre su verga dejándola mojada.



-Mi negra linda, nunca te voy a olvidar, eres una mujer muy especial, realmente eres muy buena.



Muevo los músculos de mi vagina apretando su verga para sacarle toda la leche.



-Que dice ahora, mi niño, como fue su primer experiencia?



-Fenomenal, mejor que en esas películas porno.



Por fin pude complacer a mi vagina de tener una verga dentro de mí en esta semana.



Todavía tiene su verga bien erecta y me sigo moviendo en ella, el se sienta y yo quedo clavada en su verga frente a el, me besa y me mama de nuevo mis tetas, me abraza y en cada movimiento mío me clava más sobre su verga, siento que me va a hacer gritar de placer. Estoy alcanzando un orgasmo cuando escucho que abren el portón del garaje, era mi marido que había llegado y está guardando la moto, no le escuchamos. Me levanto al instante y le digo al joven que se pase para el patio, recogemos la ropa y salimos corriendo de la sala desnudos, su gran verga se balancea, lo meto en el patio para que le de tiempo de ponerse la ropa.



-Doña Haydee, ahora si me ve don Gerardo desnudo en el patio me mata, por favor, no deje que me vea.



Se pone a llorar.



-Tranquilo, yo lo entretengo, yo me hago cargo de todo



El joven quedó en el patio con su verga bien parada acomodándosela en el boxer y yo salí hacia el baño a limpiarme mi chorreante vagina llena de semen. Lo escucho cuando entra a la casa y le hablo mientras me pongo la bata, no llevé nada para ponerme por dentro, lo que tenía a mano era la tanga hilo y no quería que mi marido me encontrara con ella puesta, ya que con el no me las ponía, no se da cuenta que las uso para salir.



Salgo rápidamente del baño para que no se asome al patio



-Hola, regresó temprano.



-Ya casi es la hora de almuerzo y tuve que venir a buscar unos papeles, voy a quedarme un rato descansando.



-Bueno, me espera un momento para prepararle algo. Estaba ocupada con el hijo de María, le pedí que me acomodara unas cosas en el patio.



Como yo sabía que el nunca se fija en el patio, le mentí, ya que yo había echo eso la semana anterior. Gerardo se me acerca y nota que no llevo brassier.



-Haydee, tenga cuidado con los jovencitos, ellos aprovechan cualquier descuido para ver o tocar.



Me acaricia el trasero y se da cuenta que no llevo nada puesto.



-Y no lleva nada abajo, ya le digo, tenga cuidado, ud se descuida y se sienta y el le ve todo, y va a intentar aprovecharse ya que están solos en la casa. A esas edades andan con un apetito sexual bien grande, la ve y va a querer culiar con ud.



-Como se le ocurre, Gerardo, el es un muchacho muy bueno, no me va a hacer eso.



-Bueno, no se confíe, no quiero oir en el pueblo que ese muchachito se la cogió en la casa cuando yo no estaba porque ud lo provocó, y no tiene derecho a decir nada.



-Gerardo, voy a ir a hablar con el muchacho para que ud vea que el no es mal pensado, el es inocente, muy bueno, un muchachito de la casa, sin ningún morbo, sin experiencia.



Salgo hacia el patio y el había escuchado que yo lo había buscado y hace que está acomodando lo acomodado.



-Ya casi termina?



-Si doña Haydee.



El me contesta y sigue en lo que está, no me presta atención.



-Cuando se vaya me avisa para pagarle.



Regreso donde mi marido.



-Se dio cuenta que el no es morboso.



-Si, ya me di cuenta, a pesar de que usted es hermosa el es muy respetuoso al dirigirle la mirada, otro se le quedaría viendo a sus tetas, más que se ven un poquito donde están sin nada.



Mi marido se va a reposar a la habitación y yo me quedo sentada en la sala esperando que salga el joven. Cuando lo veo venir me subo la falda para mostrarle que no tengo nada por dentro todavía. Se me acerca y me la acaricia.



-Ya terminé, doña Haydee.



-Cuanto le debo?



-No es nada, con mucho gusto le hago el favor.



-Después lo llamo para que me arregle otras cosas.



Me tiene un dedo metido en la vagina y me da un beso.



-Hasta luego, doña Haydee.



-Gracias por todo.



Me dirijo a la puerta y me agarra de las nalgas y me pega a el.



-Gracias por este hermoso regalo.



-Es tuyo cuando quieras volver.



Me besa con intensidad, me aprieta con fuerza contra el, tiene erecta su verga. Me hubiera gustado seguir culiando con el, pero mi marido esta reposando y nos podía escuchar lo que estábamos haciendo. Se marcha para su casa y yo me quedo con mi vagina palpitante esperando el viaje a la playa, pensando en la verga que tengo pendiente de probar. A los cinco minutos suena el teléfono, era María.



-Hola, doña Haydee, estaba regañando a mi hijo porque no había aparecido por la casa.



-Y porqué lo estaba regañando?



-Me dio miedo que se hubiera quedado de camino con los amigos y les hubiera enseñado el pedido de sus tangas, ud sabe lo que son los jóvenes, me hubiera dado mucha vergüenza.



-No, no se preocupe, se quedó conmigo y me ayudo a arreglar unas cosas de la casa, quedé de llamarlo para que regrese a terminar otras cosas pendientes.



Claro, aproveché al joven para que me acomodara su verga en mi vagina y me quitara las ganas acumuladas en la semana.



-Ay, doña Haydee, y yo que lo regañé temiendo lo peor, me dijo que usted es muy buena y lo atendió muy bien, llegó muy contento.



-No se preocupe, María, su hijo es muy bueno, servicial, hizo todo lo que le pedí. Lo que yo siempre le pido a usted es que nadie se de cuenta lo que le compro, sino mi marido se enoja y me va a causar muchos problemas.



-Yo le guardo su secreto como ud guarda el mío.



-Si, no se preocupe, no digo nada si usted guarda el mio.



-Gracias, después le digo cuanto me debe.



A la vecina yo le guardaba el secreto de haberla encontrado culiando con un amigo, un día en la casa de ella, la fui a buscar para pagarle, entré y pensé que estaba con el marido, ya varias veces los he visto en la cama. Me asomé para hablarles y me llevé la gran sorpresa de que estaba con otro hombre, me quedé parada viéndola desaparecerse la verga en la vagina, era una verdadera máquina de sexo, se comía buenas vergas y yo no me había dado cuenta hasta ese día…


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