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Categoría: Lésbicos

La cuñada de Eva

Desde que conocí a Mabel comenzaron a gustarme las mujeres aunque nunca corté mi relación con Martín mi amante ocasional. Debo decir que por no ser mal parecida y además ser una mujer bastante agradable, nunca me han faltado eventuales parejas de sexo femenino de las que Mabel siempre ha sido la más interesante y la que mejor me comprende.
Cuando descubrí lo genial que es poder hacerlo con una buena y caliente hembra, no he parado de buscar nuevas experiencias y tenido a todas las mujeres ( bueno a casi todas) las que deseado, eso sí, como soy muy persistente cuando me gustaba alguna, generalmente heterosexual no paro hasta conseguir meterme a la cama con ella.
El pasado mes de el Septiembre mi hermano Lucas llego a casa con una mujer espectacular . De estatura mediana , pelo castaño claro y unos ojos claros como los míos en que una podía perder fácilmente. Se llamaba Lorena y la verdad era una verdadera delicia.
¡¡ Vaya, que lindo culito!!, pensé al verla darse la vuelta.
Sus pechos se mostraban firmes y desafiantes. Lo mejor vino cuando mi hermano me la presentó como su novia.
-Ten cuidado con ella, le dijo Lucas refiriéndose a mi; le gustan las chicas.
De eso nada, repuse osada y un poquitin salidilla, me gustan solo las chicas guapas. Mientras terminaba de decirlo creo que ruborice un poco y eso en mi es rarísimo porque generalmente me caracterizo por un desparpajo increíble.
Ella me sonrió y creo que ahí mismo decidí que tenía que acostarme con ella.
Eres muy linda....y, la verdad, estás buenisima, le dije recuperándome mientras le sonreía extendiéndole la mano.
-Gracias, dijo ella sonriendo a su vez.
A partir de entonces las visitas a mi casa se hicieron bastante frecuentes. Yo expiaba discretamente a la pareja, mi hermano estaba loco por ella. La besaba a cada momento y no pasaba mucho en la salita o el comedor sin querer irse con ella a su habitación.
A veces a los 10 o 15 minutos de llegada, mi hermano la arrastraba a su cuarto, yo los seguía envidiándolos con la vista.
Un día me encontré parada en la puerta de la habitación de mi hermano escuchando los apagados gemidos de la chica, comencé a excitarme y tuve que volver a mi cuarto a masturbarme imaginándome que era yo y no el afortunado de mi hermano quien se la follaba.
La ocasión la pintan calva –eso dicen- y una tarde en que mi hermano salió de compras y ella se alegando estar cansada prefirió quedarse conmigo, en cuanto el se fue y nos quedamos solas, me espetó:
-He notado que nos espías.
Yo vacilé...haceís una bonita pareja, logre articular al fin.
Por eso nos escuchas también?, dijo con una picara sonrisa.
Estás equivocada, mentí y salí de allí dejándola sola.
Llamé a mi amiga Mabel, compañera eventual de correrías sexuales y me fui a su casa para descargar con ella toda la energía retenida. Estuvo fantástico me dijo ella, deberías hacérmelo así más a menudo.
De vuelta a mi casa tuve que observar los arrumacos en el comedor entre mi hermano y su novia, cuando ya todos se habían ido a acostar .
Finalmente mi hermano bastante excitado la tomó de la mano para llevarla a la habitación.
Yo los seguí y estuve en la puerta escuchando su sesión de sexo. De pronto y para mi sorpresa la puerta se abrio sin darme tiempo a esconderme.
La novia de mi hermano me miraba desde sus hermosos ojos que parecían sonreírme: - - a si es que estaba equivocada, eh? Me dijo divertida.
Venía al baño, conseguí balbucir a modo de disculpa.
-Ah, bueno!!, igual que yo replico a su vez. Y que te ha parecido lo que has escuchado?. Tu hermano lo hace bien verdad?.
-Yo te lo haría mejor, me escuché de pronto respondiéndole.
-Oye, eso es una fantasmada, me dijo muy seria, pero luego sonrió agregando.... eso dices tú!....tendrías que demostrarmelo.
Desde entonces, algo cambio. Continuamente intercambiábamos miradas cómplices, yo rozaba su piel cada vez que podía, al pasarle algo por ejemplo o en algún roce ocasional de los cuerpos. Lorena siempre me miraba y sonreía. Y cada vez que se encerraba con mi hermano yo esperaba afuera, ella siempre salía e intercambiábamos algunas palabras.
-Que te ha parecido, hoy ha sido para ti.
Tanta situación velada me tenia al borde de la locura.
-Me estás volviendo loca, le dije.
-Mastúrbate, me respondió.
Una noche no aguanté mas y a la salida de la habitación la atraque contra la pared besándola mientras mis manos recorrían en fracción de segundo sus pechos y piernas.
-Me empujó bruscamente. No vuelvas a hacerlo me dijo, el juego se acabó.
Pensé que le diría a mi hermano y se armaría la grande, pero nada pasó.
En efecto los jugueteos conmigo cesaron, no así con mi hermano quien anunció boda para dos meses después.
Mientras yo andaba por ahí tirándome mujeres que no eran la que deseaba. Un día ella me vio llegando con una particularmente hermosa y metiéndola en mi cuarto.
Algo me llevo a salir luego de terminado el acto sexual. Ella estaba ahí.
-Parece que eres bastante buena, dijo. Quieres ponerme celosa? Y tras decir esto dio un portazo en la habitación de mi hermano y desapareció.
Y así llego el día de la boda. Recuerdo la locura de ese día. Mi madre y mi padre cansadísimos se fueron a acostar como a las cuatro de la mañana. Mi hermano había bebido tanto que entre Lorena y yo tuvimos que llevarlo a la cama. Y nos quedamos ahí, frente a frente, absolutamente solas. Ella se veía espectacular con su vestido blanco.
-Puedo besar a la novia, me atreví.
-Puedes cuñada, me respondió.
Entonces con mi brazo ceñí su cintura y la atraje hasta mi, un pequeño beso en sus labios bastó para estremecerla, luego cuando mi lengua recorrió la comisura de sus labios sentí que se aceleraba su respiración.
-Vamos a tu cuarto, me dijo y me ayudas a quitar este vestido.
Ya adentro la ayude a desnudar, mientras mi boca besaba ávida primero sus labios, luego sus pechos, para perderse finalmente en su clítoris.
Lorena jadeaba de placer.
-No te imaginas las fantasía que tenia con este cuarto, me dijo mientras yo separaba sus piernas. Puse mi almohada bajo su culo para subir así sus caderas. Ahí la tenía, como siempre la quise... bien abierta de piernas y esperándome. Me puse sobre ella, los labios de mi coñito rozaban directamente los de ella y la sensación era divina.
-Es como una pequeña polla, me dijo.... mientras jadeaba un poco asuatada de si misma.
La penetré con mis dedos por detrás y por delante, mientras Lorena gemía pidiéndome más. - - Me estás volviendo loca cuñada, estoy fuera de mi como una puta en celo, me decía bajito.
Casi dos horas estuvimos follándonos hasta el agotamiento. Lorena me advirtió que debía marcharse, porque mi hermano podía despertar de su borrachera.
-Te tengo que decir algo muy importante, me dijo antes de irse, es la mejor sesión de sexo que tuve nunca.
Yo se que no estuvo muy haberme comido a la mujer de mi hermano en su noche de bodas, pero no pudo ser con más ganas.
Desde entonces, lo hacemos una vez a la semana al menos porqué eso dice que la ayuda a mantener vivo su matrimonio.....y a mi....que te voy a decir......
EVA Traste
Datos del Relato
  • Autor: Siol Anep
  • Código: 11808
  • Fecha: 18-11-2004
  • Categoría: Lésbicos
  • Media: 6.02
  • Votos: 96
  • Envios: 5
  • Lecturas: 5582
  • Valoración:
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Comentarios


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3 comentarios. Página 1 de 1
ana
invitado-ana 23-12-2004 00:00:00

si hombre esperas q em lo crea??? eso solo existe en tu cabeza y si es verdad vaya cochina tu cuñada

isa
invitado-isa 26-11-2004 00:00:00

Me encanto tu relato, que bien...,cuentanos como les va desde entonces, seria ella capaz de dejar a tu hermano por ti??? esto parece de pelicula...;)

emily
invitado-emily 19-11-2004 00:00:00

hola me gusto mucho el cuento, es interesante eso de hinoptizar y ami me gustaria tener una experiencia asi.

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