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La diseñadora

Tenía 4 años viviendo en el mismo apartamento y tenía como un año de que mi novia se quedaba algunas noches conmigo, en ese tiempo decía que lo único bueno del apartamento era la vista, el espacio y yo, porque el ambiente era espartano y oscuro, ella decía que debía hacerle cambios para que fuera agradable ella siempre me pidió hacer más: repintar, amueblar diferente el baño, mover detalles de la cocina, redecorar unas repisas del dormitorio. Ella tenía una gira de trabajo de 4 semanas fuera del país y me dijo que aprovecharía a visitar a unos familiares también, por lo que estaría como 2 meses fuera. Eso me dio la idea de sorprenderla con algunos cambios, algo que a ella le agrade, así consulte con unos compañeros de trabajo y me recomendaron que buscara una decoradora o diseñadora de interiores para que, literalmente no fuera a “arruinarlo” con mi gusto de hombre.



Por contactos una prima me recomendó el número de una decoradora que había sido compañera de ella en la secundaria, decían que ella ya tenía experiencia y que era muy buena. Quede de verme con ella para platicar en un café y hablar de los detalles. Ese día llegue al café ubicado en una pequeña plaza comercial cercana al apartamento, ordene un café y esperé… a los 5 minutos se me acerco una joven muy bonita a saludarme:



-hola! Usted es Omar? Soy Sara, la decoradora- me dijo, tendiéndome la mano



La quede viendo por un rato, vestía de falda ajustada a la cintura de color azul, blusa manga larga color blanco, ligeramente abierta mostrando un escote algo discreto, ya que lo cubría con un collar de piedras artesanales, collar que se lucia sobre un cuello estilizado, su cara era muy bien formada, ojos verdes oscuros, labios generosos en una boca pequeña, una nariz apenas respingada sin ser larga o muy seca, un rostro de mejillas generosas, un cabello rojizo recogido en un moño con dos mechones de cabello balanceándose a los lados de su rostro.



-hola- conteste, levantándome de la silla y estrechándole la mano le ofrecí que se sentara, ella me sonrió y se acomodó en la silla, cruzo las piernas de manera sutil, sus pantorrillas mostraban un color levemente bronceado y de muy bonitas formas. Usaba unos botines de tacón bajo que le daban un aire muy juvenil. Al sentarse se ajustó la falda para no mostrar de más, puso en la mesa unas carpetas que traía, se pasó la mano por el cabello y me sonrió. Comenzó preguntándome que deseaba hacer y le explique mi intención, dijo que le maravillaba que deseara hacer eso, que es de pocos hombres hacerlo y que estaba muy alegre de que la buscara. Hablamos de ciertos detalles que hacer y para cuando podíamos hacerlo, le explique de lo que deseaba, me pregunto detalles y le dije que deseaba hacer algo rápido, me dijo que estaba dispuesta y que si podíamos fuéramos a ver de una vez.



-Está bien, vivo a unos 15 minutos de aquí- le dije



-perfecto! Aquí dejo mi carro y me voy con usted!



Salimos del café y nos dirigimos hacia el carro, me retrase un poco al salir del café para verla, ella se movía con mucha gracia y su figura resaltaba por sus curvas bien detalladas por la falda ajustada. Antes de que se diera cuenta de que la estaba mirando la alcancé y me puse a su lado, cuando hice eso ella se detuvo y se paró frente a mí y me dijo:



-no se acuerda de mi verdad?- se sonrió y sonrojo un poco cuando pregunto, me quede pensando sin saber que decir.



-usted daba asesorías de matemáticas, física y química en mi colegio! Yo estuve en varias de esas!!!- ahí vagamente me hice idea de quien era ella, en mis primeros años de la universidad yo ganaba un poco de dinero dando clases de reforzamiento en el colegio donde estudié, igual donde mi prima estudió secundaria.



-Sí, hace ya varios años!!! Que buena memoria tienes!- ella sonreía mostrando los dientes ligeramente, no eran tan simétricos, pero en ella se miraban muy bien.



Cuando subimos al auto ella chequeaba unos mensajes en su teléfono, por un momento hizo una mueca de disgusto y por unos minutos se quedó callada, le pregunte si le pasaba algo y dijo que no era nada, solo que alguien no la comprendía muy bien y eso le molestaba, no entendí a qué se refirió pero no quise seguir indagando, cuando al fin llegamos al edifico ya se le miraba más relajada, subimos al apartamento, que está en el 5 piso, abrí la puerta y ella entro a ver todo, de inmediato camino por toda la sala, comenzó a ver aquí y allá, se agachaba o miraba sobre un mueble, en todo eso yo miraba como se marcaban sus caderas o apreciaba sus piernas, cuando menos espere entro a la habitación, la seguí y ella estaba viendo todo, el baño, la cama, el armario. Me dijo que tenía varias ideas que podía hacer, en el bolso que andaba traía un medidor laser y empezó a medir, le dije que está bien equipada, y me sonrió nuevamente, aunque tenía que mover algunos muebles, en eso se queda viéndome y se quitó los botines.



-No le molesta que me los quite? Así me muevo más rápido- le dije que haga lo necesario, ella es experta, usaba unos calcetines de colores, lo que me hizo gracia.



Así descalza comenzó a tomar medidas, se movía de un lado al otro tomando fotos y me mostraba combinaciones de colores y sugería estilos, estaba tan cerca de mí que sentí el roce de su cuerpo unas cuantas veces, su blusa ya no estaba tan ajustada a su falda, por tanto movimiento y su escote se pronunciaba más, las curvas de su cuerpo llamaban mi atención y ella se sonreía en cada mirada que me hacía. Le pregunte si deseaba algo para tomar y me sorprendió cuando preguntó si tenía vino, yo pensé que me pediría agua o una soda, tenía unas cervezas y una botella de vodka y jugo de lima, lo que no le pareció mucho, pero recordé que había un vino dulce espumoso de mi novia y le serví una copa, me dijo que estaba delicioso, que era el mismo que ella prefiere, le serví una copa y me dijo que gustaba que la acompañaran, yo preferí una cerveza, como siguió tomando detalles y mostrándome detalles, el vino fue corriendo, después de una copa le ofrecí otra y siguió otra y ella insistió en que no le gustaba tomar sola, así que sin darnos cuenta 3 copas de vino ya se habían servido y 3 latas de cerveza estaban en el piso, le ofrecí algo para picar, así que traje unos dulces árabes que tenía en el refrigerador, eran de guayaba y miel y a ella le encantaron. Ella se puso muy animada y comenzó a contarme sus tiempos de colegiala, cuando les di clases de refuerzo, me dijo que después del repaso con sus compañeras jugaban a ver quién tenía derecho a besarme o a coquetearme, me reí bastante porque me acorde que algunas me saludaban de beso y otras se pegaban a mí demasiado al preguntarme…



Ella se acomodó en el sofá sentada sobre sus piernas, con la falda levemente arriba de sus rodillas, el escote bien sugestivo, me miraba con una sonrisa muy coqueta y dijo, que una vez ella ganó el derecho a darme un gran abrazo y 3 besos pero que era muy tímida para hacerlo y se quedó con las ganas, la verdad es que me prendió en deseos…



-bien, entonces porque no me das esos besos, ahora que los mencionaste me los debes- yo me sentía ya algo excitado y espere a ver como reaccionaba, ante esa propuesta.



Ella se sorprendió un poco, pero un instante después apoyo sus manos en el sofá y se acercó a mí, su cara cada vez más cerca de la mía, su escote se pronunciaba y podía ver el espacio entre sus senos, la delgada línea de su sujetador, como usaba una entallada falda a la cintura, podía ver la curva de su espada convirtiéndose en unas caderas muy definidas y unas nalgas que se proyectaban bajo la falda; sentí su respiración sobre mi mejilla y después sus labios pegarse a mi cara por un largo segundo y me dio un beso atrapado entre risas, creo que la combinación de vino y dulce se le había subido a la cabeza, ella apoyo su mano sobre mi pierna y me hizo voltear la cara para darme un beso en la otra mejilla, ya tenía su escote sobre mi pecho y mire hacia su espalda, bajar hacia sus nalgas, en ese momento mi verga respondió por mí, me acerque a ella y le fui besando por el cuello, ella se estremeció, enseguida la tome por la cintura y la senté sobre mis piernas, su respiración se agito y la vi a la cara, estaba colorada, su mirada algo perdida y la atraje hacia mí, ella se entregó totalmente. Nos besamos con fuerza, apreté sus caderas y ella se hizo hacia atrás sobre su espalda, fui bajando por su cuello, besando y lamiéndole, agarre uno de sus pechos, usaba una lencería muy delicada, que resaltaba con su piel color de dulce, fui soltando los botones del fajón de la falda y baje el cierre que tenía por detrás de su cintura y se fue liberando su cuerpo caliente, se desabrocho la blusa y yo la hice que se recostara para quitarle la falda, usaba unas media altas y sus braguitas eran de un color azul oscuro que resaltaba sus caderas bien formaditas, le dije que estaba buenísima y comencé a besar y morder su vientre, mis manos deslizándose por sus caderas, apreté fuerte su cuerpo y ella se arqueó, puso sus manos sobre mis hombros, estirando mi camisa, me la quite tan rápido como pude y ella me apretó con fuerza el pecho, le quite la blusa y jale de su sujetador y ella se lo quitó rápidamente, sus pezones eran rosaditos y bien paraditos, sus pechos eran redonditos y duritos como copas de helado, empecé a mamar sus pechos que me supieron a miel, empezó a jadear con fuerza cuando le hice juegos con la lengua en los pezones y los apreté con los labios, ella suspiró y dijo que más fuerte, mordí uno y el otro pezón lo pellizque con la mano derecha y la izquierda la fui bajando por su espalda, agarre su nalga y la fui apretando, hacia círculos con fuerza, haciendo que se rozaran el interior de sus nalgas con mi verga que aún dentro del pantalón ya la tenía bien parada, ella jadeaba con más fuerza, metí la mano entre las nalgas y toque su culito, ella se estremeció y dijo que ahí no, entonces se apoyó en sus rodillas y puso su pecho justo en mi cara, se estrechó con fuerza de modo que mi cara quedo entre sus pechos y sentí el calorcito que despedían, apreté sus nalgas con las manos y seguí haciendo círculos con ellas, frotándolas contra mi cuerpo, la recosté en sofá de nuevo y fui chupando sus tetas, mordí su vientre, agarre sus bragas y las fui deslizando por sus piernas, baje hacia el vallecito en que se convertía su bajo vientre, sentí un suave vello y un calor húmedo en cuanto baje por su braguita, ella se retorcía, mis dedos empezaron a masajear con largos círculos entre sus piernas, ella suspiraba con fuerza y apretaba y arañaba mi espalda y me pedía más, agarro con fuerza mi cabeza, fui sobando sobre su pubis, ya estaba mojadito, sus jugos en su pubis hacían un chasquido suave cuando los frote con la mano, ella jadeaba y arqueaba el cuerpo, podía ver un pubis cuidadito, acerque mi boca y fui lamiendo sus labios vaginales, ella soltó un bufido y tenso las piernas. Ohhh! Ohhh! Que rico! Que rico!!! Apretó sus piernas alrededor de mi cuerpo, yo se las separaba para tener espacio, puse su pierna derecha sobre mi hombro y me apoye sobre su izquierda, quedo accesible para mi boca su cuevita húmeda y caliente.



Ohhh que es esto?! Por favor por favor! Sigue! Sigue! Me gustaaaa! Su voz se puso más aguda en cada lengüetazo que fui dando dentro de su coñito caliente, apreté sus pezones y ella apretaba mi mano pidiendo que lo hiciera más fuerte…



Como pude me baje el pantalón, me pare para terminar de quitármelo y después bajarme el bóxer, ella se quedó viendo como palpitaba y se movía mi verga, me la jale descaradamente frente a ella y sus ojos se abrieron como lunas, comencé a frotarlo contra su coño mojadito, se humedeció aún más y jale sus caderas hacia mí, se la fui metiendo despacio, estaba tan mojada que deslizaba sin problema, ella se mordía el labio y se apretaba los pezones, comencé a moverme más rápido y más adentro, ella gimió y baje el ritmo, se la metía más, pero más despacio, el roce despacio en sus estrechos labios la tenía a mil, ella suspiraba y temblaba cuando le apretaba las caderas y jalaba de ellas hacia arriba y abajo, estaba perdida en gemidos y suspiros, temblaban sus piernas tratando de atenazarme más.



Se la saque en una embestida y no perdí chance y la hice darse vuelta, a lo que no se opuso, la agarre por las caderas otra vez, mientras le daba unas mordidas a sus nalgas redonditas y duritas, la puse a gatas con la cabeza apoyada en un cojín del sofá y su culito bien parado, agarre con fuerza sus nalgas y las separé y acerque mi cara, empecé a lamerle su entrepierna, haciendo besos, mordidas en los alrededores de su culito, ella tensaba las piernas y seguía mojándose en sus jugos, le pase la lengua por el culito y ella se estremecía, fui haciendo jueguito con la mano en su cosita, haciendo círculos con los dedos y acercando mi pulgar a su culito al mismo tiempo, le pase la lengua de arriba abajo y eso la tenía descontrolada y gemía con más ganas. Después de un rato volví a poner mi verga a las puertas de su coñito, entro mucho más rápido y comencé de nuevo a moverme, esta vez más profundo, ella soltó un gritito y se apoyó en el respaldo del sofá, sentí como se tensaba por dentro y ella arqueo la espalda, con una mano tanteaba mi pierna, ya que así arqueándose hacia atrás sus pechos quedaba otra vez a mi alcance le agarre uno y se lo masajeaba, ella me apretaba con fuerza la mano y yo pellizcaba su pezón, comencé a morderle el cuello y ella giraba su cara, le mordí el cachete, le di besos, se giró cuanto pudo y su boca se fundió con la mía, le di una embestida más fuerte y más rápida y ella se estremecía… Ohhh Dios! Como haces!!! Como haces!!! Que es esto!!!! No te corras dentro! No por favor!!!



Su voz me excitaba y como vibraba su cuerpo me tenía a mil, le di una última embestida y sentí que ya venía, se la saque y volví a darle vuelta, ella se asustó cuando la volteé tan rápido y la senté en el sofá, le acerque mi verga y me masturbe con fuerza frente a ella, la tenía roja y chorreante de todos sus jugos, ella estaba agotada y excitada, se quedó inmóvil solo viendo como me masturbaba, le agarre una mano y la hice que le tocara la cabeza, ella con miedo la tocaba, cuando no aguanté más y le solté un chorro de leche, que fue a parar a su mano, a su pecho, del susto retrocedió su mano y en la segunda andanada un chorro fue a su cara, ella dio un saltito y quedo quieta, yo sentí que se me fue lo acumulado en meses de estar sin mujer, fue glorioso, ella seguía como aturdida, no salía del estupor…



Me acerque, pero ya calmado y me senté al lado, la hice darse vuelta dándome la espalda y la abracé, recorrí con mi mano por su cuerpo frotándole todo el semen caliente que tenía encima por toda su piel, le frote su cara y metí los dedos embarrados en su boca, al principio le dio como asco, pero después de un rato le gustó mucho, ya estaba más relajada… se dio vuelta hacia mí y su cuerpo untado y húmedo se pegó al mío, sentí sus pechos frotarse contra el mío.



-Nununnca pensé que haría esto!- Dijo, mientras le apreté otra vez un pezón.



-acaso no has estado con un hombre?- le pregunte, pero ya había sido obvio que no era virgen, seguí abrazando su cuerpo y pellizque con suavidad sus nalgas calientitas.



-solo con mi novio, pero él nunca me lo ha hecho así- y cuando lo dijo, hizo como ademan de apartarse, pero sin mucha fuerza porque seguí acariciando su cuerpo y abrazándola.



-yo solo pensé en un beso, no en hacer esto… pero fue tan rico, que me paso? No soy una puta!-



Esta vez se quiso apartar y no la retuve, el semen y el sudor se habia secado entre nuestros cuerpos, sus pechos se fueron despegando de a poco de mi pecho, su vientre y su pubis de mi entrepierna, hasta sentí como si jalaran de los pelitos cuando se levantó. La vi levantarse y me fije en lo hermoso que era, una mujer de cuerpo celestial y de ardiente deseo. Dijo como pudo sin verme a la cara, que olvidara lo que había hecho, que no se podía repetir, le dije que no había problema, mientras descaradamente me quede desnudo y tocándome la verga, ella buscó su ropa y me lanzó un pantalón, me dijo que tenía que llevarla por su coche, que me vistiera, ella fue poniéndose su ropa y fue al lavabo a arreglarse un poco, cuando volvió ya me había puesto la ropa, ella se había arreglado el pelo y la cara como pudo, aún se le notaba lo rojo de los labios y el cuello y cierta agitación del cuerpo.



Salimos del apartamento y subimos a mi auto, yo le hable normal sobre el trabajo que tenía que hacer y ella me decía que vería los detalles y me hablaría luego, que haría el trabajo que correspondía hacer, dijo que no quería que me aprovechara de lo que había pasado, le dije que no se preocupara, que no había porque hacer alboroto, que igual yo no quería que se supiera nada, ella asintió y por un rato se hizo silencio, cuando llegamos al lugar se despidió dándome un beso en la mejilla, creo que volvió a recordar todo lo que habíamos hecho y que aún iba con el cuerpo untado de semen seco, me miró rápidamente y salió del auto.



Regrese a mi apartamento aún tenía el gusto del sudor de su cuerpo pegado a mí, así que me hice una buena paja pensando en ese cuerpo caliente y juvenil, fue otra gran corrida la que tuve… después a ducharme y vestirme, salí a verme con unos amigos y tomar unas cervezas.



Claro, no conté que me pasó, me contuve de no alardear. Esa noche volví a dormir solo pero satisfecho.


Datos del Relato
  • Categoría: Hetero
  • Media: 0
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