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La casualidad vino a mi casa

~~Era una tarde de hace aproximadamente un mes cuando mi television dejo de funcionar de repente, rapidamente mi marido llamo al servicio tecnico para que nos mandaran un tecnico para repararla, nos contestaron que el tecnico ya llevaba todos los avisos de ese dia y que se pasaria al dia siguiente por la mañana por mi casa para repararla. Como habia ese dia futbol, mi marido me comento de ir a casa de nuestros vecinos a verlo alli, siempre nos hemos llevado muy bien y yo le dije que me parecia un poco cara, el caso es que al final fuimos; ellos viendo el futbol y nosotras hablando de todo un poco, incluida esta pagina que me enseño mi vecina y a la que por lo visto esta enganchada y ahora me ha enganchado a mi. Lo que yo no suponia es que al dia siguiente me iba a ocurrir algo tan insolito, tan inesperado, tan digno de compartir aqui con todos vosotros y que iba a ser yo misma la protagonista de un relato de este tipo.
 Os dire que me llamo Merche, vivo en Madrid y tengo 36 años, soy morena, pelo largo y mido 1,65, son datos creo que suficientes para que os hagais una idea de como soy.
 Siguiendo con el relato de lo que me ocurrio aquella mañana, os dire que sobre la una de la tarde aproximadamente sono el telefono, era el tecnico para asegurarse de que yo iba a estar en casa y para decirme que en media hora mas o menos estaria alli. Yo estaba empezando a preparar la comida para mi, ya que mi marido suele llegar mas o menos a las cuatro del trabajo, cuando sono el timbre. Al abrir la puerta me quede de piedra, supongo que tanto como el que no acerto a decir ni palabra. Resulto que habia llamado a mi puerta el primer chico que quise de verdad en mi vida, ademas de el primero con el que hice el amor cuando tenia quince años. Alguien a quien a pesar de haber pasado veinte años ni mucho menos habia olvidado.
 Estabamos muy enamorados y tuvimos que romper de mala manera porque mis padres decian que dieciocho años que tenia el para mis quince eran demasiados, me mandaron a casa de mi abuela y me escape para estar con el, despues mis padres me pusieron los papeles de un internado encima de la mesa y me dijeron que eligiera. Al final, supongo que por culpa mia, fuimos viendonos cada vez menos y las cosas se fueron complicando cada vez mas hasta que perdimos el contacto.
 Ninguno de los dos supimos que decir, le invite a pasar y a el le agrado que yo siguiera escuchando Spandau Ballet, mi grupo preferido cuando estabamos juntos, dijo con miedo que le traia buenos recuerdos del pasado. La situacion se estaba poniendo tensa, a mi me daba entre morbo y corte estar con mi amor platonico a solas en mi casa.
 El se puso a arreglar la television y yo a hacer la comida, aunque estaba mas en el comedor que en la cocina, Jose estaba en mi casa y no queria dejar de contemplarlo, iba a verle con cualquier excusa. No tardo mucho en repararla, era sustituir un condensador creo que me dijo, pero yo no queria que se fuera tan pronto, queria hablar con el. Entonces le ofreci una cerveza, el me contesto que una era mucho porque luego tenia que ir con la furgoneta a lo le respondi que si queria media yo me bebia la otra media, ?en que hora lo hice!, yo que no bebo nunca, pues podeis imaginar los calores que me subieron. Si a eso añadimos que el empezo a tirarme los tejos, a mirarme fijamente las tetas a traves de mi camisa y a alabar las piernas que tenia debajo de la minifalda, pues me estaba poniendo bastante excitada solo del hecho de tenerle delante, sin nadie que nos molestara y lo peor del caso es que estaba segura de que el se daba cuenta.
 De repente cuando estaba en la cocina, el vino por la espalda, yo no le oi llegar, solo me asuste cuando note que alguien me cogia la cintura y me susurraba al oido que a que hora venia mi marido, a las cuatro le dije yo. A lo que Jose contesto que teniamos hora y media para acabar lo que empezamos hace veinte años. Yo nunca ni por lo mas remoto me habia planteado ser infiel a mi marido, pero aquel dia la situacion me desbordaba, el era el unico hombre del mundo con el que no estaba segura de ser yo misma. Sin dudarlo un momento apague el fuego y me gire hacia el buscando su boca, cerre los ojos y solo sentia un chico que besaba de pelicula y una mano que no dejaba de acariciarme el culo de mi minifalda y que me iba excitando cada vez mas.
 El me propuso irnos al dormitorio, pero yo le dije que no, porque por desgracia la pared da al comedor de una vecina que vive en otro portal, pero que nos conocemos, y ella sabia de sobra que mi marido no estaba en casa, y si yo la oigo todo a ella, pues logico que al reves pase igual. Le lleve al comedor y le tumbe en el sofa, yo ya iba bastante calentita y mas que me puso cuando me puse encima de el, empece a besarle y el metio su mano en mi falda acariciando mis braguitas. Empece a quitarle la ropa muy suavemente y muy despacio, me detuve lamiendole sus tetillas con mi lengua, mientras el me chupaba a mi el lobulo de la oreja, hace veinte años eran nuestros puntos mas erogenos y hay cosas que nunca cambian.
 Despues el me dijo que si el estaba sin camisa yo deberia estar igual; Quitame lo que te estorbe, le dije. No se le ocurrio otra cosa que quitarme los botones de la blusa con los dientes, algo que nadie me habia hecho, pero que es cantidad de excitante, al menos para mi. Me quede en sujetador y el empezo a acariciarme las tetas por dentro de el. Yo ya no podia mas, empece a acariciarle la bragueta al tiempo que el desabrochaba mi sujetador y alababa las tetas tan bonitas que tenia segun el. Besandonos mientras sus manos se perdian por todo mi cuerpo consiguio ponerse encima el mientras comia mis tetas como si fuese el unico alimento que iba tener ese dia. Al momento empece a gemir cuando note como me movia la braguita e introducia un dedo en mi sexo, ahora si que ya no podia mas, queria, necesitaba y deseaba follarme a Jose, el me enseño lo poco o mucho que se sobre el sexo cuando era una cria y queria demostrarle lo buena alumna que fui. No espere a que el acabara de desnudarme, me quite la falda y las braguitas y el se desnudo completamente tambien, estaba mas excitado de lo que yo adivinaba a traves de su bragueta, hacia veinte años que no veia aquella polla y me abalance sobre ella con ansia a chuparsela de la mejor manera que sabia mientras el jugaba con mi pelo y mis pendientes; segui chupandole los testiculos con la punta de mi lengua hasta que el me pidio que me pusiera en posicion para hacer un 69, que el queria comerme a mi tambien, la verdad es que no duramos mucho porque yo ya tenia mi sexo bastante preparado para saludar a aquel amiguito con el que hace veinte años jugaba.
 Yo me sente encima de el dandole la espalda, me sujeto por las caderas hasta que me sento encima de el introduciendome aquel erecto pene en mi vagina, ?dios!, veinte años esperando un placer que yo ya daba por perdido; me bamboleaba las caderas al tiempo que el empujaba con fuerza contra mi, seguia follando de miedo, como me gustaba, sabia que con el movimiento de mis caderas, la mano que se le iba a acariciar mi vello pubico de vez en cuando, los besitos en el cuello y las caricias que me daba en los pechos cuando dejaba que yo llevara el ritmo, era cuestion de tiempo que me corriera con el. Nos corrimos al mismo tiempo, como hacia veinte años y fue maravilloso.
 Ahora es cuando yo no queria que se fuera y le dije que se quedara a comer conmigo, a el le daba miedo por si venia mi marido, pero aun habia tiempo, comimos, charlamos y como en todas las comidas despues del cafe viene el postre; los dos fuimos derechos a acariciarnos mutuamente mientras nos besabamos con pasion. Mientras yo movia con mis manos adelante y atras su sexo, el mio estaba ya excitadisimo con el movimiento de sus dedos en mi vagina, de repente el me susurro varias veces en el oido: ?Quiero follarte Merche!, aquello fue como echar una chispa en la gasolina, me levante y le pedi que se sentara en una silla yo me subi encima, abri los labios de mi sexo y deje que el suyo se introdujera en mi cuerpo con un susurro de entre pasion y alivio; empece a moverme mientras le miraba fijamente a los ojos, el acariciaba mi culo y lo movia al ritmo que nuestros cuerpos iban pidiendo, agarre mis pechos e introduje mis pezones en su boca mientras follabamos, el estaba a punto de explotar, yo le gritaba que se corriera conmigo, que me encantaba follar con el, se puso tan loco que empezo a darme cachetazos en el culo, nunca habia pensado que me gustara tanto que me pegaran follando, pero aquello me hizo correrme como una loca, me daba igual que me oyeran o no los vecinos, gritaba, gemia, decia barbaridades, yo deseaba a Jose, le llevaba deseando demasiado tiempo y al final he llegado a la conclusion de que a mi marido le adoro y le quiero una barbaridad pero en el sexo nadie es tan bueno como Jose, ni hace veinte años ni ahora.
 Y esta es mi historia, ahora he vuelto al principio porque Jose no quiso darme su telefono por que tenia miedo de que le llamara y su mujer sospechara algo y en cambio el si tiene el mio por una casual averia de television, solo espero no tener que esperar otros veinte años para volver a estar con el, aunque en su mano esta el llamarme si quiere y en la mia estropear la television, pero, ?Las casualidades se pueden dar dos veces en la vida?.

 

Datos del Relato
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