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La doctora Nilda

Cerca de ni casa vivía la doctora Nilda, era soltera, vivía sóla, tenía aproximadamente 35 años de edad, cabello corto, blanca de ojos verdes, tenía unas piernas exepcionales, y pechos medianos, cintura fina, era bastante seria y saludaba con hola como está, buenos días, en si era muy parca.

Una mañana, yo estaba en la calle,frente a mi casa, eran como las siete de la mañana, ella iba en si vehículo, se paró frente a mi, y sonriendo ,me dijo, Supe ayer por tú mamá, que hoy cumples 20 años, quiero obsequiarte algo, y deseo que pases por mi casa como a las cinco de la tarde. Me quedé un poco confuso ya que de un corto saludo no pasaba a más y ese día hasta se detuvo para hablarme. A las cuatro de la tarde sono el teléfono, era ella para indicarme que ya se encontraba en casa y que podía llegar. Me recibió muy cordialmente, me entregó un regalo, me pidió que lo abriera, era un sueter. Luego me pidió que me sentara, y me dijo: Sé que te extraña que te invitara a casa, generalmente no recibo vivitas , ya que a veces vengo agotada del trabajo del sanatario,(era pediatra), pero hoy quiero hablar contigo algo muy importante al menos para mi, porque es algo muy trascendental, Sabes hace unos días platiqué con alguien del vecindario, no te diré quien, pero ella me confesó que ustedes en un tiempo tuvieron cierto tipo de acercamiento sexual, y me dijo que tienes un pene grande y grueso, muy hermoso y que sabes usarlo a la perfección, yo soy sola, soltera, y aunque no lo creas soy virgen, y deseo que el primer hombre en mi vida íntima seas tú, ella no tenía sostén, por lo que al quitarse su blusa tipo polo, quedaron a mi vista un par de hermosos pechos blancos, de pezón rosado, y duros. se acercó a mi y me los ofreció poniendolo en mi boca, empezé a lamerlos y chuparlos suavemente, ella cerraba los ojos y gemía de placer, bajé mis manos y los apoyó en sus redondas y paradas nalguits duras, bajé una de mis manos, y empezé a subirlas por sus piernas, ahora tená apretando una de sus deliciosas nalgas, pasé mis dedos por la raja de su culo, y la llevéllevé hasta su vagina, sentí sus pelitos húmedos, no tenía calzón, ahora ya por adelante subí mi mano, llegué a tocar tosa su panocha, no era muy grande, cabía en la palma de mi mano, rozé con mis dedos su clítoris, abrió más las piernas para que tocara más cómodo, la llevé al sofá, la acoste, subí su falda hata la cintura, vi sus piernas hermosas, lisitas, empez{e a pasar mi lengua opor su abertura, y succionar el gallito, metía la punta de mi lengua en su cavidad y se retorcía de placer, y así entre lenguetazos y chupones, arquió su cuerpo, y se vino en un delicioso orgasmo, e pidió subir a su habitación, allí se desvistió completamente, yo procedí a quitarme la ropa,ella sentada en el borde de la cama y le llevé mi pene erecto a su boca, ella lo acariciaba y me decía que era un pene hermoso, era obvio que nunca había mamado pipe, porque me lastimaba con sus diente, , me pidió que la penetrara despacito, empezé a empujr mi verga en su cavidad, entró l cabeza, ella tenía los ojos cerrados, empujé otro poquito y llegué a su himen ella se quejó, volví a salir y meter otro poco, sentí romperse el himen y entre con dificultas, en su cuevita tibia y estrecha, salía y entraba hasta que se fué todita, empezamos a movernos despacito, ella seguía mi ritmo,, cambiamos de posición, se puso en cuatro, al sacar mi verga venía manchada de sangre, abrió bién sus piernas,vi su hoyo abierto y con sangre, coloqué mi verga y de un envión se la metí toda, ella sólo pujo, ahora la sacaba y metía toda, ella empezó a temblñar y a gritar suvecito sentí su espasmo, arquió su espalda se top+o más a mi para que le entrara toda, y fue un uhuf, uqe delicia, cuando ella se estaba viniendo solté el primer chorro de semen, ella me dijo que era una sensación única sentir el semen casliente y disparado con fuerza, la verga no se aguadó por lo que seguí dandole fuerte, ella apoyó su cabeza en la almohada lo que hizo que sy trasero quedara más alto, al cabo de unos minutos, se vino de nuevo, su culito cabecito y cerrdo era una tentación para mi, empezé metiendo un dedo y luego otro, ella no protestaba, metí tres dedos, el culo estab dilatado, mojé con saliva mi glande y empujé dentro de su culo, se fué completo, y pujó pero no se quitó, con dedos jugaba con su clítoris, ella movía su cintura en círculos, volvió a venirse, y momentos después le llené lñas tripas de leche, a partir de ese día, llegaba a diario a su casa alas cinco de las tarde, salía a las ocho de la noche, exprimido por su vulva hermosa, y su culito estrecho, la llenaba de semen por los tres agujeros, se volvió una calientota deliciosa.
Datos del Relato
  • Categoría: Primera Vez
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