Mi cabeza perversa me permitió tomar la iniciativa y conformar una cooperativa yo sola de polvos para machos que querían descargar su leche con una flor de puta, fue así que en una mansión que alquile, con número telefónico y nombre de empresa, comencé a trabajar con los machos calientes.
Desde un primer comienzo la empresa resulto un éxito, los primeros machos me cogieron por toda la mansión durante horas, de echo el ultimo estuvo días cogiéndome, todo a un precio súper atractivo, ese macho sí que lo calentaba, me cogió primero en la cama siempre por la concha, para luego llevarme al baño y en la ducha romperme el culo ambos mojados, luego de los pelos llevándome a la mesa del comedor y partirme por todos lados, hasta parado en la misma mesa con su verga súper dura y enorme, me pego la mejor cogida de boca que un cliente me dio. Durante todos esos días, el macho me dejo seca, acabada y el con sus huevos súper vacíos.
Pasaron clientes, yo siempre he disfrutado este trabajo salvaje, la cooperativa fue creciendo, pero yo soy la única obrera, pues creo que así es mejor, quiero que todas las vergas vengan a mí, me lo merezco y doy un trabajo satisfactorio, se usar las tetas y además me pueden coger por donde se les ocurra en cualquier parte de la mansión, se comerme muy bien la leche de los machos, como comerles el culo y los huevos, el servicio es demasiado completo para que ellos dejen de venir.
El último gran hijo de puta, me estaba dando tanto placer con su verga morena y dura que me deje llevar y el pijudo me lleno, era tanta la cantidad de sus huevos que estuvo casi 5 minutos llenándome, cuando la saco yo estaba extasiada y complacida, el polvo había sido un sueño.
La cooperativo funciona, y yo la única inversora, disfruto del éxito de cada polvo.