Esa tarde mi marido y yo nos disponíamos a recibir en nuestra casa a un pequeño grupo de amigos para compartir una velada agradable, somos un matrimonio de 19 años de casados y nos llevamos súper bien somos pareja, amigos, amantes, cómplices, yo tengo 38 años y mi marido 40, soy una mujer de buen ver y según mi marido y las miradas de otros hombres con un culo bastante apetecible.
Mi marido me pidió que me vistiera casual pero sexi pues tenía planes conmigo, al principio pensé que seriamos él y yo jugueteando un poco, así que me puse una blusa blanca escote alto y que se sujeta en el cuello, dejando descubierta mi espalda, una mini falda color camuflaje (como el uniforme de los militares) zapatos de tacón y hilo dental color blanco
Cuando empezaron a llegar nuestros invitados mi marido me tomo del brazo me llevo a la cocina y me conto sus verdaderas intenciones comenzó diciéndome:
- Mi amor, siempre hemos platicado y fantaseado el que tú puedas estar con otros hombres, y quiero que esta tarde se realice esta fantasía.
Yo no supe que contestar al principio y lo primero que vino a mi mente fue como se te ocurre, además todos están acompañados de sus esposas, sería una locura, por otra parte esto es algo que se planea de otra forma, no solo se le pide a una persona algo como esto, a lo que mi marido contesto.
-Tu y yo sabemos que queremos esto y lo hemos platicado ya bastante así que hoy manos a la obra, yo le dije pero como no puede ser cualquiera, y ellos no saben o si saben pregunte, mi marido respondió. Ninguno sabe nada pero créeme ninguno se opondría los eh visto como te miran y sé que comentan entre ellos, además ya tengo un candidato escogido alguien muy especial, yo pregunte quien y él me dijo Eduardo.
Conocido por ellos como (LA CRIATURA), después de tanta platica acepte, y pregunte que hacemos, me beso y me dijo lo primero quítate el hilo dental lo que hice en ese momento, después de eso el saco un frasquito que usamos algunas veces con un aceite especial que me pone en el clítoris y cuando el viento sopla y toca esa área guau.
Así nos reunimos con los invitados y cada oportunidad que tenia le coqueteaba a Eduardo, mientras mi marido distraía a su mujer, finalmente estuvimos en la cocina solos y me agache a sacar unas cervezas de la heladera y mis nalgas quedaron dispuestas para ser apreciadas por él, mi corazón latía fuertemente y sentí como se acerco a mí y me rozo con su mano como por accidente, esto era lo que estaba esperando, di la vuelta y le tome la mano viéndolo a los ojos le dije; te gustaría tocar, el contesto un poco asombrado puedo, mi respuesta fue poner su mano en mi culo, en ese momento nos besamos apasionadamente, Eduardo no dejaba de acariciarme el culo y las tetas, la sensación era maravillosa acentuada por la situación y el morbo además del aceitito que ya me tenía a mil.
Entre beso y caricia logre escuchar el sonido de su cremallera corriéndose y como su mano buscaba algo en su pantalón, a los pocos segundos saco su verga.
Era enorme de verdad enorme de unos 30 Cm de largo y unas 2 pulgadas y media de gruesa, rodeada de una vena que parecía una serpiente pitón enroscada en un roble inmenso, en ese momento los músculos de mi vagina y ano se contrajeron como cuando la garganta traga algo, comprendí porque le decían LA CRIATURA no era por su apariencia juvenil sino por ese pollon que se cargaba.
Por demás está decir que mi corazón latía fuertemente mis muslos se tensaron y supe que quería probar algo tan inmenso como eso, me abrace a él y lo bese mientras mi mano recorría esa verga maravillosa, para mi desgracia en ese momento me llamaron de la sala pues me necesitaban, nos separamos (a mi pesar) nos compusimos la ropa y nos fuimos a la sala, mi marido me miro y tenía una sonrisa de oreja a oreja, con un gesto de su cabeza pregunto que había pasado yo conteste con un gesto de negación, a los pocos minutos se me acerco y me pregunto que pasaba, a lo que conteste con una desesperación que no podía esconder dije que no me aguantaba, que esa visión me había trastornado y que debía tenerla, el se rio y me dijo de aquí no sale sino te lo coges, llévalo al cuarto de servicio y allí gócelo mi amor, yo conteste pero y su esposa, mi marido dijo no te preocupes de eso me encargo yo.
A la primera oportunidad que tuve tome de la mano a Eduardo y lo lleve al cuarto de servicio allí me lance sobre el besándolo y acariciándole la entre pierna verdaderamente estaba desesperada porque me cogiera con esa vergota, prácticamente le arranque el pantalón y cuando estuvo a la vista me puse de rodillas frente a ella y sin más me metí en la boca la cabeza de esa vergota era una de esas cabezas como de flecha sin darme cuenta le di un ligero mordisco, pude sentir como a la presión de mis dientes el hoyito que tiene se abría mas y saboree un poco de su juguito, Eduardo protesto un poco pero cuando mi lengua recorrió todo la extensión de su miembro sus quejas terminaron, la bese suavemente y trate de metérmela toda en la boca pero llegue solamente a la mitad, por lo gruesa no puede avanzar mas, pero no hacia falta subía y bajaba por ese maravilloso trozo de carne, la sensación y la textura de ella era un sueño, pude apreciar como palpitaba esa vena que la enroscaba era delicioso, un hilito delgado y transparente de liquido comenzó a salir de la vergota de Eduardo. Con la punta de mis labios logre que se estirara ese hilo y luego lo saboree, pase mi lengua por la separación de la cabeza y el resto de la polla ese lugar donde hay unas pequeñas protuberancias y las chupe con frenesí, Eduardo se contorsionaba de placer, pero lo que yo quería era sentirla dentro de mi.
Me recosté en la esquina de la cama que estaba en ese cuarto, abrí las piernas y casi pude sentir como mi vagina tan húmeda gritaba por ser penetrada, fue la gloria cuando la cabezota de esa verga maravillosa rozo mis labios menores y se enfilo a lo más profundo de mi. En ese momento como un rayo maldito sonó su teléfono celular, era la desgraciada de su mujer que tal vez presentía que otra vagina estaba a punto de disfrutar ese pollon, y le pregunto que donde estaba, yo me quería morir cuando él se incorporo, alejando el objeto de mi deseo de mi, apreté los puños y le roge que me cogiera, pero el muy desgraciado me dijo que su mujer lo estaba buscando, que me esperara un momento que la dejaría en la casa y regresaría, guardo su magnífica verga en el pantalón, por demás está decir que me quede unos momentos sentada en esa cama maldiciendo mi suerte.
Pero a los pocos segundos entro me tumbo y sin mediar mas palabras me la metió de un empellón, con ese primer empellón me ensarto a la mitad de la vergota, fue una combinación extraña éxtasis, dolor y placer al mismo tiempo sentí como los músculos de mi vagina se acomodaban para dar espacio a esa monumental polla, con el segundo empujón supe lo que era ser una brocheta, sentí como me traspasaba y como mi vagina se comía esa vergota desde la punta a la base, fue maravilloso, sus huevos se estrellaban con mi culo comencé a gemir y bufar como un animal mis uñas se clavaron en sus nalgas lo halaba así mi y aunque esa pollota me estaba partiendo la sensación de su tamaño, la vena que lo recorría y las embestidas rítmicas fueron una delicia, quería que me partiera en dos, sinceramente una polla de estas uno las ve solamente en pelis porno o en la Web y piensa que no son reales pero para mi deleite la que estaba perforando mi vagina era real y cada ves se movía mas violentamente dentro de mi, a los pocos segundos estaba teniendo un orgasmo salvaje y después sentí como su leche brotaba de aquel hermoso volcán de carne, me tenia empalmada tan adentro que pensé que su leche me saldría por los ojos, fue maravilloso aunque lamentablemente breve
Nos limpiamos con una toalla del baño, nos compusimos la ropa y salimos con dirección de la sala solamente que por rumbos diferentes, cuando yo llegue mi marido me esperaba sentí como sus ojos me interrogaban, no dije nada mis muslos todavía temblaban y mi vagina se quedo con ganas de mas, finalmente después de la reunión pude hablar con mi marido, lo primero que hizo fue reír y decirme verdad que es una CRIATURA.
Bueno dijo mi marido ya veremos que mas podemos hacer para que la tengas de nuevo y quien sabe con alguna sorpresa.
Le conteste eso espero