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La dependienta me quiso chantajear (V)

-Belén.-Agggggg, me corro, me voy a caer, ufffff, me corroooo.



Todo esto lo hizo sin apartar la vista de Esther, y esta que se dio cuenta, aunque no estaba segura si lo que estaba viendo era real o no, no podía apartar la mirada de Belén, y se puso roja como un tomate.



Yo con toda la naturalidad del mundo me dirigí hacia Manolo, Cristina y una muy colorada Esther, y dándole dos besos a Cristina y a Esther, y un apretón de manos a Manolo.



-Hola, ya estamos aquí, vamos a comer…



Este fue el final del anterior relato, como siempre recomiendo leer los anteriores relatos de esta serie, para conocer y seguir la historia desde el principio.



Entramos los seis al restaurante, y como aun era algo temprano, pues habían reservado mesa para las dos y media y aun no eran ni las dos, nos sentamos en una de las mesas que hay junto a la entrada, y mientras se quitaban los abrigos, pues la verdad es que era una mañana soleada pero fría, observe la vestimenta de las cuatro, aunque de dos ya las había visto, Cristina espectacular, para ser la mayor de las cuatro es la más elegante y con mejor gusto, llevaba un vestido estampado, blanco con flores, un pañuelo de seda al cuello, medias beige con costura y unos zapatos de tacón de diez centímetros a juego con el vestido, pues eran del mismo color y estampados, por el contrario Esther iba en pantalón azul oscuro de pana, jersey de lana con cuello vuelto y unas bailarinas azules también, y aunque sabia como iban, mire a Mónica y Belén, la primera, todo azul, vestido medias y zapatos al igual que su ropa interior y la segunda, falda de cuero negro a medio muslo, blusa transparente negra, sujetador negro, medias y zapatos negros, y sin bragas, Manolo iba de traje chaqueta pero sin corbata, y yo con pantalones de pana marrones y camisa por fuera del mismo color.



Antes de sentarnos hice las respectivas presentaciones, aunque Belén ya conocía a Manolo y Cristina, a ella de verla y tratarla como clienta y al él de la noche donde empezó todo, pero solo de vista, pues en ningún momento habían hablado, y también le presente a Esther.



-Esther te presento a mi amiga Belén, Belén es amiga con derecho a roce.



Nada más terminar mi presentación, vi como a Esther y a Belén se le subían los colores, pero esa era mi intención la de ir metiendo en el juego a Esther, esta colorada como un tomate observo como ni su padre y menos su madre se molestaban con mis palabras, por lo que no dijo ni pío.



-Mónica.-Hola Esther, nos presentaron ayer, aunque no nos dio tiempo a nada, soy Mónica, aunque mis amigos me dicen Mó, aunque mi Señor me sigue llamando Mónica.



Esto lo dijo con tanta normalidad, que creo que a Esther se le paso, o como ya estaba como estaba de roja, no se lo note.



-Mónica.-Belén y yo trabajamos juntas y tu madre es muy buena clienta nuestra.



Mó, extrañamente Manolo, y yo estábamos tranquilos, y con la situación bajo control, mientras Cristina, a ratos no sabia donde mirar, y se la veía inquieta, y Esther y Belén rojas como tomates y sin saber que decir ni a donde mirar.



-Tú (dirigiéndome a Manolo), levántate y pide una botella de Ribera y seis copas.



-Manolo.-Ahora mismo.



Se levanto sin decir nada más, y yo dirigí mi mirada a Esther, pues el mandar a Manolo, era para ver su reacción, y esta fue entre asombro y extrañeza, pero no dijo nada y no fue capaz de aguantarme la mirada, se limito a sacar el móvil y hacer como si mirara algo.



-Bueno Esther, ya me ha dicho tú madre que te has peleado con Toni, es grave o solo un berrinche?



-Cristina.-No es un berrinche, o eso dice ella, porque mañana vamos al abogado para que prepare los papeles de la separación, además ha dejado a la niña en casa de Fany (la otra hija de Cristina).



Por primera vez vi que reaccionaba y algo enfadada.



-Esther.-M ama, no creo que sea el momento, ni creo que a ellos les importe.



-Pues claro que me importa, eres amiga mía de hace mucho tiempo y la verdad me jode verte mal.



-Cristina.-Y que quieres que le cuente, si a mí tampoco me lo has dicho todo, lo poco que se es por tu hermana, y aun tampoco lo tengo claro.



-Y quien le ha puesto lo cuernos a quien?



Esto lo dije recalcando la palabra cuernos, y para que viese que sabía más de lo que ella esperaba.



-Esther.-Porque le has dicho nada mamá!!!, es que se lo has contado a todos.



A todo esto llego Manolo con el vino y las copas, seguido por el camarero que nos puso la tapa, por lo que se hizo un pequeño silencio donde se podía cortar el aire con un cuchillo.



-Esther.-No me apetece quedarme, me voy para casa mama.



-No vas a ninguna parte, te quedas aquí y nos vas a contar a todos los que estamos aquí que es lo que ha pasado, y no seas tonta, hasta te va a venir bien.



Esto lo dije muy tranquilamente, pero a la vez muy firme, por lo que la desarme y la deje sin reacción, y como su padre se había sentado a un lado, y su madre estaba al otro, no podio salir, pues no eran sillas, sino bancos de madera.



-Esther.-Y que queréis que os diga, que soy tonta, que creía que todo iba bien, que me conformaba con poco o nada.



-Solo queremos que nos cuentes que ha pasado, te hará bien, y así dejaras a tus padres tranquilos.



Se hizo otro pequeño silencio, y allí estábamos cinco personas esperando a que ella se decidiera.



-Esther.-Ya hace tiempo que no iban bien las cosas, y se que es culpa mía, yo creo que le he dado pie a ello.



-Y eso.



-Esther.-Pues… (poniéndose otra vez roja), pues en fin, que queréis oír que me engaño, me puso los cuernos.



-Cristina.- Y como te enteraste, cariño?



Esto lo dijo cogiendola de la mano y apretándosela.



-Esther.-No lo pille, simplemente me lo dijo, me dijo que estaba teniendo relaciones con una amiga común, del gimnasio, que el necesitaba más que un simple polvo semanal y que a veces ni eso, que me quiere, pero que yo siempre tengo una excusa para no hacerlo.



-Y es así?,



-Esther.-Pues sinceramente, no creo yo que el sexo sea lo más importante en una relación, pero me lo podía haber avisado antes de irse con otra, vamos creo yo.



-Decírtelo? Perdona pero eres tonta, una relación se basa en muchas cosas, pero sobre todo en la confianza y en conocer a la pareja, y tú no le das importancia a algo que el si, o es que de golpe a porrazo el ha empezado a tener más apetito sexual que tú?



-Esther.-No, no es eso.



-No me interrumpas cuando yo hable, entendido?



Lo dije sin elevar la voz, pero con tono imperativo, ella solo se limito a dejar de hablar y agachar la cabeza.



-Sabes eso cansa, cansa que la mujer o el marido te rechace cada dos por tres, y lo peor de todo es el silencio, el no comentar los gustos o necesidades de cada uno de la pareja, y al final termina buscando cada uno su placer en otro sitio.



-Esther.-Me siento violenta hablando de esto si no te importa lo dejare para hablarlo en privado con mis padres.



-No, y me da igual que te sientas violenta, queremos saberlo y lo vamos a saber.



Todo lo decía muy tranquilamente, pero como dije antes de forma imperativa, y eso me hacia ver el carácter sumiso de Esther, supongo que como casi todo, el carácter también se hereda.



-Esther.-Pues si, supongo que es culpa mía, pero nunca siento nada, me case por que me quede embarazada, y si, lo hacíamos mucho, o mejor dicho, él lo hacia mucho, porque yo no disfrutaba, al principio pensaba que era lo normal, luego con el tiempo me di cuenta que no, y la verdad, cada día me gustaba menos es más no me gusta nada, y lo intento evitar, pero no esperaba que me engañara, que se fuera con otra, y lo que más me dolió es con la crudeza que me lo dijo.



-Pues lo siento, pero creo que no le puedes reprochar nada, si tú misma reconoces que no sientes nada.



-Esther.-Pero no solo de sexo se vive no?



Esto lo dijo con lágrimas en los ojos



-Cristina.-No, hija no, pero es también parte importante de una relación.



-Mira tus padres, al cabo de los años han encontrado la felicidad que no tenían, y en gran parte ha sido gracias al sexo.



En ese momento llego el camarero y nos dijo que si queríamos pasar a la mesa ya lo podíamos hacer.



Nos levantamos los seis y nos fuimos al salón, viendo que nos había preparado la mesa en un rincón de la sala.



Rápidamente organice como nos íbamos a sentar todos, y me quede esperando el reproche de Esther, porque la metí en una esquina, yo me senté a su lado y a mi derecha senté a Cristina, en frente de Esther senté a Mó, después Manolo y por ultimo Belén, pero esta no dijo nada simplemente se limito a sentarse, como ya os dije siempre ha sido un poco lela, pero yo en ese momento empecé a saber que no era lela, solo sumisa y necesitada de que la guiaran, comprendí porque tanta dependencia de sus padres y luego de su marido, haciendo en todo momento lo que le pedían.



-Vamos a comer, Manolo pide tu las entradas y que cada una se pida un segundo plato, así tardamos menos.



-Manolo.-Si Señor.



-Esther.-Como? (al sentir eso levanto la cabeza como si tuviera un muelle)



Yo me sorprendí, pero creo que el que más deseaba ver a su hija sometida era él.



-Como te he dicho antes tus padres ahora son más felices que nunca, a que si?, porque no me digas que ninguno de los tres hermanos os habéis dado cuenta no?



-Esther.-Pues la verdad es que si, desde hace un tiempo se les ve mejor que nunca, más habladores entre ellos, y más juntos, hasta Toni me lo comento un día, pero y eso que tiene que ver para que mi padre te llame Señor?



-Pues porque en parte yo soy quien lo ha conseguido, porque son míos, ME PERTENECEN.



Esto último lo recalque con fuerza, aunque sin levantar la voz.



-Esther.-Jajájajá, estas de la olla, mis padres te pertenecen?, pero donde crees tú que vivimos?



-Jajájajá, que ilusa eres, que sepas que tu madre es MI PUTA, y tu padre es MI ESCLAVO MARICON.



Ella indignada se fue encendiendo e hizo intención de levantarse



-Siéntate ahora mismo o te doy un bofetón.



Nuevamente aunque ya no me sorprendió, agacho la cabeza y se sentó, mirando a su padre como pidiéndole explicaciones.



-No mires a tú padre, solo mírame a Mí, te voy a demostrar quien manda aquí. Tú puta (dirigiéndome a Cristina), quitate las bragas y dáselas al maricón para que las lama y se las guarde.



Con cara de circunstancias, pero ya excitada, Cristina se incorporo un poco y metiéndose las manos baja la falda empezó a bajarse las bragas, se las saco y sin ni siquiera arrugarlas se las paso a su marido, unas bragas blancas de encaje preciosas por cierto.



-Cristina.-Algo más Señor



Esto lo dijo roja como un tomate, viendo como su hija la miraba, por lo que no le pudo mantener la mirada y la bajo.



-Manolo.-Ufffffffff, Señor, están chorreando, uhmmm, que ricas, ufffffffff, me estoy empalmando Señor.



-Mó.-Ufffff, si mi Señor se esta empalmando, mira Belén como calza el maricón este.



-Belén.-No puede ser, ufff, como para levantarse ahora.



-Jajájajá, tranquila perra (por Belén), la probaras.



-Belén.-Noooo, no creo que eso me pueda entrar, ufffff.



Dejando esa conversación, que ahora no me interesaba fui a lo mío.



-Ves?, Ves como me pertenecen, y aunque a tu madre ahora le de vergüenza mirarte, mira como tenia sus bragas, tu maricón dáselas a tu hija para que las huela y vea como están, aunque ahora se van a mezclar con tus babas de maricón.



-Manolo.-Ahora mismo Señor, uffffff, me duele Señor, en esta postura.



-Te aguantas ahora, luego dejare que te desahogues maricón.



-Esther.-Noooo, aggggg, que asco, sois unos depravados.



Me incline un poco hacia ella, pues vi que se acercaba el camarero, y tapando un poco su pecho, cogi su pezón, que curiosamente y aunque según ella le daba asco, se le marcaba a través del sujetador y del jersey, y se lo retorcí con fuerza.



-Mira niñata, date prisa en cogerlas, porque el camarero viene para acá, y va a ver las bragas de la puta de tú madre.



Se le salto una lágrima e hizo una mueca de dolor, pero no hizo intención de fajarse del pellizco.



Así que con su mano izquierda rápidamente cogio las bragas que le estaba dando su padre y haciéndolas un lío, las escondió en su mano.



 En cuanto las cogio yo me senté bien y le solté el pezón.



El camarero soltó lo que traía y se fue, y sin decirle nada, se acerco las bragas a la nariz y las olio.



-Esther.-Y ahora que?, las tiro?, las guardo?



-No PERRA, las lames



Al sentir lo de perra, me miro como queriendo replicar o decir algo, pero solo cogio las bragas y empezó a lamerlas.



-Mó.-Uffffff, Señor me estoy mojando, tengo mis bragas chorreando.



-Pues quítatelas y dáselas a esta perra, que las lama también.



-Esther.-Nooooooo, ya vale por favor.



-Quítatelas perra, ya!!!



-Mó.-Ahora mismo Señor, uffffff, estoy que me corro uffffff.



Se incorporo un poco y se saco su braga azul, aunque al sacársela por zonas estaban negras, de lo mojadas que la tenia.



Y mirando para atrás para ver por donde andaba el camarero, pues como estábamos comiendo temprano, aun no había nadie más en el comedor, se las paso a Esther, que la tenia enfrente.



-Esther.-Noooo, por favor, ya basta de humillarme, dejar que me vaya.



-Huele y chupa perra, ya!!!, cuando más te retrases va a ser peor.



Cogiendolas, se las llevo a la nariz y seguidamente, empezó a darle lametones, al principio con cara de asco, pero luego lo hacia con ansia, y hasta relamiéndose.



Había adivinado que era sumisa, y como dije antes no lo esperaba, pues siempre había pensado que era lela, no sumisa.



Su mente ya no la obedecía, su mente se había entregado a su sumisión, y su respiración ya era agitada, y entrecortada, la muy perra estaba excitada, aunque trataba aun de ocultarlo.



-Mó.-Puedo usar al maricon este Señor?, necesito correrme.



-No puta, aquí nos conocen y nos tienen por formales, masturbate tú.



-Mó.-Siiiiiii, uffffff, como estoy, Señor, voy a mancharlo todo, aggggg, que perra estoy, me voy a correrrrrr, aggggggg, me corrooooo Señor, uhmmm.



Se corrió aguantándose para no gritar, aunque yo creo que el camarero se dio cuenta de algo.



Mientras tanto, Esther no le quitaba la vista de encima a Mó, aun tenia las dos bragas en la mano, se le notaba excitada, su respiración estaba muy agitada y bastante colorada, se le nota mucho porque ella es bastante blanca de piel.



Vi que ya empezaban a traer los platos.



-Vale por ahora, vamos a comer con tranquilidad, luego seguimos hablando.



Arrugando las dos bragas se las metió en el bolsillo del pantalón.



La comida transcurrió con tranquilidad, hablamos más de la boda de Belén que de otra cosa, hasta que trajeron la carta de postres.



-Maricón mientras pedimos los postres, ve al baño masturbate y correte en una de estas copas, con cuidado que no te vean maricón, y no tardes, aunque conociendo como estas, no creo ni que tardes.



-Manolo.-Ufffff, ahora mismo Señor, no, no creo que tarde mucho, solo de pensar en…



-En… que maricon habla claro y rápido.



-Manolo.-En ver a Esther así, y que Ud., la convierta en otra puta más.



-Esther.-Papa!!!, como puedes hablar así



Esto lo dijo con los ojos llorosos



-Porque así va a ser, y vete ya maricón.



Se levanto y se fue al baño, aunque se tuvo que llevar la servilleta para más o menos tratar de disimular un poco la erección, aunque era casi imposible no verla.



El camarero trajo la carta de postres, y cada una pidió lo que le apetecía, menos Esther, que ni siquiera le deje la carta.



-A mi me traes un trozo de tarta de chocolate, a Manolo, un flan y a ella le vas a traer arroz con leche.



-Esther.-No me apetece nada de postre, solo quiero salir ya de aquí.



-Jajájajá, si que vas a tomar postre y muy especial, además mucho que te quieres ir, pero no lo haces solo amagos, no sabes porque, pero no puedes irte, y me juego la comida a que estas chorreando igual o más que estas otras tres putas.



No dijo nada, volvió a agachar la cabeza y hacer como si viera algo en el móvil.



Fueron trayendo los postres, y cuando ya estaban todos servidos, apareció Manolo, con la copa escondida con el pañuelo, y tapándola un poco con su cuerpo.



-Manolo.-Aquí esta Señor que hago con ella?



-A ver maricón, hay mucha?



Dejándola en la mesa pero aun con la servilleta por encima, la destapo un poco



-Mó.-Guau, pero si la ha llenado por la mitad



-Pues si que estabas excitado maricón.



-Manolo.-Ufffff, Señor y no sabe cuanto, creía que no acaba nunca.



-Jajáajá, te pone como un burro ver a la puta de tu hija así eh?



-Manolo.-Mucho Señor.



Cogi la copa y aunque no estaban seguros, todos, hasta Esther, o eso creo, sabían lo que iba a hacer, así que llevándola hasta el postre de Esther, volqué el contenido en el, cogiendo la cucharilla y removiéndolo a la vez que lo vertía.



Como estaba espeso, cogi la botella de agua y vacié un poco en la copa, la removí un poco y una vez que la leche del maricón se diluyo aun más y se la di a Belén.



-Toma perra, tú te la vas a beber y esta se la va a comer, pues sois las únicas que de una forma u otra aun no la habéis probado.



-Belén.-Aggggg, me da un poco de asco Señor, pero si me la tengo que beber lo haré, uffffff, la verdad es que estoy a punto de correrme solo con ver lo que estoy viendo.



Y diciendo esto cogio la copa y de un trago se la bebió.



-Y tu? (por Esther), a que esperas, comete tu postre, es una falta de respeto no comerte y saborear la leche de tu padre, jejejeje, así ya podrás decir que tus dos padres te dieron de mamar.



-Esther.-Estas loco si crees que me voy a comer eso, ya esta bien joder!!!



-Lo de joder vendrá luego, ahora te lo vas a comer, y hasta lo vas a limpiar con tu lengua, o aquí mismo pongo a follar a tus padres.



Cogio la cucharilla y empezó a comer, al principio con cara de asco, pero en ese punto yo ya estaba seguro que estaba excitada, y que no iba decir que no a nada, solo le faltaba un pequeño achuchón para que se dejara llevar totalmente.



-Esther.-Ya esta, conforme?



-Estaba bueno eh perra?, pero por protestar quiero que lo lamas.



Esta vez no hizo falta decir nada, cogio el tazón del arroz con leche y mirando que no se diera cuenta nadie más que nosotros, empezó a lamer con ansia.



-Y ahora mientras el maricón de tu padre paga, ve al baño y quitate la braga perra.



-Esther.-Nooooo por favor, vale ya



Esta vez no mire a ningún sitio importándome una mierda que me vieran, le cogi el pezón y apreté hasta hacerle daño.



-Que no te tenga que volver a repetir las cosas perra, ve ya!!!!!



-Esther.-Valeeee, voyyy, pero para por favor, que me haces daño.



-Y tu ve con ella, ayúdala.



-Mó.-Solo ayudarla Señor?, o puedo probarla.



-No perra, solo ayudarla pero si quieres ver como tiene el coño te dejo que lo hagas.



-Mó.-Entendido Señor, vamos perrita, que empieza lo bueno.



Nos levantamos su madre y yo y la dejamos salir, ese era el momento clave, porque estaba libre, podía optar por ir al baño o por irse.



Y todos lo sabíamos, por eso se hizo un pequeño silencio, esperando su reacción, aunque cuando paso delante de su madre, le dedico una mirada de odio….



Pero fue directa al baño, y en seguida la siguió Mó.



-Cristina.-No cree que nos hemos pasado Señor?, me va a odiar siempre.



-Manolo.-No Cris, para nada, le hacia falta, yo creo que me di cuenta hace ya un tiempo, pero quizás no quería verlo, pero en el fondo es como yo.



-Tú crees?, crees que es como tú, y que en vez de puta es esclava?



-Manolo.-Si Señor creo que es así.



-Pues entonces tendremos que comprobarlo y castigarla por mirar así a su madre, porque si es así, pasara a ser además de tu dueña la de Esther.



-Cristina.-Uffffff, estoy ardiendo Señor, pero no se si podré con mi hija, lo veo muy fuerte.



-Lo harás, y lo disfrutaras, eso de tener dos perros que te lo hagan todo, jajájajá, a quien no le gustaría?



En ese momento aparecieron Mó y Esther, Mó venia con una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja, y Esther venia roja como un tomate.



-Mó.-Uhmmm, Señor como estaba la perrita, las bragas son liquido, creo que se ha corrido Señor.



En eso Esther alargo la mano y fue a darme las bragas.



-A mi no perra, dáselas al maricón de tu padre.



Se las dio a su padre y este mirando que nadie se diera cuenta las extendió bien y pudimos ver unas bragas, grandes, pues su culo es grande, cosa que ya sabíamos porque el maricón ya había usado alguna que otra braga de ella, eran de color rosa palo. El maricón las olió y las lamió, empalmándose enseguida.



-Mó.-Por cierto Señor tiene el coño depiladito como a Ud., le gusta.



-Esther.-Siempre lo llevo así, es por higiene, no por otra cosa.



-Por lo que sea perra, pero lo llevas como debe ser y eso me gusta, uhmmm, lo vamos a disfrutar.



-Esther.-Nos vamos mama?, estoy muy incomoda y no me gusta este juego que os traéis.



-No vamos a ir ya, pero no porque tú lo digas o lo diga la perra de tú madre, nos vamos porque lo digo yo.



-Manolo.-Somos seis Señor, y en el coche solo podemos ir cinco.



-Vamos para el coche si ya has pagado maricona.



Nos fuimos los seis para el Q7 del maricón, y una vez junto al coche.



-Esto es fácil perros, maricón tú conduces, Belén, tú delante con el, pero te sientas sobre tu puto culo y abres las piernas y te vas masturbando, pero sin correrte, pero que te vea bien la maricona y cualquiera que pare a nuestro lado.



-Belén.-Uhmmm, no se si aguantare Señor, estoy súper excitadísima.



-Y atrás conmigo Mó y Cristina.



-Esther.-Y yo?



-Tú en el maletero, ese es tú sitio ahí es donde van las perras y sobretodo las maleducadas y respondonas.



-Esther.-Que te crees tu eso, este es el coche de mis padres y lo mismo eres tú el que se va andando.



-Manolo.-O te subes atrás o te vas andando niña.



A Esther casi se le saltan las lágrimas al oír a su padre hablarle así, pero aun teniendo la oportunidad de irse en taxi o en bus, agacho la cabeza y se metió atrás.



-Y no quites la bandeja, no quiero ni verte ni sentirte hasta que lleguemos.



-Esther.-Vale (agachando aun más si se podía la cabeza).



-Venga vamonos para casa que tengo ganas de correrme en alguien perras.



Nada más subirnos Belén empezó a masturbarse, y yo me senté entre Mó y Cristina y llevando cada una de mis manos a sus coños también empecé a masturbarlas.



-No quiero que os corráis perras



-Belén.-Ufffff, no se si aguantare Señor, entre lo de ahora y que no se me va de la cabeza ver a mi novio follado, ufffff, no para de mojar, aggggg, no voy a aguantar.



-Si no quieres ver tu culo rojo por los azotes mejor que no puta, tú sabrás lo que haces.



Mientras tanto ya íbamos camino de la casa de Manolo y Cristina, y de Esther ni nos acordamos, pero ella tampoco hizo nada por recordarnos que estaba allí.



-Belén.-Aggggggg, me corroooo, lo siento señorrrr, no puedo aguantar, esto es muy nuevo para mí, aggggggg, lo siento, uffffff, como me gusta. Espero que me perdone Señor, por favor no me azote, jamás lo han hecho.



-Alguna vez será la primera perra, y no te perdono, en cuanto lleguemos te daré u ordenare que te den 10 azotes, y son pocos perra, pero por ser la primera vez, lo dejaremos así, pero no pares de masturbarte.



-Y como ya se ha corrido esta perra, podéis hacerlo también vosotras.



-Cristina.-Aggggggg, uhmmm, me corrooo, gracias Señor, yo también creía que no iba aguantar, vaya diaaaaaa, quiennnn, agggggg, me corrooooo, uffffff, quien me lo iba a decir a mí que mi hija fuese más puta que su madre.



-Eso aun no lo sabemos perra, pero lo que si sabemos es que es muy, muy sumisa y obediente, lo de puta ya lo veremos.



Mó.-Uffffff, no pare Señor, siga masturbándome, por favor, que me voy a correr, o mear, porque llevo así toda la comida, y eso que me corrí allí, ufffff, vamos a dejarle los asientos al maricón perdidos, aggggg, me corrooooo, uffffff, que dedos tiene Señor, ufffffffff, me corroooooo, agggggg, me estoy meando Señor, le voy a poner los dedos perdidos, uhmmm, que a gusto, gracias mi Señor.



Sacando la mano de su coño, me incorpore un poco y vi la cara de Belén que seguía masturbándose, y hacia verdaderos esfuerzos para no correrse, ni hablaba, porque sabia que si decía algo se iba a correr irremediablemente. Acerque mi mano llena de la corrida de Mó y se la metí en la boca.



-Chupa perra, mira a que sabe la corrida de tu amiga, creo que también se ha meado un poco, pero a ti te gusta perra.



-Belén.-Uhmmm, si Señor, ufffffff, no voy a aguantar, uhmmm.



Ya estamos llegando, aguanta o serán otros diez azotes más.



Llegamos a la puerta del carmen, y Manolo con el mando abrió la puerta de la casa.



-Maricón, llevas tu collar en la guantera?



-Manolo.-Si Señor, claro que lo llevo, como Ud., ordeno siempre viene conmigo.



Pues ahora cuando aparques sacas a la puta del maletero y se lo pones y me la traes a mí.



-Manolo.-Así lo haré Mi Amo.



Entramos los cuatro, rápidamente Cristina se desnudó, quedándose solo con los zapatos, las medias, y el sujetador, Mó, hizo lo mismo, quedándose igual que Cristina, pero Belén no lo hizo, era la primera vez que estaba en la casa de Cristina.



Pero lo remedió pronto, porque nada más desnudarse Mó se acerco a ella, y cogiendola de pelo, y acercando su baca al oído.



-Mó.-A que esperas puta, no has visto lo que hemos hecho nosotras, o es que tu te crees mejor zorra!!!!.



-Belén.-Perdona Mó, es la primera vez.



-Esta bien, que se desnude y se ponga en el sillón, en posición para recibir los azotes, y tú Cristina, ve a por los arneses y la regla, y rápido que estoy a punto de reventar perras.



En eso apareció Manolo, y cumplió exactamente con lo que le dije, traía a Esther andando a cuatro patas, con el collar puesto y tirando de la cadena.



-Manolo.-Aquí le traigo a esta perra Señor, ni ha protestado, conforme le he puesto el collar, ella solita se ha ido de rodillas.



Se la veía triste, y con unas cuantas lagrimas por su cara, pero también se la veía respirar agitadamente, la muy perra estaba excitada, pero aun no se había doblegado del todo.



-Trae unas tijeras



Soltó la cadena de su hija y fue a buscar las tijeras, no tardando nada en traerlas, conforme me las dio, el maricón se desnudo quedándose solo con unas braguitas negras de encaje.



-Ponte de pie perra.



Se incorporo del suelo, y sin levantar la cabeza se puso frente a mi.



Yo con las tijeras y sin miramientos, le corte el jersey por delante, hasta arriba, dejándolo como si fuese una rebeca, y se lo quite, apareciendo ante mi un bonito sujetador de aros, de color rosa palo, a juego con sus bragas, también corte la correa que llevaba y con la mano le desabroche el botón del pantalón.



-Quitate los pantalones puta.



-Esther.-Ahora mismo.



Esto lo dijo mirándome a los ojos y con rabia, pero eso a mí como que me daba igual, pero no podía dejarlo pasar, y le solté un bofetón.



-Quien te crees que eres perra?, ni se te ocurra volver a mirarme así puta, y cuando me hables te diriges a mí como Amo o Señor, Entendido?



-Esther.-Si



-Si que?



-Esther.-Si Señor.



-Así esta mejor, termina de desnudarte.



Se saco los zapatos y los pantalones quedándose solo con unos calcetines de lana azules y el sujetador. Uffffff, la verdad es que esta muy buena la cabrona.



-Quitate esos calcetines puta, ya te explicaremos como has de vestir a partir ahora.



A todo esto volvió Cristina con lo que le había pedido.



-Bien, Mó tú le darás los azotes y cuando termines que no se mueva, que la vamos a recompensar, esto lo dije mirando al maricón que entendió rápidamente lo que yo quise decir.



-Cristina.-Aquí tiene Señor.



-Bien, ponte un arnés y espera a que te diga perra, y tú (mirando a Mó), ponte el otro.



Ya estaba que no aguantaba, estaba totalmente empalmado y no iba a aguantar mucho, así que agarre a Esther y me la lleve al sofá, me tumbe de espaldas.



-Súbete encima puta, tengo ganas de follarte, vamos.



Su madre que termino de ponerse el dildo, se acerco a su hija y empujándola hacia mí la hizo subir, y se fue sentando encima de mi polla, aunque lo hizo de golpe, por que la muy puta estaba chorreando



-Ufffff, no se porque pones esa cara puta, si tienes el coño chorreando, vas a ser mi esclava puta, mi esclava personal, uffffff, te voy a convertir en puta, bueno eso ya lo eres, solo que te voy a hacer aun más puta, agggggg, uffffff, despacio puta.



La cogi del pelo y la acerque aun más a mi, pegando sus grandes tetas a mi pecho, y mirando a su madre le indique lo que quería, aunque esta ya lo sabia porque poniéndose de pie en el sofá se pego a su hija y empezó a comerle y ensalivarle el culo.



-Esther.-Uhmmm, agggggg, no te corras dentro.



-Como?



-Ufff, aggggg, perdón, por favor no se corra dentro Señor, no tomo nada.



-Eres mi puta y me correré donde quiera.



Y ya no pudo decir nada más, porque su madre sin miramientos y tras haberle lubricado un poco el culo se lo rompió de golpe



-Esther.-Agggggg, noooo, por ahí noooo, aggggggg, duele aggggg, uffffff, me corrooooo, ufffff, me duele aggggggg.



Mientras, Mó había acabado de azotar a Belén, aunque nosotros nos dimos cuenta cuando sentimos chillar a Belén como una posesa.



-Belén.-Aggggg, sacala, aggggg, nooo me rompesss, aggggg.



Tal y como le había indicado el maricón con el ultimo azote que le dio Mó a Belén, se puso detrás y se la metió de golpe y sin miramientos.



-Belén.-Aggggg, me vas a partir, pero no te salgas cabrón, ufffff, agggg, me lo va a dejar como un bebeero de patos, uffffff, agggggg, me voy a correrrrrrrr.



-Ufffff, como se mueve la puta esta, ufffff, Mó, busca algo para coger altura y fóllate a la maricona, agggggg.



-Cristina.-Ufffff, aggggggg, que culito, agggggg, uffffff, Señor le estoy rompiendo el culito a la puta de mi hija, ufffff, solo de pensarlo me voy a correrrrr.



-Agggggg, me corro perras, ufffffffff, agggggg, me corrooooo.



-Esther.-Aggggggg, me corroooooo, ufffff, cuanto tiempo, agggggg, y creía que era frígida, agggggg, y es que el cabrón de Toni no sabia follarme, agggg, gracias, me corrooo, Señor, mama, aggggggg, me duele, pero me gusta, aggggggg, ufffff.



-Cristina.-Aggggg, hija me corroooo, yo también, agggggg, ufffff, que rico.



Como pude me quite de encima a la madre y a la hija, poniéndome en pie dejando a Cristina abrazada a su hija y dándole besos, y mire como el maricón se follaba a Belén y como Mó hacia malabares para follarse al maricón, pero al final no sin esfuerzo por la diferencia de estatura y cuerpo consiguió metérsela.



-Manolo.-Agggggg, gracias Señor, me voy a correr, aggggggg, voy a ahogar el coño de su perra señor, aggggggg, que rico.



-Belén.-No se cuantas veces me he corrido, pero otra vez, me corrooooooo, aggggggg.



-Mó.-Aggggg, que putas somos Señor, agggggg, si, uffff, me corrooo también, ufffff.



Estaban de foto, madre e hija en el sofá, abrazadas y besándose, Belén, aun con la cabeza metida en el sillón el culo para fuera y aun convulsionando, y el maricón y Mó en el suelo.



Yo ya tenía que dar por terminado el día, así que me fui para Esther y tirando de su cadena la hice soltar a su madre y echarse al suelo y ponerse a cuatro patas.

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