“Señor alejo, por favor venga, preséntese a la dirección que lo espero”

Alejo fue con miedo, pensando que le caería una reprimenda.

Para su sorpresa, acostada en su escritorio desnuda, colándose los dedos, la gran directora perversa le pedía la pija dura al pendejo, el no lo podía creer.

Se acerco, se desnudo, ella se abrió y el comenzó a chuparle la concha, pero bien chupada, con ganas, con entusiasmo, la panocha de la vieja era enorme y se la ponía bien dura a Alejito.

Ya sin contenerse, ella abierta, sin sacarse sus zapatos negros de vestir taco aguja, se la empezó a coger, movía su cintura a un ritmo de bronca, ella miraba se acariciaba las tetas, se escupía y se las frotaba, una puta de verdad.

“Que buena pija pendejo, se nota que esta vieja puta te la pone como un palo, vos cógeme salvaje que yo aguanto.

Yo sabía que te ibas a coger a tu directora como una verdadera puta”.

Alejito le chupaba las tetas desesperadamente, ambos pezones sabían jugar muy bien con su lengua.

“Señora directora, me encanta su concha jugosa, no puedo sacarla, me encanta como acaba y me moja los huevos”.

Luego de un rato de cogerle la concha con rabia y bien acabada, él le pidió que se arrodillara para así poder darle la leche.

El se la empezó a pajear, junto a la lengua de la vieja madura, exploto el pendejo y la dejo bañada en leche, una explosión de calentura, la cosa en la secundaria se ponía caliente.