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LA ENCONTRE EN EL REVERSO TENEBROSO

En el verano del año 2002, a las diez de la noche del mes de marzo, había discutido con mi novia, la cual me mando a paseo, yo tenia 28 años y un taxi, que había heredado de mi padre, era un viernes y estaba muy triste, al pasar por la calle Oporto, me detuve en un antro, un antro que conocía, pero mi desesperación me hizo entrar en el, entre y estaba totalmente lleno, lleno de personas, me acerque a la barra y al camarero le pedí una cerveza, una Coronitas, estaba bebiendo esta cerveza, cuando una chica de verdad, eso creía yo, se acerco a mi y me pregunto ¿me invitas a beber?, ¡claro que si pide lo que quieres!, era una chica morena de un 175, media melena, pelo negro y una figura que quitaba el hipo, con un vestido blanco vaporoso, que dejaba entrever sus curva femeninas, su vestido era de color blanco y bastante corto, lo que dejaba ver dos hermosas piernas, envueltas en medias de naylon de color medio blancas, era algo impresionante, era maravillosa, a mi entender en aquel momento. Se sentó en el taburete y cruzo las piernas, bebimos varias cervezas y empezamos a hablar de como estaba la situación de cada uno, la mía era negra, después de dos años mi novia me dejaba por un divorciado, pero con mucho dinero, ojala le vaya bien, pero cada vez nos acercábamos mas y mas, desesperadamente mi mano toco la suya, tome su mano y por un instinto básico, la bese y la volví a besar, ella se reía, acerco sus labios a los míos y me los rozo con un suave y ligero beso, que me trastorno por completo, puedo decir que casi perdí la conciencia con este beso furtivo, pero lo triste es que yo sabia quien era ella, ella era un travestí, no se por que pero me gustaba en aquel momento. Le invite a cenar en otro antro, en un bar que hay en la calle del Olivo, en la Calle de Pobladores, el Bar Bayona, acepto, tomamos a la una de la mañana un cocido cada uno con dos botellas de vino tinto, cada vez que mi vista se posaba en su figura, en su silueta, sus pechos me volvían locos, su blanco vestido dejaba entrever un sujetador de encaje de color blanco, que guarnecían dos buenos pechos,, su cintura era muy estrecha y su culito precioso, después de despacharnos dos buenos platos de cocido, dos raciones dobles de tarta helada y dos cafés con chupitos de aguardiente, me invito a ir a su casa. Llegamos a su casa, nada mas entrar en el ascensor, mis brazos la rodearon y yo sentí los suyos alrededor de mi cuello, sentí su duro cuerpo, apretado contra el mío, busque desesperadamente sus labios y los bese con fuerza, su lengua penetro en el interior de mi boca y recorrió todos los sitios. Entramos en su casa, un apartamento muy bien decorado y con mucho gusto, volvimos a abrazarnos besarnos a lo loco, sentía su cuerpo apretado contra el mío, su pecho era duro y estaba muy turgente, mi pene reventaba en el interior de mi calzoncillo. Baje su cremallera por la espalda y quedo delante mía con un sujetador muy suave de seda de color blanco, con una media mini combinación de color blanco y con un tanguita de color blanco, muy pequeñito que casi no sujetaba su precioso instrumento de tortura, pensé, pero no era de placer, estaba preciosa, Ana, se llama Ana, estaba preciosa, era para mi en aquel momento un ángel del cielo; cual seria mi desesperación, que después de besarla, me arrodille, subí con mi lengua su pequeña media combinación, con mis deditos baje su mini braguita, y sin pensarlo dos veces la metí en mi boca y comencé a chupar aquel pene, como me gustaría que me lo mamaran a mi, sus manos sujetaron mi cabeza, con fuerza y me apretaron contra su pene, llegue a tragar totalmente aquel aparato de 18 centímetros. Quedo completamente desnuda en mi presencia, era maravillosa, una chica con dos hermosas tetas y un pene impresionante, cada vez estaba mas nervioso y intranquilo, mame sus tetas y mordí sus pezones, en un momento me dijo, lo siento pero quiero follarte, necesito follarte y después hablamos, te parece, claro que si, le dije, pero ten cuidado nunca me la han metido por el culo y duele según dicen, no tengas miedo, relájate y disfruta conmigo, quiero que sientas lo que es sentirse mujer, quiero penetrarte y hacerte sentir mi pene en tu culo, me desnudo y me coloco un mini camisón de color rojo, con una medias del mismo color, me arrodillo en el sofá, empezó a acariciar mi culo con sus suaves dedos, muy largos, después con su lengua, sentía algo que no puedo describir, pero muy placentero, cada vez que sus dedos o su lengua tocaban mi culo me agradaba cada vez mas, puso vaselina en mi culo, primero con un dedo, después con dos y después con un enorme vibrador me dilato mi ojete, cuando lo creyó oportuno arrimo su glande a mi ano y me fue penetrando poco a poco, en un momento dio un empujo y me metió sus 18 centímetros, hasta el fondo, sentía en mi culo sus vellos pubicos, sus delicadas manos me agarraron por mi cintura y con una fuerza que no debería de tener aquel delicado cuerpo, empezó a apretarme contra ella, al tiempo que empezó a moverse, a bombear con su enorme pene, con movimientos cada vez mas rápidos y violentos, me ardía el interior del culo, pero la sensación era muy agradable, estaba siendo follado por una tia con dos buenas tetas y un hermoso pene, a cada movimiento cada vez mas veloz, sentía mas placer, en verdad que nunca sentí dolor ni sensación desagradable, mi pene estaba muy duro y se rozaba sobre la funda del sofá, tardo mas de 30 minutos en correrse en el interior de mis entrañas, sentí un liquido caliente que casi me quemaba por dentro, y como su miembro se hinchaba y escupía en mi interior aquel volcán de liquido caliente, estuvo así como dos minutos sin moverse y sin mediar palabra volvió a moverse, volví a sentir aquel hierro candente duro y firme en el interior de mi culo, otra vez a gozar, esta ves sus movimientos fueron mas lentos y mas suaves, pero para mi mas placenteros, sus manos acariciaban mis testículos y mi pene, me susurraban bellas palabras a mi espalda, yo sentía sobre mi piel el roce del camisón de naylon y el de ella, volvía a estar caliente, tan caliente que quería que en toda la noche no la sacase de mi pobre ojete, pues me gustaba, después de mucho tiempo, mucho tiempo y de sudar y de lamentarse de placer, se volvió a correr en mi culo, otro volcán de leche, retiro su pene de mi interior, con suavidad, tenia yo el culo escocido pero muy satisfecho, una hermoso travestí me había dado por culo, me ha gustado, es verdad que cualquier hombre sucumbe ante una buena tranca. después de varios besos y una buena mamada de sus hermosas tetas, la tumbe boca abajo, mi boca se pego a su culo y lo mame durante mucho tiempo, lo mismo que su flácido pene, tanto fue así que se volvió a empalmar. Tome su culo y aquella preciosidad fue mío, durante dos horas aquel culo fue mío, dos corridas de antología, en aquel corredor estrecho, cálido y húmedo, cuando en la ultima corrida, la tenia agarrada por sus caderas, volví a escupir con fuerza en su interior, un chorro de leche volvió a anudar sus interiores, el placer que sentí no se puede describir. Al levantarme por la mañana, ella estaba a mi lado, me gustaba, era preciosa, la desperté y le dije: Si quieres vivir conmigo vente a mi casa, vivo a la afueras de Vigo, y tengo algo que pedirte, su piso era alquilado, hizo sus maletas, yo me encargue que se llevara toda su lencería fina y la otra, con cinco maletas dos de ropa y tres de braguitas y sujetadores, se vino a mi casa. Esto fue en marzo y se vino a vivir a mi casa, cambio toda la habitación, compro muebles nuevos y muchas cosas. En septiembre vendí una terreno que tenia en Bayona y nos fuimos a Holanda, fue operada de todo en este país, hoy Ana es una verdadera mujer, operada y hormonada, ya no tiene pene pero a veces lo hecho de menos, en su lugar tiene una hermosa cosita preciosa, cuando voy paseando por la calle con ella muchos hombres vuelven la cabeza para ver la que deja ver sus minifaldas, sus escotes y sus ropas ajustadas. Todas las noche tenemos nuestro secreto, me obliga todos los días a ponerme ropa femenina, bragas, sujetadores, combinaciones, vestidos femeninos, para cenar a lo cual accedo con sumo gusto, la verdad es que me siento bien, vestido con ropas de mujer, me gusta sentirme vestido y con el roce que produce sobre la piel la ropa femenina interior, y camisones de seda para irnos a la cama, todas las noches la poseo por el culo y por la vagina, pero ella también goza colocándome un buen vibrador en mi culo. Ana hoy es una mujer, ya no tiene nada de hombre y si nada lo impide en esta primavera me casare con ella vestida de blanco, con un vestido de novia digno de una princesa, quiero que siga siendo la mujer de mi casa y de mi cama y que me siga tratando como hasta ahora, solo me arrepiento de su operación, hecho algo de menos aquel prodigioso pene, que por amor hacia mi se dejo cortar, y que tanto me había gustado disfrutar de el. Si ella renuncia a su instrumento de placer para tener a su lado, yo también renunciare a cualquier cosa con tal de seguir contando con ella el reto de mi vida.

Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
  • Media: 5.24
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1 comentarios. Página 1 de 1
selenio
invitado-selenio 22-07-2009 00:00:00

Dedícate al taxi y deja de escribir. Seguro que todos salimos ganando.

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