~Cierta ocasiôn que me quedê solo en casa, estaba muy aburrido, y me dispusa bañar a mis 2 perros, creo que al tallarlos, estos tenian ciertas reacciones que jamas habia visto, el mas grande era un criollo, de mediano tamaño ya que era muy bajito de estatura, y el otro un labrador dorado mâs alto... al tallarle la pancita al criollo, se tendiô boca arriba, y tenia su miembro de fuera... era muy rojo, pero pequeño, y estando en esta posiciôn, aproveche para tallarlo mejor, cuando le hechaba el agua, su miembro se volvio a contraer, y cuando le toco al labrador, curiosamente hiso lo mismo, ponerse boca arriba igual, y su miempro tambien lo tenia de fuera... este era mas grande y grueso... sin querêr, me invadiô una olita de calor, que no conocia... y comence a frotarle su miembro al perro, y este comenzo a moverse, dando embestidas cos su pene, fuê entonces que empese a masturbarlo, y se dejô un buen rato, y comenzo a soltar su esperma, que salia a borbotones, senti pronto que yo estaba muy caliente, y optê por soltarlo... de pronto mi labrador se incorporô y se me trepo dandome tremendos piquetes en las piernas con su miembro, la verdad como ya estaba tremendamente muy caliente, me baje los pantalones y me puse en cuatro, inmediatamente mi perrito se me trepô y vigorosamente picaba en mi ano, tân pronto êl sintiô que entrô.. se movia de una forma desenfrenada, el placêr que yo sentîa era tremendo,sentî que algo mâs gordo chocaba en la entrada de mi ano, toquê, y sentî tremenda bola que se le formaba al perro, sentî un poco de temôr, y mantuve esta bola fuera de mi.. cuando lo safê, vî en êl un grandisimo pene, y super grueso... como yo aûn seguîa muy caliente, me inclinê para poderle dâr unas mamadas, al principio lo confieso, me diô un poco de asco, creo por el olor caracteristico de los animales, pero en verdad disfrutê engullendolo todo , comencê a succionar su pene, y me lanzaba grandes chorros de su esperma... y creo que êl yâ se habîa satisfacido, pues se retirô de mi, busquê tomarle su miembro nuvamente, pero yâ np lo deseaba... al estâr empinado lamiendo su miemro, sentî la lengua del criollo en mi ano, quien lo hacia de una forma tambien vigorosa, le dî unas palmadas a mis nalgas, y êste se trepô de inmediato, sentî como entrô su miembro, y jamâs me acordê de la bolita, que entrô al mismo tiempo que su pene.. quizas por tenerlo un pôco mâs chica, pero entrô por completo, me abotonô totalmente... me embestia riquisimo, entrando y saliendo... de repente se quedô quieto, y buscô girarse, quedando pegado en mi ano,,, asi estuvimos como media hora, y luego hicimos tradiciôn las plmaditas en las nalgas como señal nuestra.... hê tenido otros perros, y la clave siempre es la misma...