Un día recién entrando de licencia de maternidad la compañera que atendia la dirección de las clínicas odontologícas, la visita su compañero de trabajo al sentarlo al lado de ella cargando como llevando el uniforme de trabajo azul oscuro con medias caramelo sin que nadie lo vea, le toca sanamente las piernas al sentirselas duras y sabrosas con la mano derecha de la compañera se la mete debajo de la falda al adentrarla hasta la cercania de sus ingles sonriendole te gusta tocarme lo veo y lo supe desde hace rato se lo confiesa con toda la dulzura como la misma franqueza que le merece al sonreirle de cachete a cachete la misma compañera.

Cerrando un momento la puerta de la oficina se desabrocha la blusa para quitarse el brasier dandole de comer con sus pezones que se los lame agachado frente a frente el compañero de trabajo al ponerle las manos en sus muslos y gluteos que se los acaricia al correrselo y bajarle con todo el permiso merecido por la compañera de las medias y el panti para lamerle el rico clitoris y el culo que no ha cambiado sino que se ha vuelto más sexy de lo que esta al masturbarla totalmente sentada donde experimenta unas sensaciones como unas reacciones inminentes que se viene la misma compañera que le toma la leche que es de su hijita al pararse para ir a orinar con la puerta abierta del baño para limpiarla a la compañera y acomodarse todo el vestuario y arreglarse el peinado ambos al retocarse un poco el rostro por parte de la fina pero encantadora hasta fascinante compañera al acomodarse y sentarse en su escritorio atendiendo una llamada de telefono abriendo la puerta de la oficina el compañero que rapidamente asume su posición al sentarse una silla frente al escritorio de la compañera conversando como no hubiera pasado nada ni siquiera han tenido contacto cercano ni siquiera el divino pero maravilloso como gratificante sexo que tanto anhelaba el compañero de trabajo y la compañera después de su licencia de maternidad.