Todo empezó aquella tarde en que el destino decidió que debíamos conocernos más, pues hacía 2 años que nos habían presentado.
Aquella tarde fui a visitar a una amiga, y aparte de mi amiga estabas tú, con aquella mirada que me fulminaba.
Pero en aquel tiempo yo tenía novia, pues entonces me era imposible tener algo más que amistad contigo, al igual que hubiera sido totalmente imposible.
Aquella noche dormí allí y fue fantástico, pero se acabo muy rápido y de repente ya me encontraba en casa triste por no poder verte ni un solo segundo más, lo hubiera dado todo por verte ni que fuera tu bello rostro que me cegaba ante mí mirada hechizadora.
Tu mi habías cautivado una gran impresión me hiciste dudar del amor que tenía hacía otra persona.
Necesitaba volverte a ver antes de que acabara el verano, pues durante el curso ya no seria lo mismo.
No quería que nuestras vidas se separaran, pero yo no lo podía evitar, tampoco tú, el destino lo diría todo.
I hasta hace unos días renuncié a una fiesta de mis amigos, todo el mundo se puso en contra de mi menos mi corazón que era el único que me comprendía, al que yo escuchaba, y el que siempre tiene la razón, lo que pensaran los demás me daba igual en aquel momento.
Cuando te vi en una primera instancia parecía que de lo que había pasado hacía unos 3 meses no quedaba nada, pues parecía que pasaras de mí.
Pero un rato después vi que no tenía razón, todo era igual que aquella tarde o incluso mejor, yo estaba ciego, mí mirada solo servía para mirarte a ti en aquel momento.
No quiero que seas un amor más en mi vida, quiero que seas mi amor, el mejor de los que he tenido y que podía llegar a tener en mi triste vida.
Ya que soy un sufridor no creo que nada de esto sirva, no llego a tu altura tu seguramente pides más, y lo entiendo, yo no creo que pueda darte todo lo que me pides ahora, así que no sé que hacer.
Espero que me comprendas lo suficiente como para entenderme, no cal que hagas nada, solo limítate a ser tu misma y no me hagas cosas de las que después te puedas arrepentir.