Mi relación con Ale siguió siendo muy fructífera, para ambos, durante los meses
siguiente.
Ella despertó a la sexualidad. Imaginaos una nena de 14 años, cumplió 15 en
febrero del 98, a la que inicié en el sexo. Floreció como un capullo. Sus
tetitas crecieron y se hicieron mas firmes pero, lo mejor fue ver como su
coñito, estrecho en noviembre, cuando la penetré por primera vez, se fue
ensanchando.
La verdad es que, los mese siguientes fueron de un ritmo follado increíble. Nos
veíamos semanalmente. Ella acudía a mi casa, directamente desde el colegio. Yo
la esperaba impaciente, según llegaba la besaba y la desnudaba. En varias
ocasiones solo le quité las braguitas, tumbándola sobre la mesa de la cocina.
Allí su coñito quedaba expuesto a mis miradas y a mi pene. la penetraba
despacio, para que sintiera como entraba en ella mi barra, erecta y dura. Me
ponía a cien verla con su uniforme de colegiala, y mi pene dentro de ella.
Cuando anidaba en su interior la dejaba allí, para ensancharle el coño. En esa
postura, sus piernas sobre mis hombros, le sacaba las tetitas y se la chupaba,
besaba y lo que se me ocurriese.
Desde la primera semana que me la follé, se plegaba a todas mis peticiones. En
una ocasión la hice ir al colegio sin sus bragas. Lo cierto es que pasó frío,
pero le gustó. El ir sin sujetador era normal, primero por que sus tetitas eras
pequeñas pero, con el tiempo se hicieron grandes y era un primor ver como se le
balanceaban al andar.
Algún sábado quedamos y nos fuimos juntos a Palencia, donde en el cine le metía
mano en todos sus agujeritos, incluido su culito.
Otras tardes nos subíamos a mi coche y , mientras conducía por las carteras, me
sacaba el pene y me hacía unas mamadas de impresión. se había vuelto una
virtuosa del chupeteo.
Una tarde decidí que era hora de ensanchar su culo. Después de un rato
besandonos le introduje mi dedo, previamente lubricado con saliva, en su ano.
Saltó sorprendida y yo le dije "Tranquila, verás que gusto sientes", como era
habitual me dejo hacer. De forma que yo la puse sobre mi en la cama y le hice
clavarse mi pene en su coñito. De esta guisa le introduje el dedo en su ano.
salto hacía delante pero se tranquilizó. Comencé a mover mi dedo, mientras ella
tenía todo mi pene dentro de su coñito. No se si se corrió por mis toqueteos del
ano o por sentir mi polla en su coño. Lo cierto es que tuvo un buen orgasmo.
Le hice desmontar y la llevé a la cocina, la altura de la mesa era ideal para la
penetración anal. Se puso en la posición que le pedí, sus tetitas sobre ella
mesa y el culo sobresaliendo, le lubrique el ano con aceite de la cocina y puse
mi pene en su culito. la verdad es que me costó penetrar, tenía el esfínter
estrecho y se hizo necesario hacer fuerza, pero finalmente cedió y penetre
dentro de ella. Comencé a entrar y salir, mientras le apretaba los pezones y le
metía dos dedos en su vagina. Le acaricié el clítoris y, como me esperaba,
comenzó a gustarle ser penetrada. Me pidió que la sacara y la metiera mas
despacio y lo hice, hasta que se corrió. Luego yo le deje todo mi semen en su
interior.
desde aquel día, cuando estábamos en casa, finalizaba mis ejercicio follatorios
dentro de su culo. Se le hizo mas grande y flexible, de forma que le penetraba
por delante y le metía el pulgar por detrás.
Me preocupaba que, nuestros divertimentos repercutiesen en su rendimiento
escolar, de forma que hacíamos los deberes juntos, normalmente yo la sentaba
sobre mis rodillas y le introducía el pene en el coñito, mientras ella hacia sus
deberes. Nunca había pensado que haría esto y estaba maravillado. Ella se
aplicaba y sacaba las mejores notas, yo veía sus calificaciones antes que sus
abuelos. Lo cierto es que terminó el curso con las mejores notas de la clase. Yo
le decía que si no estudiaba y sacaba buenas notas, su madre podría llevarla a
vivir con ella. No se si esto surtió efecto, pero se esmeró y aprobó todas las
materias.
Y con ello llegó el verano, de los que aconteció os daré cuenta en otra entrega.
muy buenooo tu relato